Capítulo 20.- Avances…
Shun estaba de pie afuera de la habitación de Seiya, Hécate ya había llegado y estaba revisando al castaño pero había pedido privacidad así que solo Hades estaba dentro en la habitación, Radamantys estaba con él, el rubio no lo estaba tomando mucho en cuenta hasta que Hades salió de la habitación cerrando la puerta tras de él y dijo:
- Seiya duerme, pasó la mañana entera despierto conversando contigo y está algo agotado, no quiero perturbar su sueño así que no es conveniente que nos quedemos todos dentro en la habitación con él, antes de quedarse dormido me pidió que te lleve de tour por el castillo o algo así, por eso le he encargado a Hypnos que sea tu escolta hoy en la tarde, ¿te parece bien?
- Muchas gracias, no quiero ser una molestia
- No lo eres, es una pena que hayas podido venir justo cuando Seiya está indispuesto, él tenía muchos planes para tu visita, espero que los pueda cumplir la próxima vez que vengas
- Si ese es el caso, yo podría regresar a la tierra hoy mismo
- No… no es necesario, de acuerdo a lo que Hécate me dijo, Seiya se repondrá, necesita dormir un par de horas y luego Hécate recomendó un tratamiento que haremos en la noche, ella estima que mañana ya podrá levantarse de la cama y se sentirá mucho mejor, no podrán volar en los dragones aún pero si pueden pasear por los campos elíseos o algo así, Seiya dijo que quería llevarte allá
- ¿Pero no está eso prohibido?
- Sí, pero el que lo prohibió soy yo entonces… podrán ir mañana si gustan, Seiya quería enseñarte los parajes más hermosos del Averno, entonces por favor, no regreses a la tierra hoy, Seiya se pondrá muy triste por eso
- Por mí no se preocupe, yo solo quería visitar a mi amigo, si en algo puedo ser útil eso me dará mucho gusto
- Lo sé, conozco muy bien tu alma y sé que eres sincero, entonces… disfruta la tarde con Hypnos y te llamaremos para la cena, ¿suena bien?
- Suena perfecto, muchas gracias otra vez
- No tienes por qué darlas, Hypnos te está esperando en la planta baja, si me disculpan… - Hades entró nuevamente a la habitación y cerró la puerta, Radamantys le puso la mano en el hombro a Shun al decir:
- No te preocupes, su alteza Seiya está en buenas manos, mi señor Hades lo va a cuidar muy bien
- Si, esa impresión tengo – dijo Shun algo aprensivo mientras caminaba por el pasillo que Radamantys le señaló, al bajar las escaleras se chocó literalmente con Hypnos que hizo una leve seña a manera de saludo
- Bienvenido al Averno Shun de Andrómeda – dijo el Dios en tono gentil
- Es un gusto verlo – respondió Shun todo intimidado, una cosa era estar en el Averno pero con Seiya, en su habitación donde se sentía seguro, ahora ya no lo estaba tanto, la verdad hubiera preferido la compañía de Hades, no sabía la razón pero así es como se sentía
- Su alteza quería llevarlo a volar en los dragones, la verdad me parece que ese placer no deberíamos quitarle, pero además de eso tenemos cosas muy interesantes en el Averno para visitar, ¿qué dices Radamantys? – preguntó Hypnos al primer juez que lo pensó un momento y preguntó:
- ¿Qué tan buen escalador eres Shun de Andrómeda?
- Soy muy bueno – respondió Shun sin poder evitar que su corazón lata con violencia
- Excelente, esto te va a gustar entonces – Hypnos tendió la mano a Shun que tímido la tomó y tuvo que aguantar la respiración porque sintió una presión en todo su cuerpo, se me movió el piso, le faltó el aire, fue una sensación horrible pero así como vino se le fue, y cuando abrió los ojos estaba en la base de una montaña, Hypnos estaba a su lado al igual que Radamantys, el que dijo:
- Bienvenido a las cuevas de cristal
- ¿Hay cuevas adentró de la montaña?
- Si… son muy hermosas… ¿vamos? – Radamantys estiró la mano y un arnés apareció en ella, Shun asintió y lo tomó, iba a poner la mejor actitud, siempre cabía la posibilidad de divertirse y escalar no sonaba tan mal…
***
Hades estaba de pie junto a la cabecera de la cama, Seiya estaba profundamente dormido mientras la diosa de la magia y hechicería lo revisaba, sus manos brillaban por la energía que estaba usando para ayudar a la recuperación del muchacho
- ¿Es normal que siga adolorido?, el ritual fue realizado hace más de tres días – preguntó Hades y sonaba preocupado
- Sí, es normal, la verdad no pensé encontrarlo tan bien, ha guardado reposo como recomendé, ¿verdad?
- Claro que sí, no se ha movido para nada, ha tenido dieta blanda e Hypnos me ha ayudado para que pueda dormir y descansar, ¿cómo está?
- Estará como nuevo en un par de días, su cuerpo ha aceptado los cambios bastante bien gracias a tu ayuda, se ha mantenido todo de la mejor manera, felicidades Hades, pronto podrás concebir a tu primer heredero
- ¿Qué tan pronto?
- No comas ansias, el cuerpo del muchacho en teoría está listo, pero la concepción puede darse en los próximos días, semanas o meses, eso no lo sé, está en manos del destino así que no apresures las cosas ni presiones a Seiya, que si no concibe no es su culpa, ni tuya, recuerda lo que hablamos antes, siempre cabe la posibilidad de que el embarazo no se dé, o de que se dé y no llegue a término, de todo eso deben estar conscientes ambos y no deprimirse por ello, sé que esto es algo que ambos desean y se ha hecho todo lo posible por lograrlo pero a veces las cosas no resultan como deberían, y eso no es culpa de nadie
- Lo sé… lo sé…
- Muy bien, cuando despierte se va a sentir mucho mejor, sané y rehabilité todos sus tejidos internos, ya no estará adolorido al nivel que lo está ahora, va a presentar dolores fantasma por algunos días pero en teoría podría hacer su vida normal, solo debe evitar golpes en el vientre a toda costa, así que suspende los entrenamientos por un par de semanas
- Está bien, ¿alguna otra recomendación más?
- No le caería mal que le transfieras algo de tu cosmo y fuerza vital, aún está muy débil y eso lo ayudaría mucho – dijo la hechicera
- ¿Cómo hago eso?
- Dale a beber en la noche la poción que traje, funcionará mejor si le adicionas algunas gotas de tu sangre, una vez que la beba hazle el amor y deposita tu semilla en él, quédate a su lado la noche entera y deja fluir tu cosmo en su cuerpo, mañana por la mañana estará como nuevo
- Tengo la impresión de que le va a gustar tu tratamiento – Hades sonrió mirando al castaño que dormía, su rostro sereno lo hacía ver muy joven
- Trátalo con cuidado, ¿no tengo que advertírtelo verdad?
- Claro que no, no quiero que mi niño sufra daño alguno, ¿estás segura que no va a tener consecuencias por esto?
- ¿Quieres echarte para atrás?
- Si… si él va a sufrir daños, sí, es preferible revertir todo, no quiero que enferme, o que viva con dolor, eso no es vida, quiero que él esté bien – Hades se sentó en la cama y tomó la mano de Seiya entre las suyas y la besó
- Él estará bien, solo debe tener algunos cuidados pero eso no impedirá que viva una vida plena a tu lado, podrá darte hijos, es lo mejor de ambos mundos
- Es demasiado bueno para ser cierto – Hades suspiró al mirar a Seiya dormir
Hécate finalizó sus tratamientos y salió discretamente de la habitación, Hades se desnudó para acostarse junto al castaño y abrazarlo bajo el calor de las mantas, su piel estaba algo fría por lo que inconscientemente se acurrucó en Hades que lo abrazó y cerró los ojos, puso la mano en su espalda e hizo fluir su cosmo al cuerpo del castaño que gimió bajito pero no se despertó, Hades sonrió y suspiró, le agradaba mucho estar en la cama con su joven esposo y acariciar su piel, él era un dios por lo que no necesitaba dormir pero disfrutaba escuchar el latido del corazón de Seiya y el hecho de que a veces hablara dormido, en especial cuando pronunciaba su nombre entre sueños…
***
Shun miraba maravillado el interior de la cueva, Hypnos había hecho brillar su cosmo lo que lo iluminó todo y ahora el visitante podía apreciar como la luz se fraccionaba de una manera muy hermosa al contrastar con las paredes incrustadas de piedras preciosas
- De ver la montaña no podría haber imaginado nunca que esto se escondía en su interior, esto es realmente hermoso – Shun acarició la pared y sintió un escalofrío que lo recorrió entero, fue algo que duró un segundo pero una imagen se le vino a la cabeza, él estaba de pie en esas mismas cuevas pero Seiya estaba a su lado, el castaño sonreía acariciando la pared, en su mano brillaba el anillo regente, Shun tomó la mano de Seiya y la besó para luego abrazarlo y besarlo en los labios, el piso se le movió a Shun que hubiera caído de bruces de no ser por Radamantys que lo sujetó a tiempo al preguntar:
- ¿Estás bien?
- ¿Qué?, ohhh si… yo creo que si… que raro… - Shun se incorporó y se llevó una mano a la cabeza, no sabía que fue lo que le pasó, se sentía mareado y tenía la garganta seca así que bebió un largo trago del agua de su termo
- Mucho esfuerzo tal vez – dijo Hypnos sin creerlo realmente, él sabía del estado físico de todos los caballeros de Atena, además Shun escaló la montaña sin derramar ni una sola gota de sudor
- Pueda ser el cambio de la presión, el aire es más pesado aquí – dijo Shun sentándose en el suelo
- Bueno eso sí, a las gorgonias les gusta el ambiente volcánico, es azufre lo que hay en el aire – dijo Radamantys mirando por la caverna
- ¿Gorgonias? – preguntó Shun
- Estamos en la jaula de las gorgonias, aquí hay cientos de volcanes y formaciones rocosas, éste es uno de los volcanes más alejados por eso estamos aquí, mientras más nos adentremos en la jaula más fuerte será el aroma y más pesado será el aire, ¿te sientes mejor? – Hypnos se acunclilló delante de Shun y le puso una mano en la frente
- Si… creo que sí, ¿entonces todas esas montañas tienen piedras preciosas en sus paredes? – Shun preguntó realmente intrigado, cuando estaban escalando la montaña había podido ver formaciones rocosas hasta donde sus ojos alcanzaron a ver, varias fumarolas se distinguían a lo lejos, si lo que pensaba era cierto el Averno era realmente el reino más rico de todos, ni el Olimpo tenía este tipo de riquezas
- Yo creo que sí, no he ido a todas pero supongo que si – Radamantys se encogió de hombros al decir esto, Hypnos asintió también, Shun solo dijo “wow”, antes de ponerse de pie con la ayuda del dios del sueño
- Yo creo que debimos ir al prado de los unicornios – dijo Radamantys al ver la palidez de su visitante
- No, no hay nada interesante allí, el prado es inmenso y si… los unicornios son muy bonitos, pero no hay nada que ver – dijo Hypnos con una seña de su mano
- Salvo los unicornios – respondió Radamantys
- Sí, pero son ariscos y ni siquiera los puedes tocar porque son muy asustadizos, es una pérdida de tiempo si me preguntan – respondió Hypnos, claramente no impresionado por los unicornios que a Shun si le gustarían ver
- Ahora yo creo que los pegasos son una mejor opción – propuso Radamantys con una sonrisa
- Mmmm… tienes razón, eso es un espectáculo, ¿qué dices Andrómeda?, ¿nueva locación? – preguntó Hypnos con una leve sonrisa extendiendo la mano para que Shun la tomara, el joven lo hizo y cerró los ojos con fuerza, las palabras de Seiya tomaban sentido, eso de la tele transportación no era lo suyo…
En Guidecca Seiya estaba emocionado caminando lentamente por los pasillo acompañado de Hades, lo que sea que le hizo Hécate fue muy bueno para él porque ya podía movilizarse por sus propios medios, se había duchado y ahora se sentía fantástico, usaba una mullida bata sobre su pijama y pantuflas de osito, pero eso no impedía que sonriera al caminar por los pasillos de piedra iluminados por antorchas, el castaño había dicho que estaba podrido de comer en el cuarto y que quería cenar en el comedor, como una persona normal, así que Hades caminaba lentamente a su lado tomándolo de la mano
- Me muero de hambre, antes no tenía nada de hambre y comía para que no te preocupes por mí, pero ahora me podría comer una vaca entera – Seiya suspiraba mientras caminaba
- No no no, nada de vacas enteras para ti, debes seguir con dieta blanda, por lo menos una semana más, Hécate dice que te vas a recuperar pronto pero debes seguir cuidándote, mandé a preparar puré de papas, sopa y pollo, eso es sumamente digerible
- Para no ser humano, sabes muchas cosas sobre los humanos
- Los he observado por muchos años, he visto sus vidas, he analizado sus actos y los he juzgado por ello, entonces sí… podría afirmar que sé todo lo que podría saberse de los humanos, por eso a veces no los comprendo, hay cosas que son un misterio para mí, pero en eso tú me has aclarado algunas de esas dudas con aplastante simpleza – Hades sonrió cuando dijo esto
- ¿Cómo cuál?
- El otro día me dijiste: “¿Quién te dijo a ti que los sentimientos son racionales?”, y la verdad tienes mucha razón, en varias ocasiones me he encontrado con ello, los humanos actúan irracionalmente cegados por sus sentimientos, el corazón siente y punto, no hay racionalidad en ello, el amor, el odio, la indiferencia depende de cada una de las personas, no caben las generalizaciones porque eso no concuerda con la libertad de pensamiento y acción, eso me ha permitido juzgarlos de mejor manera, gracias a ti las almas que ingresan tienen mejores posibilidades para la eternidad
- Vaya… no se me hubiera ocurrido que mi presencia aquí alterara en algo el orden de las cosas
- No esposo mío, tu presencia aquí lo ha cambiado todo, aunque yo creo que los cambios han sido más que bienvenidos, has traído luz a Guidecca y al Averno entero, lo que se multiplicará cuando el primer heredero esté en camino – Hades sonrió cuando dijo esto, Seiya también y se llevó una mano a su vientre al decir:
- Esperemos que sí, pero hablando de eso, ¿no crees que deberíamos empezar a poner en funcionamiento la fábrica de bebés? – Seiya se detuvo y tomó ambas manos de su esposo para mirarlo a los ojos, ellos habían llegado ya a las puertas del salón comedor
- Hécate dijo que podríamos empezar esta noche – Hades abrazó al joven y lo besó suavemente en los labios
- ¿En serio?, que genial… - Seiya abrazó de mejor manera a Hades y profundizaron el beso, en eso estaban cuando Shun, Radamantys e Hypnos se aparecieron dentro del salón comedor, el primer juez y el dios del sueño no necesariamente se sorprendieron por ello, Shun si porque Seiya tenía una mano en la mejilla de su esposo mientras lo besaba, el de Andrómeda no se había dado cuenta antes pero el anillo regente de Seiya era diferente, antes era una simple banda plateada en su dedo, ahora no, ahora tenía patrones tallados sumamente hermosos y era considerablemente más gruesa, Hades abrazaba al muchacho por la cintura y lo sostenía con delicadeza mientras correspondía a su beso, el que se rompió porque fue evidente la interrupción en el salón, al separarse Seiya sonrió abochornado y escondió el rostro en el pecho de su esposo que le acarició la nuca y dijo:
- Espero que hayan disfrutado la tarde, ¿fueron a volar con los dragones?
- No mi señor, fuimos a escalar en las cuevas de cristal y luego fuimos a ver a los pegasos, pensamos que el placer de volar con los dragones debería ser de su alteza – contestó Hypnos haciendo una venia a Seiya que le correspondió de la misma manera al decir:
- Pensaron muy bien, ¿se divirtieron?
- Si, estuvo fantástico, yo la verdad pensé que los pegasos eran criaturas mansas, pero no, casi me patea uno y yo creo que me hubiera matado – dijo Shun acercándose a la pareja, no podía decir la razón pero se sentía bien en su compañía, no tenía idea por qué se sentía cómodo en presencia de Hades pero lo hacía
- No son violentos pero tampoco son mansos, usualmente la pasan tranquilos pero les agrada una buena pelea, son fieros en batalla – dijo Hades en tono sereno
- ¿Los usas en batalla? – preguntó Seiya
- En la antigüedad se los ha usado en batalla, cuatro de ellos tiran de mi carruaje de fuego, ellos son mis favoritos porque también respiran fuego, hay varias clases de pegasos, ¿Cuáles vieron?
- Los blancos que pastan junto al lago de los centauros – contestó Radamantys
- ¿Había centauros en ese lugar? – preguntó Shun impresionado y algo decepcionado porque no había visto ninguno
- Si… pero ellos no tratan con humanos, se creen muy inteligentes y sí lo son, pero… la arrogancia nunca es buena – dijo Hypnos encogiéndose de hombros, Hades asintió pero señaló la mesa cuando las muchachas del servicio entraron con un carrito que tenía varias charolas con la cena
- Buen provecho mi señor, que tengan una buena noche – Radamantys llevó el puño derecho al pecho y desapareció luego de una venia, Hypnos hizo algo muy similar dejando solo a la pareja real y a su invitado
- Yo pensé que ellos se iban a quedar a cenar
- No, usualmente solo cenamos Seiya y yo, y bueno ahora tu que eres nuestro invitado, así que aprovecha nuestra hospitalidad que muy pocas veces la brindamos
- Es un honor – contestó el muchacho caminando hacia la mesa
- No seas tan formal Shun, estamos en confianza, mejor cuéntame cómo te pareció el campo de los pegasos, hay uno negro que tiene una mancha blanca en su pata delantera, él es mi favorito, ¿lo viste?
- No creo haberlo visto, solo habían pegasos blancos y cafés, no negros
- Los pegasos negros salen solo cuando nosotros vamos, a ellos les gusta estar en la base de la montaña y no se mezclan con los otros pegasos – dijo Hades ayudando a Seiya a sentarse en uno de los lugares preparados, era una mesa circular pequeña en donde estaban, este era un comedor privado para Hades, porque el salón comedor tenía una mesa principal y varias mesas distribuidas por el salón, muy al estilo medieval, Shun se sentó frente a Seiya, y Hades a su lado, hizo una seña y la sopa fue servida, a Shun le pareció extraño tomar sopa hasta que recordó que Seiya tenía dieta blanda, de cualquier forma la probó y sonrió, en contra de todo pronóstico la comida del Averno le parecía deliciosa
- No sabía que fueran racistas – dijo Seiya lo que hizo reír a Hades con ganas, eso Shun no se lo vio venir pero rió también, ahí cobraron las palabras de Hypnos en la tarde, él le había dicho que solo su alteza Seiya lograba sacar a relucir el mejor lado de Hades
- No son racistas vida mía, aunque pensándolo bien… pueda que si… - Hades besó la mano de Seiya que sonrió y se dedicaron a comer escuchando las historias de Shun, les contó lo maravillado que estuvo de los parajes del Averno, que Radamantys e Hypnos habían sido muy amables con él, y que le encantaron las criaturas mágicas, él no tenía idea que el Averno escondiera tantos secretos
Al finalizar la cena, bebieron café y comieron pastel para luego retirarse a sus habitaciones, Shun estaba cansado por lo que al llegar a la habitación designada, se duchó, se puso su pijama y se acostó, no demoró más que un par de minutos en quedarse dormido
En la habitación al final del pasillo otra era la historia, Hades y Seiya estaban de pie frente a la chimenea, el castaño había tenido toda la intención de arrancarle la ropa a su esposo y caer en la cama, pero Hades no necesariamente quiso hacer las cosas así, por lo que estaban hablando bajito frente a las llamas una vez que Seiya bebió un brebaje horrible que Hades le dio
- Pero Hécate dijo que esta noche deberíamos hacer el amor, no puedo creer que no tengas ganas, peor aún que me dejes con las ganas a mí, eso no se vale Hades – se quejaba Seiya abrazando a Hades y acariciando disimuladamente su pecho, cualquier otro avance de su parte había sido detenido por Hades, él quería tomarse su tiempo esa noche
- No he dicho que no tenga ganas, he dicho que debemos hacerlo con cuidado y despacio, no tenemos prisa, tenemos la noche entera para disfrutarlo, hay que cuidarte, no quiero que tengas consecuencias por apresurarnos en lo que no tenemos que apresurarnos, ven… bésame… eso es… - Hades acarició la mejilla de Seiya y le levantó un poquito el mentón para besarlo suavemente en los labios
La pareja compartió tiernos besos frente al fuego de la chimenea, lentamente Hades quitó la bata a Seiya y lo fue desnudando para finalmente llevarlo a la cama, el castaño lo facilitaba todo porque se moría de ganas de hacer el amor con su esposo, el que se tomó todo el tiempo del mundo para desnudarlo, acomodarlo en la cama, desnudarse y unirse en apasionados besos y profundas caricias bajo el calor de las sábanas
- Vamos Hades… entra en mi… no me hagas esperar más… - Seiya gimió y se retorció en la cama ante las caricias de su esposo que le estaba besando la parte interna del muslo derecho mientras lo dilataba lentamente, Seiya estaba recostado sobre su espalda acomodado en varias almohadas
- No comas ansias, levanta la cadera, un poco más… eso es… - Seiya levantó la cadera permitiendo que Hades acomodara una almohada debajo suyo, la verdad Seiya no entendía la razón
- ¿Eso te lo dijo Hécate?
- No quiero recargarte mi peso, no quiero dañarte
- No me dañarás, hazme el amor Hades… hazme el amor… - Seiya tenía los ojos cerrados y se mordía los labios, estaba más que listo y su esposo lo sabía, por lo que ya no le iba a hacer esperar más, escaló por su cuerpo llenando de besos su pecho y cuello, sujetó su pierna de la parte trasera de la rodilla flexionándola ligeramente y lo penetró lentamente, Seiya gimió y abrazó a Hades que buscó sus labios para unirse en un apasionado y profundo beso, sus movimientos de cadera no se hicieron esperar y en verdad que no estaba recargando su peso en Seiya, claro que eso no les impidió amarse como los dioses mandan
Seiya asumió que debido a que no habían hecho el amor en algunos días, ahora que lo estaban haciendo se sintió diferente, más pasional, más fuerte, lo que no necesariamente tenía sentido porque Hades lo sostenía con ternura y se movía en su interior con maestría pero sin hacer ningún tipo de movimiento brusco, en verdad que estaba teniendo cuidado con él, pero eso no afectó el placer al que estaban llegando, Seiya lo sintió mucho más pronunciado, más profundo, por lo que se dejó llevar completamente y se sentía en las nubes por ello, no tenía consciencia de nada en la vida, solo Hades lo representaba todo, sus besos, sus caricias, sus labios, solo Hades era su mundo
Hades sonreía al ver a su castaño perdido en el mar de sensaciones por el que lo había llevado y no se sorprendió al sentir ese cosquilleo en su piel, corrientes eléctricas recorrían a Seiya entero y al ser sus manos su punto de desfogue, podía sentir unos piquetitos muy suaves por todos los lugares por donde Seiya lo acariciaba, esto era sumamente estimulante según Hades que continuó con sus movimientos de cadera hasta que su esposo se vino en sus manos, Hades también se vino dentro de su esposo que lo apretó contra su cuerpo y gimió en éxtasis
- No no no… no te vayas… - Seiya abrazó a Hades que se movió para salir del cuerpo de su esposo, que se aferró a él y no le dejó moverse
- No me voy a ninguna parte… pero así estaremos más cómodos… espera… ven acá… - Hades salió del cuerpo de su esposo, se recostó sobre su espalda y acomodó a Seiya sobre él, el castaño lo abrazó y suspiró al acariciar su pecho y decir:
- Te quiero dentro de mí, siempre…
- ¿Lo quieres hacer otra vez?
- Si… otra vez, y otra vez, muchas veces… - Seiya tenía una sonrisa muy divertida en el rostro, sus pupilas estaban completamente dilatadas, tenía esa apariencia que siempre tenía luego de hacer el amor, parecía borracho aunque eso no fuera posible, a Hades le encantaba verlo así, totalmente rendido a sus deseos, satisfecho y feliz
- No no no, Hécate dijo que podíamos hacer el amor, no que tengamos una maratón de sexo
- Mmmm… maratón de sexo, eso suena muy bien… - Seiya se incorporó un poquito y se sentó en las caderas de Hades agachándose un poquito para besarlo con pasión en los labios, el pelinegro se incorporó también y continuaron con sus besos y caricias que terminaron en un nuevo encuentro cargado de pasión
En la otra habitación Shun dormía pero había tenido sueños accidentados la noche entera, se había despertado varias veces aunque si había podido volver a conciliar el sueño casi inmediatamente, pero esta vez su sueño era completamente vívido, lo podía sentir en todo su cuerpo, esa excitación, esa emoción de unirse al ser amado, porque de eso estaba muy consciente, amaba al que sostenía entre sus brazos, amaba al cálido cuerpo que se movía acompasadamente sobre el suyo, esto era nuevo pero familiar a la vez, recorría esa suave piel como si fuera la primera vez que lo hiciera aunque estaba consciente de que esa no era la realidad, su pareja gemía y se contorsionaba en completo éxtasis mientras hacían el amor, lo sentía vibrar con cada penetración, también sentía una sensación extraña pero estimulante en su piel, su amante lo acariciaba y sentía corrientes eléctricas recorrerlo entero, nunca lo había sentido pero era sumamente agradable
Shun besaba el cuello, los hombros y los labios de su pareja mientras lo sostenía de las nalgas ayudándolo a subir y bajar, la tensión fue en aumento y un placer indescriptible los envolvía a ambos, le complació sobremanera escuchar los gemidos de su pareja cuando le empezó a masajear el miembro, lo tomó de la cintura y cambiaron posiciones en la cama, lo recostó sobre su espalda y siguió con su movimiento de caderas hasta que ambos llegaron a la cima del placer con explosivos orgasmos, se unieron en un desesperado beso cuando todo acabó, Shun suspiró al salir del cuerpo de su pareja al escuchar un susurro en su oreja que le dijo:
- Te amo… te amo tanto…
- Yo también te amo… - se escuchó decir, pero su voz no era su voz, abrió los ojos y esta vez pudo enfocarlos de mejor manera y su corazón escapó un latido cuando miró directamente esos ojos cafés que tan bien conocía, Seiya le sonreía y le acariciaba la espalda al decir:
- No te vayas… abrásame y quédate conmigo
- Yo no te dejaría solo esposo mío, duerme que yo velaré tu sueño
- No quiero dormir, quiero hacerte el amor
- Puedes hacerme todo lo que tú quieras, solo recuerda lo que Hécate dijo, sin esfuerzos
- Ok., ok., sin esfuerzos, bésame Hades… bésame…
Seiya se impulsó solo un poquito y lo besó en los labios con pasión, él correspondió el beso y sintió que el piso se le movía bajo sus pies, Shun despertó asustado y sudoroso a tiempo de que un sacudón recorrió Guidecca entera, la energía sexual de Hades y Seiya se podía sentir en todo el castillo, Shun sabía que no estaba equivocado, no sabía por qué pero estaba seguro de ello…