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LAS SECRETAS INTENCIONES por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, este está... uyyyyyyyyyyy

Capítulo 26.- Tormento

 

Shun estuvo sumido en un mundo de dolor y oscuridad por mucho tiempo, él había estado casi inconsciente cuando Hefestos lo sacó de su infierno personal, lo único que Shun recordaba de ello era la expresión de preocupación en el rostro del dios de la fragua, cuando sus ataduras fueron cortadas su consciencia se desconectó de su cuerpo, ya no quería ver más, oír más, sufrir más, así que cerró su mente y su corazón dejándose llevar por la oscuridad que lo rodeaba, paz… Shun solo quería encontrar paz en su vida o en su muerte, la verdad ya no le importaba morir

 

Su suplicio empezó cuando cayó directo al templo de Ares en el Olimpo, su diosa había atado su cosmo antes de arrojarlo por él y ahora que cayó en el duro suelo se golpeó feísimo, primero por el shock de lo que acababa de pasarle y luego porque se sentía mareado y pesado, era como si su cuerpo pesara una tonelada, su cabeza le latía, la luz del sol hería sus ojos y se sentía torpe al intentar moverse, sus intentos al ponerse de pie eran bastante infructuosos hasta que unas fuertes manos lo ayudaron a incorporarse, Shun abrió los ojos y vio muy de cerca al Dios de la guerra, Ares estaba sentado en un trono justo delante de él, dos de sus sirvientes eran los que lo estaban ayudando a mantenerse de pie

- Vaya vaya vaya… el famoso caballero de Andrómeda, aquel que posee el alma más pura de todo el mundo, acérquenlo a mi… - dijo Ares haciendo una seña con la mano, sus sirvientes caminaron aunque Shun no lo podía hacer bien, de cualquier manera allí estuvo sosteniéndose apenas en pie mirando de frente a Ares que se puso de pie y lo miró apreciativamente de arriba hacia abajo

- ¿Por qué…? – fue lo único que pudo susurrar Shun en medio de su estupor y mareo

- Al parecer a tu diosa le parece un pago justo tu cuerpo y tu alma por mi ayuda y mis ejércitos, no lo sé… aparentemente le funcionó a Hades pero… no es lo que yo tengo en mente contigo, te he visto combatir pero no eres superior a mis generales, eres hermoso y eso es innegable pero… no soy un tipo romántico, no voy a negar que me agrada la compañía y favores de los muchachitos como tu pero… prefiero a las mujeres en términos generales, así que te tengo pero no sé qué hacer contigo

- ¿Pago? – Shun no lo entendía, no entendía lo que él estaba haciendo ahí y mucho menos las razones que pudo tener su diosa para enviarlo de la forma en la que lo hizo

- Así es… Apolo también te quería, dijo algo sobre transformarte en su nuevo oráculo por tu alma de luz o algo así, pero yo no apoyo la existencia de nuevos oráculos, las profecías tienen la manía de complicar la existencia de todos, así que ofrecí más ejércitos a tu diosa y a cambio te tengo ahora a ti aquí pero… qué hacer contigo… - Ares se puso de pie y caminó hasta Shun y le acarició la mejilla levantando su mentón para mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos verdes lo miraban con temor al saberse indefenso ante el dios, pero también reflejaban furia porque ahora entendía en buena medida lo que estaba sucediendo, Saori lo había vendido tal y como vendió a Seiya, pero no… por lo menos a Seiya lo vendió en matrimonio, a él en cambio lo había vendido cual mueble viejo para que dispongan de su vida como quisieran, nunca antes en la vida Shun se sintió tan solo

- Déjeme… ir… - suplicó Shun en un susurro lo que ocasionó que el dios riera, su risa era horrible, una risa fría y cruel, Shun no había tomado mucho en cuenta a Ares esos días que habían pasado en el olimpo, grave error…

- Lo siento pequeño, estás aquí para mi entretenimiento, disfrute, deleite, o lo que yo quiera hacer contigo, el precio fue pagado y tu vida me pertenece, ¿entiendes lo que eso significa? – Ares acarició los cabellos de Shun pero cerró la mano en la base de su cabeza para poder tirar de ellos y hacer que Shun lo mire al jalar hacia atrás su cabeza

- No…

- Significa que eres mi nuevo juguete, y jugaremos… aséenlo para mí, ustedes saben cómo me gusta – el dios dio esta disposición a sus sirvientes que hicieron una venia y prácticamente cargaron a Shun para llevarlo por los pasillos del templo hasta una de las habitaciones de la planta baja, sin mayores miramientos lo desnudaron y lo metieron en la bañera, el agua estaba caliente y esto no hubiera sido tan horrible si Shun se pudiera mover en algo, su primer impulso era el de salir corriendo pero no podía, las fuerzas habían abandonado su cuerpo aparentemente

 

Los sirvientes de Ares tallaron su cuerpo con esponjitas, lavaron su cabello con cuidado, al sacarlo de la tina le aplicaron lociones varias en su piel, le pusieron una bata de seda y lo llevaron de vuelta al gran salón del templo en donde Ares estaba bebiendo vino con Dionisio, ambos dioses charlaban de todo y nada, su charla cesó cuando Shun fue dejado en uno de los divanes, el muchacho de ojos verdes se sentía cada vez más débil, cada vez se podía mover menos, quiso cubrir su pierna con la bata pero no lograba estirarse lo suficiente

- Yo a él lo he visto antes, ¿de dónde lo conozco? – preguntó Dionisio poniéndose de pie y caminando al diván, esta no era la primera vez que el dios del vino presenciaba una escena como esta en donde un delicioso humano era tomado para placer de los dioses

- Es uno de los caballeros de Atena, supuestamente es el que tiene el alma más pura de la tierra, el que fue ofrecido en matrimonio a Hades pero fue rechazado – explicó Ares caminando hacia Shun con una copa de vino en la mano

- ¿Tomando platos de segunda mesa Ares? – preguntó Dionisio meneando la cabeza

- ¿Me ves casándome con él?, no no no, él está aquí solamente para mi placer y diversión, no es mi intención desposarlo como Hades hizo, yo no sé cómo fue que lo convencieron de ello – Ares bebió su copa de vino y seguía caminando por el salón, el corazón de Shun latía con violencia, no podía creer lo que estaba pasando

- Ahora es feliz con ese muchacho castaño, pero bueno… Hades siempre ha sido complicado, así que… ¿qué vas a hacer con él? – Dionisio señaló a Shun que estaba tratando con todas sus fuerzas de botarse del diván y lo consiguió, cayó pesadamente y trató de arrastrarse por el inmaculado piso de mármol del templo

- Bueno… por lo pronto le voy a enseñar quién es el amo en esta situación, me lo voy a gozar y luego no sé, ¿quieres una probada o algo?, te lo puedo mandar a tu templo cuando acabe con él – Ares caminó hasta Shun y deliberadamente le pisó la espalda aplastándolo contra el suelo impidiendo que se mueva y siga tratando de huir

- Me gustaría mirar si no te molesta… - Dionisio se acomodó en otro de los sillones y extendió su copa, uno de los muchachos coperos la llenó inmediatamente mientras Ares tomó a Shun de las axilas y lo incorporó, lo llevó hasta el diván y prácticamente lo dobló sobre el brazo del mueble exponiendo su trasero, le quitó la bata y sin pudor alguno le empezó a acariciar la espalda

 

Shun se sentía asqueado, las cálidas manos del dios recorrían su piel subiendo y bajando por su espalda, su cuello, hasta que bajó a sus caderas y su trasero, sus muslos y costados.  El jovencito cerró los ojos con fuerza cuando sintió como el mayor le separaba los cachetes del trasero y empezó a tantear su entrada, con algo de dificultad un dedo se abrió paso y se movió dentro, Shun dio un respingo que hizo reír a Ares que dijo:

- Pueda que tu alma sea la más pura pero tu cuerpo ya no lo es, has disfrutado los placeres de la carne, ¿verdad? – al decir esto Ares introdujo otro dedo lo que hizo gemir de dolor a Shun

- Por favor… por favor… déjeme ir… no… no…

- Lo siento pero… así ya no pueda tomar tu virginidad voy a tomar tu cuerpo, te sugiero que te relajes

- No… por favor no… no!!! – Shun gritó cuando sintió como fue penetrado sin mayor preparación, eso fue dolor como no había sentido antes, Ares gimió de placer y sin mayores miramientos se empezó a mover en su interior, sujetó s Shun de los cabellos aplastándolo contra el diván mientras lo embestía con fuerza

 

Shun se sentía asqueado, indefenso y humillado, porque en su rango de visión estaban los dos sirvientes de Ares mirando como éste lo violentaba, Dionisio también estaba allí bebiendo vino despreocupadamente ante tal escena, un arpista que había estado tocando su música no se había movido de su lugar al pie de los escalones y presenciaba también su sufrimiento, el valiente caballero de Atena quería mostrarse fuerte pero no lo estaba consiguiendo, amargas lágrimas bajaban por sus mejillas y se perdían en los cojines del diván

 

Ares estaba disfrutando mucho lo que estaba pasando, el muchacho era joven, bello y lo apretaba deliciosamente, sangraba pero eso no era nada nuevo para él que acostumbraba a robarse la fruta antes de que cayera del árbol por llamarlo de alguna manera, así que siguió con sus embestidas hasta que llegó a su momento cumbre de placer derramándose dentro de las entrañas de Shun, que al ser soltado se resbaló hasta quedar botado en el suelo

- Estuvo bien… le quitaste el aburrimiento a la tarde, ¿quieres probarlo? – Ares caminó desnudo por la estancia hasta Dionisio, extendió su mano y uno de los sirvientes le acercó rápidamente una copa llena de vino

- Hoy no, mañana tal vez, mejor vístete que tenemos un asunto que hablar – el dios del vino vio a Shun en el suelo y arqueó una ceja, él creía en los placeres de la carne, en las bacanales y las orgías, en el disfrute y las borracheras, a su criterio no valía la pena forzar a nadie en contra de su voluntad, su deleite se encontraba en el deleite de sus amantes, lastimosamente Ares no era de la misma opinión, él disfrutaba de varios tipos de placeres, siendo la tortura uno de ellos…

- Si no te lo quieres gozar yo sí, mañana hablamos entonces – Ares bebió otra copa de vino de un solo bocado y caminó hasta Shun, lo tomó del brazo y prácticamente lo aventó contra el diván, lo puso en cuatro y lo volvió a penetrar por detrás, Shun gimió de dolor al sentirse violentado nuevamente, esta era una de las experiencias más dolorosas y humillantes de su vida

 

La tarde fue muy larga…

 

Ares pasó entretenido con su nuevo juguete y lo hizo suyo hasta el cansancio, cuando cayó la noche aparentemente se aburrió de violarlo y lo envió con sus sirvientes para que lo asearan y lo acostaran en una de las habitaciones de la planta baja, Shun fue llevado a la misma habitación a la que lo habían llevado antes, fue bañado y vestido, sus heridas fueron tratadas de manera superficial porque él seguía sangrando, su pecho estaba lleno de moretones de las mordidas que el dios le había dado, su ano sangraba a la menor provocación al igual que sus pezones, Shun se sentía sucio y usado, cual trapo viejo

 

Esa noche el muchacho no pudo dormir en lo más mínimo, todo le dolía y le escocía, no tenía a quién pedir ayuda, cuando le quitaron la ropa le habían quitado también aquel brazalete que Seiya le había dado aquella vez que lo visitó en el Inframundo, en este punto del partido no le hubiera importado rogarle a Hades por ayuda pero ellos ya no estaban en el Olimpo, a Dionisio al parecer no le importó su muy precaria situación, su diosa lo había abandonado a su suerte con el peor verdugo y nadie estaba ahí para él, no había nadie a quien volver los ojos, nadie…

 

Shun trató de lanzarse de la cama y tras muchos esfuerzos lo consiguió, el arrastrarse por el piso fue otro cantar, no tenía fuerzas para los movimientos más básicos, sus brazos y piernas no le respondían como deberían, no podía avanzar en su intento de huida porque su intención era salir de ese maldito templo como sea y llegar al templo de Hades, no estaba tan lejos y tal vez encontraría allí alguna forma para comunicarse con Seiya, pero no… toda la noche lo intentó y se esforzó pero no logró llegar más allá de un par de metros dentro de la misma habitación

 

A la mañana siguiente cuando Ares fue informado de ello, en castigo lo azotó en el salón principal, Shun fue atado a una de las columnas, el mismo Ares lo despojó de sus vestimentas dejándolo desnudo e indefenso una vez más, tomó un látigo que uno de sus sirvientes le alcanzó y con él se divirtió la mañana entera azotándolo y golpeándolo hasta hacerlo sangrar.  Ares dominaba con maestría el látigo y logró arrancar gritos y gemidos de dolor de su víctima que se sostenía del pilar sin opción a nada porque estaba cruelmente atado a él

- Repite después de mi… mi amo es el señor Ares y nunca más osaré tratar de escapar – Ares tomó una copa de vino y caminó rodeando el pilar hasta llegar al rango de visión de Shun, que solo lo miró pero no dijo nada, así que el dios ofendido lo tomó de los cabellos haciendo hacia atrás su cabeza para llamar la atención, Shun se quejó de dolor pero no pronunció palabra, Ares prosiguió: - Creo que has entendido mal tu papel en este templo, déjame explicártelo aunque ya lo hablamos ayer, estás aquí para mi diversión y deleite, pero déjame recordarte que eres humano por ende no eres inmortal, no te quepa la menor duda que si me complaces podrás tener una vida tranquila como uno más de mis sirvientes, pero si no lo haces… tu estancia aquí será breve

- No… tengo… miedo… a morir… - susurró el muchacho de ojos verdes

- Supongo que no ya que tu mejor amigo es el consorte de Hades, mmmm… eso no lo había pensado, allá no puedes llegar por ende no vas a morir, pero no te apures, podemos hacer muchas cosas para pasar el tiempo… - Ares sonrió de medio lado, esa sonrisa le heló la sangre a Shun, era la sonrisa más horrible que hubiera visto jamás, hubiera preferido mil veces morir

- Desgraciado…

- Me han llamado muchas cosas a través de los años pero… no sé hasta qué punto tengan razón, a fin de cuentas no soy yo el que te ha sacrificado, ha sido tu diosa la que te ha entregado, ¿no te has dado cuenta de ello? – Ares sonrió al preguntar esto, Shun lo miró y una lágrima bajó por su mejilla, claro que lo había pensado pero no quería centrarse en ello

- Ella… ella no…

- Si, ella sí… ella es una mujer ambiciosa y decidida, me agrada Atena aunque no hubiera empleado sus métodos, su preocupación por la tierra y sus habitantes es bastante molesta, y eso es lo que no entiendo, si tanto le preocupa la tierra y las almas que allí moran, ¿por qué sacrificó a su alma más pura por un botín de guerra?, pero bueno… a lo que nos atañe, quiero hacer un trato contigo

- ¿Trato? – preguntó Shun casi sin poder abrir los ojos, estaba por desmayarse del dolor

- Si, tú que eres uno de los mejores guerreros de Atena, asumo que debes conocer ese santuario como la palma de tu mano, ¿me equivoco? – Ares empezó a caminar por el salón y extendió su mano, uno de los coperos se apresuró y entregó una copa llena de vino a su señor

- ¿Por… qué…?

- Porque quiero tomarlo, quiero que la tierra sea mía y derrocar a Atena, mis legiones están a la espera de una nueva batalla y esta oportunidad es genial, así que… ¿no crees que sería una mejor opción para ti el convertirte en uno de mis generales y tomar la tierra bajo mi mando? – Ares levantó el mentón de Shun con un dedo para poder mirarlo a los ojos cuando hacía estos ofrecimientos

- No…

- ¿No me digas que has disfrutado los azotes de hoy?

- No…

- ¿No quieres cobrar venganza de aquella que entregó tu vida por un capricho?

- ¿Capricho? – preguntó Shun y eso hizo sonreír a Ares que respondió:

- Tu diosa cree que Hades va a atacarla pero eso no es muy probable que digamos, ahora que vino al olimpo lo vi tranquilo y sin planes de guerra, pero esa idea la tiene fija Atena en la cabeza, así que me pidió apoyo en la venidera guerra, una guerra que no vendrá y a cambio me entregó al alma más pura de la tierra para que yo la use como quiera, ¿aun así no quieres cobrar venganza? – Ares volvió a levantar el mentón de Shun que movió la cabeza dejándola caer nuevamente al responder:

- No… no…

- Ya cambiarás de opinión

- Nunca…

- ¿Nunca eh?, nunca digas nunca… - Ares chasqueó los dedos y dos de sus sirvientes salieron del salón, regresaron en menos de cinco minutos y tres hombres los acompañaban, Shun los miró y los reconoció como parte de los guerreros que participaron en el torneo celebrado en el Olimpo, Ares señaló a Shun y dijo: - Mi nuevo juguete está algo arisco, pensé que les agradaría ayudarme a ablandarlo un poco, ya saben que hacer…

 

Ares se sentó cómodamente en su trono e hizo un movimiento con la mano, uno de sus sirvientes le trajo un platón de fruta del cual tomó una uva, uno de los guerreros sin mayores miramientos se empezó a quitar la armadura que estaba usando, se aflojó la túnica y al quedar desnudo caminó por la estancia hasta que llegó a Shun, le palmoteó el trasero con fuerza como se palmotea a un caballo antes de montarlo, y eso fue exactamente lo que hizo, zafó las ataduras de Shun, lo tumbó en el suelo, lo hizo apoyarse en sus rodillas y sus manos y sin mayores preámbulos lo penetró con fuerza

 

Shun cerró los ojos y apretó las manos, esto era más humillante de ser posible porque Ares lo estaba mirando y lo disfrutaba a lo que comía sus uvas, bebía su vino y se acariciaba a sí mismo mientras miraba como Shun era violentado nuevamente, el guerrero lo embestía con fuerza y Shun escuchaba como gemía de satisfacción, él se hubiera caído de bruces pero su agresor lo estaba sosteniendo de las caderas, estos momentos eran de suplicio total del que no tenía escapatoria porque tontamente creyó que todo había acabado cuando aquel llegó al orgasmo derramándose dentro suyo, pero no… apenas el uno acabó y lo soltó en el suelo, vino el otro, lo volteó, le abrió las piernas y sin darle tiempo a nada lo penetró con fuerza, Shun no pudo hacer más que gemir de dolor y tratar de bloquear su mente, no quería sentir, no quería sufrir, pero eso le resultaba imposible porque su nuevo violador le cacheteaba el rostro para hacer que lo mire mientras lo poseía, le jalaba el cabello, le mordía el cuello y le apretaba dolorosamente el miembro porque aparentemente disfrutaba reflejarse en los ojos llenos de rabia y lágrimas del pequeño peliverde, esto era real tortura como no pensó que sería posible sufrir

 

Toda la tarde Shun fue violentado en el piso del templo del dios de la guerra por sus tres generales, los que reían mientras lo lastimaban, los que le regaron vino sobre su cuerpo, los que lo movieron cual muñeco de trapo obligándole a adoptar las poses más humillantes mientras lo violaban, los que acabaron con su dignidad y orgullo al tomarlo a la fuerza

 

Cuando todo acabó, Shun quedó tirado sobre el frío mármol sin poder moverse, no supo a qué momento perdió el conocimiento, no supo quién lo violaba ahora que había recuperado la consciencia y sentía como un pesado cuerpo se movía acompasadamente sobre él, como salían y entraban de él, como risas inundaban el ambiente mientras él estaba colgado de un gancho del techo y le toqueteaban sin pudor alguno, mientras le lanzaban baldes de agua helada o hirviendo, mientras le lanzaban copas de vino, le cacheteaban, le mordisqueaban los pezones, le escupían en la cara…

 

Shun no supo cuando fue llevado a un sucio sótano en donde fue atado y latigueado porque había tenido el desacierto de morderle el pene a Ares cuando había tratado de forzarlo a que se lo chupara, por su desacato en este punto toda la piel de su espalda estaba hecha girones, tenía graves quemaduras por todo el cuerpo, cortes, laceraciones y golpes… a decir verdad Shun prefería este tipo de tortura que el anterior, por lo menos su verdugo no lo había violado los últimos días pero las sesiones de tortura era cada vez más brutales, los días se confundían con las noches y Shun no tenía idea de cuánto tiempo había estado sumido en la oscuridad y el frío, él ya no reaccionaba, ya no se quejaba, ya no hablaba ni gritaba, por lo que en la última sesión de tortura al muchacho le habían roto el brazo y la pierna para hacerlo reaccionar y ni así lo consiguieron, Shun ya no daba para más, solo quería morir… morir para poder descansar… ya no podía más… no más…

 

Ese fue el día en el que Hefestos pudo colarse al templo de Ares, rescató al roto caballero y se lo llevó al Averno, Shun solo veía fragmentos que no tenían sentido a sus ojos, él estaba sumido en el infierno pero… ¿qué hacía Ikky ahí?, ¿por qué Seiya lo miraba con tan angustia en los ojos?, ¿Hades estaba ahí?, ¿en serio?, le tomó mucho tiempo a Hypnos poner en orden las ideas, pensamientos y sentimientos de Shun de tal manera de poder despertarlo y que suene coherente, la idea del dios del sueño era que el caballero de Andrómeda ordenara sus recuerdos pero que se vea afectado lo menos posible por ellos, el trauma que había sufrido era demasiado grande para un alma tan pura y sensible como la suya, por lo que cuando despertó no fue sorpresa para nadie que Shun gritara, no se dejara tocar por nadie y llorara sin poder controlarse, le tomó a Hades mucho tiempo tranquilizar a Shun usando su poder, hacerlo sentir a salvo fue una tarea titánica pero luego de algunos días fue posible

 

Shun se encontraba en un campo de flores, caminaba descalzo por el césped y miraba a varios animales caminar despreocupados dirigiéndose al arroyo, Shun podía sentir la tan ansiada paz que había soñado en sus momentos de tortura, ahora podía respirar de mejor manera y el aire tenía un aroma dulzón que era bastante agradable, así que se recostó en el pasto y cerró los ojos permitiendo que la brisa lo bañara

- Por muchos años me han acusado de crear con éxito los tormentos más inimaginables, pero creo que también tengo talento de crear este tipo de sitios, ¿no lo crees? – Shun saltó al escuchar esa voz tan profunda tan cerca de él, Hades estaba sentado en el pasto a su lado y tenía los ojos cerrados, como si disfrutara de la brisa también, Shun no necesariamente se asustó, la presencia de Hades le trajo calma a su muy turbulenta alma

- ¿En dónde estamos? – preguntó el muchacho incorporándose lentamente en el pasto

- Bueno… podríamos decir que estamos en tu subconsciente que está siendo influenciado por el mío

- ¿Qué? – preguntó Shun sin entender

- Estamos dentro de tu cabeza, con mi poder pude crear este lugar para ti para que te sintieras a salvo antes de que regreses a la realidad, ahora estás siendo atendido en Guidecca, tus heridas son sumamente extensas y estamos intentando varios tratamientos contigo para que puedas restablecerte en el menor tiempo posible

- Ohhh… - la expresión de Shun era muy triste, el recordar es volver a vivir pero en este caso el muchacho de ojos verdes hubiera preferido olvidar

- Ahora… tienes dos opciones y es lo que vengo a ofrecerte – continuó Hades en su muy característico tono sereno

- ¿Estoy muerto? – preguntó Shun antes que nada, Hades sonrió de medio lado y meneó la cabeza al responder:

- No… no estás muerto, sé que desearías estarlo y por eso vengo con ofrecimientos varios

- ¿Me va a borrar la memoria?

- No creo que sería lo más prudente, escúchame primero, ¿está bien?

- Está bien…

- Las opciones que quería plantearte son estas, la primera… Hypnos con su poder puede ayudarte en buena medida a superar lo que te pasó, no vas a olvidar nada, no te voy a hacer una lobotomía, no voy a interferir en tus sentimientos ni nada de eso, considéralo como terapia psicológica de avanzada en donde tu podrás ver las cosas con un poco más de objetividad y claridad, tomar decisiones de mejor manera al tener en gran medida los traumas superados

- ¿Voy a superar lo que me pasó sin sufrirlo? – preguntó Shun algo escéptico

- Yo no dije eso, dije que Hypnos te ayudará a superarlo, no que no lo vayas a sufrir, lo que te ofrezco es tiempo dentro del tiempo para que lo puedas racionalizar todo de mejor manera y sin interrupciones, yo puedo manipular el tiempo en los diversos estados de la mente, lo que te da una oportunidad única de hacer uso del tiempo aquí en este paraíso, pensar, reflexionar, perdonar, sanar

- ¿Perdonar?, ¿crees que en verdad voy a poder perdonar a Ares todo lo que me hizo? – preguntó Shun con ira

- No hablaba de Ares, yo apoyo el perdón cuando es merecido, porque un alma como la tuya lo necesita ya que resentimientos no lo podrías tolerar a largo plazo, hablo de poner las culpas en donde pertenecen, es como… imagina un accidente de auto, el chofer tenía gripe por lo que se le nublaba la visión, hay nieve en el pavimento por lo que los caminos son resbaladizos, la noche ha empezado a caer por lo que las luces del auto no se aprecian correctamente, él choca y muere su esposa que iba en el asiento del pasajero, el chofer eventualmente culpará a la gripe, a la nieve y a la noche, cuando la realidad es mucho más simple – el tono de Hades serenaba la mente de Shun, no podía evitar el confiar en él y al escuchar el ejemplo tan básico que le puso una luz se encendió en su cabeza al decir:

- Atena…

- Eres muy listo

- Entonces si me quedo aquí yo sanaré, seré yo mismo y lo podré superar todo, podré seguir con mi vida como la tenía antes, esa es la idea, ¿verdad?

- Si, esa es la idea, Seiya está muy preocupado por ti y la verdad yo quiero ayudar, quiero que en un futuro tú puedas sentir nuevamente la alegría de vivir que sentías hasta hace un par de semanas, no me parece justo que pierdas tu esencia como persona por algo tan vil como lo que hizo Ares, pero tampoco quiero mágicamente hacerte olvidar las cosas, la mejor manera es enfrentarlas y superarlas, yo sé que tú eres lo suficientemente fuerte para hacerlo, y cuando lo hagas y despiertes, todos los que te aman estarán esperándote – Hades tomó la mano de Shun y le sonrió, esa sonrisa le llegó al alma a Shun y por primera vez pudo ver bondad en sus ojos

- Está bien… haré lo que me sugiere

- ¿No quieres escuchar la segunda opción?

- ¿Involucra borrarme la memoria?

- Si…

- Entonces no, tiene usted razón, yo quiero mi vida de vuelta no me quiero sentir como me siento, quiero ser yo otra vez – respondió Shun con decisión, Hades asintió y aseguró:

- Lo serás pequeño… lo serás…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora???, será que Shun logra recuperarse?, qué hará Saori?, y más importante... qué haran Seiya y Hades???, no se pueden perder los capítulos que vienen, les dejo un pequeño extracto del capítulo que viene:

- Gracias por recibirnos Hades, era muy hermosa la melodía que tocabas – dijo Saori 

- Muchas gracias, es una de las favoritas de mi consorte, ¿gustan sentarse? – Hades señaló los cómodos sillones de la estancia

- Así supongo, ¿no podía quedarse Seiya?, nos hubiera gustado saludarlo – dijo Saori algo ofendida, Hades sonrió de medio lado al responder:

- Bueno… en tu mensaje pedías hablar conmigo, no con mi consorte, por lo que entenderás que al no ser requerido prefirió no importunarlos a ustedes con su presencia – Hades fue muy educado al decir esto y ahí fue obvio para Saori que ella había ofendido a Seiya primero, no quiso hacerlo pero en su afán de bajar al inframundo no lo incluyó en la carta, que tonta…

- Esa no era la intención, ¿podrías llamarlo?, me gustaría mucho saludarlo – dijo Saori con ansia

- Lo siento mucho, me dijo que tenía algo que hacer y que lo había pospuesto pero que hoy era el día que se iba a poner a ello


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