Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un aprendiz de nigromante por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, espero que disfrutaran de la historia. Si, están en el final no solo de esta historia, si no de toda esta serie que inicie con Hadrien y sus Crónicas de un villano. Muchas gracias a los que siguieron las historias de los diferentes personajes hasta llegar aquí.

El sonido del viento entre los arboles es relajante. Dejo que ese sonido me ayude a concentrarme antes de hacer que los cadáveres que hay en el pequeño valle frente a mí se levanten. Siento la magia fluir hacia la tierra y los leves temblores que hay cada que mi magia encuentra algo para reanimar.


— nada mal.


— ¿umm?


— Este lugar está listo para grabar una película de horror— me rio, la magia sigue estable sin salirse de control ni del espacio que intentaba usar.


— intentas distraerme. No funcionara— Ione refunfuña algo— ¿Cómo te fue con tu hermana? Estaba seguro que regresarías más tarde.


— una emergencia en el parlamento, le llamaron. Ella se ve mejor que la última vez que la vi.


— tú también… umm había algo extraño contigo a veces.


— ¿En serio?— siempre pensé que eran cosas de hermanos,  creo que cualquiera que sea apegado a su familia extrañaría verles. Ione y su hermana además de ser familia son mellizos, y siempre compartieron muchas cosas— ¿Qué harás ahora?


— dormir.


— pensaba en invitarte al cine. Hoy se estrena una película que quiero ver— ah, sí. Ione ha mencionado mucho una película de acción sobre algún desastre natural— ¿Qué dices?


— está bien, no tengo nada más que hacer. Y si me aburro siempre puedo dormir en el cine— como Hadrien está haciendo alguna excursión con Hassim a la que no me dejaron ir por la seguridad de todos, y Kiran sigue con sus labores para después encontrarse con ellos en algún lugar, quedarme en casa es aburrido— solo debo darle de comer a Morrigan antes de irnos.


 — bien, también tengo que ir por dinero.


— ¿dinero? ¿Para que necesitas dinero cuando podemos entrar sin que nadie nos vea? Incluso podemos conseguir palomitas haciéndole creer al empelado que pagamos por ellas— bien, digo podemos, aunque es Ione quien puede hacerlo y no yo.


— pero eso no sería…


— ¿bueno? No somos buenos—  Ione sonríe, porque es algo que sabe desde hace mucho tiempo— ¿Cómo lo ha tomado tu hermana? ¿Ya lo ha tomado mejor?


— Han, me costó mucho aceptarlo a mí que vivía y practicaba con Hadrien, creo que debería darle más tiempo— me encamino a la casa. No queda lejos y siempre prefiero andar y ver alrededor que aparecer en la casa. Siempre he querido decirle que su hermana no tiene ningún problema con él, y que si detesta a alguien es a mí. Si no le he dicho es porque no tiene caso, no hará que ella deje de culparme porque Ione se fue del parlamento— estás muy callado, eso no es buena señal.


— Solo estoy pensando.


— espero que no en tener otra aventura por allí. La última vez casi terminamos volando un barco y todos creyeron que era una bomba.


— ¿y cómo iba a saber había una fuga de gas y que no debía encender fuego? Vamos, admite que estar conmigo hace las cosas más interesantes, nunca te aburres con todo lo que pasa.


— Lo admito, aunque preferiría no poner en riesgo nuestras vidas cada vez.


— ¿Qué es la vida sin algo de peligro?— A Ione no le hace gracia y ya no dice nada. En la casa hace frio, algo que provoco Hadrien para obligarnos a buscar una solución antes de que regresara.  Suspiro al recodar que no hemos tenido ningún avance. Morrigan está en la cama, en medio de un montón de mantas calientes.


— Iré por el dinero— dejo la comida de Morrigan cerca de ella, y regreso a la sala. Espero  mirando alrededor en un intento de tener alguna idea que no sea preguntar a los muertos. Sé que a veces no es confiable, y no puedo depender todo el tiempo de ellos porque en una pelea distraerme de mis enemigos es un error grave según Hadrien.


— Quemare la casa.


— ¿Qué?


— quemare la casa, es una solución para quitar este frio. Si bajamos las cortinas y las acercamos a los sofás, creamos un pequeño camino para que todo se incendie luego uso la magia  para crear fuego, y veremos un incendio grande por aquí. Si quieres puedes conseguir gasolina y después encargarte de que no se salga de control.


— No vamos a incendiar la casa— Ione está frunciendo la frente al mirarme.


— pero si de todos modos nos vamos a mudar. Serviría para no dejar pistas de nosotros aquí ¿Qué dices?


— no creo que sea la solución que Hadrien espera.


— Aburrido— me dejo caer en el sofá. Hadrien ha dicho que tenemos mucho tiempo en este lugar, y como él no lo consiguió piensa que lo mejor será movernos pronto para poder estar más seguros. Le creo cuando dice que Kiran no podría elegir un lugar seguro porque nunca tuvo que esconderse como nosotros y cuando dice que es más difícil ocultarnos cuatro personas que solo una o dos.


— racional. Vamos, la función es en unos minutos— me hace levantarme, y  me encamina hasta el cine.  Este lugar ya no es algo extraño para mí, y me gusta venir cada que puedo, aunque Ione me hace pagar cuando me acompaña— Ah, no puedo esperar para que empiece…. ¿Qué pasa? Me estas mirando extraño.


— nunca has ayudado a nadie. Las veces que hemos salido y pasa algo que lastima a los humanos, no ayudas. Estaba pensando en eso, y creí que harías como Kiran, que ayuda a todos.


— Yo no soy Kiran. Si aprendí a sanar no fue para ayudar a los demás, no soy tan bueno y lo sabes ¿de cuáles palomitas quieres esta vez?— señalo las primeras que veo, no tengo unas preferidas. También pido dulces— aun no te lo sacas de la cabeza ¿no? por qué no ayudo. Soy más egoísta, prefiero ayudarme a mí y lo que me interesa que a los demás, los demás no han hecho nada por mí y yo no tengo que hacer nada por los demás.


— eh, y yo que pensé que eras tan bueno por estar en el parlamento.  Al final si eres más villano de lo que creí.


— ¿Por qué luces tan sorprendido? Me ofende, he estado tanto tiempo con ustedes y todavía dudas de mí. No todos en el parlamento son como Kiran, recuerda a Jency, y bueno… a los lugares que hemos ido y encontramos magos que usan magia oscura tampoco todos son como yo creía, solo quieren vivir tranquilamente haciendo… lo que sea que hagan.


— ¿Te refieres a los mercados? Nunca he ido a los mercados de oriente, Hadrien nunca me llevo pero sé que hay cosas increíbles y geniales allá.


— solo quieres ir a robar figuras y cosas originales.


— También…— la pantalla del cine se ilumina y los primeros anuncios comienzan.


— Iremos. Algún día— La película inicia y nos quedamos callados, tomados de la mano en la oscuridad de la sala.


________________________________________________________________


 


Sabía que las ciudades asiáticas eran grandes,  que hay muchas personas y que a la vez hay zonas muy despobladas pero como nada de esos lugares nos interesa por ahora vinimos a una ciudad.  Eso era una buena idea hasta que perdí a Ione entre las personas. Sería fácil saber dónde está, hay espíritus en todos lados, pero siempre es divertido verle cuando me encuentra y sé que siempre me encontrara así que no tengo que quedarme esperando o preocuparme por encontrarle, tampoco le he dicho que simplemente puedo ir a casa y encontrarnos allá, no necesito que este aquí como cuando yo no sabía los hechizos para teletrasportarme. Aunque Ione intente parecer cool y adulto, aun pasa muchas cosas por alto que me hacen reír cuando él no me está viendo porque se sí que me descubre le diré y entonces él dejara de hacerlo, y que haga todo eso es muy tierno.


— ¡Han! Ah, por fin te encuentro ¿Dónde estabas? te dije que en este lugar debíamos tener cuidado, un tsunami podría llegar en cualquier momento— a veces me pregunto si Ione ha leído algún libro sobre geología o si recuerda que si mi vida está en peligro real los fantasmas me lo dirán antes.


— para que haya un tsunami primero tiene que haber un sismo, Ione. Y estoy seguro de que tiene que ser tan fuerte para que sacuda el mar, que lo tendríamos que sentir primero. También hay alarmas en la ciudad— Ione me mira con desconfianza, lo que me hace resoplar y seguir caminando— quiero ir a las tiendas de magia oscura que hay. Sé que hay toda una calle exclusiva, como ese callejón en las películas de Harry Potter.


— ¿Seguro que no quieres ir primero a buscar otras cosas?


—Por más que me guste eso, me gusta más la magia negra. Vamos, vamos, es por acá— Me apresuro a pasar la calle donde el semáforo está cambiando de color. Ione me alcanza cuando llego al otro lado de la calle.


— Ten más cuidado ¿Y cómo sabes que es por aquí?


— Hey, se dónde encontrar magia oscura…— doy vuelta en otra calle, señalo un edificio, un centro comercial muy grande— el parlamento no tiene mucha influencia por estos lugares, es más fácil encontrar cosas ilegales.


— Ya se eso ¿Por qué nunca vinieron a lugares como este?


— Porque es aburrido… los nigromantes y los que usan magia oscura aprendieron a ocultarse mejor del parlamento, y el parlamento se ha confiado creyendo que ya habían terminado con todo, cuando solo se oculta bajo sus narices.  Además, Kiran y Hadrien, ya sabes…— Ione solo mueve la cabeza para decirme que sí. Pasamos por varias tiendas, el lugar está lleno de humanos, el mejor engaño para cubrirse. Le señalo a Ione un letrero de evacuación que parece muy normal, pero los símbolos ocultos para los humanos son claros para nosotros. Seguimos los símbolos hasta una entrada de servicio, Ione es quien abre la puerta y deja ver una escalera que baja. Una persona está al final de todo… no una persona, una mujer, de cabello oscuro y piel también oscura, solo que parece la piel de una serpiente. Ella nos ve solo un segundo, ve las sombras moviéndose a mí alrededor y ella sonríe y abre una reja.


— Gracias— Ione me empuja.


— espera, su piel es genial ¡Me recuerda a medusa!


— Es descortés mirar mucho, nos meterás en problemas si ella se ofende— dejo de escuchar su regaño cuando veo las tiendas. Ione ya no se molesta en detenerme y solo me sigue por todos lados mientras busco las cosas que quiero— es diferente a lo que esperaba, más ordenado que en otro lugares.


— Aquí no se están ocultando precisamente— esta parte del edificio es como una versión más oscura de las tiendas que hay arriba, desde tiendas de té hasta tiendas donde venden cosas de otros países— ¿eh? ¿Ione?— ¿se ha ido? Ah, creo que me he perdido de nuevo. Doy un recorrido más, me entretengo en una tienda llena de frascos con sustancias de colores brillantes. Me llevo algunos y para mi sorpresa soy yo quien encuentra a Ione en la tienda frente a la que estoy. Me hace una seña cuando me ve— No me estabas buscando ¿Por qué no me buscabas?


— ah, lo estaba haciendo, pero esto… ellas dicen que son especiales— señala una mesa llena de collares y pulseras. Las chicas que están tras la mesa también son gemelas,  su piel es rosa y brilla, como un diamante— Amuletos.


— ¿Ah? ¿Y que tienen de especial? Yo los hago todo el tiempo.


— Estos son de buena suerte— No puedo evitar una risa, pero por la forma en que las chicas me miran, prefiero no decir nada y esperar a que Ione diga o haga algo más. Espero un poco, y más antes de darme cuenta de que Ione realmente lo está considerando.


— hey ¿en serio piensas que… servirá?— Ione solo encoje los hombros y señala la mesa.


— Elige uno— les doy una mirada, pero casi todos me parecen muy femeninos. Elijo una pulsera de listones negros con algunos nudos y piedras rojizas. No me gusta mucho, pero si no lo acepto creo que hare que Ione se sienta mal, además de que las chicas rosas no parecen muy amigables.  Dejo que Ione pague y sigo recorriendo el lugar.


Salimos ya tarde, y con hambre. Entro al primer restaurant que veo, siempre quise entrar a uno que fuera de comida rápida, está lleno y se siente extraño estar rodeado de tantos humanos normales que incluso me hacen sentir normal a mí. Pasamos lo que queda de la tarde entrando las tiendas de comics y anime que encuentro. Todo normal, es una de las tardes más tranquilas que he tenido en mucho tiempo, demasiado tranquila.


— ¿Ione?


— ¿Regresamos ya?— Observo las cosas que llevamos, el camino hasta el hotel donde nos estamos quedando. Llegamos sin ningún problema ni accidente y apenas se cierra la puerta, me quedo mirando por la ventana— ¿Pasa algo?


— No pasa nada.


— Umm.


— No, no entiendes, ese es el problema, que no pasa nada. No hay cosas cayendo, autos apunto de arrollarme, cosas que aparecen de la nada y me hacen tropezar, personas que no me entienden y terminan gritándote a ti por algo que no entiendo. No incendios, ni temblores o persecuciones policiacas que nos dejan involucrados, ni muchos menos hay parlamento aquí… no creí que esto fuera a funcionar— agito la mano— ahora estoy interesado en cómo hacen esto ¿es igual que una maldición? ¿Quizá de aquí pensaron en las hadas madrinas de los cuentos? 


— No entiendo.


— Pero si tú fuiste quien quiso que usara esto— le frunzo el ceño, en parte porque es su culpa y otra porque no sé  cómo sentirme ahora.


— ¿Han?— ya no hay mala suerte, no más accidentes extraños— ¿Estás bien?


— Eso creo…— enciendo la televisión, pero no ayuda mucho que este en un idioma que no conozco. Me aburro, me arrepiento de  no haber traído a Morrigan conmigo, podría jugar con ella mientras pienso en que está pasando. Es tarde cuando vuelvo a despertar. Afuera esta oscuro y las luces de colores que entran por la ventana dan la sensación de que  estamos en una fiesta.  Ione está durmiendo en la otra cama tan tranquilamente que le arrojo una de las almohadas que le da a la primera. Ione se sienta dando un manotazo y mirando a todos lados hasta que resbala de la cama y cae con un ruido fuerte.


— No es gracioso Han— apenas le escucho con mis risas. Salto a la otra cama para mirarle justo cuando él se sienta— ¿Qué ha pasado? ¿Por qué me despiertas?


— nada, solo me molesta que estés durmiendo cuando yo no— refunfuña mientras intenta levantarse. Su cabello ha quedado desordenado y sobre su cara.


— hay mejores maneras de despertarme ¿sabes? si me arrojas cosas pensare que algo está pasando— ah, sí,  Ione aun piensa que tiene que asegurarse de que no me pase nada como si yo necesitara de alguien todo el tiempo— ¿Por qué no puedes dormir?


— ¿Quién ha dicho que no podía? Solo desperté y te vi dormir tan bien que solo pensé en despertarte… y sobre eso ¿Cuál sería una buena manera de despertarte?— Ya se ha sentado en la cama, y antes de que me responda me muevo para acercarme y besarle— ¿algo como eso?— Me gusta cuando a Ione se le pone la cara roja y luego comienza a tartamudear y esta vez no es la excepción.


— eso estaría… estaría mejor.


— Es bueno saberlo para no hacerlo—  Aun tiene la cara muy roja pero me frunce el ceño mientras le sonrió. Solo digo eso para molestarle. Ya que estamos tan cerca, me pongo a jugar con su cabello— realmente me gusta como se ve largo— lo acomodo tras su oreja, sin dejar de mirarle y por eso puedo ver cuando él se acerca para besarme. Esto solo me hace recordar lo que no ha pasado hoy— Sigue sin pasar nada…— Comento cuando seguimos besándonos, cada vez más cerca de terminar acostados en la cama.


— ¿Eh?—  Nos quedamos esperando, Ione atento a la puerta, esperando a que pase algo de lo que siempre pasa, pero solo hay silencio y los ruidos normales de una ciudad— entonces nosotros podemos… ¿Podemos?


— ¿Qué no el interés de libarme de mi mala suerte era por esto?


— no… quizá sí, pero no… un poco pero no solo por eso.


— Que honesto,  acá también estas poniéndote honesto— Me rio cuando hace una mueca, pero ya me he colgado a él y me dejo caer en la cama. Estoy nervioso, esperando aun que pase algo… los dedos de Ione tiemblan cuando rozan mi piel, también debe estar nervioso. Eso me hace reír, mas imaginando las cosas que debe estar pensando— este sería un buen momento para inventar un hechizo que haga desaparecer la ropa ¿No crees?


—  No creo que estés diciendo eso justo ahora.


— puedo decir cosas peores.


— No lo hagas— Me besa, su mano deja de temblar bajo mi camisa. Dejo de besarle para adelantarme y desabrochar los botones de su pijama, el deja sus manos en el borde de la mía— Siempre quise quitarla— por respuesta alzo los brazos. Me hace cosquillas sentir sus dedos cuando la desliza hacia arriba.  Nos besamos de nuevo, en la cama  otra vez.  No es la primera vez que nos vemos sin camisa, pero la situación es completamente distinta. Los dedos de Ione dejan cosquillan donde me toca,  y como estoy tan concentrado sintiendo es que noto cuando deja de hacerlo.


— ¿Ione?


— Detengámonos.


— ¿eh?..— Espero que diga algo más, pero el solo se da la vuelta— ¿en serio? ¿Estás hablando en serio? ¿Quieres parar? ¿Ahora?


— si


— ¿Por qué? pero si tú lo has querido desde…


— Por eso… solo porque ahora ese brazalete funciona, parece que solo estoy aprovechándome de eso.


— ¿Y?


— no haremos eso hoy.


— ¡No puedes hablar en serio!— pero lo está haciendo, sé que habla en serio— eres cruel, y malo.  


— Entonces aprendí bien del mejor— resoplo antes de arrojarle otra almohada— si no puedes dormir podemos usar los nuevos videojuegos— Solo está intentando desviar el tema, podría seguir insistiendo, pero solo suspiro. No tiene caso discutir, me estiro  y me abrazo a él.


— no quiero jugar ahora. Duerme conmigo…— sonrió cuando su cara se pone roja otra vez— como siempre, creo que duermo mejor cuando estoy contigo.


— No tienes remedio, Han— recoge las almohadas y regresa a la cama. No tengo intención de hacer nada, ya no. solo me pego lo más que puedo a Ione mientras me acomodo en la cama— ¿Qué quieres hacer mañana?


— quiero subir al tren. Subir a un templo y terminar en un balneario de aguas termales.


—  Ves demasiado anime— siento su aliento en mi hombro,  luego el roce de sus labios en mi piel— ¿No compraras más?


—  no lo sé…— me doy la vuelta para besarle, jalando de su cabello para que no se aleje aunque sé que no haremos nada por más que lo intente y al final Ione si termina apartándome un poco, eso no evita que le haga una mueca.


— Pareces un gatito enojado— le doy un manotazo cuando intenta tocarme el cabello pero en lugar de molestarle, se ríe— ni poniendo caras harás que cambie de opinión.  


— no es justo.


— solo duérmete.


— puedes correr todo lo que quieras, Ione, pero no podrás esconderte de mí ¿escuchas? Puedes correr pero no esconderte.


— Te escuche la primera vez— me estiro para tomarle la mano, hago unos trazos al mismo tiempo que repito el hechizo que memorice cuando estaba en el mercado.  Termino y hago lo mismo con mi brazo izquierdo. Cuando termino las marcas que solo había trazado se hacen visibles— ¿Qué hiciste? ¿Qué es esto? ¿Se quita?


— un hechizo. Para encontrarte, ya sabes no puedes esconderte de mí, y que me encuentres. Siempre me pierdo, entonces…—  hago un gesto hacia las marcas— también sabremos si estamos en problemas.


— ¿no pudieron ser más como las de Kiran?


— Lamento no tener talento para el dibujo— refunfuño. Ione se ríe otra vez, me abraza y me besa la cabeza— tengo sueño.


— duerme y déjame dormir.


— Umm— Me dejo llevar por el silencio y el agradable calor de la cama. Todo está bien, no importa que solo durmamos hoy ni que Ione se negara a tocarme más, porque sé que mañana todo seguirá bien, haremos todo lo que dicho porque Ione rara vez me dice que no. Pasearemos y quizá intente avergonzarle en el día porque es divertido y porque me gusta verle con la cara roja. Tampoco importa si al final de día me vuelve a rechazar porque tenemos mucho tiempo, demasiado y sé que al final yo ganare.      


Me despierto con la voz alarmada de Ione. Le veo ir y venir por todos lados mientras no para de hablar.


— ¡Han!


— ¿Qué?—  no entiendo que me dice, incluso cuando me toma de la mano y la alza para verla.


—  Perdiste el brazalete— me miro la muñeca donde hace un rato estaba el brazalete que me dio, porque ahora ya no está y escucho el ruido de lo que parece un tiroteo acompañado de mucho ruido.


— Oh. Debió haberse caído cuando dormía— Ione me mira, justo cuando se hace un silencio extraño en la ciudad.


—… Muchos, debo conseguir muchos antes de irnos— murmura al tiempo que se pone de rodillas para buscar bajo la cama y yo alzo las sabanas. Si, aunque las cosas cambien, y nosotros cambiemos es bueno saber que algunas cosas siguen igual. 

Notas finales:

 

Hasta pronto!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).