-Enhorabuena, Kisa Shouta. Desde ahora eres el nuevo jefe de Sapphire...
***
¿Desde cuando? ¿Por qué se había tomado en cuenta a Kisa para la vacante de editor en jefe de tal sección? Su orientación sexual y su gusto por las caras bonitas era conocida, también su simpatía y su buena relación con las editoras (todas mujeres) que trabajaban allí... Pero Kisa siempre se había dedicado al shojo, y aún así no destacaba mucho...
-Lo siento, yo... No creo que sea el adecuado para...
-¡Lo eres de sobra! Y no te lo digo como amigo, sino también como jefe. ¿Quién mejor que tú para editar historias de amor entre hombres? Por mucha sensibilidad que tengan las chicas, tú eres un buen conocedor de la materia... Y además, la experiencia es un grado. Y por último está tu apariencia, ¡pareces un estudiante de secundaria! Y además eres pasivo... O uke, como le llaman las chicas.
Kisa volvió a pensar. El departamento Sapphire tenía buenas ventas, sacaban bonitas historias de amor entre hombres, pero eran muy clichés o muy parecidas al manga shojo en el sentido en que eran obras muy blancas, sin tramas muy originales ni más que unos besitos entre los protagonistas. Sólo en pocas ocasiones llegaba alguna obra que se desmarcaba un poco del resto (sin mencionar la sensacional Junai Romantica), pero obtenían pocas ventas y solían ser tomos únicos. Tal vez Kisa pudiera innovar dentro de aquella sección, como había dicho Isaka, no hay nada como la experiencia y ser un buen comocedor de la materia... Por no hablar de la mejora de las condiciones de trabajo y el aumento de sueldo que suponía. Kisa sonrió, convencido.
-Acepto.
-¡Muy bien! ¡Sabía que acabarías haciéndolo! Asahina, llévalo a su nuevo despacho.
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¡Maldita sea la hora en la que acepté este trabajo!
Unas semanas después, Kisa Shouta comprendía que no es oro todo lo que reluce... Ser el jefe de un departamento tenía muchos inconvenientes y pocas ventajas. A pesar del aumento de sueldo, su jornada laboral había aumentado y tenía que asistir mensualmente a juntas con los otros jefes de departamentos, ventas y marketing, y aquello era la jungla salvaje (oso gruñón incluido). Aunque bien podía hacer como Isaka y sentarse a aplaudir a quien gritase más... Pero no, eso no era para él. Y, aunque no quisiera reconocerlo, echaba de menos a Mino, y burlarse los dos juntos del pobre Ritsu.
Pero lo peor era que todo aquello había afectado a su creatividad. Kisa se enorgullecía de ser un tipo creativo, cuyos giros dramáticos en la trama de las historias que editaba eran conocidos en el mundo editorial y bastante valorados, pero ahora se encontraba con que no funcionaba en el manga de amor entre chicos. Y menos cuando él quería enfocarse al público de más de 18. La autora que tenía a cargo tampoco parecía muy contenta con lo que sugería Kisa, y el pequeño gran hombre no sabía qué hacer.
Twinkle, si es cierto que concedes deseos, me gustaría tener algo de inspiración...
En el despacho de Isaka, un conejito sonreía maquiavélico.
Tengo una idea genial para ti. Deseo concedido.
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Al día siguiente, Isaka acompañó a Kisa a su despacho, habían acudido juntos al trabajo e iban hablando sobre la próxima vez que saliesen a cenar en parejas.
-Posiblemente este sábado...
-Sí, ese día es perfecto. Creo que no tenemos nada, pero se lo comentaré a Asahina... Bueno, ahora a trabajar.
-Buenos días, jefe.
Kisa se disponía a enfrentar otra dura jornada de trabajo, pero con la perspectiva de una agradable cena de parejitas ese fin de semana, no se Le haría tan pesado el día. Y tendría todo el domingo para estar a solas con su hombre brillante... Entre los papeles que había en el escritorio del pequeño editor, descubrió un libro de tapas negras, no muy grande, que no había visto antes. Más que un libro, parecía una agenda.
Vaya hombre, el jefazo olvidó aquí su agenda. Será mejor que vaya a devolvérsela. Pero antes...
Un impulso irresistible lo hizo abrir el pequeño libro y empezar a hojearlo. Para su sorpresa, descubrió que era una especie de diario, ¡el diario del mismísimo Isaka Ryuichiro!
Querido diario, hoy me siento muy triste. Sé que lo tengo todo, pero no tengo lo que más deseo... Kaoru está enamorado de mi padre, siempre habla de él con admiración y respeto. En cambio a mí... Me mira con desprecio, como si fuera un niño tonto, y es culpa mía porque me comporto así a propósito, para obtener algo de su atención.
Querido diario, hoy he comprendido que nunca llegaré a ser un gran escritor como quería. Esta tarde fui a la casa Usami, y encontré algo que podría ser superventas, escrito por Akihiko, ese joven tan tierno al que me encanta molestar. Creo que lograré convencerlo para que empiece a publicar en Marukawa, pero me siento estancado. Y para colmo Kaoru ha pasado a ser el asistente personal de papá, apenas lo veo...
Querido diario, aún no puedo creerlo. Cuando me enteré de que Kaoru se mudaba y dejaba la editorial salí a buscarlo sin importarme que estuviera lloviendo... ¡Y resultó que estaba tan enamorado de mí como yo de él! Nos besamos y después hicimos el amor en la ducha... Nunca había sentido algo así, ¡aunque ahora no puedo moverme!
Joder, Isaka parece una joven enamorada. Vamos a ver si hay más...
Kisa siguió pasando las hojas y encontró más anotaciones, que parecían de la época actual.
Hoy conocí al nuevo interés de Akihiko. Es un renacuajo adorable, pero no sé cuánto le durará. Es una pena, porque parece un buen chico. Pero bebí demasiado alcohol y acabé haciendo el ridículo... Asahina me sacó del restaurante y dijo que me iba a "castigar". ¡Y tanto que me castigó! Me ató a la cama y me obligó a complacerlo... Cinco rondas tuvimos esa noche, al día siguiente necesité un par de ibuprofenos, ¡pero volvería a repetirlo!
Oh, esto es mucho más interesante. Voy a seguir leyendo...
Por fin llegué a ser presidente de Marukawa. Tengo claro que era lo que quería, pero mi vida personal ha desaparecido. Hace un mes que Asahina no me toca y la abstinencia me está matando.
Ay, pobre. Pues sí le hacía falta el vibrador, ¿un mes? Bueno, sigamos...
Mi padre quiere concertarme un matrimonio con la hija mayor de uno de sus tantos conocidos. Yo sólo quiero a Kaoru, pero sigue como si no existiera. ¡Estoy molesto! A partir de ahora lo dejo fuera de este asunto.
¡Otra vez me sorprendió! Estaba en la recepción del hotel, esperando una cena aburrida con una mujer aburrida, y apareció Kaoru dice no sé qué de que se cancelaba la reunión. Nunca lo había visto así, hablamos y le pedí que me hiciera el amor, cosa que cumplió, ¡vaya si lo cumplió! La mañana siguiente sugirió que viviéramos juntos...
Está bien, creo que leí lo suficiente para inspirarme. Ahora llamaré a mi autora, vamos a darle un giro al argumento del manga...
***
Y así nació el nuevo superventas de Marukawa, una serie manga de cinco volúmenes titulada ¡Maldita abstinencia! donde se contaban las aventuras de un uke atípico, puesto que él era el que se esforzaba por seducir a su seme, al contrario que en la mayoría de obras del género. Aunque el uke conservaba ciertos clichés, como ser más bajo, tener un aspecto más tierno, sonrojarse...
Dicha serie llegó a empatar con Junai Romantica en el primer puesto de ventas, y Kisa Shouta recibió muchas felicitaciones, incluso de sus antiguos compañeros de trabajo.
-Muy bien, Kisa.
-¡Enhorabuena, Kisa! Hacía mucho tiempo que no me reía tanto con un manga... ¿En qué o quién te has basado?
-Enhorabuena, Kisa. Le voy a regalar este manga a Onodera, a ver si aprende algo.
-Ta-ka-no-saaan... Kisa-san, me alegro por su éxito...
Esa misma noche, Kisa estaba recogiendo sus cosas, pero no encontró el diario de Isaka, seguramente se lo habría dejado en casa. Alguien entró en el departamento sin decir nada, asustando al pequeño editor.
-Kisa Shouta, siéntate. Tenemos que hablar. -Isaka Ryuichiro lo miraba con una expresión divertida y molesta a la vez.
-Usted dirá, Isaka-san.
-Antes que nada, quiero felicitarte por tu nueva serie, ha sido todo un éxito.
-Muchas gracias.
-Y ahora, quiero hacerte una pregunta. ¿Qué hacía esto en tu despacho? -Ryu le mostró el pequeño libro, su diario.
-Yo no sé qué es esto...
-No me dirás que no lo sabes. Kisa, no soy tonto, he leído ese manga y puedo identificarme perfectamente con Izaya Ryunosuke, al igual que Asahina con Asuka Kazuomi...
-Lo siento. Yo le pedí a Twinkle que me diese inspiración...
-¡Ajajá! Eso lo explica todo. -Isaka se quedó pensativo unos instantes. - Bueno, pues verás... Debería despedirte o devolverte a tu antiguo puesto, pero como me has hecho ganar bastante dinero haré como que no ha pasado nada. Pero si vuelves a hacer algo así, con Twinkle o sin él, haré que le lleves café a Yokozawa todos los días, ¿de acuerdo?
-Sí, señor... -Kisa había actuado mal, y lo sabía.
-Además, me deberás un favor que me cobraré cuando me dé la gana. Y en cuanto a Twinkle, pues seguro que se le quitan las ganas de conceder deseos absurdos si lo castigo sin utilizar mi habitación reservada con Suzuki... Nos vemos el sábado. -Isaka se despidió guiñando un ojo.
Bueno, por lo menos salí airoso de ésta. ¿Y Twinkle? ¿Será que existe de verdad? Ya mejoró mi vida laboral... Debería pedirle algo relacionado con mi vida personal. ¡Ah, ya sé! Twinkle... Me gustaría irme de viaje con mi Yukina...
Deseo concedido.
***
Aquella noche Kisa llegó cansado a casa, había sido una jornada agotadora. Yukina lo esperaba con la cena preparada y aún más alegre y brillante que de costumbre.
-¡Kisa-san! ¡KISA-SAN! -Abrazó a su pequeño novio y lo hizo girar unas pocas veces.
-¿Qué pasa, qué pasa?
-¡Hemos ganado un viaje! ¡Para dos personas!
-¿Cómo que un viaje?
-Quería darte una sorpresa y me apunté a uno de esos sorteos de Internet... ¡Y nos ha tocado! ¿No estás contento?
-Sí, claro... Pero, ¿dónde nos vamos?
-¡Nos vamos a Chueca! ¡A ver el festival del orgullo gay!
Continuará...