Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ese demonio... Me pertenece por SebbyPhantomhive

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Ciel en la cama cerraba los ojos en medio de un suspiro con el que rememoraba de una manera estúpida y cursi a su demonio, definitivamente el amor lo había noqueado muy fuerte porque más que antes no dejaba de pensarlo, hasta podía percibirlo a pesar de no estar cerca, su ser aún se estremecía como si lo tuviera a su lado. Junto a este cúmulo de emociones una pregunta parecía revolotear en su mente enamorada. ¿Sebastian estará también como idiota pensando en mi?

-Ciel... Ciel... -Se escuchaba el llamado de Noah que notaba el embelesamiento de su amigo- Vaya si que el amor te dio duro y no solo físicamente.

Se le burlaba con una pícara sonrisa mientras el otro abriendo los ojos lo miraba con fastidio por su insinuación tan perversa.

-Y a todo esto... No me contaste como fue su primera vez ¿Por qué lo hicieron antes de venir aquí? ¿Verdad?

Ciel apenado se negaba a responder pero a la vez quería contárselo a alguien solo para saber si estaba haciéndolo bien además era vergonzoso contar que su primera vez fue en la intemperie como dos animales dejándose llevar por sus bajos instintos.

-Te contaré pero tu primero dime como perdiste la virginidad. -Sonrojado el joven le sugería este trato rogando internamente que su experiencia haya sido más vergonzosa que la suya.

-Oh bueno si eso te hace sentir menos incómodo. -Noah con una sonrisa se prestaba a contarle ya que a el no le apenaba nada contar dicha experiencia- Primero que todo los demonios no nos tomamos tan en serio eso de la virginidad como tu dijiste además ese es un término un tanto irónico si lo planteas en el infierno ¿No crees?

-Ya deja de burlarte... Para mi fue algo importante.

-Lo sé... Lo sé... Aún tienes esencia humana y eso te hace tan exquisito.

-Cálmate... Si te vas excitar al contarme eso mejor no me cuentes nada. -Con mala cara el ex conde le regañaba.

-A mi me excitas tú... Pero si creo que es mejor calmarme -Sin dejar de sonreirle coquetamente hablaba- Mi primera vez fue en esta casa.

-Ah bueno creo que ya lo suponía supongo que tu maestro te hizo sentir bien.

-¿El? -Se empezó a reír animado- El no fue el primero...

Ante esa inesperada aclaración Ciel se confundía un poco, tal vez era demasiado ingenuo de nuevo al pensar que los demonios tenían cierto código de moralidad aunque admitía que la absurda moralidad humana era bastante hipócrita a veces.

-Yo pensé que fue el... Ustedes los demonios son tan fáciles... -Le insinuaba con algo de molestia al ir descubriendo la verdadera naturaleza demoniaca de la que ahora era parte- ¿Entonces quién fue?

-Si vas a juzgarme ya no te cuento lo más interesante después te escandalizas más.

-Ya no te resientas y cuéntame.

Noah suspiró antes de seguir su relato aunque fingía hacerse el ofendido ante la mirada acusatoria de su amigo quería seguir hablando ya que también su mirada destellaba en curiosidad.

-Es un amigo que también recibía clases aquí conmigo, ambos estábamos iniciando esta etapa sexual así que por sugerencia de nuestro pervertido maestro nos entregamos al placer una tarde mientras el nos miraba. -Muy tranquilo y un poco orgulloso el joven contaba mientras Ciel desviaba la mirada, ese demonio que asumía el rol de maestro era más depravado que Sebastian pensaba para si mismo al escucharlo se quedó en silencio sin saber que decir.

-Esa primera vez se extendió por horas fue muy bueno, sentía que nuestros cuerpos no podían separarse la sensación de placer es un poco adictiva cuando empiezas... Por eso comprendo que hayas estado tan caliente y seguramente todavía lo sigues estando.

-No hablemos de mi... -Murmuró Ciel con sus mejillas teñidas en un hermoso sonrojo- Pero... ¿Tu fuiste el pasivo o el lo era? ¿Qué pasó con tu amigo?

-Fue todo tan intenso y experimental que como eramos de la misma edad los dos nos dimos por turnos, por eso si tu decides hacerlo conmigo te concedo el honor de estrenar tu cosita dentro mío, sin ningún tipo de compromiso.

El otro joven solo le dedicó una mirada fría negando con ella tajantemente su petición aunque el era ya un demonio no quería comportarse como uno, el amaba a Sebastian no cabía en su mente la sola idea de serle infiel.

-Bueno ya... No me mires así ya entendi que no quieres -Resignado Noah le hablaba- Y con respecto a tu otra pregunta pues ya se murió.

-¿En serio?

Noah se echó a reir ante la reacción entre triste e incómoda de Ciel ante el tema.

-No, no está muerto solo que el es pasivo también así que no podíamos seguir juntos y el tiene su pareja también. No ibamos a jugar para siempre a frotarnos nuestras cositas ¿No?

-Creo que no... Ahora si cuéntame yo ya te conté mi experiencia...

-Te cuento luego ya me dio sueño. -Entre bostezo se acurrucaba en la cama para no hablarle del tema.

-¡Eres un tramposo Ciel! Tu prometiste contarme.

Los dos jóvenes discutían animados en esa habitación iluminada tenuemente por las luces del infierno mientras tanto a unos metros en otra habitación, Sebastian no dejaba de pensar en su pequeño amo, en el dulce sabor de sus besos, la calidez de su cuerpo desnudo junto al suyo sobre todo no podía apartar de su mente esa mirada que parecía destellar en un profundo sentimiento.

Entre suspiros miraba a través de la ventana el exterior una especie de sentimiento de tristeza y nostalgia le embargaba en su pecho, queriendo escapar para encontrarse con ese niño ahora demonio el cual le provocaba un dulce estremecer en todo su endemoniado ser.

A la mañana siguiente Ciel se despertaba después de haber dormido unas horas o eso pensaba porque le era dificil todavía calcular los horarios en ese ambiente ambiguo del infierno pero se sentía descansado y de buen humor sólo esperaba en cualquier momento reunirse con su amado demonio de nuevo.

Recordaba la conversación en esa aparente madrugada a su futuro hijastro pensaba traviesamente mientras buscaba en el armario que ropa que ponerse recordó de forma tardía que no tenía prendas limpias que ponerse ya que estaba de visita en esa casa.

-Hasta que por fin despiertas Ciel, ustedes los humanos si que duermen.

-No soy un humano... -Le replicaba a Noah que entraba atrevidamente sin avisar a su habitación.

-Todavía tienes mañas humanas así que para mi lo eres. Te traje ropa limpia quiero que salgamos a dar un paseo.

-No quiero salir... -Murmuraba el ex conde tomando en sus manos la ropa ofrecida.

-Vamos... Prometo no seducirte en la calle ya que pareces excitarte afuera.

-No fastidies.

Ciel se sonrojaba al regañarlo por lo que había insinuado por eso era que no quería contarle sobre su primera vez ya que aun resonaba la risa burlona de este cuando se lo contó horas antes.

-No te enojes yo también lo he hecho afuera, no la primera vez pero si después.

-Gracias por comprender... -Sarcástico el joven le hablaba yendo al baño a cambiarse, la verdad era que no quería salir por esperar a Sebastian porque no sabía en que momento aparecería suspiraba triste al darse cuenta que antes cuando lo tenía todo el tiempo a su disposición eran solo como extraños tratando entre si y ahora que lo necesitaba cerca había impedimentos y no podía verlo con solo llamarlo.

-Extraño el té de las mañanas... -Murmuraba con nostalgia mirando hacia la ventana anhelando que su galante mayordomo apareciera frente suyo.

-Oh ya veo solo el té extrañas...

-Sebastian...

Emocionado le llamaba, no pudo evitar que su corazón diera un vuelco al verlo, sus rostros sonrientes se acercaban torpemente en una muestra de alivio al tenerse cerca y sus manos se tomaban uno al otro con firmeza como palpando que no era ilusión el estar de esta manera... Tan enamorados y tan vulnerables a la necesidad de estar juntos.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).