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Crónicas de un aprendiz de nigromante por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola

Un capítulo mas de esta historia. Espero les guste.

El padre de Ione es alto, me recuerda a los mafiosos italianos de las películas antiguas, incluso trae un traje elegante. Tiene el cabello oscuro, y los ojos azules como Ione. Parece una persona normal, incluso aquí no llama mucho la atención. Ione está aterrado, sin hablar y yo no paro de escuchar a los fantasmas que dicen que es peligroso estar aquí ahora.

 

— Te encontré ¿Cuándo dejaras de arruinar tu vida?— tiene una expresión que asusta un poco— él debe ser el nigromante…— me mira, no entiendo porque Ione le tiene tanto miedo ¿Fue un mal padre?

 

— Corre, Han… ¡Corre!

 

— Eh…— Ione le arroja la consola de juegos y me toma de la muñeca para correr. Es difícil correr entre la gente, pero Ione no se detiene, dando empujones y codazos— ¡El videojuego! Ione…

 

— ¡Olvídate de eso! Corre, solo corre…

 

— Espera…—  mi pie de enreda en algo, tropiezo y me caigo de cara.

 

— No tenemos tiempo para eso hoy— me levanto como puedo.  Algunos nos miran cuando pasamos corriendo, yo intento mirar entre todos para ver si nos siguen pero no veo que nadie venga tras nosotros. Me detengo cuando pasamos a otro salón, porque no sé dónde estamos ni donde están las salidas— ¿Qué?

 

—  Magia, usa tu magia Ione.

 

— hay demasiadas personas, no podemos…

 

— No saldremos si no usas magia— yo no conozco a los del parlamento como Ione, si me topo con alguien de ellos no lo sabré hasta que sea tarde— Nada de zombis, Han… ¿Por dónde salimos?

 

— Allá, una salida de emergencia— el dibujo es inconfundible aunque no entienda el idioma.  Me detengo— No, por allí no— Hay un fantasma que me hace una seña, espero unos momentos para poder escucharlo— nos esperan… o te esperan a ti.

 

— No puede ser.

 

— Esto es divertido— Escapar e intentar que no nos atrapen, correr entre las personas y evitar que nos vean, es como un juego. Ione me voltea a ver, el ceño fruncido.

 

— No es divertido, ¿sabes lo que pasara si nos atrapan?— Algo he escuchado. No es agradable y por eso no deben atraparnos, lo sé muy bien porque Hadrien siempre ha sido muy claro con eso— No estoy pensando en el parlamento, el castigo que nos dará Hadrien por esto…

 

 — Uh… no había pensado eso— pero tiene razón, Hadrien se enojara mucho cuando se entere de esto— vayamos por otro lugar, quizá sea más fácil intentarlo por otra puerta— las palabras de los fantasmas me llegan más claras ahora, y no son buenas noticias— Ione, esto…no vamos a poder salir de aquí por una puerta como si nada.

 

— no puede ser… algo tenemos que intentar ¿una distracción? No podemos quedarnos atrapados como ratas aquí.

 

— Magia, usemos la magia.

 

— Haremos un escándalo y…

 

— Eso suena bien, ¡Hagámoslo!— Corro hacia el primer escenario que veo lleno de personas ¿Qué sería mejor hacer? Nada de zombis, será complicado y no sé si sea un lugar donde le teman a los zombis ¿y que si solo creen que son buenos disfraces?  Y no son la clase de zombis que comen gente. Sería estupendo si lo hicieran, podría ordenarles que lo hagan y… no, no es momento para eso. La música retumba cuando me acerco, gritos en un idioma que no entiendo pero todos se ven animados aquí— ¿Ione? ¿Ione?— No está aquí. ¿A dónde se fue? no está, estaba seguro de que venía tras de mi ¿se quedó en el mismo lugar? No puedo avanzar entre las personas, hay demasiadas personas con el cabello de colores, ¿Dónde está? ni hay fantasmas que me digan dónde está. Giro en mi lugar, dando saltos para intentar ver mejor entre el gentío, pero nada, Ione parece haber desaparecido.

 

 ¡Desaparecer claro! Eso es. Pero primero debo encontrar a Ione, antes de que hagan esa cosa que nos impida desaparecer.

 

— Hanley.

 

— Aquí estas, vamos, tenemos que irnos pronto, estuve pensando

 

— Encontré una salida, por acá— ¿Una salida?  Su mano me alcanza y me hace seguirle.  Tengo que caminar tras él, despacio porque la gente no nos deja caminar.

 

— Ione…— le miro. Siento algo extraño mientras camino, algo que no está bien— ¿Nos están siguiendo?— no se ve nadie sospechoso en este lugar, o quizá todos son muy sospechosos con sus trajes y cabellos de colores. La sensación de que algo no va bien me sigue mientras pasamos al  otro salón donde la música del concierto se aleja y en su lugar escucho los sonidos de videojuegos. Es el último salón, hay una salida de emergencia al fondo y creo que es allá a donde vamos.

 

— todo estará bien, falta poco para salir— le miro de nuevo, caminando más despacio.  Ione está tranquilo ahora, caminando seguro sin voltear atrás ni a los lados, solo a la puerta al fondo. Sus dedos apenas me rozan la mano para guiarme. Me detengo— ¿Hanley?

 

— Tú no eres Ione—  aparto mi mano y doy unos pasos hacia atrás.  Ione no estaría tan calmado ahora mismo, y no dejaría pasar el que me este sangrando la nariz desde que me caí. Alguien que se parece a Ione, alguien que cree saber cómo es pero no lo sabe muy bien ahora. Alguien casi igual a Ione… su hermana, su gemela— Violet— Por unos segundos puedo ver la versión femenina de Ione, el cabello largo y  cuerpo pequeño, solo que sus ojos me ven con rencor. 

 

— ¿Dónde está mi hermano?— es lo único que dice antes de que los focos de lugar estallen al mismo tiempo y que todo se ponga oscuro. No porque los focos no funcionen, la oscuridad a mi alrededor llena todo el lugar. Gritos y gente silbando. Salgo corriendo hacia donde vi a Ione la última vez. Puedo ver muy bien en este lugar, pero aun así choco con un montón de personas y tropiezo muchas veces sin que me caiga.

 

— ¡Ione! ¡Ione! ¡Ione!— Creo escuchar que me llaman, y patino cuando me detengo y busco entre la gente. Finalmente le veo,  dando vueltas en el mismo lugar— ¡Ione!

 

— Han, ¡Gracias al cielo! ¿¡Donde te metiste!?— sus manos extendidas al frente intentan agarrarme.  Le tomo la mano.

 

— No importa, vámonos.

 

— ¿por dónde? No veo nada— Ah, claro. Respiro, agitado después de correr. Nadie puede vernos, no necesitamos ocultarnos tanto ahora que está  oscuro— ¿Han?

 

— Aquí sigo. Esto ¿y si intentamos desparecer? Antes de que hagan eso que hacen cuando no quieren que desparezcamos— Su mano se aferra más a la mía, me aprieta mucho los dedos.

 

— No puedo— era muy bueno para que funcionara— ¿No puedes preguntarle a los fantasmas? Sera más rápido que ir dando vueltas por todos lados.

 

— Lo intentare— estoy inquieto y me cuesta concentrarme en algo tan tranquilo como hablar. Ubico un fantasma y arrastro a Ione hasta acércanos— hey ¿sabes cómo podemos salir de aquí? ¿Hay alguna salida que no esté vigilada?

 

— Han, no hables tan alto— pero no le hago caso por ponerle atención a las palabras del fantasma.

 

— Ah, y yo que pensé que podríamos desaparecer en el baño. No podemos desaparecer, tendremos que usar una puerta ¿Y tus ilusiones? ¿Podrían encontrarnos con ellas?

 

—   ¿Por qué me preguntas a mí? No lo sé.

 

— Tu hermana está aquí— solo escucho los gritos de la gente. Me comienzo a sentir cansado, es un mal día para  no haber comido nada.

 

— Intentaremos salir sin magia, ellos buscaran la magia, si no usamos nada entonces no nos encontraran. Sería más fácil si todos salieran al mismo tiempo. Y que regrese la luz— como sea, ya estoy tan cansado que no duraría más haciendo lo que sea que hago ¿Cómo se llamaría esto? es genial. La oscuridad se desvanece como si los ductos de aire la liberaran. Nadie está muy asustado, y más bien  parecen curiosos sobre lo que paso. No se ve ningún mago del parlamento en este lugar, pero si están cuidando las salidas será difícil salir— vamos, busquemos una salida concurrida.

 

— ah, espera… ¡Eso es! siempre quise hacer esto—  corro, jalando a Ione conmigo  hasta la pared. Levanto la tapa plástica de la caja roja pegada a la pared.

 

— Han, ¿estás seguro de eso? ¡Sangras! Oh, no ¿estás bien? ¿Te duele algo?— sonrió y bajo la palanca de la alarma de incendios.  Una alarma estridente suena por todo el lugar y esa vez si hay gritos de pánico mientras todos se dirigen a las salidas.

 

— que decepción, no hay agua. Ione, estoy bien, deja de tocarme la cara.

 

— pero la sangre…

 

— Si no nos vamos ahora no servirá el plan de escape— él suspira y me hace caminar entre todos, que se empujan e intentan salir primero del lugar aunque no sepan que está pasando.

 

— Mantengámonos cerca del centro de todos, correremos al callejón cuando estemos fuera— no digo nada porque estamos por atravesar las puertas. Un gorro tejido y con insignias de algún videojuego aparece en frente a mi— Póntelo, será más fácil pasar desapercibido— Ione ya trae puesta una gorra rosa con corazones y estrellas que reconozco por los cortos que vi de esa serie.

 

— ¿Ahora vas a atrapar cartas clow?

 

— cállate, es lo único que estaba a la mano.

 

— el rosa te va bien.

 

— Corre— no somos los únicos que corremos, una parte de  los que salen apenas pasan la puerta comienzan a correr. La otra se queda viendo al interior esperando descubrir que está pasando. El callejón está vacío, solo escuchamos nuestros jadeos después de haber corrido. Ione no espera nada más, siento la magia llevándonos a otro lugar.

 

Estamos en la parte trasera de la casa, el aire fresco y el ruido de los arboles  tan familiar ahora me hace suspirar y sentarme en el pasto.  Ione también se deja caer, arrojando la gorra a un lado.

 

— ¿Llegaron Hadrien y Kiran?

 

— No, creo que no.

 

—  Esto fue divertido, hagámoslo otra vez.

 

— de ninguna manera. No digamos nada de lo que paso a nadie…—  No sé si eso sea posible cuando lleguen. Aunque hago cosas malas y puedo robar sin sentir nada, no acostumbro a mentirle a Hadrien.  Ah, Morrigan está encerrada todavía. Me levanto, las piernas me tiemblan, pero puedo caminar y llegar hasta la jaula de Morrigan. Mi gata parece estar de mal humor.

 

— Lo siento, Morrigan— no me mira cuando abro la jaula y ella sale corriendo para perderse entre los muebles ¿nos fuimos hoy mismo? Con todo lo que paso creo que han pasado muchos días.  Apenas está atardeciendo aquí, y no parece que alguien hubiera llegado aquí. Escucho los pasos de Ione en la entrada,  y justo cuando entra Morrigan salta de uno de los muebles y le cae en la cabeza antes de volver a saltar y salir por la puerta.

 

— Auch… ¿Qué demonios?...  ¿Te sigue sangrando la nariz?

 

— No— Me pasa un pañuelo de tela húmedo— pero me duelen las manos ¿Cuántas veces me caí?

 

— eso es porque no querías soltar lo que tomaste— ah, sí, no podía estar en ese lugar sin traerme nada. Al final solo me quede con el gorro feo— Lo siento, debí preguntar mejor si pasaría algo antes de irnos, también lamento no ser de más ayuda.  

 

— No es tu culpa, además aun intente hacer las cosas como antes, creo que era obvio que me buscarían en esos lugares porque todos saben que me gusta. No lo hagamos de nuevo.

 

— Hagámoslo otra vez— decimos al mismo tiempo, me hace reír escucharnos.

 

— hagamos un plan la próxima vez, no escapemos de nuevo.

 

— A  mí me gustó, aprendamos más y hagámoslo otra vez— Ione va a decir algo, pero en lugar de eso hace una mueca de dolor, se lleva la mano al  pecho y se inclina hacia adelante como si le hubieran golpeado el estómago— ¡¿Estás bien?! ¿Qué pasa? ¿Te hicieron  algo? iré por los remedios…

 

— Estoy bien. No es nada— Su mano me detiene, ya no hace gestos y se está enderezando— es cosa de gemelos. Mi hermana… Violet está muy furiosa. Y triste— baja un poco la voz cuando dice eso último.

 

— Ah…

 

— Ya se acostumbraran a que tienen una oveja negra en la familia.

 

 — podrías volver si quisieras, si les dices que estabas bajo un hechizo.

 

— eso no se puede.

 

— quizá Hadrien pudo, es su nuevo plan malvado. Él no lo desmentiría— Ione sonríe, luego se comienza a reír— no estaría mal si quisieras regresar.

 

— Nunca dije que iba a regresar. Aunque debo hablar con mi hermana a solas antes de que esto empeore… no, no será pronto deja de pensar en que haremos que todavía tenemos que fingir que no pasó nada.

 

— ¿realmente crees que puedes mentirle a Hadrien? De Kiran lo creo, su mejor amigo le pudo mentir, pero no le puedes mentir a Hadrien, ya sabes, los fantasmas no saben guardar secretos a menos que tengas mucho poder sobre ellos. Y no puedes obligarlos a todos. Quizá no se lo digan hoy, ni mañana pero en algún momento se enterara— Ione suelta en gemido— ¿Ya no tengo sangre en la cara?

 

— No… entonces no digamos nada.

 

— la omisión también es una forma de mentir.

 

— ¿Desde cuándo tú eres el que hace lo correcto y yo no?— se da la vuelta murmurando que se está convirtiendo en no sé qué.

 

Paso el resto de la tarde pensando en nuestra aventura. Sé que los nigromantes somos odiados solo por serlo, pero nunca había pensado en que significaba eso realmente. La hermana de Ione me odia, y no creo que sea porque soy un nigromante.  La  habitación y la casa se sienten solas, no puedo dormir y la oscuridad ahora me parece fría. Salgo de la cama, caminando despacio para cruzar el pasillo y abrir de una patada la puerta de la habitación de Ione. Él tampoco está  dormido, está sentado en la cama leyendo ese libro que le dio Hadrien.

 

— No puedo dormir.

 

— la puerta no tiene la culpa.

 

— creí que estaría cerrada ¿Es interesante ese libro?

 

— encontré una maldición de confusión muy interesante… explica como engañar los sentidos de los demás, y podría servirme con mis ilusiones.        Han, las sombras…— señala a mi espalda, no veo nada cuando volteo pero en el espejo que hay en la pared a un lado de la cama puedo ver que las sombras se mueven a mi alrededor como si llevara listones conmigo.

 

— Ya se detendrán en algún momento— salto a la cama— ¿Qué decías de las ilusiones?

 

—  Detalles que hacen más fácil engañar— extiende su mano, luego las sombras se retuercen entre sus dedos, alzándose y enroscándose. Se ve muy real, es como si realmente fuera magia negra, solo porque no se siente la oscuridad en eso y de vez en cuando el humo se queda inmóvil.  Truena los dedos y la habitación se convierte en un cementerio, la cama en una losa de mármol. La luna ilumina todo de forma extraña— ¿lo notas? ¿Lo que está mal en esto?

 

— No, es increíble— él sonríe. Y la habitación regresa de pronto.

 

— aunque hay viento aun no logro hacer que lo sientas. Tampoco el frio de la losa, debe ser frio estar en una de esas. Y la luz no estaba correcta.

 

— ¿Por qué solo notas eso? yo no lo note, solo vi un cementerio por la noche muy genial y real, tanto que podría ponerme a recoger hierbas— ¿siempre se ha exigido tanto?  No recuerdo que lo hiciera cuando nos conocimos— eres mejor que tu hermana haciendo ilusiones. 

 

— ¿Violet?— ¿Acaso tiene otra hermana de la que no se?

 

— te dije que la vi en ese lugar, se hizo pasar por ti, y casi me engaña. Pero sabía que no eras tú porque algo se sentía mal en esa ilusión— Ione se encoje de hombros.

 

— no lo sé, nunca le mostré estas hasta que me fui. Ella siempre fue mejor que yo en casi todo… supongo que tener la cabeza en las nubes sirve de algo— pienso en cómo habla de su hermana, en  que puede sentir a veces lo que ella siente y en como hablan entre ellos en ese idioma que inventaron.

 

— debe ser muy extraño ser gemelos.

 

— mellizos es lo correcto, pero todo el mundo nos llama gemelos. Eso no impide que ahora ella me odie.

 

— No creo que te odie a ti ¿puedes hacer fantasmas? ¿O zombis? Así puedes terminar por engañar a todos haciéndoles creer que eres un nigromante— arruga la frente y yo espero mirando la habitación hasta que veo una silueta aparecer a un lado de la puerta: Un fantasma— luce bien.

 

— ¿en serio? no parece real...

 

— soy un nigromante, se cómo se siente uno de verdad. Quizá si se los muestras a Kiran diga algo diferente— encuentro el control de la televisión y la enciendo.

 

— ¿No tienes miedo de lo que paso? O lo que pueda pasar después.

 

— no.

 

— pero si nos atrapan seremos encerrados, quizá mucho tiempo antes de que decidan matarnos en el mejor de los casos, en el pero nos quedamos encerrados hasta enloquecer. No es lo que tenía pensado para mí cuando dejara el parlamento.

 

— ¿Eso es lo que te preocupa?— cambio los canales hasta encontrar una repetición en el canal der dibujos animados— Si es eso, entonces si te atrapan yo iré a sacarte de donde sea que te encierren.  Si me atrapan entonces… mejor tú intenta que no nos atrapen—  No creo que estando con Hadrien termine encerrado y si lo hago estoy seguro de que todo saldrá bien ¿Todo estará bien ahora con Hadrien?

 

— ¿Qué demonios fue eso?

 

— No es que tú no seas confiable, creo que podrías hacerlo…

 

— eso no, las sombras.

 

— Oh… estaba pensando en Hadrien.  Me olvide  porque fuimos a ese lugar y paso todo eso pero no se qué ha pasado.

 

— esta con Kiran, no creo que  pasa nada.

 

— ¿Y si no regresan? Nos quedaremos solos y tú tendrás que ser el responsable aquí porque eres mayor que yo— solo escucho las voces de la televisión. Ya vi ese programa, y comienzo a sentirme con sueño.

 

— No digas cosas tan aterradoras. Ellos regresaran— no creo que pasara nada malo, yo me enteraría si paso algo ¿no? los fantasmas siempre dicen cosas importantes— apenas puedo con que mi familia me odie.

 

— que no te odian a ti. Es tu familia, deben estar preocupados y solo conocen esa forma de expresarlo.

 

— Yo creo que mi hermana me ha dejado claro que me odia.

 

— Tu hermana me odia a mí— bostezo, jalo la cobija y me acomodo mejor en la cama— porque por mi culpa te quedaste— siento el brinco que da en la cama.

 

— ¿C-como…? ¿Tú lo sabías? Es decir…— me giro a verle. Su cara esta roja.

 

— No soy tonto.

 

— ¿desde cuándo…?

 

— Te dije que los fantasmas  no se quedan callados mucho tiempo ¿Cómo no notarlo? ¿Estarías aquí si no estuviera yo? tengo sueño— Acomodo la almohada y cierro los ojos. Si no lo hago me reiré al ver la cara que pone Ione. Cuando creo que no dirá nada, escucho

 

 — ¿Todo este tiempo lo supiste? ¿Y no dijiste nada?—  gruño en la almohada para responder— Han, todavía no estás durmiendo.

 

— Lo sé— Ser ingenuo y parecer ingenuo son dos cosas diferentes. Era muy extraño no darse cuenta que Ione se pone rojo cuando digo algo bueno sobre él, aunque no lo hace cuando alguien más le dice lo mismo.  Y siempre quiere hacer lo que yo digo— Lo escuche de los fantasmas.

 

—… Sobre eso ¿Q-que piensas?

 

— Umm, pregúntaselo a los fantasmas, buenas noches.

 

— ¡Hanley! sabes que no puedo hacer eso… ¿Han? No te has dormido todavía, nadie puedes dormirse tan rápido, vamos, responde— se me hace difícil no ponerme a reír cuando le escucho y cuando comienza a empujarme también no puedo aguantarme la risa.

 

— Basta, no diré nada.                    

 

— que cruel.

 

— Soy de los malos ¿recuerdas?— Hace una mueca, luego suspira.

 

— lo sabré algún día.

 

— Quizá— Aunque si notara mejor las cosas,  si él me desagradara no estaría aquí para empezar. Ah, que sueño. Lo último que noto es que Morrigan salta a la cama también, su pelo suave me roza el brazo y el calorcito que siento cuando se hace bolita a mi lado me termina por dormir. 

 

Ya pasaron dos días más, Ione no ha insistido más con eso, no hemos salido de la casa más que para ir a comprar comida y otras cosas que necesitamos, Ione no quiere que llamemos la atención robando comida o practicando magia en caso de que nos hubieran seguido. Hacer pociones cuando ya las conozco me aburre mucho, ni siquiera ver como se equivoca y hace que la casa se llene de humo negro y olor feo me divierte.

 

— Debo hace eso otra vez, debiste ver la cara de todos allá— Ah, Hadrien. Ione deja las hierbas también— Sin ti en el parlamento son solo un montón de gente que corre en círculos sin saber qué hacer.

 

— No será así siempre.

 

— ¡Hadrien!—  corro a la sala, creo que algo se cae de la mesa, pero no me importa. Hadrien y Kiran están en la sala, Kiran parece preocupado pero Hadrien está de buen humor, de muy buen humor diría yo— No vas a creer lo que hicimos. Ione y yo fuimos a un enorme evento de cosas de anime y series de televisión.

 

— ¿En serio?

 

— ¡Sí! Y todo iba súper genial hasta que llegaron magos del parlamento y entonces tuvimos que escondernos y correr para salir sin que nos vieran.

 

— ¡Han!— Ione suelta un chillido, no puedo llamarlo de otra manera. Cuando le miro, esta pálido y parece enfermo.

 

— ¿Están bien? ¿Nadie les siguió?— Ese es Kiran. Hadrien sigue mirando fijamente a Ione sin decir nada.

 

— No, salimos sin usar magia, esa fue una idea de Ione, dijo que sería más difícil encontrarnos si no usábamos magia y nos hacíamos pasar por humanos, aunque tuvimos que dejar las cosas que traíamos, Ione le arrojo una consola de videojuego a su padre y yo escape de su hermana.

 

— ¿Tu familia esta persiguiéndote?

 

— E-eso creo. No lo sabía hasta que los vi. Lo siento, fue tonto salir sin decir nada y nos puse en peligro por una tontería… aceptare cualquier castigo…

 

— No he dicho nada. Hanley está bien, pudieron salir de ese lugar sin que los descubrieran. No veo nada malo en eso, fue una buena primera prueba. Preocúpense cuando tenga que ir a sacarlos de donde quiera que los lleven.

 

— ¡Sí! ¿Arreglaste el problema con esa persona? ¿Qué hicieron? Se tardaron mucho en regresar. 

 

— Ah, solo unas visitas a viejos conocidos— Hadrien sonríe.

 

— realmente no sé qué decir de esto…

 

— ¿Podemos conseguir un videojuego?

 

— Si lo hacen ustedes solos.

 

— ¡Vamos, Ione!— salgo corriendo, llevándome a Ione de allí porque aun parece enfermo por lo que dije.  Llegamos a la habitación, Ione se sienta en la silla del escritorio suspirando— vamos, no fue tan malo ¿En serio pensaste que algo como esto molestaría a Hadrien?

 

— Rompimos las reglas.

 

— A veces hay que romper las reglas para solucionar las cosas. Es normal hacer cosas malas cuando somos malos ¿no? Ya no estás en el parlamento, no tienes que comportarte— levanta la cabeza, frunciendo el ceño— te contare algo, ese es el secreto para agradarle a Hadrien.

 

— Pudiste decírmelo cuando decidí quedarme— le sonrió y le saco lengua— definitivamente eres tan malo como él— entonces yo hare…— se levanta de golpe, y camina muy decidido hasta la cama donde estoy sentado, me sujeta los hombros con fuerza unos momentos, luego se queda así sin hacer nada, mirándome.     

 

— ¿Umm? ¿Qué harás, Ione?— como estamos tan cerca puedo ver en momento en que sus mejillas se ponen rojas. Me mueve un poco y termina por darme un beso en la mejilla.  Antes de que se aleje me inclino y también le beso, solo que yo lo hago en la boca. Ione se aleja de mi con la cara tan roja que parece brillar.

 

— t-tu…

 

— Dije que podrías hacer lo que quieras, aunque esto no creo que Hadrien se lo tome muy bien.

 

— ¡Han! ¡Eres tramposo!— me comienzo a reír, mas cuando Ione cubre su cara con la manos y solo puedo ver sus orejas igual de rojas que su cara, más llamativas entre el azul de su cabello. 

 

Tener con quien convivir es bueno, todo será más divertido de ahora en adelante.   

Notas finales:

Hasta la Próxima semana!!


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