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LAS SECRETAS INTENCIONES por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, es el inicio del final, espero que les guste a donde va todo

Capítulo 28.- Punto de quiebre 

 

Zeus tenía el ceño fruncido, escuchaba la historia que Ares le estaba contando y no lo podía creer, lo peor de todo esto era que el dios de la guerra estaba furioso, hacía más de un mes que su juguete nuevo le había sido arrebatado y Atena alegaba demencia al respecto, las animosidades se habían acrecentado esta última semana en la que Ares había amenazado a la diosa de la tierra en retirarle el apoyo de sus ejércitos y tomar a sangre y fuego su patético santuario, ese fue el momento en que la joven acudió a su padre por ayuda y Zeus respiraba profundamente al ver el enojo de su hijo, que no le faltaba razón ya que a la final el acuerdo no fue respetado, no que a Zeus le hubiera parecido bien ese acuerdo en primer lugar pero… esa es otra historia…

- Es que ese no era el trato padre, el prestar a mis ejércitos no era algo que hice de la bondad de mi alma, ella pagó por mis ejércitos para luego retirar el pago entregado y fingir demencia al respecto – se quejaba Ares por enésima vez

- Atena me dijo que no ha sido ella la que ha rescatado a ese muchacho de tu templo – aseguró Zeus, él a la final si había indagado el asunto a petición de Ares, pero su hija le había asegurado que no lo había hecho, que ella siempre respetaba los acuerdos y puso al consorte de Hades como ejemplo de la veracidad de sus palabras

- Si no fue ella, ¿quién fue entonces? – vociferó Ares a todo pulmón

- Las posibilidades son varias – respondió Zeus con cansancio, esta conversación ya la habían tenido incansablemente los últimos días

- No padre, no son varias, solamente un dios podría entrar a mi templo, burlar mis seguridades, romper las cadenas eternas con la que ese muchacho estaba atado y llevárselo sin levantar sospechas, además él no está en el olimpo porque lo he buscado hasta en el último de los rincones, eso deja muy pocas posibilidades porque todos los demás dioses si están en sus respectivos templos y son pocos los sitios fuera del olimpo que están protegidos por los dioses, siendo el Santuario en Grecia uno de ellos – Ares expuso el punto que había expuesto previamente

- Hades subirá hoy al mediodía y hablaremos al respecto, Atena también subirá al medio día al igual que Poseidón, no hay otro dios fuera del Olimpo, al hablar con ellos despejaremos nuestras dudas, ¿te parece bien? – preguntó Zeus directamente a su furibundo hijo que respondió:

- Debería incendiar ese Santuario hasta encontrar a mi esclavo, eso es lo que debería hacer – Ares bufó y caminó de un lado a otro en el salón, su ira era legendaria y había sido provocada al más alto nivel, esas no eran buenas noticias para la tierra, porque si no se solucionaba inmediatamente este problema, Ares arrasaría con la tierra entera con una canción en su corazón

- No puedo creer que un simple muchacho humano cause tanto alboroto – dijo Hera que había estado en el salón en silencio hasta ese momento

- No es por el muchacho, es por la acción, yo no voy a aceptar las cosas pacíficamente como Hades hizo, me niego a permitir que Atena juegue como le venga en gana conmigo y no respete los tratos alcanzados, yo no soy un títere de nadie y no me importa si por esto estalla una guerra, si la tierra entera perece pues no es mi problema – Ares prácticamente gritó, estaba molesto como pocas veces en la vida

- Al parecer adelantar el viaje no fue una muy buena idea, aparentemente no estamos teniendo una muy buena mañana – Hades entraba al salón con su semblante inescrutable pero le complació mucho ver a Ares tan molesto, Zeus en cambio respiró con un poco de alivio al ver llegar a su hermano favorito en su ayuda, o por lo menos él esperaba que fuera en su ayuda

- Hades… eres más que bienvenido – Zeus caminó hasta el dios de la muerte y se abrazaron a manera de saludo

- Me da gusto verte, verlos a todos pero al parecer llegué en mal momento, puedo volver a la hora pactada si es un inconveniente mi presencia

- Claro que no – dijo Zeus haciendo una seña a uno de los coperos el que solícito se acercó con una copa llena de vino que Hades tomó y se acercó al grupo que seguía tenso

- ¿No te robaste al caballero de Atena que estaba en mi templo? – preguntó Ares con violencia mirando directamente a Hades a los ojos

- Hoy no… - respondió Hades encogiéndose de hombros

- ¿Viniste solo hermano?, pensé que tu consorte vendría contigo – intervino Zeus tratando de calmar el ambiente, a él le agradaba el esposo de Hades que en contra de todo pronóstico tenía una relación bastante cordial con todos

- Si vino conmigo pero se encuentra indispuesto, me encargó sus saludos para todos y nos acompañará más adelante en la mañana, ¿qué es lo que está pasando? – preguntó el pelinegro y Ares le explicó voz en cuello el pacto que había hecho con Atena, el hecho de que él envió sus ejércitos a la tierra y a cambio le había sido entregado el muchachito aquel con el que se divirtió algunos días pero que ahora estaba desaparecido y nadie daba razón de él

- ¿Entonces no te lo llevaste al Inframundo? – terminó por preguntar Ares luego de explicar todo su predicamento

- No… yo no me he llevado a nadie al Inframundo, la verdad yo no me preocuparía por ese muchacho, lo que me inquieta un poco son las razones que pueda tener Atena para solicitar refuerzos bélicos, ¿hay alguna guerra en puerta de la que no he tenido conocimiento? – aseguró Hades con completo convencimiento y preguntó con intriga

- No hay ninguna guerra, o por lo menos no que yo sepa – dijo Apolo encogiéndose de hombros, a la final a él no le había pedido ayuda Atena, si lo hubiera hecho y le hubiera dado a ese hermoso jovencito a cambio, no lo hubiera torturado, lo hubiera convertido en su oráculo y lo hubiera llenado de mimos para hacerlo su amante, eso le parecía mejor que torturarlo sin razón

- ¿Dónde está mi esclavo entonces? – vociferó Ares nuevamente haciendo volver a todos al punto principal que estaban tratando

- Lo más seguro es que Atena lo tenga y lo esté encubriendo – dijo Artemisa que estaba sentada junto a Hera escuchando la discusión

- Permíteme dudarlo hermana, Atena no ha hecho ningún intento de recuperar al joven consorte de Hades, y fue ella misma la que lo entregó en matrimonio sellando un pacto, situación bastante parecida a la de Ares y el otro muchacho – puntualizó Apolo mirando las cosas objetivamente

- Mi consorte no necesita rescate, él está bien, muy al contrario del estado de ese otro muchacho, Ares… lo que hiciste no es digno de los dioses – reprochó Hades en tono sereno, no era secreto para nadie que a Hades no le agradaban los despliegues de violencia gratuita, él era el más justo de los dioses después de todo, Ares miró a Hades con ira pero no dijo nada porque Zeus preguntó:

- Hablando de tu consorte, ¿lo dejaste en tu templo?

- Si… se sentía un poco mareado así que se recostó un rato, a veces su cuerpo reacciona de mala manera a los viajes interdimensionales, es humano después de todo, voy a ir a buscarlo para el almuerzo, mis jueces están con él por el momento – Hades bebió su copa de vino y extendió el brazo solicitando que sea rellenada

- Seiya no está en tu templo, vengo de allí y no está – Atena entraba a la habitación y eso causó un poco de conmoción porque Ares bufó, Hades arqueó una ceja al verla y Zeus se mostró molesto, a la final él era siempre el que ayudaba a arreglar todos los problemas que ella causaba

- ¿Ah sí?, entonces lo más probable es que se sintiera mejor y saliera a caminar, él disfruta mucho de caminar en el sol y como no tenemos sol en el Averno pues… es lógico suponer que esté disfrutando de los jardines y los rosales – Hades se encogió de hombros al decir esto, no le agradaba el tono que Atena usó para preguntar la ubicación de su consorte

- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo si no sabes en dónde está? - continuó Atena caminando lentamente dentro del salón, Hefestos también llegaba en esos momentos, al igual que Deméter y Dionisio, ya era cerca del mediodía y los dioses acudían prestos al llamado de Zeus

- No tengo la obligación de saber en dónde está a cada minuto del día, Seiya es libre de ir a donde le plazca, es mi esposo no mi prisionero – Hades bebió su copa de vino y se recostó en el espaldar de su sillón mientras pasaba ausentemente un dedo por el filito de su copa, él disfrutaba la molestia de la niña insulsa esa

- Tomando en cuenta que los humanos desaparecen de los templos de los dioses, te recomendaría que tuvieras más cuidado con tu humano – espetó Ares con molestia mirando directamente a Atena

- Yo no tengo a Shun, no sé en dónde está y también lo estoy buscando por cielo, mar y tierra, hasta fui al Averno a buscarlo allí – dijo la muchacha llegando directamente a los brazos de su padre, Hades bufó casi imperceptiblemente pero Ares fue mucho más vocal al respecto

- ¿Es eso cierto? – preguntó Zeus, Hades asintió y respondió:

- Así es, una muy pequeña comitiva del Santuario fue a Guidecca preguntando por varios caballeros desaparecidos, pero si mal no recuerdo en aquella visita puntualizaste que Shun no era uno de los perdidos, ¿o me equivoco? – Hades miró a Atena que asintió y dijo:

- En ese tiempo no sabíamos que Shun estaba desaparecido también

- Ohhh… pero explícame una cosa, si ese muchachito… Shun… ya no es tu caballero, ¿para qué lo estás buscando? – preguntó Hefestos genuinamente interesado

- ¿Quién dijo que no es mi caballero? – preguntó Atena entrecerrando los ojos

- Dionisio, él me contó sobre el juguete de Ares y como estaban torturando a un nuevo humano, me dijo que era uno de los muchachos que participó en el torneo, de ser tu caballero asumí que no permitirías que nadie jugara así con él – explicó Hefestos tomando una copa de vino que uno de los coperos le trajo

- ¿Tú vas contando mis asuntos de templo en templo? – Ares reclamó a Dionisio que alzó su copa a manera de brindis y dijo:

- Nadie me dijo a mí que era secreto, de ser secreto no lo hubieras ofrecido a todo aquel que puso sus pies en tu templo, ahí lo tenías colgado en tu salón como si estuviera en exhibición, además no es la primera vez que lo haces, no sé cuál es el alboroto ahora – se defendió el Dios del vino restándole importancia al asunto

- Hasta a mi templo llegaron esos rumores, no le veo el punto del reclamo a Dionisio – intervino Apolo bebiendo su vino

- Yo sí veo el punto, es barbárico lo que por diversión hacemos a los humanos – replicó Artemisa

- Ese muchacho fue el pago por mis ejércitos, a mi criterio fue un pago muy muy bajo porque mis ejércitos siguen en la tierra aunque ya no deberían, el pago fue retirado antes de lo pensado así que yo también voy a quitar mi apoyo a Atena, que se valga como pueda sola en contra de sus enemigos, he dicho – Ares se puso de pie y se dispuso a salir del salón pero la diosa de la tierra le salió al paso al decir:

- No… no te puedes llevar a tus ejércitos, yo he cumplido mi parte, te entregué al alma más pura de la tierra y no he sido yo la que lo rescató de tu templo, yo no lo tengo ni lo estoy escondiendo, debes cumplir tu palabra Ares

- No tengo por qué cumplir si yo no tengo ningún beneficio a cambio de lo que estoy dando

- ¿Beneficio? – preguntó la joven y su corazón latió con violencia

- Así es, beneficio… tú tienes lo que querías pero yo no tengo nada a cambio

- ¿Y qué quieres a cambio?

- Bueno… perdí a uno de tus caballeros, uno de los más jóvenes y hermosos, tal vez me tranquilice si me das a otro – Ares sonrió de medio lado al decir esto

- ¿Otro juguete de tortura?, ¿es en serio Ares? – preguntó Hades con claro gesto de disgusto en el rostro

- Claro, como a ti no te han quitado a tu juguete pues no haces ningún reclamo, típico… - el tono de Ares era de furia pura

- Seiya es mi consorte no mi juguete – Hades en cambio bajó el tono de voz, eso lo hacía amenazante a criterio de Saori

- Misma diferencia, además no estamos hablando de ti, estamos hablando de como Atena no cumple los pactos y hace lo que se le viene en gana llevándose a todo el mundo por delante, aunque si lo pensamos fríamente eso también se trata de ti, a la final fuiste su burla cuando no se desposó contigo – Ares dijo esto con rabia, es que si tenía un punto, algo parecido pasó con Hades pero en esa ocasión las cosas se resolvieron de la mejor manera básicamente por la aceptación del dios de los muertos el que ahora no dijo nado sino que bebió su copa de vino, a Zeus le pareció que Hades estaba siendo prudente… demasiado prudente la verdad

- Tienes razón en la primera parte, no estamos hablando de Hades, pero tampoco puedo acceder a lo que propones, no puedo entregarte a otro de mis caballeros – dijo Saori y lo hizo con vehemencia

- Esta vez no quiero un varón, quiero una de tus amazonas, había una en específico que tenía un cuerpo espectacular, era pelirroja y usaba una máscara que le cubría el rostro, también participó en el torneo, me parece que tiene algún rango o algo de eso, aunque pensándolo bien también vi a uno de tus caballeros dorados, tenía los cabellos celestes y los ojos del mismo color, y un lunar en la barbilla, él también podría servir – Ares se encogió de hombros al decir esto

- No… no puedo hacer eso – se negó la muchacha

- Pues ve pensando en lo que puedes hacer y lo que no, mis ejércitos ya están en la tierra y solo con una orden mía están en completa capacidad de atacar y arrasar tu patético santuario hasta hacerlo polvo para después acabar con la tierra entera, es tu decisión Atena, pero no puedes negarme lo que por derecho me corresponde, es un pago muy pequeño el que exijo en comparación con lo que he entregado y tú tienes el descaro de negármelo cuando fuiste tú misma la que propuso este arreglo, no respetas los tratos y así no podemos seguir en ningún tipo de conversaciones, yo no soy tan magnánimo como Hades – Ares habló esta vez en voz baja, ya se había cansado de discutir su punto y ahora ya pasaron al plano de las amenazas, Atena sabía que si los ejércitos de Ares la atacaban, sus propias fuerzas no serían capaz de contenerlos, la tierra sufriría, no… ella no podía permitir esto

- Si es tu pago lo que deseas lo obtendrás, no podemos seguir discutiendo esto – replicó la muchacha molesta

- Vaya… me alegra ver que entres en razón, espero mi mercancía esta misma noche o mañana en la mañana no habrá piedra sobre piedra en tu Santuario

- Está bien… como quieras – Atena dijo esto y se volteó furiosa, al hacerlo el corazón le escapó un latido, en uno de los pilares del salón estaba de pie Seiya, tenía una mano en su vientre y lucía descompuesto, la miraba con furia, miraba el salón entero con furia

- ¿A quién vas a sacrificar ahora Saori? – preguntó Seiya llamando la atención de todos en el salón

- Seiya… no es lo que piensas… - la diosa se puso de pie y caminó unos pasos en dirección al castaño que levantó una mano indicando que no se le acercara

- No es lo que pienso… ¿no es lo que pienso?, primero me sacrificas a mí y para mi suerte mi destino no pudo ser mejor, luego repites la hazaña y sacrificas a Shun que no tuvo tanta suerte como yo y él fue usado cual mercancía como bien lo dijo Ares, y ahora vas a sacrificar a un tercero… vaya… ¿y te haces llamar protectora de la humanidad cuando sacrificas a tus propios caballeros canjeándolos como medio de pago para satisfacer tus caprichos?

- Hay cosas que deben hacerse así estén en contra de nuestros principios, hay tributos que deben pagarse, son cosas que tú no entenderías

- No Saori, te equivocas, te entiendo y muy bien… lo siento yo… no puedo quedarme… lo siento mis señores por entrar así y decir todo esto cuando sé que no debo hacerlo, sé que a sus ojos soy solo un humano más así sea el consorte de Hades, yo solo venía a saludar, siento interrumpir, con permiso… - Seiya hizo una seña con la cabeza en señal de respeto hacia la sala entera, Zeus lo miró con pena y respondió el gesto, al igual que Hefestos, Apolo y Artemisa, el castaño no espero más y se dio la media vuelta para caminar con prisas a la salida del templo, Hades se puso de pie al decir:

- Muchas gracias por eso niña tonta – el dios de los muertos salió del salón tras su esposo, eso dejó a los dioses de piedra, todos se mostraron sorprendidos a excepción de Perséfone, ella conocía muy bien a Hades y no le sorprendió su reacción, el dios de los muertos siempre la puso a ella sobre todos, no era de extrañarse que hiciera lo mismo con su nuevo consorte

 

Atena esperó unos momentos y salió también, afuera del templo Hades abrazaba a Seiya que tenía la frente apoyada en el pecho de su esposo mientras le acariciaba el cabello, Hades le hablaba bajito y prácticamente lo sostenía porque Seiya aún se sentía aún un poco indispuesto y mareado

- Seiya… - Atena se acercó y llamó por su nombre a su antiguo caballero que la miró y volvió a levantar la mano indicando que no se le acercara

- No quiero hablar contigo, no tengo estómago para hablar contigo la verdad – Seiya se volteó y caminó por el sendero de piedritas en dirección al sur

- Seiya espera, tú no entiendes – Saori fue tras él pero Hades la tomó del brazo y no la dejó avanzar al decir:

- No puedo permitir que lo importunes, él no quiere hablar contigo así que te sugiero que lo superes y no lo busques – dijo Hades en un susurro que sonó amenazante

- Él me tiene que escuchar – insistió la muchacha

- Te equivocas, él no tiene que hacer nada que no quiera, y ahora que estamos solos aclárame una cosa, ¿contra quién es la guerra que estás preparando? – Hades se paró deliberadamente en el camino de piedritas impidiendo el paso de la joven que miró como Seiya se alejaba hasta perderse entre los árboles frutales

- Mis asuntos no son de tu incumbencia, déjame pasar – Atena hizo moción de pasar pero Hades no se permitió y respondió:

- Los haces de mi incumbencia cuando indirectamente me arrastras a tu drama, que quede claro que por el momento la que ha presentado muestras de hostilidad has sido tú, no yo, no me gusta a donde creo que todo esto está conduciendo – dijo Hades en tono bajo pero firme

- El Averno guarda muchos secretos que no van en beneficio de la tierra, y eso tú tampoco deseas discutir, me dejas pocas opciones Hades – Atena reclamó lo que había querido reclamar desde hace mucho tiempo

- Eso no es verdad, es preferible que depongas actitudes niña

- ¿Me estás amenazando?

- Claro que no, yo no amenazo, yo actúo – Hades no perdió la compostura al decir esto, la muchacha entrecerró los ojos y preguntó:

- ¿Y cómo vas a actuar en esta situación en particular?

- Yo no he dicho que voy a actuar en esta situación en particular – Hades sonrió de medio lado y meneó la cabeza suavemente, a Atena le pareció que el dios de los muertos se estaba burlando de ella

- ¿Qué estás tramando Hades? – preguntó Atena directamente

- ¿Quién ha dicho que estoy tramando algo?, sabes… uno de los peores pecados de la humanidad es suponer o asumir cosas, tu asumes demasiado y lo peor es que lo haces sin fundamento o base, debes tener cuidado con lo que haces, el karma es poderoso si lo sabré yo – replicó Hades y eso ofendió hasta la médula a la joven porque el dios de los muertos usaba un tono condescendiente de lo más ofensivo, así que la muchacha contestó:

- Voy a descubrir lo que traes entre manos, las cosas no se van a quedar así

- Ten cuidado de lo que deseas niña, puede que lo obtengas – dijo crípticamente Hades soltando el brazo de la muchacha y cruzándose de brazos bajo el sol en los jardines, Atena lo miró pero no se quedó, ella fue tras Seiya que ya no estaba visible en las caminerías, se le desapareció aparentemente, de cualquier manera iría hasta el templo de Hades en el Olimpo a buscarlo porque seguramente ese era u destino y sin perder más tiempo hacia allá fue

- ¿Qué significa todo esto hermano? – Zeus llegó hasta donde Hades estaba de pie y se lo preguntó directamente

- Bueno… mi consorte está algo molesto así que creo que se fue a nuestro templo a recostarse un ratito, con el desarrollo de los eventos yo más bien creería que deberíamos ir al jardín de las Hespérides y tomarnos un buen vino, esto va a tardar algunas horas en las que sería preferible mantenernos lejos de todo

- ¿Quieres ir al jardín de las hespérides? – Zeus frunció el ceño al preguntar esto, en este jardín estaban las manzanas doradas que daban la vida eterna y eran custodiadas por el legendario dragón de cien cabezas, además era uno de los lugares protegidos por los dioses así que al ir allí se asegurarían de que nadie los moleste o interrumpa, quedarían aislados de la tierra, el Averno y el Olimpo, por eso le pareció a Zeus extraña la sugerencia de su hermano al estar las cosas en el estado en el que estaban

- Sé que Atena es tu hija consentida pero debes tomar en cuenta una verdad universal que se aplica casi a cualquier situación – dijo Hades y empezó a caminar por el caminito de piedras de colores, Zeus caminó con él intrigado hasta cierto punto con lo que estaba pasando

- ¿Cuál verdad universal?, aunque me asusta preguntártelo  - dijo el dios de los cielos en un tono sereno, claro que Hades lo conocía extramadamente bien para darse cuenta que Zeus estaba molesto

- En el desquite no hay venganza – dijo simplemente Hades, Zeus abrió mucho los ojos al entender del peso de las palabras de su hermano favorito y dijo:

- No te atreverías…

- ¿Yo?, no no no, yo no estoy haciendo nada ni planeo hacerlo, en realidad me voy a ir al jardín de las Hespérides a tomarme un vino, Apolo me dijo que me iba a acompañar y sería bueno que vinieras tú también, deja que Ares y Atena enfrenten las consecuencias de sus actos, a todos nos llega nuestro día y el de ellos al parecer es hoy – Hades siguió su camino y luego de considerarlo un poco Zeus lo acompañó, un buen vino si se le antojaba en esos momentos, él también estaba harto de los dramas de sus hijos, había verdad en las palabras de Hades, ellos deberían resolver sus problemas solos, no deberían buscarlo a él para que se los resuelva

 

Atena corrió prácticamente entre los rosales hasta que llegó al templo de Hades, en el portón estaba acostado cerbero tomando sol, el inmenso can parecía dormido pero un gruñido retumbó en el olimpo entero cuando la diosa trató de ingresar, cerbero se incorporó y un halo de luz lo envolvió cuando recuperó su forma mitológica, el inmenso can gruñó nuevamente y avanzó amenazadoramente haciendo retroceder a la diosa que miraba las tres cabezas que la estaba olfateando

- No tiene nada que buscar aquí señora – una varonil voz habló pero Saori no pudo identificar la fuente, buscó y vio a un guerrero con armadura negra de pie entre las patas de cerbero, su casco le cubría la totalidad del rostro pero bien podría ser uno de los tres jueces de Hades, aunque no… había algo en él que se le hacía familiar pero no podía determinar lo que era

- ¿Quién eres tú? – preguntó la diosa

- Eso no es lo importante, por disposición de su alteza tiene prohibido el paso a este templo – replicó el guerrero sacando de su espalda dos toletes, o por lo menos eso parecían

- ¿Hades dispuso eso? – preguntó la diosa sumamente ofendida

- No… el que lo dispuso fue su alteza Seiya, regente del Inframundo – respondió el guerrero con una simpleza aplastante, ante estas palabras una luz se encendió en la mente de la muchacha y las palabras de Hades tomaron sentido, en la manera más retorcida posible

- ¿Shun?, ¿Shun eres tú? – la muchacha dio un paso hacia el guerrero que cruzó los toletes en X frente a su pecho

- ¿No sería eso… irónico? – el guerrero respondió con tono burlón, eso le aseguraba que no era Shun pero… ¿será que estaba dentro del templo?, tenía que averiguarlo

- No, no lo sería, déjame pasar ahora mismo, te lo ordeno – la diosa habló en tono autoritario, sea como sea aquel era solo un guerrero del Averno y estaba solo

- Usted no es nadie para darme órdenes, su alteza prohibió su entrada a este templo y lo defenderé así me cueste la vida… - el guerrero adoptó posición de pelea la cual la diosa ignoró, movió su mano y su cosmo de luz envolvió al guardián de la oscuridad, Saori pensó que tendría una reacción similar a la que tuvo Seiya aquella vez a las puertas del Santuario, pero para su sorpresa nada ocurrió

- Pero… - Atena miró sus manos y no lo podía creer, su cosmo no tenía efecto en los guerreros del Averno aparentemente

- Váyase señora, nada de lo que está buscando lo encontrará aquí

- Tú no sabes lo que busco

- ¿Está segura de eso? – el guerrero no se movía del pie de la escalera bloqueando el paso hacia el templo, la diosa estaba convencida de que Shun debía estar dentro y buscaría la forma de entrar así sea lo último que haga, y en eso estaba cuando escuchó una explosión no muy lejos, se volteó hacia la izquierda y notó humo en la dirección del templo de Ares, dioses… ¿qué estaba pasando aquí?

 

Notas finales:

Chan chan chan... quién era el caballero que impidió el paso a Atena?, por qué el cosmo de ella no funcionó en él como lo hizo con Seiya en el pasado?, qué está pasando en el templo de Ares?, uyyyyyyyyyy

No se pueden perder los capítulos que vienen, ya solo faltan 3, espero que les guste en lo que acaba, muchas gracias por leer y por sus comentarios, me encantan y me gustaría que me cuenten en qué creen que acaba todo y más que todo quién tiene las secretas intenciones, hasta el martes en la noche, un abrazo, bye


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