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LAS SECRETAS INTENCIONES por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, si... soy fan de juego de tronos, no... Seiya no es Cersei pero quise canalizarla en este capítulo jajajajajaja, espero que les guste lo que viene

Capítulo 30.- Sangre y fuego

 

Seiya miró a Saori y sonrió de medio lado, tocó suavemente su anillo regente y en un remolino de luces y colores una hermosa armadura negra lo envolvió, esta armadura era diferente de las otras porque tenía alas y una tiara, no tenía casco, los otros caballeros se quitaron sus cascos y miraron a la diosa que les devolvía atónita la mirada

- Tú… tú los tenías, tú los escondiste de mi – dijo Saori con dolor e indignación al ver a todos los caballeros desparecidos porque al poco tiempo Hyoga también llegó, él había sido el caballero que le había impedido el paso al templo de Hades y la había estado distrayendo todo este tiempo, ahí entendió la razón de que su cosmo no lo dañara

- Los rescaté de los calabozos a donde los enviaste, no es lo mismo Saori – respondió Seiya en tono sereno, eso le pegó a la diosa más que cualquier otra cosa, Seiya siempre fue impetuoso e impulsivo, ahora se lo veía calmado, extremadamente calmado

- ¿Y qué piensas hacer ahora Seiya?

- Voy a hacer lo que debí haber hecho hace mucho tiempo, si lo hubiera hecho, Shun no hubiera sido sacrificado, mis hermanos no habrían sido encerrados, nuestras vidas no hubieran sido irremediablemente alteradas de la peor manera posible, debí seguir mis primeros instintos y mantenerme alejado de ti, debí haber buscado a mi hermana por mi propia cuenta y no dejarme llevar por tus palabras y tus supuestos principios y metas – Seiya bajó las escaleras una a una mientras hablaba y su tono iba bajando, eso lo hacía por demás intimidante

- No puedo creer que Hades te haya envenenado a tal nivel que esas sean las palabras que salgan de tu boca, no te reconozco Seiya – dijo la Diosa con dolor mirando el semblante decidido de su ex caballero que bajaba lentamente las escaleras

- Yo en cambio no sé por qué te empeñas en creer que Hades tiene algo que ver con esto, mi esposo no ha hecho nada, fuiste tú la que vendiste a Shun a cambio de un ejército, en esta ocasión tuviste el muy mal gusto de venderlo a alguien como Ares que solamente lo lastimó, él no tuvo tanta suerte como yo pero la verdad no quiero seguir discutiendo esto contigo, tú sabes muy bien todo lo que hiciste, así quieras racionalizarlo las acciones hablan más fuerte que las palabras – Seiya llegó a la base de la escalera, Saori dio un par de pasos hacia atrás porque sus otros caballeros también estaban llegando ya a la base de la escalera

- La paz de la tierra Seiya, es todo lo que yo debo procurar y… - la muchacha iba a seguir hablando pero el antiguo caballero de Andrómeda se adelantó y dijo:

- Me parece perfecto que lo hagas pero no a costa de la sangre de los que juraron protegerte, yo he sangrado por ti gustosamente pero lo que me hiciste, ni a mi peor enemigo se lo desearía

- Shun… entiendo que estés molesto pero…

- Cállate… tú no entiendes nada porque nunca has vivido en carne propia lo que he vivido yo, Ares ya ha pagado su culpa y ahora vamos por ti – Shun fue terminante cuando dijo esto, lo que dejó de piedra a los otros caballeros, todo rasgo de la persona gentil que Shun siempre fue había desaparecido, el joven de ojos verdes se mostraba duro y poderoso

- ¿Qué hicieron con Ares?

- Lo hicimos polvo, bueno… más bien dicho… Shun lo hizo polvo – aclaró Ikky y se notaba orgullo en su voz

- ¿Cómo? – Saori de ser posible palideció

- De la misma manera en la que destruiremos su patético ejército que está en Rodorio, si… sabemos de tus alianzas y tus planes, no… eso no nos va a detener, así que si quieres ir a refugiarte bajo las faldas de Zeus lo puedes hacer, cuando te dignes bajar a la tierra solo encontrarás cenizas, tu decisión – dijo Seiya abriendo un portal, los guerreros corrieron y se lanzaron por él, Seiya lo hizo también y con una gracia impresionante giró en el aire para hacerle una seña de despedida a la joven diosa que atónita lo vio todo sin poder creerlo

 

En el templo de Atena, Docko y Shion estaban hablando de todo y nada, Shion estaba un poco sorprendido de la actitud de su diosa en las últimas semanas, al Patriarca no le convencían muchas cosas, Docko por el contrario la respaldaba completamente, y en esos debates estaban cuando Atena entró corriendo al templo, fue directo hasta la fuente y tocó suavemente la superficie del agua, los dos caballeros se acercaron a ella y miraron con horror como las tropas del Averno estaban en franco movimiento hacia Rodorio

- Por todos los dioses, ¿cuándo sucedió esto? – preguntó el guardián dorado de libra

- Desde temprano esta mañana asumo yo, las fuerzas del Averno debieron movilizarse hace algunas horas para que ahora estén tan cerca del Santuario sin que hayamos podido notarlas, debieron abrir portales lejos del Santuario asumo yo y caminaron hasta aquí – respondió la diosa mirando como pelotón tras pelotón avanzaba por el pedregoso camino hacia Rodorio

- Debemos contactar a Ares inmediatamente – sugirió Shion pero Saori meneó la cabeza al decir

- No podemos contar con Ares, no sé qué es lo que le pasó pero está fuera de la jugada, Seiya me dijo que… Shun lo hizo polvo, no sé a lo que se refería – Saori estaba aún bastante consternada por lo que acababa de pasar

- ¿Shun?, ¿Shun está aquí? – preguntó Shion sin poder creerlo

- No… ya bajó a la tierra por un portal y amenazó con la destrucción de los ejércitos aliados, dijo que encontraría solo cenizas al llegar a la tierra, por todos los dioses… el Averno va a destruir a la tierra, tal como siempre he temido – lágrimas bajaban por las mejillas de la diosa que se cubrió la boca con una de sus manos, al parecer no podía respirar bien

- Ahora que estamos aquí tal vez su padre la pueda ayudar, ya lo ha hecho en el pasado – dijo Shion con urgencia

- Fui por su templo antes de venir aquí y me dijeron que está en el jardín de las Hespérides, quería ver el estado de la tierra antes de ir a ver a mi padre – explicó la diosa mirando las imágenes que se formaban en el agua, los ejércitos de Ares ya estaban sobre aviso de la inminente llegada de los ejércitos del Averno que ahora se estaban moviendo mucho más rápido, al parecer habían tomado nuevos bríos ahora que se podían distinguir varias figuras encabezando los pelotones, dragones sobrevolaban los ejércitos al igual que gigantes, quimeras y arpías cerraban la comitiva, era una visión impresionantemente aterradora

- Vamos señora, el tiempo apremia – Docko se dirigió inmediatamente a la puerta y los tres fueron rápidamente por los jardines del Olimpo, llegaron al jardín de las Hespérides pero no les fue permitida la entrada, al parecer el dios de los cielos había pedido no ser interrumpido bajo ningún concepto, Atena insistió pero los guardias del jardín fueron infranqueables y estaban perdiendo tiempo valioso que debía ser utilizado en la defensa de la tierra

 

En la llanura cercana al pueblo de Rodorio reinaba el caos, los ejércitos de Ares tuvieron que organizarse de emergencia al no contar con ningún tipo de advertencia de parte de su dios, algo debía estar pasando en el Olimpo, de cualquier manera ellos tenían sus órdenes, detendrían el avance de los ejércitos del Averno así eso les cueste la vida

 

Shun volaba sobre los pelotones en uno de los dragones negros del Averno, Seiya volaba cerca de él sin necesidad de dragón, las alas de su armadura le permitían volar y sonrió con anticipación al ver los ejércitos enemigos, hizo un movimiento con las manos y sus pelotones aceleraron el paso.

 

El choque fue brutal, los guerreros de Ares eran famosos por ser fieros en batalla pero los guerreros del Averno tenían lo suyo también, ellos eran mucho más difíciles de matar, aunque imposibilitar es un mejor término porque ellos ya están muertos, los enfrentamientos cuerpo a cuerpo de ambos ejércitos fueron fuertes y violentos, no podía decir cuál de los ejércitos tenía la supremacía en la batalla, claro que eso fue hasta que Shun atacó con su dragón

 

El muchacho de cabellos verdes sobrevoló a ambos ejércitos hasta que llegó a las grutas de la montaña en donde estaba la retaguardia de los ejércitos de Ares, y sin mayores miramientos dio la orden a su dragón y los prendió en llamas a todos

 

Seiya sobrevolaba tras Shun y se detuvo en el aire, agitó sus alas e hizo que el viento potenciara las llamas cuando Lili la dragón alzó el vuelo hacia las nubes.  El olor era intoxicante y la desorientación de los guerreros de Ares los hizo presa fácil de una segunda ráfaga de fuego, a la que le siguieron una tercera, una cuarta, una quinta.  Shun quemó todo a su paso destruyendo la base de la montaña en el proceso, él quería cumplir su promesa, haría polvo los ejércitos de Ares, los ejércitos que su sangre pagó…

 

En el campo, Ikky comandaba los ejércitos del Averno que atacaban con fiereza, tenían hoces a su disposición además de espadas, lanzas y mazos, pero fue Seiya el que tumbó a todos en un radio bastante amplio alrededor suyo cuando aterrizó en medio de los ejércitos de Ares y lanzó su mazo barriendo con todos los que no estaban en el suelo en primer lugar.  Las quimeras se abrieron paso a sangre entre las filas enemigas, los ejércitos de Ares no contaban con criaturas mágicas que los ayuden, el Averno sí, aunque no habían llevado a muchos ejemplares, a Seiya le pareció que con cien quimeras y cien arpías sería más que suficiente y no se equivocó, sus animales estaban causando el terror en los guerreros del dios de la guerra que corrían despavoridos al verlas.  Los gritos de victoria no se hicieron esperar de parte de las fuerzas del Averno, la batalla fue sumamente violenta y sangrienta, no estaban tomando prisioneros

 

En el Santuario, Aioria y Shaka llegaron a la entrada y se encontraron con la pared de cristal levantada por Mu de Aries, el que al verlos la bajó, los caballeros de negra armadura caminaron hasta su camarada que sonrió al verlos y abrazarlos a manera de saludo

- Ya nos hacían falta, espero que se encuentren bien

- Si, gracias a Hades, eso es demasiado extraño la verdad – contestó Aioria meneando la cabeza incrédulo de sus propias palabras

- No… Hades actúa por Seiya entonces a mí no me extraña que él los haya protegido como lo hizo, ya me contó Ikky todo el predicamento, ¿qué hacemos ahora? – preguntó Mu de Aries

- ¿La diosa ya está aquí? – preguntó Shaka de Virgo

- Si, llegó y trató de enviarnos a nosotros como refuerzo a los ejércitos de Ares, pero todos nos negamos, Aldebarán, Afrodita, Aioros y yo fuimos los más vocales al respecto

- ¿Afrodita? – preguntó Aioria algo sorprendido

- Si… él dijo que se negaba a pelear contra compañeros de armas, que lo lógico era discutir esto civilizadamente, nuestra diosa dijo que ella creía que Hades les había lavado el cerebro a todos ustedes y ahí fue cuando Aioros dijo que Hades no le había lavado el cerebro a nadie, que si los ejércitos del Averno destruían los ejércitos de Ares pues bien destruidos, que él no creía que Seiya sacrificaría vidas inocentes de los ejércitos del Santuario y que por ese lado no deberíamos preocuparnos – contó Mu cruzándose de brazos

- ¿Entonces cuál es el plan de acción? – preguntó Shaka frunciendo el ceño

- Ninguno aún, sigue la discusión en el templo principal, solo yo estoy acá abajo para impedir su entrada

- Estás haciendo un espectacular trabajo amigo – Aioria sonrió cuando dijo esto

- Ohhh gracias – contestó Mu con una sonrisa

 

La discusión en el templo principal del Santuario estaba candente, como nunca antes los caballeros dorados y de plata estaban básicamente revelados en contra de las disposiciones de su diosa, la muchacha estaba indignada y asustada porque los gritos de guerra se podían escuchar a lo lejos, luego el olor a azufre lo llenó todo, luego el piso tembló hasta que todo fue silencio, a lo lejos por los ventanales podía verse solo una humareda en la planicie cercana al pueblo de Rodorio

- Tenemos que actuar coordinadamente y en unión, este no es el momento para discrepancias internas, este no es el momento de dudas – insistía la joven diosa

- Discúlpeme señora pero este es el momento de expresar todo lo que pensamos y sentimos, estamos a puertas de una guerra que no tiene sentido – insistía Aioros por enésima vez

- Puede ser, pero son las fuerzas del Averno las que han subido a la tierra y están destruyendo a nuestros aliados, ellos han venido con violencia a nuestras puertas, es nuestra obligación defender la tierra – la diosa hablaba con vehemencia, estaba perdiendo cada vez más el apoyo de sus caballeros, esto nunca había pasado antes

 

El ambiente del salón estaba sumamente tenso, y más se tensó cuando se pudo ver la silueta de un dragón volando peligrosamente cerca, Saori se llevó una mano al pecho pero no tuvo tiempo de hacer nada más, una explosión lo llenó todo y en el techo apareció un agujero por el cual un caballero de negra armadura descendió con una gracia impresionante en medio del salón, a los pocos segundos otro caballero de negra armadura ingresó también por el agujero en el techo, sus movimientos eran sumamente ágiles, ambos lucieron fuertes

 

Saori levantó su báculo y el guerrero que tenía alas en su armadura levantó la mano creando una especie de campo de fuerza a su alrededor que lo protegió como un capullo de energía

- Esta vez no te será tan fácil atacarme Saori – dijo Seiya que miraba a la diosa con expresión serena en su rostro, la joven por el contrario lucía molesta y preocupada

- Seiya… sabía que eventualmente vendrías a destruir la tierra

- ¿Y quién te dijo a ti que yo quiero destruir la tierra? – preguntó el castaño arqueando una ceja

- ¿No es ese tu objetivo? – preguntó la diosa con un toque de incredulidad en su tono de voz

- Por supuesto que no, ¿por qué habría de destruir la tierra?, a mí me agrada la tierra, no es por eso que estoy aquí – dijo Seiya sin bajar su campo de fuerza

- ¿Para qué estás aquí entonces?, ¿para destruir los ejércitos de Ares? – Saori bajó las escaleras que la separaban de los intrusos y levantó su báculo, su cosmo podía sentirse hasta el último rincón de la habitación, Seiya no se inmutó y fue Shun el que se sacó el casco que cubría su cabeza al responder:

- Si, necesitaba destruir los ejércitos que fueron pagados con mi sangre, ya hablamos de esto Saori, ¿tenemos que repetirlo para que todos se enteren?, aunque pensándolo bien esa es una buena idea

- Yo creo que nuestros camaradas deben saber lo que has hecho, y tú debes enfrentar las consecuencias de tus actos – una voz habló desde el fondo del salón, era Shaka de Virgo que entraba junto con Saga de Géminis, Aioria de Leo, Kanon de Dragón Marino y Hyoga de Cisne

- ¿Enfrentar las consecuencias?, ¿quién te crees que eres para hablarme de esa manera?

- Bueno… pueda que ahora no sea nada pero fui uno de tus caballeros, uno de los que peleo por ti, te protegió, sangró por ti, murió por ti, creo que debemos ser escuchados por lo menos, lo que ha pasado no puede quedar así

- Hades corrompió sus almas, ¿qué no lo ven?

- Hades no tiene nada que ver, deberías dejar de culparlo por las cosas de las que solo tú eres responsable, él no ató mi cosmo al entregarme a Ares para que hiciera conmigo lo que quisiera, él no me torturó, violó, azotó, golpeó hasta dejarme por muerto, no encerró a los otros caballeros para evitar que pregunten por mí y osen rescatarme, no…, todo eso pasó por tu causa, así que ahora lo que queremos es justicia, es bastante simple la verdad – fue Shun el que habló y lo hizo en tono sereno

- ¿Quieren destruir el santuario entonces? – Saori tenía el rostro desencajado en este punto, no podía creer lo que estaba escuchando

- No… las vidas de los caballeros de esta orden no tienen por qué ser sacrificadas, ninguno de los presentes tiene la culpa de lo que ha pasado, excepto tal vez Docko y Shion que siempre apoyaron tus retorcidas intenciones y no dudo que ellos te hayan metido ideas erróneas en la cabeza sobre mi esposo y yo, pero de eso ya hemos hablado hasta la saciedad y no lo pienso discutir contigo otra vez – dijo Seiya mirando a la que fue su diosa que levantó nuevamente su báculo y lo apuntó directamente a él, Seiya entrecerró sus ojos en concentración y el campo de fuerza a su alrededor tomó un color plomizo, el castaño abrió la mano en completa concentración y luego la cerro, el báculo de la diosa abandonó su mano y se clavó en el medio de la habitación

- No lo hagas Seiya, te vas a arrepentir – Saori dio un paso hacia atrás al verse desprotegida, Seiya bajó su escudo de fuerza y caminó tranquilamente hasta la diosa al decir:

- La tierra merece y necesita un mejor representante que tú, yo creo que tú necesitas ver las cosas con nuevos ojos y racionalizarte, dejar de una vez por todas las paranoias a un lado y darte cuenta de lo que tienes delante de tus ojos

- ¿Y qué tengo según tú?

- Tienes a los mejores guerreros bajo tu mando, ellos darían su vida por ti y ya lo han demostrado, el sagrado trabajo que en teoría tienes que hacer tú aún debe hacerse, pero no creo que seas precisamente la persona que lo pueda llevar a cabo, así que… a veces la justicia tiene un tinte poético, ojo por ojo… - Seiya movió la mano y una urna apareció en medio de la habitación, era una urna negra que tenía unos tallados impresionantes

- No… ¿estás loco?

- Claro que no, desde esta urna podrás verlo todo así que no estarás sumida en la oscuridad como si pusiste a tus caballeros cuando los encerraste en los confines de la tierra, nadie tocará ni un solo cabello de tu cabeza al contrario del destino que le tocó sufrir a Shun, que me hubiera tocado sufrir a mi si otro hubiera sido mi esposo – esto dijo Seiya con rabia, al parecer nunca pudo superar lo que pasó con él, si a Saori se le hubiera ocurrido venderlo a Dionisio por ejemplo,  en estos momentos sería uno de sus coperos y participaría como atracción principal en sus orgías y bacanales, estuviera de acuerdo o no, el hecho de que Hades fuera puesto en su camino si fue lo mejor que le pudo haber pasado en la vida

- Tú no puedes hacer esto Seiya, ¿quién te crees que eres?, ¿crees que los dioses se van a quedar tan tranquilos cuando descubran lo que ha pasado en mi reino?, ¿crees que porque eres el amante de Hades puedes hacer lo que te plazca?, estás equivocado Seiya y deberías ubicarte de mejor manera, tú eres un simple humano, no eres nada, no eres nadie, no eres lo suficientemente fuerte para enfrentar la tormenta que se te avecina – la muchacha habló con rabia en esos momentos, perdió toda la compostura al decir lo que dijo, Seiya en cambio la miró y se tomó su tiempo en contestar en tono muy sereno al decir:

- No Saori, la que no entiendes eres tú, yo… soy la tormenta…

 

Seiya movió su mano y un torbellino de humo negro envolvió a Saori la que gritó con todas sus fuerzas, trató de resistirse pero no lo logró, un brazalete había aparecido en su muñeca y resplandecía rojo sangre, un viento huracanado llenó el salón abruptamente pero así como llegó se fue y todo fue paz y quietud una vez más al desaparecer la diosa dentro de la urna

- Comprenderé si alguno de ustedes desea oponerse a lo que ha pasado aquí esta tarde, no recomiendo que lo hagan porque no es mi intención el dañarlos de forma alguna, si bien es cierto ahora pertenezco al Averno pero siempre los consideraré como mis camaradas, como mis hermanos, lo que se hizo… lastimosamente tenía que hacerse – dijo Seiya y miró a todos los asistentes, centrando su mirada en Docko de libra que se miró en minoría numérica al preguntar:

- Y dentro de tus planes, ¿qué pasará con nosotros?, ¿tendremos el destino de Ares?

- Claro que no, la tierra siempre necesitará protección, la humanidad necesita toda la ayuda que ustedes puedan darle, eso no está en discusión, es más… si necesitan la ayuda del Averno en lo que sea que quieran hacer no hace falta más que pedirla, en mí siempre podrán contar como aliado, como amigo o como lo que ustedes me consideren que soy, lo único que nunca he sido es su enemigo, la verdad no sé por qué Saori se convenció tan ciegamente de ello  - el tono de Seiya ahora denotaba pena, es que a la final a él le dolió mucho todo lo que pasó, lo que su diosa lo había considerado sin darle siquiera el beneficio de la duda, y lo peor de todo esto es que usó a Shun para ello, eso fue imperdonable a sus ojos

- ¿No es tu intención el destruir el santuario? – preguntó Aioros con una leve sonrisa, él sabía la respuesta a esa pregunta pero era necesario que los demás lo escucharan de labios del propio Seiya que respondió:

- Claro que no maestro, me agradaría mucho que las hostilidades cesen de lado y lado, me gustaría poder subir a visitarlos y que ustedes bajen a verme, yo no les guardo rencor por todo lo que pasó, a la final como caballeros era su obligación el servir a su diosa, era ella la que tenía ideas equivocadas – el castaño miró la urna a decir esto

- ¿Cuál será el destino de nuestra diosa? – preguntó el patriarca Shion

- Bueno… ella estará muy cómoda en una de las prisiones del tártaro en donde podrá observar tranquilamente como la vida transcurre en su ausencia, como el Santuario sigue sin ella, en fin… a veces la soledad nos da tiempo para pensar y reflexionar en lo que hicimos mal y en cómo podemos mejorar, su destino es renacer en la tierra así que no estará allá abajo por la eternidad, pero no se preocupen que yo la visitaré lo más seguido que pueda

- Sabes… no me parece bien que Saori esté sola en esa prisión del Tártaro – dijo Shun mirando la urna negra que estaba en medio del salón

- ¿Quieres que sea liberada? – preguntó Ikky sin poder creer a su hermano, Shun si era todo compasivo y buena persona pero esto era demasiada bondad a criterio del Fénix, y su inconformidad se notó en su tono ante lo que entendió que su hermano dijo

- Por todos los dioses no, yo más bien creo que para que no esté sola, sus dos caballeros más fieles deberían acompañarla en su encierro, ya sabes… las malas decisiones a veces no se toman solas, hay influencias nefastas que las impulsan – Shun miró directamente a Docko de libra y luego al Patriarca Shion que lucieron por demás incómodos

- Bueno… esa es una buena idea que no había considerado – Seiya arqueó una ceja y sin mayores esperas hizo un movimiento con su mano y ambos caballeros fueron envueltos en humo negro para luego ser succionados dentro de la urna, el salón quedó en silencio una vez más

- ¿Y ahora qué? – preguntó Ikky de Fénix

- Ahora ustedes tienen la libertad de elegir un nuevo patriarca, recomiendo que lo hagan con sabiduría porque el destino de la tierra está en sus manos, yo me retiro reiterando todos mis ofrecimientos, sé que lo que ha pasado aquí hoy ha sido denso pero… era necesario, espero que lo sepan entender cuando Saga se los explique de mejor manera porque hay cosas que no todos saben, estoy consciente de que la mayoría de ustedes creen que se ha actuado impulsivamente pero no es así, de cualquier manera verlos pronto y que cuando sepan toda la verdad no me guarden rencor– Seiya hizo un nuevo gesto con la mano y un portal se abrió, la urna flotó y atravesó la oscuridad

- No hijo, las cosas se aclararán y la paz retornará a este Santuario – dijo Aioros adelantándose para abrazar a Seiya que lo abrazó de vuelta a manera de despedida

- Espero que me baje a visitar maestro, no sé cómo estén las cosas en el Olimpo pero no creo que a Hades le parezca muy prudente de mi parte que suba muy seguido o muy pronto luego de esto

- No creamos un problema para Hades con los otros dioses, ¿verdad? – preguntó Shaka frunciendo el ceño, en todo el tiempo que había pasado en el Averno habían visto muy poco al dios de los muertos y esta era la primera vez que Seiya algo insinuaba al respecto

- No lo creo, pero de ser ese el caso Hades me dijo que no sería la primera vez que algo así pasara, que con lo que íbamos a hacer aquí hoy quedaría demostrado el poderío del Averno entonces que ningún otro dios osaría meterse con nosotros tomando en cuenta que los ejércitos más fuertes y numerosos a disposición del Olimpo son precisamente los de Ares – explicó Seiya encogiéndose de hombros

- De cualquier manera, si algo pasa no dudes en llamarnos, así como tú estuviste ahí para nosotros en nuestros momentos de necesidad, nosotros queremos estar ahí para ti cuando nos necesites – Shun se adelantó y abrazó a Seiya que sonrió y cuando el abrazo se rompió hizo una seña a todos y caminó a través del portal para llegar directamente a Guidecca con un peso menos en el alma, al fin había terminado, al fin la justicia había llegado…

 

Notas finales:

Y ya solo falta el final, el capítulo que viene se llama: "Las secretas intenciones", entonces al final sabremos quién estuvo detrás de todo, aunque asumo que ya tienen una muy buena idea

Muchas gracias por leer y por seguir este fic hasta el final, nos vemos el domingo en la noche con el desenlace y cuéntenme que les ha parecido, un abrazo, bye


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