Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ese demonio... Me pertenece por SebbyPhantomhive

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La inesperada noticia dejó sin palabras a Ciel sobre todo le conmovía observar la impotencia y tristeza entremezclada en el rostro lloroso de Noah, ahora menos comprendía la actitud de Mathew al reaccionar de esta manera por una noticia que debía hacerlo feliz. El amaba a Noah ¿No? Se sentía confundido y así no podía darle palabras de ánimo.


-Pero... ¿Tu le dijiste? -Cuestionaba Ciel tratando de entender la situación el otro joven demonio asentía con la cabeza- Ya veo... Tal vez no entendió lo que dijiste, pensó quizás que le estabas haciendo una de tus bromas.


-Si lo entendió... Pero no pienses mal de él quizás si merecía sus golpes.


-¿Cómo dices eso? Nadie merece un trato así, no trates de justificar su despreciable actitud contigo. -Le regañaba Ciel al ver como este sumiso parecía justificar esa muestra de violencia.


-No hables alto... Sebastian te va a oír no quiero que sepa, no todavía.


-Bueno pero no digas esas cosas que me hacen enojar.


Con una sonrisa melancólica Noah miraba la preocupación sincera de su amigo, conmoviéndolo empezaba a sollozar de nuevo. Ciel al verlo tan vulnerable no sabía que hacer en casos como estos, apenado solo palmeaba su cabeza para darle algo de consuelo.


-Soy malo... Y muy estúpido, repetí lo mismo que mi padre hizo a Sebastian. -Noah murmuraba abrazándose a Ciel que sonrojado trataba que no lo apretara tanto.


-¿Qué quieres decir?


-Me embaracé a propósito -Le confesó avergonzado en un murmullo aún llorando.


-Pero...


-Mathew estaba raro conmigo así que pensé que un bebé lo haría feliz pero ahora sé que fue una idea estúpida, me equivoqué.


Ciel no sabía como dar palabras de ánimo a esa inesperada confesión, aunque aún pensaba que era reprochable la actitud de Mathew pero si trataba de justificarlo diría que seguramente el enojo lo cegó. ¿Quien no se enojaría si te hacen una treta así?


-Pero ustedes dijeron que habían días para quedar embarazado, que los demonios lo sabían por el aroma o algo así... Ya no entiendo. -Confundido Ciel le hablaba tratando de entender.


-Es que hay pequeños trucos para engañar el olfato y eso hice... Mathew confío en mi... -Respondía entre lágrimas ahora arrepentido- Por eso se enojó, el no quería niños todavía y menos asumir el compromiso de un matrimonio conmigo. ¿En qué estaba pensando?


-Bueno... Tal vez no fue correcto lo que hiciste pero ya está hecho y eso no se puede cambiar si te sirve de consuelo nos tienes a Sebastian y a mi para apoyarte.


-Si... lo sé... -Murmuró Noah con una pequeña sonrisa- Aunque tengo otra opción.


-¿Cuál?


-Ehhh no... Nada... -Tartamudeando le respondía.


A Ciel no le gustó nada su esquiva respuesta que solo le dejaba más dudas, siguió insistiendo a que le aclarara esa otra opción pero este no se la decía a pesar de su insistencia.


-Dime o le digo a Sebastian que será abuelo. -Le amenazaba Ciel con una perversa sonrisa pero su sonrisa no duró mucho en sus labios ya que se borraba cuando Sebastian entraba con una charola con tazas de té.


-¿Quién será abuelo? -Murmuró con una extraña sonrisa sabiendo que se referían a él.


-¡Ciel! ¡Lo hiciste a propósito! -Se enojaba Noah con su amigo sentándose en la cama a la vez se sonrojaba al ver como Sebastian se le acercaba con el ceño fruncido.


Ciel no sabía que decir, su intención no era que Sebastian se enterara de esa manera pero ya que había complicado la situación se levantaba en la cama y se lanzaba a los brazos de su amado sabiendo que este lo recibiría.


-Querido... No te lances así que tal si no te agarraba.


-Yo sé que siempre me atraparás. -En un dulce susurro le decía abrazándolo tratando de calmarlo, el demonio chasqueaba la lengua y en un suspiro se tranquilizaba, no tenía más opción sabía que de no hacerlo Ciel se enojaría.


-Pero... El es muy joven para tener un bebé ni siquiera ha tenido un pacto en su vida demoníaca. -Murmuraba medio malhumorado mientras Ciel todavia entre sus brazos no se le apartaría para que no se enojara tanto con su hijo.


-Sebastian, Noah te necesita más que nunca, no lo regañes.


-Tiene razón mi padre, Ciel... Eso mismo me dijo Mathew por eso se enojó bueno y también porque no quiere casarse conmigo. -Al decir lo último comenzaba a llorar de nuevo.


Sebastian dejaba a Ciel en la cama y se acercaba a su hijo para tratar de calmarlo mientras acariciaba sutil su cabeza.


-Tranquilo, aunque Mathew no quiera casarse contigo está obligado a hacerlo.


-Era mejor el consuelo de Ciel... -Murmuró el joven al oír esas supuestas palabras de ánimo, porque en parte eso era lo que más le molestaba el obligar a alguien a unir su vida con otro era lamentable, ya podía ver reflejada su vida futura como la de sus padres. Una vida sin amor, con un esposo que se enamoraría de alguien más. Porque no pensó en eso antes de cometer esta locura, ahora comprendía que el amor no era por obligación.


A la vez Sebastian recordaba su pasado con esta situación, años atrás fue así como su actual esposo lo atrapó en un matrimonio sin sentido del que lo único bueno que obtuvo era el bello hijo que tenía delante suyo, en silencio lo abrazaba pues no se arrepentía de haber tenido a Noah.


-No quiero que pase por tu cabeza esa opción, si Mathew no quiere a ese bebé si el no te quiere a ti... Yo si quiero a mi nieto y a ti... -Hablaba Sebastian con una sonrisa.


Ciel lo escuchaba embelesado ante la ternura de su demonio amante aunque no entendía a que se referían con esa dichosa opción, cuánto odiaba que su curiosidad no sea satisfecha pero tampoco tenía derecho de interrumpir la tierna escena de padre e hijo así que aguardaría un poco para preguntar.


-Eres muy lindo papá pero la decisión no depende de ti y lo sabes.


-Eres menor todavía, así que puedo decidir por ti.


-Eso no es cierto... -Refutaba Noah con un puchero.


-No vayan a discutir. -Ciel les regañaba- Y me explican qué es eso de la otra opción.


-La otra opción es que tome un brebaje especial para expulsar al bebé, un aborto por así decirlo. -Sebastian le explicaba con brevedad.


-Ah es eso... Matar un bebé... -En un murmullo Ciel trataba de entenderlo- Pero eso no está bien.


-No seas tan moral, Ciel... Aquí eso es normal te olvidas que estás en el infierno, que somos demonios sin sentimientos. -Con la voz quebrantada Noah le aclaraba mientras acariciaba su vientre.


-Claro... Se nota que no tienes sentimientos y que no te duele pensar en abortar ese bebé.


Noah agachaba la mirada ante las palabras sarcásticas y un poco duras de su amigo pero tenía razón al decir que no quería perder a ese bebé, aunque fue concebido con trampa también fue con amor al menos por su parte así era; sentía un fuerte sentimiento por Mathew a pesar de que quizás este no fuera correspendido.


-Tendré al bebé... Pase lo que pase con Mathew. -Decidido aclaraba a su padre y al joven demonio que a su lado estaba, quienes le mostraban su apoyo con una sonrisa.


-Seré abuelo y tan joven que soy. -Se lamentaba falsamente Sebastian.


-Tengo de novio a un demonio abuelo... Ya no me gusta esa idea.


Ciel le reprochaba un poco burlón así la pareja seguía hablando para animar a Noah que sonreía al oírlos, quizás no todo era malo aunque no podía negar lo mucho que extrañaba a Mathew a pesar de los golpes que le dio si el regresaba a pedirle perdón volvería a su lado.


A la mañana siguiente ya con mejor humor Noah se levantaba de la cama dejando a Ciel que dormía a su lado, Sebastian seguramente se había marchado al trabajo porque no lo encontró por la casa.


-¿Qué haces aquí? -Nervioso el joven preguntaba cuando se encontró con alguien que no esperaba ver todavía.


-Es mi casa... -Dijo malhumorado su otro padre- Que esté ese mocoso aquí no significa que ahora la casa también sea suya.


-Lo siento... No quise decir eso, solo me sorprendí al verte, no te enojes tanto.


-Como sea... Ya me enteré de tu treta y que Mathew te dejó. ¿Crees que sea buena idea tener ese hijo? Si no puedes atar al demonio que quieres ¿Para qué te sirve?


Noah agachaba la cabeza ante esas crueles palabras que su padre le decía con malicia, palabras que indirectamente le recordaban que el también fue utilizado para forzar una unión, todo el ánimo que Sebastian y Ciel le dieron en la noche se venían al suelo ante la malicia de este, comenzando a llorar.


-Estar pegado a ese mocoso inmundo te ha vuelto llorón... Deja de llorar... Eres un demonio... -Le hablaba mientras tomándolo de la ropa lo zarandeaba con fuerza.


-¡¿Qué le hace?! -Gritaba Ciel al ver la escena en que su amigo era maltratado mientras se les acercaba trataba de apartarlo pero solo sintió como este demonio más grande lo lanzaba a la pared de un solo golpe.


-Noah... -Susurraba Ciel mientras perdía la conciencia, que frustración sentia al ser tan débil cerrando los ojos lo último que veía era como este demonio que lo odiaba justificadamente le sonreía jactancioso.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).