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Yusei se quedó asombrado, su boca y sus ojos estaban completamente abiertos ante las declaraciones de Judai. Y a pesar de que le había correspondido al beso, no pensó escuchar semejante declaración. Los ojos del de pelo castaño brillaban, sus mejillas tenían tintes carmesíes, también podía influir los síntomas de la fiebre que estaba levantando, pero Yusei se tardó mucho en responder cuando se dio cuenta, y parpadeo.
—Judai, yo... — el otro chico cambió su rostro a una de decepción, quizá pensó que se había equivocado, el de pelo azabache no sabía que responder, pero no porque no supiera, sino por la repentina situación, había enfrentado a villanos formidables, estuvo a punto de morir unas cuantas veces, pero no tenía respuesta para una declaración de su amigo, a la cual, él sentía lo mismo, sacudió la cabeza.
—Creo que me precipite, la fiebre me está afectando — dijo intentando sonreír para disimular la metida de pata que había hecho, pero Yusei le tomó de los hombros, abría y cerraba la boca.
—N-no J-Judai-san, es solo... es solo que me tomaste por sorpresa — se sonrojo, y no podía quitar su mirada sobre la del chico—. Y-yo, siento lo m-mismo que tú —sus brazos temblaron cuando lo dijo.
Judai sonrió de felicidad al escucharlo, y luego suspiró aliviado, pensó que Yusei le rechazaría, aun cuando éste le había correspondido a su beso, eso no quería decir que sintiera lo mismo, pero el cansancio y el sueño mezclado con la fiebre que estaba teniendo, se dejó caer en el pecho de Fudo, éste lo recibió con una sonrisa en su cara, se carcajeo un poco cuando vio que el chico había cerrado sus ojos, le tomó la temperatura con una mano en su frente, y Judai tenía la piel ardiente. Lo alzó sobre sus brazos, para luego, llevarlo a la habitación, y lentamente acostarlo en la cama. Se sonrió al ver que se durmió con semejante sonrisa en su rostro, lo tapo con varias mantas, y luego, fue a buscar un paño frío para dejárselo en la frente.
¿Se acordará de la actitud que había tenido hacia un rato? ¿Habrá quedado Yusei como un idiota?
Cuando Yusei volvió a la cocina, recordó el momento en el que Judai Yuki lo había besado, se llevó su mano derecha hacia sus labios y apenas los toco, su corazón se aceleró, al mismo tiempo que sentía un lindo hormigueo en su estómago. Él no lo admitiría, pero había pensado más de una vez en como besaría ese chico, y claramente, no le había hecho justicia en absoluto.
Unos golpes se oyeron desde la puerta de entrada y reaccionó rápidamente, esperaba que su sonrojo no se notará, pues, seguramente Crow y Jack había ido a visitarlo, tampoco quería mencionar lo que había pasado con Judai, quería estar seguro, tendrían que hablar lo que paso allí seguramente. Volvieron a tocar la puerta, y Yusei bajo lo más rápido que pudo.
—Lo siento, estaba ocupado — comentó mientras abría la puerta de entrada, efectivamente se había encontrado con los rostros de sus amigos.
Crow mostró unas cajas de pizza, y Jack traía unas bebidas, asique se hizo a un lado para dejarlos pasar.
—¿Y Judai? — preguntó Jack mientras dejaba la bolsa encima de la mesa y sacaba las latitas y las botellas.
Yusei ayudo a poner la mesa como los vasos y cuchillos para poder cortar las pizzas, al mismo tiempo que ponía las servilletas. Su rostro ardió en ese instante e intento esconder su rostro.
—Judai levantó algo de fiebre en conjunto con una tos en lo de Martha, asique, se quedó dormido — omitió detalles. Los tres se sentaron alrededor de la mesa.
—¡Uh qué pena! Entonces, guárdale una caja para que coma luego — sugirió Crow, Yusei estuvo de acuerdo. Jack no dijo nada, solo gruño un poco.
La cena paso con gusto en los tres amigos, cada cierto tiempo, Yusei miraba hacia la escalera o estaba atento a algún ruido por si Judai necesitaba algo. No se había dado cuenta, que habían pasado al menos dos horas que su alarma sonó y eso indicaba que tenía que darle el jarabe de nuevo. Sus amigos miraron interrogantes a Yusei cuando se puso de pie y camino hasta las escaleras.
—Tengo que... — ¿cómo explicaba que él tenía que darle un jarabe a un chico casi adulto? —. Judai debe tomar su medicina — comentó cuando se detuvo a mitad de la escalera, y luego corrió hasta la cocina.
Crow y Jack se miraron extrañados.
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—Judai — Yusei suavemente intentó despertarlo, aquel divagaba cosas ininteligibles, lo sacudió un poco, hasta que Judai abrió sus ojos con dificultad y protesta.
—¿Qué paso? ¿No me morí? — Judai se incorporó de golpe, y luego, vio a su lado a Yusei que le mostraba el pote con la cuchara, e hizo una cara de asco. Yusei verifico nuevamente si tenía fiebre, y había bajado un poco—. ¡Yusei! No quiero tomar eso.
—Debes hacerlo Judai, de lo contrario, tendré problemas...
—¡No exageres! — el de pelo castaños hizo un puchero en el que Yusei intentó contenerse de darle otro beso en los labios.
—¡Vamos! Como hicimos en la casa de Martha, lo tomas primero tú, y luego yo— hablo en tono disuasivo.
—Tú primero, luego yo, es lo justo — a pesar de lo mal que se sentía, el chico chantajeo, a lo que el de pelo azabache no pudo negarse.
—Tú ganas— tomó un pequeño sorbo de la cuchara e hizo una mueca de asco, acto seguido, se lo encajo a Judai, éste también hizo lo mismo.
Por suerte, tenía una botella de agua allí que se la entrego y Judai enseguida bajo el jarabe con eso. Luego, su estómago rugió de comida, y Yusei se rio.
—¿Quieres comer? Abajo están Crow y Jack que vinieron con pizzas.
Judai se destapó, y luego se sentó, estaba un poco mareado, y Yusei se preocupó, estaba a punto de sugerir que sus amigos se fueran así podía ocuparse plenamente de Judai, pero éste era más terco, asique se puso de pie y camino hasta la puerta, espero a Yusei y bajaron juntos del brazo... ¿en qué momento se las habían cruzado que no se dieron cuenta?
El de cabellos castaños saludo a los dos desde la distancia, alegando que no quería contagiarlos, y se sentó en el sofá, Yusei le ayudo alcanzándole la comida, y la charla continuo normal, hasta que...
—Me dicen que eres un buen duelista — comentó con arrogancia Jack, cruzado de brazos, a lo que Yusei sonrió y mira a Judai.
Éste también sonríe, pero de costado.
—Lo soy, también me dicen que eres el rey — se cruzó de brazos, sosteniéndole la mirada.
—Error, ya no tengo más ese título, es de Yusei — dice ofendido el rubio.
Se escucharon algunas risitas de parte de Crow y Yusei, y Judai lo miró.
—¡Yusei! No me has dicho que eras el nuevo rey — se quejó.
—Solo le gane un duelo.
—Dos — vuelve a corregir Jack.
—¡No importa eso ahora! — Se entromete Crow.
—¿Y tú que te metes?
Judai empezó a reírse de como peleaban, llamando la atención de los tres.
—Seria fabuloso tener un duelo contigo, ¿qué dices? — levantó las cejas y luego las bajo.
—Hmp, acepto — afirmó Jack—. Lástima que tendrá que ser en otro momento, porque tenemos que irnos.
—¡Buh! Bueno, te espero cuando quieras.
Hubo risas y algunos comentarios sobre que nadie podía vencer a Jack, excepto Yusei. Cuando quedaron los dos solos, Yusei se relajó a su lado, Judai seguía comiendo, lo que no se sorprendió, a pesar de sentirse mal, aun tenía ánimos para hacerlo.
—No debiste desafiar a Jack, pues ahora se va a obsesionar, y si le ganas, te odiara — comentó divertido el de pelo azabache, abriendo otra lata de cerveza.
Judai tragó en ese momento.
—Será divertido Yusei, y si le gano, pues debería vencerte y quitarte el título — le guiño el ojo divertido.
Yusei se sonrojo, y no pudo evitar el hecho de tomar una servilleta y pasárselo por la boca a Judai al notar rastros de comida. Como el chico se estaba medicando, le ofreció un vaso de jugo, ya que la cerveza causaría el efecto contrario.
Ahora el que tenía mucho sueño era él, pero iba a esperar a que Yuki terminara. Su mente regreso a cuando se besaron, por lo cual, sus mejillas de nuevo lo traicionaron.
—Judai... ¿recuerdas lo que paso antes de dormirte? — le preguntó con cautela, lo miró fijo a los ojos.
—Yo... — el otro chico apretó sus labios, intentó esquivar los azules cobaltos, su cara se puso roja—, recuerdo algo... recuerdo que nos besamos — respondió algo avergonzado.
—¿No recuerdas lo que me dijiste? — preguntó con tacto.
Judai revoleo los ojos, se rasco la nuca.
—Algo.
Suspiró entonces, al menos estaba tranquilo de que Judai no estaba delirando por la fiebre, pero seguía sin quitarle la mirada de encima y hasta le sonrió bobamente. El de ojos cafés arrastró su trasero hasta quedar a su lado, y lo cubrió con su manta, Yusei lo abrazo por los hombros y lo atrajo hacia él, le dio un beso en la coronilla, y se quedaron así, hasta que Fudo fue quien se durmió primero de los dos, mientras que Judai disfrutaba plenamente de ese panorama, acariciando sus mejillas, y con sus dedos, los deslizaba por la línea amarilla de su rostro, que nunca pregunto que era, y seguro en algún momento lo haría, pero también le encantaba. Sonrió al verlo así dormido, y se acomodó de manera que su compañero durmiera en su pecho.