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Im Ok por amayablue

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Notas del capitulo:

 

 

¡disfruten del cap!

:)


Como cuando el viento sopla, las hojas de otoño tiemblan


Y así como cuando las olas ocurren, el océano tiembla


Tiemblo por que el amor pasó por mi


Pov Jiho



- ¿estas molesto? – escuché su voz sacándome de mi trance. Desde que bajamos de la azotea nos habíamos mantenido en silencio. Escuché su pregunta, pero estaba hecho un desastre, aun sentía las piernas temblarme de verlo parado en el borde, si me esforzaba por no pensar en la escena del hospital la primera vez que lo vi, aun me daba pesadillas – estas molesto – vi su mirada bajar preocupado.


-No lo estoy- respondí tomando una cobija del ropero, lo envolví en ella sentándome a su lado, no sé cuánto tiempo pasó arriba, pero estaba helado, sus mejillas siempre tenían ese color rosa que lo hacía ver hermoso ahora estaba tan pálido…no quería que la situación me sobrepasara. LE sonreí tocando su rostro, estaba a salvo ahora. Estaba vez no se alejó colocó su mano en la mía haciendo más largo el contacto.


-lo siento- repitió, cerrando los ojos, el reloj marcaba las 4 am y había sido un día mucho más largo de lo que creí. - ¿Qué es lo que quieres sabes?


-necesitas…necesitamos descansar- respondí dándole una sonrisa – Por la mañana tras haber dormido y desayunado algo…escucharé todo lo que quieras decirme- asintió soltando un suspiro. Acomodé su almohada dejándolo solo en la habitación, no iba a poder dormir fui a la cocina encendiendo la cafetera


-Jun intentó hacerlo de nuevo – mandé un mensaje a Dean…sabía que siempre dormía tarde y que me respondería, enseguida entró una llamada


-Joder Jiho, ¿está bien? ¿llamo una ambulancia?


-no…está bien. Lo encontré parado en la azotea del edificio - “mierda” respondió, hubo un momento de silencio y volvió a hablar “ Investigué un centro de rehabilitación, caro y seguro hasta el carajo…tal vez”


-No puedo enviarlo ahí – me vi llorando de nuevo mientras veía el contador de la cafetera a punto de estar – Si intenta


-¿hacerlo de nuevo? Eso me dijiste la última noche en el hospital, pero lo hizo ¿no? No puedes hacer esto tu solo – suspiré – intentarlo es un riesgo alto – lo escuché hablar durante unos minutos hasta que la cafetera sonó, y colgué…Me lavé el rostro componiendo me un poco…¿Cuánto dura un ser humano sin descansar? El celular volvió a vibrar con el número de la clínica que Dean me había enviado…no podía enviar a mi pequeño ahí


-¿Wo? – escuché su voz en la puerta de la cocina , viéndome con una de mis pijamas puesta, su cabello estaba húmedo y por un momento noté un destello en sus ojos


-¿te sientes bien? – asintió entrando - ¿no vas a dormir? – vio la cafetera llena antes de volver su mirada a mi


-Solo…tengo un poco de trabajo atrasado – sonrió de lado negando


-Mientes – nuestras miradas se encontraron y entendí


-No quiero que vuelva a pasar, si te pierdo de vista y vuelves a intentarlo voy a volverme loco. – me regaló una sonrisa triste y sentí la necesidad de disculparme


-No lo haré de nuevo – respondió – No tienes por qué dormir en el sillón en tu propia casa


- ¿si duermo en la habitación contigo no te sentirás incomodo? - negó


-Cuando dormías conmigo en el hospital…era mucho más fácil dormir – eso le dio un respiro a mi corazón, dejé la cafetera y lo seguí a la habitación, lo vi sentarse en la cama y noté las mangas húmedas


-Tus vendas se mojaron –dije caminé rápidamente al baño trayendo el botiquín. Las otras veces que tuvimos que cambiarlas pude llamar a una enfermera, pero a esta hora…tendría que hacerlo por mí mismo, me habían dado instrucciones de cómo hacerlo para emergencias, pero no quería hacerlo. Me senté a su lado tratando de no verme nervioso, quité las vendas, debajo había una especie de parche de gaza con cinta a los lados, empecé a quitarla viendo en su rostro si dolía, pero no se quejó, estaba a punto de que me diera un paro cardiaco y la quité, no había sangre en ellas, pero mis manos comenzaron a temblar perdiéndome en esa herida, tomé su otra mano quitando las vendas con menos cuidado, solo necesitaba verla…


- ¿Cómo pudiste hacerte esto? – solté levantándome de la cama - ¿Qué diablo estabas pensando? ¿Cómo creíste que reaccionarían tus padres? Volverían a encontrarte desangrado en la cama de un hotel ¿pensaste siquiera lo mucho que nos destrozaría tu muerte? ¿Cómo diablos creíste que yo podría seguir caminando en este mundo sin saber que estas por ahí? Creí que si tenías un problema vendrías a mi…Siempre nos contamos todos y aunque nos distanciamos un poco yo pensé…pensé que sabías todo lo que significas ¡¿Cómo pudiste hacerte esto Junhong?! No lo entiendo… ¿ya nada importa? - Apreté la venda mojada en mi mano antes de aventarla al piso


-No tienes derecho a lastimarte…no tienes derecho…Te amo tanto – le había gritado, decir que había perdido el control era poco…estaba llorando enfrente de él, le había gritado y básicamente le había reclamado justo todo lo que me dijeron que no hiciera. Él se veía asustado, estaba en medio de la cama viendo con los ojos cubiertos por lágrimas – Perdóname – me hinqué frente a la cama hundiendo mi rostro en el colchón – Perdóname…pero te amo– repetí y sentí sus manos sobre mi cabeza, buscando que lo volteara a verlo.


-Está bien- respondió – sé que hice mal…prefiero que me digas lo que sientes a que me veas con lastima como todos en el hospital – me dio una pequeña sonrisa


-Te amo tanto- solté tomando sus manos- Ahora sabes que me tienes a mi ¿verdad? Si algo pasa si te sientes mal ¿sabes que cuentas conmigo? – asintió y dejó que me calmara unos minutos en sus manos, terminé por vendarlo de nuevo y aunque no me había dado permiso me acorruque en su espalda, atrapándolo entre mis brazos. Un momento después lo sentí moverse y me abrazó también, dejé miles de besos en su rostro hasta llegar a sus labios…no quería sentir que me aprovechaba, pero necesitaba sus labios…solo un segundo, nos uní sintiéndolo estremecerse, pero no me rechazo.


 


Al abrir los ojos él seguía en mis brazos dándome un minuto de tranquilidad, íbamos a conseguir ayuda profesional pero no me iría de su lado. Besé su frente viéndolo despertar de a poco. Seguramente era la primera noche en mucho tiempo que lográbamos dormir, tomé mi celular de entre las sabanas para ver la hora


-Son las 4pm – susurré uniendo nuestras frentes, se removió tratando de conseguir unos minutos más de sueño, acaricié su cabello mientras dejaba besos por su rostro – Hay un súper cerca…compremos cosas y hagamos algo de comer …- se frente fue a dar a mi pecho y sonreí – Tengo una parrilla, compremos hamburguesas y tengamos una pequeña parrillada… dejaré que tomes una cerveza si comes bien – lo escuché reír


-Tengo 24 años…puedo beber desde hace un par de años – sonreí, su risa era lo que más extrañaba de él. Escucharlo me dio un poco más de ánimo para seguir con su rehabilitación. Finalmente se levantó y comenzamos a vestirnos. Tomó prestada ropa mía y salimos caminando al supermercado, no quedaba lejos. Tomó un carrito comenzando a caminar, lo seguí dirigiéndolo un poco sobre donde estaban las cosas, esperé mientras nos empaquetaban la carne y al darme vuelta acomodándola en el carrito, él no estaba. Lo busqué con la mirada rápidamente y para mi cordura un par de pasillos adelante vi la sección de frituras y demás dulces, lo vi seleccionar un par de cosas y al darse vuelta me encontró detrás suya


-Falta el pan – le hablé y asintió, volvió a tomar el carrito empujándolo a la panadería, se veía calmado, definitivamente no era el nudo de nervios que vi ayer por la madrugada, pero aun así no me confiaría, estaría a su lado.


-Jiho – me llamó y sonreí, me había perdido en mis pensamientos - ¿estos? – alzó un paquete de bollos con ajonjolí y asentí, vi su manga deslizarse por su brazo dejando al descubierto las vendas, enseguida la bajo viendo hacia los lados asustado


-Está bien – me acerqué tomando su mano – este es un tema de ambos, nadie más tiene derecho a opinar – escuchó mis palabras y asintió unos segundos después -¿tienes ánimo de un helado? – pregunté y casi pude escuchar a su estómago de nuevo, sonreí tomando el carrito detrás de mí. Tras tomar un par de paletas de la nevera fuimos a la caja, tomé las bolsas viéndolo bajar la mirada –No pesan mucho en realidad…no puedes hacer mucho esfuerzo cariño – vi sus mejillas sonrojarse y no dijo más, me tomó unos segundos entender que se me había escapado un “cariño” , él siempre había sacado esa parte de mí, la cursi que hacía que mis amigos me molestaran hasta el cansancio. Y lo mejor era que nunca me importó, siempre me había tenido en la palma de su mano y había sido yo quien le dio ese control conscientemente.


 


Volvimos al departamento y comenzamos a encender la parrilla, tenía un pequeño patio saliendo de la cocina que tenía la parrilla, sillas y un sillón colgante que compré para complacer a mi madre, porque ella lo quería, pero no es un casa.


-Tu departamento es muy bonito – habló sentando, había sacado su cono de nieve y lo comía tranquilamente


-gracias- fue todo lo que respondí comenzando a colocar la carne sobre la parrilla.Se metió un momento al departamento y salió con mi laptop, le indiqué la contraseña y colocó música, creo que solo eligió algo de spotify pero la voz de Adele comenzó a sonar con “Someone like you”, creo que a ambos se nos formó un nudo en la garganta pero dejamos la música sonar mientras cocinaba, al terminar comimos sentados en las sillas frente a frente, no hablamos pero el silencio no era incomodo sobre todo con Jun dándome esas miradas tímidas durante ese tiempo. Ambos comimos demasiado, pero con las cosas un poco en calma el cuerpo parecía pedir factura.


Tomó mi helado también recostándose en el sillón colgante cuando limpié todo, sonreí al verlo ahí meciéndose, se veía relajado y tras dejar los platos sucios en el lavatrastos me senté a su lado.


-¿eso era mío no? – bufó dándole una mordida, tenía el estómago ligeramente abultado y su piel tenía un poco más de color, bien. Me recosté disfrutando del momento, “Dont you remember” comenzó a escucharse por todo el departamento.


-¿Vamos – lo escuché – a hablar de “eso?- suspiré buscando su mirada, se escondía asustado


-Si quieres contarme…estoy aquí – lo vi dudar y acaricié su cabello – Me quedaré a tu lado…pase lo que pase – mis palabras parecieron tener efecto en él porque sus labios comenzaron a moverse


-El chico al que golpeaste …el que me golpeó, realmente no hizo nada malo…se enamoró de la chica con la que salía, pero fue ella quien decidió dejarme…por él – sus ojos se tornaron triste de nuevo – me metí a su casa a fuerzas no tengo justificación, me merecía la paliza – suspiré


-¿Quién es ella? – traté de no sonar celoso, casi lo logro


-Era una aprendiz de la empresa…empezó a pedirme ayuda para sacar algunas canciones y lo hice…me enamoré de ella o…eso creí – una lágrima rodó por su mejilla y la atrapé con mi pulgar – Solo me utilizó…durante un año y medio, jugó conmigo y se fue, traté de crear canciones buenas para ella, canciones que la hicieran sentir- cortó su oración – Traté de hacerlo bien para ella…le puse mi alma a esas canciones


-¿no es como nos conocimos nosotros también? – respondí y lo escuché sollozar - Pasamos noches en vela arreglando algunos de tus mixtapes, te ayudé con las letras…te vi ensayar coreografías durante horas y de repente esas horas se me iban haciéndote el amor en la cabina


-No – sus mejillas estaban inundadas y había recogido sus piernas, la respuesta vino a mi mente cargándome de emociones el corazón de nuevo - ¿es patético cierto? – 4 años, nuestra diferencia de edad nunca me pareció mucha hasta este momento, cuando rompimos pensé que necesitaba espacio para volar alto sin tenerme de ancla…para él, lo había aventado al precipicio sin siquiera saber aletear.


-¿ya es muy tarde para evitar verme patético, cierto? - lo vi durante unos segundos


-Ante mis ojos…lo estabas haciendo muy bien, lograste un montón de cosas por ti mismo y mantuve mi distancia no por falta de amor Jun, necesitabas tiempo para crecer y realmente lamento que te hayas encontrado con una basura de persona como ella. No es tu culpa, y no te ves patético… Ya te lo dije, no puedes lastimar a alguien a quien amo tanto, no puedes hablar así de ti.


-Lo siento- dije antes de abrazarlo…era un camino largo.

Notas finales:

Lamento no haber actualizado ayer , estoy con gripa desde el viernes y me he sentido un poco mal

El prox cap será el ultimo y trataré de hacerlo más largo <3 


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