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LAS SECRETAS INTENCIONES por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, solo me gusta hacerles sufrir un poquitin

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un nuevo fic que tiene de todo un poco, es una historia de amor, guerra, sacrificio, traición y romance, espero que les guste

Capítulo 1.- Matrimonio arreglado

 

Hades estaba molesto, caminaba de un lado a otro dentro del enorme estudio del templo principal en el Olimpo, tenía en sus manos una copa de vino y trataba por todos los medios el de bloquear las palabras de su hermano menor, el Dios de los cielos, Zeus que decía:

- … es lo mejor hermano, lo hemos discutido la noche entera

- Tú lo has discutido con ella la noche entera, yo me acabo de enterar y no… no estoy de acuerdo, no voy a estar de acuerdo nunca – Hades dijo con el tono un poco alto, Zeus arqueó una ceja y con tranquilidad respondió:

- Necesitamos poner un punto final a este asunto, una piedra sobre él

- Eso me parece fantástico pero podemos llegar a otro tipo de acuerdo, no tenemos que llegar a esto, ¿o sí? – Hades se acercó a la licorera y se sirvió una nueva copa de vino

- Lo hemos intentado por años pero no hemos logrado nada, tú lo sabes – dijo Zeus con un suspiro, Hades iba a decir algo pero lo pensó mejor, él sabía que su hermano tenía razón

- De cualquier manera, no acepto una imposición de tal nivel… no… no lo acepto¡¡¡ - Hades dio un manotazo en la mesa, él estaba indignado

- Es la única solución, y ella está dispuesta – Zeus caminó hasta su hermano y puso la mano sobre su hombro mientras lo miraba a los ojos

- No me importa si ella está dispuesta o no, yo no lo estoy – Hades retiró la mano de su hombro y volvió hasta la licorera, apuró su vino y se sirvió otro

- Hermano… es tiempo de que pienses en rehacer tu vida, tener una esposa, tal vez hijos en el futuro… no lo sé, yo creo que estás muy solo en el Inframundo, por eso te pido que no tomes esto como lo estás haciendo, lo único que yo quiero es verte feliz – el tono de Zeus era bastante fraternal, y eso era lo que estaba sacando a Hades de casillas

- Me quieres ver feliz, vaya… es por eso que me quieres imponer un matrimonio que yo no deseo, porque quieres verme feliz, ¿te das cuenta de lo que me estás pidiendo? – Hades apuró su copa de vino y miró a Zeus con rabia

- Te estoy pidiendo que cumplas mis deseos, te estoy pidiendo que me ayudes a traer la paz a todos los reinos, te pido que me apoyes y seas el hermano fiel que siempre has sido, te pido que depongas animosidades, porque si tú lo haces los otros lo harán, deseo un reino de paz, entonces… ¿honrarás tu palabra hermano?

- Yo no he dado mi palabra en este asunto, en ningún momento he acordado el casarme y mucho menos el casarme con esa niña insulsa y dramática – el desprecio podía sentirse en el tono del dios de los muertos, y esto hizo que el tono de Zeus cambiara un poco al decir:

- Necesito tu palabra entonces, y no puedo seguir tolerando esto, no es secreto para nadie que eres mi hermano favorito pero no puedo seguir ignorando esto, mi hija tiene razón en lo que me ha pedido, una alianza debe formarse entre la tierra y en el inframundo, debemos dejar de regar la tierra con sangre de inocentes

- ¿Entonces fue idea suya? – Hades apretó los puños al escuchar esto

- ¿Importa acaso de quién haya sido la idea? – contestó Zeus sirviéndose también una copa de vino

- Supongo que no… - Hades apuró su copa, Zeus lo imitó y ambos hermanos se miraron, Hades no lucía convencido en lo más mínimo, pero no podía seguirse negando si a la final Zeus lo iba a ordenar, era mejor hacerlo sin llegar a ello

- No será tan malo hermano, ya no estarás solo

- Prefiero estar solo, mi matrimonio con Perséfone no funcionó porque yo me la robé, pero por lo menos yo la deseaba y con el tiempo llegué a amarla y ella me amó a mí, pero ahora las condiciones son diametralmente opuestas… yo no soporto a la  que has dispuesto sea mi consorte, y ella no me soporta, ¿qué clase de matrimonio va a ser este?

- Uno que se basará en el respeto y la comprensión, empieza con pasos pequeños hermano, mi hija es una mujer muy hermosa que sabe perfectamente cuáles son sus deberes de esposa

- No debe preocuparse por eso, no pienso tocarla, no de esa manera – Hades volvió a servirse una copa de vino y se estremeció visiblemente, el solo hecho de considerar la idea de tener sexo con ella… no… prefería ni siquiera pensarlo

- Cambiarás de opinión… yo lo sé… pero bueno, ¿tengo tu palabra?

- ¿Tengo opción?

- No, realmente no la tienes

- Entonces tienes mi palabra, ¿acabamos aquí? – preguntó Hades con un suspiro

- Si hermano, que tengas una buena noche

- Lo dudo

 

Hades salió del estudio y caminó sin rumbo fijo por los interminables jardines del Olimpo, ese lugar era una belleza pero en esos momentos era lo que menos le importaba al Dios de los muertos, esa tarde su vida se había complicado sin necesidad, maldita niña, mil veces maldita…

 

En el templo de la diosa Atena en el Olimpo, el caballero dorado Aioria de Leo avanzaba por los iluminados pasillos, estaba molesto porque Saga había pasado desaparecido la mañana entera y a él le había tocado cubrirlo.  El castaño tenía cara de pocos amigos y peor se puso cuando llegó a la habitación de Saga y abrió la puerta, el dorado guardián del templo de Géminis le había mandado a decir que estaba ocupado, y en verdad que estaba ocupado, pero sus ocupaciones no tenían nada que ver con sus sagradas labores encomendadas ya que se encontraba entretenido haciéndole el amor al caballero divino de Pegaso

 

La pareja estaba sumida en sus movimientos acompasados que ni notaron la interrupción, el espaldar de la cama se chocaba rítmicamente contra la pared, Seiya de Pegaso estaba recostado sobre su espalda y gemía con soltura ante las embestidas de su amante, le arañaba la espalda y se arqueaba en la cama, Saga estaba entretenido mordiéndole el cuello y la oreja, le hablaba sucio al oído y eso Seiya amaba, lo encendía completamente más que cualquier otra cosa y por eso sonreía con los ojos cerrados, claramente disfrutando del placer que su amante le brindaba

 

Aioria dio un portazo lo que hizo que los amantes se voltearan, pero al no ver nadie en la habitación continuaron en lo suyo hasta que llegaron a la cima del éxtasis con explosivos orgasmos.  El Guardián de Leo estuvo paseándose de lado a lado fuera de la habitación hasta que escuchó risas que provenían de dentro, así que abrió nuevamente la puerta y con molestia vio a Saga que estaba recostado sobre su espalda que reía mientras correspondía los besos juguetones que Seiya le estaba dando, el joven castaño estaba sentado sobre sus caderas y se movía muy sensualmente sobre él, Saga tenía un cigarrillo encendido en sus manos

- No dejen que los interrumpa, faltaba más – dijo el tercero en discordia con molestia, Seiya alzó la mirada y estalló en risas tratando de esconder el rostro en el cuello de Saga

- No nos interrumpes, siempre podemos seguir haciendo lo que estamos haciendo contigo en la habitación, ¿verdad mi niño? – Saga palmoteó el trasero de Seiya que meneó la cabeza negativamente pero tratando de cubrirse con las sábanas se bajó de Saga y se sentó a su lado mientras acomodaba las almohadas

- No esperaría menos de ti – Aioria suspiró con cansancio

- Aunque si tu quisieras… ¿has hecho un trío Seiya? – preguntó Saga acariciando la pierna de su amante que se rió y volvió a menear la cabeza al decir:

- No… y no lo voy a hacer tampoco, me niego a acostarme con Aioria, y mucho menos con tu hermano, ahí trazo mi línea Saga – Seiya tomó el cigarrillo de las manos del peliazul y le dio una fumada, Aioria arqueó una ceja, Seiya no fumaba antes pero aparentemente ahora sí, Saga era una mala influencia en él, de ser eso posible

- Yo no he dicho nada de Kanon – Saga se veía genuinamente entretenido, tomó de nuevo su cigarrillo y lo fumó

- No has dicho pero lo estás pensando – respondió Seiya con una pícara sonrisa

- Me conoces muy bien, eres tan sexy… mmm… - Saga se impulsó y buscó los labios de su niño jalándolo de las piernas para recostarlo sobre el colchón, Seiya puso resistencia y empujaba a Saga para quitárselo de encima al tiempo que Aioria se aclaraba sonoramente la garganta

- Vaya… quien diría que tú seas la horma del zapato de Seiya, aunque debí suponerlo – Aioria estaba en verdad molesto

- Ya no seas amargado gatito lindo, que mi pequeña ricura no me dio ni la hora hasta muchas semanas luego de que las cosas entre ustedes terminaron, así que no me mires así, yo no te lo quité – Saga puntualizó este hecho, la ruptura entre Seiya y Aioria si había sido media conflictiva, aunque nada se comparaba a la ruptura del joven castaño con Ikky, pero eso es otra historia

- ¿Qué haces aquí Aioria? – preguntó Seiya sentándose de mejor manera y poniendo algo de distancia entre él y Saga

- Vine a ver a tu noviecito que me dejó en doble turno con Saori, estoy cansado, tengo sueño y estoy mal genio, así que ve a tu puesto en este instante – Aioria hizo sus reclamos de ley pero Saga lejos de moverse, tomó una de las almohadas que estaban por ahí y la acomodó bajo su cabeza al decir:

- Shaka debía cubrirme

- Shaka acaba de llegar, pero este es su turno, el problema es que es el mío, pero no resisto tres turnos seguidos, así que ve por favor al templo principal porque yo ya no doy un paso más, necesito dormir

- Necesitas un revuelque, eso es lo que necesitas – Saga era el portento de la comodidad, tenía un brazo tras su cabeza y fumaba tranquilamente su cigarrillo, sus pies estaban cruzados y las sábanas le cubrían lo justo y necesario

- Lo que sea, ¿vas a ir? – Aioria en cambio lucía irritado, y no estaba tomando de muy buena manera el hecho de que el nuevo amante de su ex, le estuviera recomendando revuelques

- No… ¿has visto a Alde?, me debe un favor

- ¿Alde?, ¿vas a mandar a Alde en tu lugar? – Aioria estaba al borde de la indignación

- Gatito… soy un hombre de palabra, y le ofrecí a mi Seiya mi total atención la mañana de hoy, entonces… ni muerto me sacas de esta cama, pero no te estreses, ve a dormir que yo ya consigo a Alde para que me cubra – Saga tomó la mano de Seiya y la besó, el castaño sonrió algo incómodo, lo de Aioria no era tan reciente pero tampoco tan lejano

- Ok., si nuestra diosa se enfurece es tu culpa y tu problema, yo digo que me fui cuando tú llegaste al puesto, que lo disfruten – Aioria dijo esto último con todo el sarcasmo que pudo, el peliazul entrecerró los ojos ligeramente y respondió:

- Ohhh lo haremos, claro que lo haremos – Saga acarició descaradamente la pierna de Seiya que tomó su mano sin dejarle llegar hasta su ingle, como era claramente su intención, Aioria bufó y salió de la habitación dando un portazo

- ¿Tienes que ser tan… tan… no sé ni lo que eres… con Aioria? – preguntó Seiya haciendo referencia al hecho de que Saga no perdía oportunidad para acariciarlo, besarlo, agarrarlo o hacerle algo mientras Aioria estuviera presente, Saga no era necesariamente celoso pero si era algo posesivo, de cualquier manera Seiya se sentía incómodo con ello

- Si… él te quiere de vuelta y eso me revienta, si tan importante eras para él debió cuidarte de mejor manera y tratarte como se debe – contestó el peliazul apagando su cigarrillo en el cenicero de la mesita de noche

- Él no me quiere de vuelta – dijo Seiya meneando la cabeza

- Si te quiere de vuelta, por eso está tan mal genio y estresado, no te tiene a ti a su lado para que le des masajes, tienes las manos de ángel, ¿te lo he dicho alguna vez? – Saga sonrió y besó a Seiya en los labios, el castaño se relajó en los brazos de su amante que lo volvió a recostar en el colchón y se acomodó entre sus piernas

- Me dijiste que tengo un trasero de afición, lo de las manos no me lo habías dicho

- Tienes muchas cosas Seiya, eres muy dulce y haces los mejores panqueques del Santuario, ¿harías panqueques para ambos mientras yo busco a Alde para que se quede en mi puesto? – Saga besaba el cuello de Seiya mientras hacías sus proposiciones

- Ok., pero no te tardes – respondió el castaño, el peliazul lo besó con pasión en los labios para luego levantarse de la cama, ponerse algo de ropa y salir de la habitación

 

Seiya se levantó, su duchó rápidamente y luego de vestirse fue por los pasillos del templo hasta la cocina de la planta baja, dentro encontró al caballero Shun de Andrómeda que estaba entretenido haciendo un crucigrama y comiendo una manzana

- Hey, ¿se te pegaron las sábanas?, no te vi en el desayuno, ¿estabas de turno? – preguntó el muchacho de cabellos verdes a su camarada de armas

- Si se me pegaron las sábanas, no estaba de turno y me muero de hambre, ¿sabes si hay mezcla para panqueques? – Seiya estaba abriendo las gavetas pero no había encontrado lo que estaba buscando

- Supongo que sí porque ayer Alde hizo panqueques para todos – Shun dejó de lado su crucigrama y se dedicó a ayudar a Seiya a buscar los ingredientes, en una de las estanterías más altas estaba la mezcla y fue Shun el que la encontró

- Gracias amigo, Saga tiene antojo de panqueques y yo me muero de hambre – Seiya tomó con una sonrisa la caja de la mezcla y empezó con su tarea culinaria, Shun se sentó en el mesón para charlar un ratito con su mejor amigo, desde que Seiya tenía a Saga en su vida, los muchachos no tenían mucho tiempo libre como para hablar

- ¿Y cómo te va con Saga? – preguntó Shun interesado

- Bien… supongo que bien, él es tan sexy… - Seiya sonrió y siguió batiendo su mezcla

- ¿No crees que es muy mayor para ti? – preguntó Shun, ellos a la final tenían 18 años, Saga tenía 35, tal como había dicho Seiya, Saga si era un hombre muy sexy pero… le llevaba 17 años, casi le doblaba la edad, según Aioros era un inmaduro y por eso hacía buena pareja con Seiya, a Shun siempre le había parecido atractivo pero en verdad lo consideraba muy mayor para ellos

- No, es menos dramático y mucho más divertido que Aioria

- ¿Y cómo estás manejando esa situación? – se interesó Shun, los líos amorosos de Seiya eran por demás entretenidos, su castaño amigo era muy enamoradizo, había tenidos varios novios y novias en el pueblo de Rodorio, además de Shaina, Shyru, Ikky, Aioria y ahora Saga

- Yo no estoy haciendo nada, es mejor si no intervengo y ni opino en nada, lo malo es que me toca ver a Aioria y a tu hermano de vez en cuando, a mi maestro le gusta invitarlos a cenar, cuando Ikky era mi novio yo no le veía el problema, cuando todo se fue al diablo con tu hermano y yo estaba saliendo con Aioria, si se complicaron las relaciones entre los dos templos, ahora que terminé con Aioria también pues… ya te podrás imaginar – Seiya puso a freír los primeros panqueques, Shun solo lo miraba divertido

- ¿Te sigue haciendo escándalo mi hermano? – preguntó Shun mordisqueando su manzana

- No… ya no, ya entendió que él tuvo la culpa

- ¿Él tuvo la culpa? – preguntó Shun con un dejo de sarcasmo en su voz

- Si… claro que tuvo la culpa porque se fue, no quiero discutir contigo otra vez por esto Shun – advirtió Seiya espátula en mano, el muchacho de ojos verdes sonrió y levantó las manos en señal de paz al decir:

- Ok., ok., no seas tan enojón, ¿no me digas que Saga no te atiende bien?

- No es eso, Saga me atiende muy bien – Seiya sonrió sugestivamente recordando lo bien que la había pasado últimamente en la cama de su muy temperamental novio

- Eso es bueno escuchar – Shun suspiró y meneó la cabeza

- ¿Problemas con el patito helado? – preguntó el castaño intuyendo la respuesta, Shun tenía una relación media complicada con Hyoga de Cisne, el rubio caballero era bastante desamorado y complicado, Shun no sabía qué pensar de él a veces

- Es un idiota

- Bueno eso sí, ¿pero ahora por qué?

- Porque se la pasa discutiendo con mi hermano, me pelea las cosas, odia a Shaka, quiere tener una relación a control remoto porque él siempre está ocupado y el que se tiene que acoplar a todo lo que él quiere soy yo, y eso estaba bien al principio pero… ya me cansé

- Yo no sé cómo lo aguantas la verdad – dijo Seiya meneando la cabeza

- Yo no apoyo lo de cambiar de novio con la misma frecuencia que se cambia uno de calcetines, no que no apoye tu modo de vida – Shun sonrió muy divertido a su osadía, porque Seiya abrió la boca todo indignado

- Yo no cambio de novio con la misma frecuencia que me cambio de calcetines

- Si lo haces, pero eso está bien, yo solo he salido con Hyoga, debería buscarme un novio nuevo, tal vez un hombre hecho y derecho y no un mocoso igual a mí, a ti parece irte bien con los mayores, eso debería intentar yo – Shun completó con un suspiro lastimero

- Si a eso vamos… Shura te estaba mirando en el entrenamiento el otro día – dijo Seiya como quien no quiere la cosa

- ¿Shura?, ¿en serio?

- Ajá, yo creo que le gustas – Seiya sirvió tres platos de panqueques y estaba buscando la miel de maple en el refrigerador cuando alguien más llegó a la cocina y preguntó:

- ¿A quién le gustas? – era Saga el que venía entrando, vestía ropa cómoda y lucía relajado

- A nadie – respondió rápidamente Shun, él se sentía avergonzado hablando de temas tan íntimos delante de Saga así fuera el novio de su mejor amigo

- Eso no puede ser cierto, apuesto a que tienes muchos admiradores pero no se te acercan – Saga abrazó a Seiya por la espalda y le besó el cuello

- ¿Y por qué no se me acercan? – Shun preguntó frunciendo el ceño

- Por tu juventud, por tu inocencia, por tu hermano, por tu maestro, tienes varias barreras Shun – Saga se encogió de hombros al decir esto

- ¿Y yo no tenía ninguna?, soy menor a Shun si no lo sabías – Seiya se volteó paleta en mano y miró inquisidoramente a Saga

- No es eso pequeño, lo que pasa es que a mí no me importa si Aioros me lanza una flecha o lo que quiera, yo te necesitaba en mi vida y todo palideció ante eso, pueda ser que los admiradores de Shun no tengan el mismo instinto suicida que yo – Saga sonrió y besó los labios suavemente de su amante que sonrió también y se volteó para tomar los platos y llevarlos al counter

- Tú no eres suicida

- Eso es porque no has visto enojado a Aioros, como eres su favorito y te mima mucho pues… ya nada

- Él no me mima – dijo Seiya

- Si te mima – dijeron al unísono Saga y Shun, y eso hizo que los tres estallaran en risas

 

El desayuno fue muy divertido, Shun miró a Saga con otros ojos luego de ello y entendió lo que Seiya le decía sobre él, era en verdad muy divertido y no aparentaba la edad que tenía, luego de ello el muchacho de cabellos verdes salió del templo y se dedicó a caminar por los hermosos jardines del Olimpo, a lo lejos vio a su diosa que estaba caminando también en compañía de Shaka de virgo, el rubio lucía serio, más de lo que alguna vez Shun lo había visto

 

La diosa de la tierra daba la espalda al sol pero lucía serena, en su rostro se dibujaba una pequeña sonrisa, se detuvo, abrió los brazos y respiró profundamente al decir:

- Por más que Tatsumi cuida los rosales, su aroma no se compara con este

- Tal vez el aroma de los jardines de Afrodita de Piscis en el Santuario, claro que es tóxico pero… uno muere perfumado – contestó Shaka, su tono era bastante seco

- No me lo reproches Shaka, tiene que hacerse – dijo Saori con un pequeño suspiro

- ¿Está segura mi señora?, ¿no existe otra forma?

- No… el sacrificio debe hacerse por el bien de la tierra, para acabar con la violencia que la azota, Hades es el principal responsable de ello, tiene que ser detenido pero… ya no podemos seguir luchando contra él, salidas diplomáticas no duran, esta es la única manera

- Mi señora, es muy riesgoso

- No… no lo es, yo tengo fe, el caballero de Andrómeda no dudará en acatar mi pedido, él es más que un sacrificio digno, él es más que lo que Hades merece, a la final es el alma más pura de toda la tierra y estoy segura que protegerá a la humanidad por siempre

- ¿Tiene que ser él? – insistió Shaka una vez más, él se negaba a aceptar la realidad, no quería perder a su discípulo

- Si… tiene que ser él – sentenció la diosa y abrió los ojos, tomó a Shaka de la mano y lo llevó a su lado mientras continuaba su recorrido por los jardines…

 

Notas finales:

Este es el inicio, no se pueden perder los capítulos que vienen, muchas gracias por leer y nos vemos el martes en la noche en el capítulo nuevo, saludos, bye


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