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Me Cambiaste La Vida por El Chico de la Bufanda Roja

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Notas del capitulo:

Hola pequeños seres de luz. Aqui dandoles mas amor en este cap. Espero lo disfruten asi como yo disfrute hacerlo. Adios.

La pareja recién formaba, no se soltaba por nada del mundo. Una burbuja se había formado entre los dos. La familia de Andre observaban a lo lejos al par, sobre todo Robert, quien intuía quien era ese hombre, que se desvivía en caricias por su hermano mayor, tendría que hacer los honores, para conocer a su futuro cuñado. Tenía que decirle, unas cuantas cosas en relación a su hermano, nada vergonzoso.

El par camino hacia la mesa donde se encontraba sentado el niño, esperando a por ellos. El mayor le iba platicando de todo lo que había hecho en la ciudad antes de encontrarse con él. Habían hecho turismo, para que Drew conociera.

-Entonces me dice que tienes un bar aquí en la ciudad, además de otras inversiones. Algo así trataste de decirme cuando estaba en el pueblo – Dean asintió sacando una silla para que el joven se sentara – ahora entiendo muchas cosas, lo que hacías en el pueblo entonces era como un hobbie.

Dean rió – en realidad lo hago por ayudar más que nada, no recibo nada a cambio, muy poco en realidad, cuando volvamos y si vienes con nosotros, te llevare a para que veas todo lo que hacemos. Todo depende de lo que tu decidas Andre.

Andre se sentía extraño, ese hombre era uno de un millón en el mundo, mira que tomar una decisión en base a las de otra persona, no era muy de su estilo, pero ahí tenía entre sus manos a Dean – ahorita lo estoy disfrutando todo con mi familia y se me hace muy difícil dejarlo todo otra vez de nueva cuenta.

-No importa, si tú te quieres quedar aquí con tu familia, no mudaremos a la ciudad, para estar cerca, podremos acoplarnos a esto, Drew no tiene problema con ello – Andre sonrió robándole un beso al hombre, haciendo al menor sonreír.

-Hola buenas noches, disculpen, pero creo, no nos han presentado – el hermano de Andre se acercó sonriendo mirándolos a los tres. El aludido rodó los ojos riendo - bueno como el ratón le comió la lengua el gato lo hago yo mismo, soy Robert Goode, el hermano predilecto de este joven aquí presente.

El hombre se paró tomando la mano del chico, entrelazando sus dedos – mucho gusto mi nombre es Dean Braxton y él es mi hijo Drew, anda saluda campeón – el niño extendió la mano dándole un ligero apretón a Robert.

-Vaya que sorpresa, no espere encontrármelos aquí, Andre me ha comentado mucho sobre ustedes dos, ya saben también datos extras y exclusivos – dijo el chico guiñándole un ojo al hombre, haciendo sonrojar a su hermano mayor a tope.

Andre se levantó tomando por el brazo a Dean llamando la atención de los tres – una disculpa por eso, como ya vieron él es mi enfadoso hermano que a veces se le va la lengua, por cierto, te está buscando la hija de Clinton, se notaba tan desesperada por encontrarte, yo que tu corría a otra parte, ya sabes cómo es de intensa ¡fuera!

-Pensándola bien, creo que después seguimos hablando con mas calma, fue un gusto conocerlos a ambos, cualquier cosa estaré en la terraza tomando un poco de aire – el chico se fue mirando hacia todos lados, antes de salir al exterior.

Andre se acarició las sienes, sintiendo un beso en su mejilla – así que datos extras y exclusivos, ¿se refiere a eso?

El joven asintió con mucha pena, sintiendo sus mejillas muy calientes – entre él y yo no hay ningún secreto, pero estoy pensando muy seriamente en guardarme ciertas cosas al respecto, es un idiota, cuando se trata de molestarme. – el hombre rió degustando de la copa que tenía entre las manos y dándole de beber al castaño.

La fiesta siguió su curso sin contratiempos, todos hablando de aquel hombre tan misterioso, que acompañaba al primogénito de la última generación de los Goode. Phil los miraba desde una esquina a lo lejos, asediado por Danna, sentía como sus errores empezaban a cobrarle caro, él amaba a ese chico con el alma, pero debía aceptar su derrota.

-Te quiero presentar con mi familia, creo que hemos dado todo un espectáculo en la pista de baile, hace rato. – el aludido asintió parándose junto al joven, acomodándose el saco, tomando camino hacia, donde una señora muy guapa estaba junto al señor Goode, tenían una plática muy interesante según lo que se miraba.

- ¿Pasa algo hijo? – su madre alzo la vista mirando a los otros dos desconocidos que estaban junto a Andre, haciéndose una idea de quienes podrían ser

El patriarca miro hacia su nieto sonriendo y parándose enseguida para saludar al rubio cenizo – Señor Braxton un gusto tenerlo por aquí, es una grata sorpresa que usted acuda a este evento, ya tiene años de no venir.

-El gusto es mio Señor Goode, tenía muchas ganas de salir de mi escondite y enseñarle a mi hijo la ciudad, un cambio de aires. – el menor alzo la mano, llamando la atención tanto del abuelo, como de la madre de Andre.

El señor miro al menor – pero mira que mono esta tu hijo, se parece mucho a ti, hola campeón.

Andre todavía no salía de su estupor, volteo a mirar a Dean y este le guiño un ojo un poco apenado. Ahora los cabos sueltos empezaban a tomar forma. Aquellas inversiones recién descubiertas por el chico, eran directamente en la compañía de su familia, el mundo era muy chico sin duda alguna.

-Abuelo veo que ya se conocen de hace tiempo y eso es perfecto – el anciano asintió sin quitar la sonrisa del rostro – me alegro mucho, porque en realidad te quería presentar a las personas que cuidaron de mi cuando tuve el accidente. Este amable caballero y su hijo, a los que les debo tanto a ellos dos.

-Es el hombre del que tanto me has hablado hijo – la señora tomo la mano de Dean palmeándosela con cariño – no sabe cuánto le agradezco por cuidar de mi hijo. Por ayudarlo a sobrevivir y regresarlo a la vida, sano y salvo.

-no se preocupe señora, lo hice porque era mi deber como hombre, y porque después de conocerlo y pasar el tiempo con él, me enamore de el sin siquiera darme cuenta, de hecho, vengo para llevármelo - el anciano rió por aquello, eso sí que era una sorpresa grande, ya anteriormente su nuera le había dicho, sobre lo que su nieto le había platicado, por obvias razones, pero eso era algo que le hacía confiar en aquel hombre recio.

El anciano carraspeo llamando la atención de los demás – muchacho veo que nieto se ha robado tu corazón, creo ya sabes lo que paso con Andre antes – el joven quiso interrumpir la conversación, pero su abuelo levanto una mano cesando la intención – soy un viejo chapado a la antigua, pero solo te pido que, si mi nieto, como bien vimos hace un momento, te acepta en su vida, lo cuides, como lo hiciste. Ya su madre me platico todo y debo decir que tú eres diferente de todos los que conozco, incluso de Phil.

-No se preocupe por eso señor, vamos al paso que Andre quiera que vayamos, yo seré muy paciente. – el joven alzo una ceja por lo que acababa de decir el hombre, tan paciente que incluso ya se habían acostado. Bueno eso debía achacarlo a los dos, porque el también tuvo algo de culpa en eso, no había puesto resistencia alguna, aunque Dean le hubiera dado la opción de parar todo en ese mismo instante, prefiriendo seguir sin retorno.

El señor hizo un sonido de gusto asintiendo con satisfacción – estas generaciones de ahora, no me queda más que desearles lo mejor a los dos, se me hará un poco difícil hacerme a la idea, pero si es lo que quiere mi nieto, es lo que yo quiero también.

Los cuatro rieron, se enfrascaron en un amena platica, donde Dean le contó al patriarca de la familia, cuáles eran sus planes a futuro y cómo iba creciendo aquel bar que tenía, con la intención de abrir un segundo local. Andre solo se dedicó a escucharlos, mientras compartía una que otra mirada con el mayor y se daban uno que otro beso en los labios. Drew había caído rendido en su regazo hace tiempo, le acariciaba su cabeza resguardando su sueño.

El joven se encontraba desayunando en una de las tantas cafeterías que se encontraban en la ciudad, justo en el centro, pero esa era su favorita, a la que lo llevaba su padre junto a su hermano cada domingo a comer tortitas llenas de miel y chocolate, sabor a familia, como le decía Andre a todo lo que le recordaba a su padre.

Vio entrar a Dean junto a su hijo, el hombre se miraba diferente al día anterior, no parecía alguien de un pueblo, su vestimenta era otra, así como su arreglo personal lo hacían ver como alguien que vivía en la ciudad.

-Aunque no lo creas, yo también viajo mucho, cuando estuviste con nosotros, tuve que posponer todo, no te iba a dejar solo, mientras te recuperabas y salías del paso – Dean se acercó dándole un beso en los labios y juntando sus narices – Hola, te extrañe mucho.

El menor se acercó dejando el periódico en la mesa y se abrazó del cuello al rubio cenizo, enredando sus dedos en el cabello del barbado, dándole un beso en la mejilla, oliendo su aroma – Hola Andre, ¿estás listo para salir a pasear al parque nacional.

-Claro que, si cariño, solo desayunamos y esperamos a que mi hermano venga a nuestro encuentro, al final se animó a salir con nosotros, no me costó mucho – el hombre asintió llamando a la mesera, para ir pidiendo algo para su hijo y el.

Los tres desayunaron tranquilamente durante un buen rato, hasta que Robert llego pidiendo algo rápido para no hacerlos esperar mucho, y pidiéndolo para llevar. Andre le riño un poco por la tardanza, pero el chico se excusó diciendo que su cama lo había atrapado sin dejar escaparse, haciendo reír al hijo de Dean.

Después de esperar a que le entregaran la comida a Robert, se montaron en la camioneta de Dean, con dirección al dichoso parque, Drew iba preguntando a cada rato, sobre lo que miraba por el retrovisor, el hermano de Andre le contestaba cada cosa que salían de los labios del menor. Todo estaba en perfecto orden.

El camino fue rápido, solo de entrar, el olor a bosque y a césped mojado inundo las fosas nasales de todos, Andre tomo la mano del Dean y camino con él a su lado platicando y dándose una que otra muestra de cariño. Mientras su hermano hablaba con el niño, que iba fascinado mirando todo lo que se encontraba, hablando sobre un juego de vídeo, Robert le prometió invitarlo algún día casa, para enseñarle su consola.

La pareja se sentó en el césped para descansar, en el área de entretenimiento mientras el hermano menor de Andre y Drew se subían y disfrutaban cada juego. Al mayor de los hermanos Goode le hacía gracia ver a Robert actuar como un niño.

-Me encanta esto, no me gustaba mucho la ciudad, por ser tan estresante y las rutinas me desesperan a veces, pero contigo es diferente, disfruto del momento y haces que todo luzca distinto, mi forma de pensar, cambio mucho al conocerte y ahora aprecio mucho hasta el detalle más pequeño – menciono el hombre respirando sobre el cuello del chico.

Andre se movió al sentir las cosquillas que le hacían la barba del otro, tomándolo de la cara para verlo a los ojos– en mi caso es algo que forma parte de mi vida. Tu tuviste la oportunidad de escapar de todo este lió, yo me tuve que acostumbrar esto. Aunque siendo honesto, yo también cambie mucho.

-Conmigo puedes tener esa oportunidad que quieres de salir de aquí, ya lo has vivido y parecía gustarte mucho, estar lejos de aquí – Dean dijo dándole un beso en los labios, sin despegar sus ojos de los suyos.

El chico negó con la cabeza, explorando la opción que le daba Dean, pero la desecho por el momento – no es tan fácil, mi vida está toda hecha aquí y mi trabajo también me lo impide, de fortuna no lo perdí.

- ¿Sera porque tu abuelo es el dueño y tú eres el director de la asociación? – Andre sonrió sintiendo como el hombre recargaba su cabeza en su hombro y respiraba perezosamente sobre el – apenas y pude dormir, de solo pensar que hoy te iba a volver a ver, que te tengo tan cerca de mí. Me vuelves loco.

-Tranquilo estamos en un lugar público y no podemos hacer un espectáculo – dijo solo para picar al mayor dejándose hacer, parecía un oso de peluche, tan rudo y macho que se miraba Dean, ya tendría como burlarse de él.

Ese hombre era muy diferente a Phil, tenía la certeza de que con el nada malo le pasaría su corazón estaba exento de dolor, ya le había demostrado antes su lealtad y ahora no le sabia diferente – deberías ir con Drew a jugar ¿por cierto como vas con él?

Dean se puso recto mirando a su hijo jugando con Robert – pues me ha ido de maravilla todo va mejor que antes, de vez en cuando se me revela un poco, ya sabes cómo son los niños. Pero hablamos las cosas y las solucionamos antes de ir a la cama.

Andre sonrió mirando al mayor, se miraba tan diferente, alzo su mano acariciando su cabello y su mejilla antes de darle otro pico en los labios y parase corriendo directo a los juegos gritando, para llamar la atención de Drew y de su hermano – entonces dejemos de ser tan aburridos y dejemos de platicar.

El hombre lo tomo de la cintura levantándolo del piso y tumbándolo delicadamente al suelo, haciéndole cosquillas, a la fiesta se unió su hijo tratando de defender al más joven.

Las horas fueron pasando demasiado rápido, cuando menos lo esperaron, entre tanto caminar y ver de todo un poco, el atardecer les estaba llegando. El frió empezaba a sentirse un poco más, atravesándoles el cuerpo. El niño como siempre había agotado todas sus energías y lo llevaba cargando su hermano menor, totalmente dormido.

Iban en dirección al carro del mayor, El joven sintió un apretón sobre su cintura, volteo a mirar a Dean quien miraba hacia al frente – ¿ya has podido manejar un carro?

El aludido se sintió algo incómodo y enfadado con el tema, empezaba a ser algo fastidioso la insistencia que su familia ejercían en él, y ahora el mayor le daba también con aquello – es algo que todavía no domino esos nervios, mis traumas me ganan todavía.

-Yo te puedo ayudar en eso, recuerda que conmigo no va a pasarte nada malo, yo siempre te protegeré, aunque me cueste la vida. – el joven sonrió por la propuesta del barbado, pero todavía no se sentía preparado.

-Me agrada la idea, pero ahora no quiero intentarlo, no me siento preparado aun para agarrar un carro, todo lo del accidente vuelve a mi cabeza y entro en un ataque de pánico. Por suerte alguien ha estado cerca para ayudarme y no perder los nervios – el chico hizo un puchero espontaneo, Dean pensó en cómo podría hacer que Andre, su Andre dejara de tener todos aquellos temores y pudiera superar.

Aquel día las cosas en la asociación estaban demasiado bien, tanto que Andre estuvo atiborrado de trabajo, se sentía feliz de encontrarle familias a todos esos niños, que habían nacido sin la protección de sus padres biológicos. Mas en estas épocas del año, donde los niños se sentían muy solos sin el cariño que solo una figura paterna puede dar, por eso el cada año en vez de pasarla con su familia, se iba a su trabajo y la pasaba con los menores, y les daba algo parecido a aquel amor de familia.

Justo iba en dirección de la habitación donde se encontraba Charlie, el niño había tenido suerte y una pareja con dificultades para procrear tradicionalmente, acudió a ellos en busca de un menor al que adoptar, para completar a su familia. De solo ver la foto del niño, fue amor a primera vista, decidieron que era el indicado. Al castaño le daba mucha alegría, pero también melancolía, ya no vería mucho a Charlie, el niño que se la pasaba en su oficina.

-Hola campeón ¿se puede pasar? – el joven toco la puerta antes de entrar a la habitación, Charlie volteo asintiendo mientras jugaba con algunas cosas que habían donado hace mucho. – necesito hablar un momento contigo.

El niño dejo todos los juguetes en orden, sobre la cama poniéndole toda su atención al joven – ¿pasa algo Andre?

-Han pasado muchas cosas, mientras estuve fuera, pero una se trata sobre de ti, me da mucha felicidad decírtelo – el chico alzo las cejas, viendo como el niño se emocionaba – han venido una familia y por ahí vieron una foto de cierto chico y les ha gustado mucho, dicen que es muy mono y lo quieren conocer para que sea parte de su familia.

El niño capto toda la situación en tiempo breve, y sonrió parándose arriba de la cama y saltando – eso quiere decir que me van a adoptar, eso está súper.

-Tranquilo Charlie, ¿Qué hablamos sobre saltar en las camas? – le dijo seriamente Andre, haciendo que el niño parara su parloteo – tienes que conocerlos primero antes, a ellos les gustaste, pero también me interesa saber que opinas tú de ellos, en dado caso de que fueras a vivir con ellos, te seguiré viendo, durante un tiempo, me interesa tu bienestar.

Andre tomo al menor por los brazos, viendo como empezaba a dudar – y si cuando me conozcan y me vean en persona ¿siempre no les gusto? – esa era una de las cosas con las que más lidiaba el joven, a la hora de que los menores se iban con sus familias adoptivas, la inseguridad. Eran demasiado temerosos, ellos anhelaban tener padres, así como los demás niños – no sirve de nada sentirme feliz.

-No digas eso Charlie, eres un buen niño, te lo digo yo que te he visto crecer en estos cinco años que has estado aquí, me da mucha felicidad que se hayan fijado en ti, les he contado maravillas de ti – el joven lo abrazo, sintiendo como las lágrimas empezaban a escurrir de sus ojos, tenía que guardar el control, y si, tampoco era bueno para las despedidas.

El niño asintió sobre el pecho del otro, el joven suspiro y se limpió las mejillas sin que Charlie se diera cuenta de aquello. Le ayudo a acomodar su cuarto y tomaron camino hacia la oficia del mayor. El menor iba ataviado con su mejor ropa, según el para causar buena impresión a la pareja que le esperaba.

Los susodichos al ver a Charlie, se pusieron nerviosos al igual que como se veía el menor, ambas partes no sabían que hacer, Andre solo miraba recargado desde el marco de la puerta, cruzado de brazos. El trabajo ya estaba hecho, iba a extrañar mucho al chiquillo, no iba a ser lo mismo verlo de vez en cuando a verlo diario, siempre que llegaba al orfanato, era imposible no encariñarse con ellos, eran niños que le daban esa inocencia a su vida.

De ahí en fuera, preparo todo lo que se necesitaban, para que el niño pudiera irse sin problemas con la pareja. Solo era cuestión de días para que pudieran llevarse al niño y hacerse con la patria de potestad. Andre se sentía feliz, ese era su trabajo, juntar familias.

Después de un buen rato de verificar algunas cosas de papeleo, y de pasar a supervisar a los demás chicos que tenía a su cuidado, se decidió por irse finalmente a casa, la hora de su salida estaba por pasar. El día había estado lleno de emociones.

Salio del edificio sintiendo el aire frió correr por su rostro, sonrió como tonto de ver al hombre de sus sueños esperando por él. Ahí estaba Dean esperándolo en la acera, hablando por teléfono, al mirarlo, el hombre se acercó – te marco luego, hola mi amor – y le dio un beso, sintió como a lo lejos unos flashes captaban el momento.

Andre rodó los ojos, desde de su regreso era parte de las noticias de todo programa de chismes y su relación con Dean ya había sido descubierta, eran la primera plana de todos los diarios de la ciudad – hola, hace bastante frió – El hombre encamino al chico al asiento copiloto, las cosas habían ido para mejor con Dean, era atento y lo sorprendía con muchas cosas con cada dia que pasaba.

- ¿Tienes algún lugar a donde ir? ¿o quedaste con alguien? – el aludido negó, era libre para el mayor – entonces iremos por ahí a perder el tiempo ¿te parece bien?

El chico sonrió sintiendo como el mayor tomaba su mano después de encender el carro – eso suena genial, hoy ha sido un día de locos, ya sabes donativos y esas cosas, adultos buscando a un niño. y niños buscando regalos, apenas y puedo moverme, los pies me están matando, estas épocas son demasiado para mi mente.

Dean rió masajeando la mano del otro, tratando de darle ánimos, era reconfortante estar con el chico, cuando el también había tenido un día agitado – fue un día de trabajo pesado, yo también, apenas y me he escapado del Bar por un rato, después de mucho de no venir, las cosas estaban un poco mal, ya sabes, nada como que el dueño este vigilando.

El mayor siguió manejando, hasta que se paró en una calle solitaria, Andre lo miro preguntando sin decir nada, pero intuyendo de que iba todo eso. Dean levanto sus manos entrelazadas y beso la del joven cariñosamente – sé que es difícil para ti, pero si retrasas más esto, nunca lo harás.

Entonces algo hizo clic en la cabeza de Andre, se removió algo incómodo, en su lugar sobre el asiento, antes de mirar serio al mayor – no me siento listo todavía Dean, ya lo habíamos hablado antes, no es tan fácil como parece.

-Yo sé que no te es fácil superar esto, pero estas conmigo y si te pasa algo yo cuidare de ti, y pararemos todo – el hombre tomo la mejilla del joven acariciándolo - ¿confías en mí?

El chico asintió sin dudarlo, tenía que dejar de ser cobarde y tomar el toro por los cuernos – claro que sí, no porque lo preguntas.

-Porque justo estas queriendo pasar de esto, te contradices mucho cuando estas nervioso y sueles mover la nariz cómicamente – Dean se acercó a darle un beso en la punta de la nariz para darle uno más largo en la boca, ya que sintió que se relajaba ante él, se separó de el – yo sé que puedes hacerlo, lo hiciste cuando en realidad te encontrabas mal, podrás con esto.

El chico asintió, deshaciéndose del cinturón y saliendo del carro para rodearlo, respirando para calmar sus nervios, las manos le estaban sudando. Mientras Dean solo cambiaba de asiento – antes de que haga esto, solo quiero que sepas que, si llego a perder el control, sin estar consiente, me detengas antes de que pase algo malo, por favor.

-No pasara nada mi amor, yo confió en ti, anda prende el carro. Empecemos por eso. - Dean tomo el hombro del joven y lo acaricio, Andre suspiro y presiono el botón de encendido, escuchando como el motor se encendía.

Tomo el volante sintiendo un poco acalambradas las manos al contacto con el cuero. Presiono el pedal del acelerador, después de poner el cambio. Se asustó un poco al sentir el movimiento del carro sobre la carretera. Sintió la mano del mayor masajeando su nuca.

Tomo velocidad sintiendo todavía los nervios recorrer por su cuerpo. Su estado de alerta, lo tenía encendido al mil por ciento. Su mente todavía le jugaba una mala pasada.

Escucho como Dean le hablaba sacándole platica, con la intención de distraerlo y que no se enfocara mucho en el camino. Descubrió que también la radio estaba sonando a un ritmo moderado. Las cosas estaban yendo bien, después de un largo tiempo de llevar el carro.

El mayor se le quedo mirando un momento antes de sonreír, lo estaba superando, su chico esta tenso y muy nervioso, pero estaba poniendo de su parte, solo necesitaba presionarlo un poco – vas muy bien, todo era cuestión de quitarle importancia a tus miedos.

El chico suspiro – no es tan fácil como se ve, mi adrenalina está volando por los cielos, pero creo que es un gran avance – paro el carro sintiéndose algo exhausto, apago el carro poniendo el freno de mano y se dejó caer en el asiento sintiendo sus brazos liberando la tensión contenida, suspiro de alivio. – gracias Dean, pero me has puesto al límite.

El aludido se acercó y masajeo la cabeza del joven. Andre se dejó hacer buscando el contacto – será poco a poco, ya te has forzado algo, por eso te has ganado una cena conmigo, eres tan afortunado. – dijo con sorna el mayor

 

-Eso es una buena motivación para mí, siempre sabes lo que quiero – Andre se dejó hacer, todavía sintiéndose algo sudoroso. Las manos de Dean eran demasiado tentadoras, por eso a su pesar rehuyó del tacto del otro y se acomodó el cabello – pero si piensas seguir haciendo eso, pasare de la cena y me dormiré, en esta ocasión si tengo hambre.

 


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