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Wrong por TiaRyu

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Notas del capitulo:

[El título es un juego con la palabra weak y week. La primera significa débil y la segunda semana]

Terminaron por desayunar en una cafetería bastante discreta. Era pequeña, tranquila y lo mejor de todo es que estaba vacía, justo como a Ichimatsu le gustaba. El cuarto Matsuno disfrutaba del silencio, tomar un café junto a la persona que amas acompañado solo del sonido de su respiración… era simplemente perfecto.

—Voy a extrañar esto —Ichi dejó su taza casi vacía sobre la mesa y miró a su hermano.

—También yo —Karamatsu dejó su taza también y estiró su mano para entrelazar sus dedos con los de su hermano—. Una vez que todo esto termine ya no podremos estar solos, no podre besarte… Choromatsu nos perseguirá hasta que cada cual haga su vida. No tendremos paz —fue una reflexión dura, pero nada alejada de lo que pasaría. Esa sería su realidad  una vez que el plazo dado por su hermano se terminara.

Choromatsu se transformaría en su demonio.

—No creo poder soportarlo —Ichimatsu apretó el agarre de sus manos. Estaba realmente angustiado por todo lo que se venía.

—Será difícil, pero hazlo… hazlo por mí.

Karamatsu se levantó de su silla se inclinó para poder besar los labios de Ichimatsu. Se besaron con cariño y una vez que el contacto terminó se quedaron así, en la misma posición, con sus frentes pegadas, sus ojos cerrados y sus corazones adoloridos.

El resto de la tarde se les pasó entre bromas, conversaciones triviales y a ratos simplemente paseando en completo silencio.

Los días siguientes no fueron muy diferentes. Paseaban juntos por la ciudad, comían fuera de casa, evitaban a Choromatsu y trataban de volver lo más tarde posible para poder dormir tranquilamente sin ser molestados por las miradas y comentarios venenosos de su hermano.

En algún punto Ichimatsu se preguntó si acaso a Choromatsu le dolía lo que estaban haciendo. El cuarto era un poco más reacio a entender que en cierta forma Choromatsu tenía razón. Karamatsu se lo había explicado de distintas formas porque no quería que cuando todo eso terminara quedará todo arruinado por el odio.

—Vamos a casa —Karamatsu se puso de pie dispuesto a volver a su hogar.

—Aún no —Ichimatsu en cambio, se quedó sentado en el mismo sitio donde había estado la última hora.

—Comienza a hacer frío, tenemos que irnos —Kara miró a su hermano con ternura.

—Mañana es el último día.

—Lo sé —el mayor se devolvió sobre sus pasos y volvió a sentarse junto a su hermano—. No pensé que los días iban a pasar tan rápido.

—Ni yo —apoyo su cabeza en el hombro de su hermano buscando un poco de calor.

— ¿Qué quieres hacer mañana?

—Purikura** —ambos se miraron como niños pequeños y sonrieron.

—No pensé que te gustaran esas cosas.

—Siempre se aprende algo nuevo.

Se pusieron de pie y comenzaron a caminar rumbo a su casa, hasta que Choromatsu apareció en medio del camino impidiendoles el paso. ¿Cuánto tiempo llevaba escondido? ¿Los había estado siguiendo todo el día? Karamatsu tuvo que contenerse mentalmente para no insultar a su hermano o peor, para no golpearlo.

—Linda noche... —se acercó a sus hermanos— Veo que siguen en plan de

novios —escupió con asco.

—Aún no se termina el plazo —Ichimatsu le respondió con un tono cargado de veneno.

—Deja de molestarnos. Sabemos que mañana debemos terminar con esto —Karamatsu tomó la mano de su hermano y la apretó, quería hacerle sentir que no estaba solo… que todo estaría bien.

—Más les vale —les dio la espalda—, no me den el placer de desenmascararlos delante de mamá y papá —sonrió con sorna—… Nuestros pobres hermanos estarían tan decepcionados.

—Déjanos en paz —la paciencia del cuarto hermano estaba llegando a su límite.

—Eso haré, tengo mejores cosas que hacer —se marchó a paso lento sin decir nada más.

—Lo odio —Ichimatsu se aferró a su hermano—, juro que...

—No puedes odiarlo —el mayor rodeo a su hermano en un abrazo—. Él también es nuestro hermano.

—Pero...

—Nada de peros —deshizo el abrazo y comenzó a caminar—. Mañana todo volverá a la normalidad —eso lo dijo sin siquiera mirar a Ichimatsu.

Caminaron a casa con la angustia apretando su pecho. Sería la última noche durmiendo juntos como amantes, después de mañana ya no podrían volver a tocarse. Era muy doloroso.

Karamatsu despertó primero y decidió darle los buenos días a Ichimatsu de forma coqueta, se inclinó a la altura de su oído y susurró un «buenos días my love» logrando que el menor se sobresaltara y se sonrojara al descubrir que había sido su hermano.

Ese día decidieron pasarlo fuera también, visitaron la misma cafetería de los días anteriores. Tuvieron una amena charla recordando sus días de escuela, rememorando cuánto habían cambiado. La charla los llevó de nuevo a aquella tarde de abril donde se pelearon y se declararon su amor.

— ¿Recuerdas lo que dije? —Ichimatsu estaba sonrojado, era vergonzoso hablar de lo que había pasado ese día.

—Claro que lo recuerdo brother —suspiro—, no podría olvidarlo ni aunque quisiera.

—Eres un idiota —Ichimatsu se había puesto a la defensiva.

Estaban solos en casa y ese día la maldad del cuarto hermano había excedido los límites. Había humillado a Karamatsu y como si eso no fuera suficiente había roto la guitarra que el segundo tanto amaba.

—Tú eres el único idiota —Karamatsu tenía el mango roto de su guitarra en las manos. Estaba dolido—. No era necesario que rompieras mi guitarra... ni que me trates como mierda.

—Es porque eres mierda. Eres molesto y no dejabas de tocar esa puta guitarra —Ichimatsu apretó los puños. Si era necesario llegarán a los golpes.

—Te excediste —Karamatsu fue el primero en golpear. Un golpe directo al estómago del menor.

—Aunque... hagas esto... sigues siendo mierda —esa frase le costó otro golpe del mayor. No estaba defendiéndose. Solo recibía los golpes.

— ¿Por qué no me golpeas? —Karamatsu se detuvo.

—Quería que me odiaras —Ichimatsu se dejó caer en el suelo—, pensé que si me odiabas podría dejar de sentir esto —llevó su mano a su lastimado estómago—. Pensé que así ya no me gustarias de esta forma incorrecta.

Karamatsu también se dejó caer en el piso. Su dolor no era físico. Le dolía algo dentro del pecho. Había lastimado a su hermano sin darse cuenta.

— ¿Desde cuándo?

— Desde la secundaria.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Pensé que me rechazarías, pensé que te daría asco. Preferí que me odiaras antes que ver tu cara de asco —Ichimatsu sintió lágrimas traicioneras bajando por sus mejillas.

—No podría rechazarte —se acercó a su hermano y llevó una de sus manos a ese rostro lloroso y sonrojado—, hace mucho que siento lo mismo —secó las lágrimas de Ichimatsu—.Por eso siempre estoy cuidando de ti —besó sus labios con calma siendo inmediatamente correspondido.

Cuando rompieron el beso ambos se quedaron mirando y sonrieron ante aquella peculiar declaración que habían tenido.

—La hemos pasado bien —Karamatsu colocó su mano sobre la mesa esperando que su hermano captará el mensaje.

—No tengo arrepentimientos —atrapó la mano sobre la mesa con la suya entrelazando sus dedos.

Si ese iba a ser el final, si esa iba a ser la última vez que entrelazaran sus dedos...Estarían felices.

Se habían amado con intensidad.

Se habían protegido con toda la fuerza que tenían.

Habían dado todo el uno por el otro.

Todo eso era más que suficiente para decir que habían tenido un romance maravilloso.

—Creo que es todo —Karamatsu soltó el agarre de sus manos—. Se acabó —ambos se quedaron en silencio. ¿Por qué tenía que pasarles eso a ellos?Ichimatsu se puso de pie. Se supone que iban a pasar todo el día juntos.

—Purikura —el tono de Ichimatsu sonaba quebrado.

—Ichi...

—Es lo último que pediré. Lo prometo —trato de sonreír pero falló horriblemente comenzando a llorar.

—Está bien.

Salieron y caminaron sin decir una palabra hasta una recreativa en busca de alguna cabina para tomarse fotos. Lo único que rompía el silencio de vez en cuando eran los leves sollozos de Ichimatsu.

—Si sigues llorando vas a salir con los ojos hinchados.

—Lo sé.

Entraron en una recreativa grande que vieron y caminaron hasta toparse con una cabina de fotos.

— ¿Estás listo? —Karamatsu ya tenía un pie dentro de la cabina y le extendió la mano para que entrara con él.

Ichi solo asintió tomando esa mano y entrando juntos.

—Tres...

—Dos...

—Uno... —Ichi tomó a su hermano del cuello de la playera y le plantó un beso. Si ese iba a ser su último día no desaprovecharía la oportunidad de tener un último recuerdo.

Karamatsu sonrió cuando vio las fotos. Era un lindo último recuerdo. En la foto aparecían besándose de forma divertida, rodeados con un marco de corazones y patitas de gato.

—Se ven bien —Ichi tomó una tira y le tendió la otra a su hermano—. Ahora puedo irme —salió de la recreativa dejando a Karamatsu sonriendo de forma amarga mientras contemplaba las fotos.

Cuando el segundo hermano llegó a casa con los ojos hinchados y los nudillos sangrando los demás supieron que algo iba mal. Algo iba demasiado mal.

— ¿Qué pasó? —Osomatsu tomó su papel de hermano mayor— ¿Quién te hizo esto? —tomó las manos de Kara entre las suyas tratando de aliviar su dolor.

—Yo —Karamatsu tenía la mirada perdida, su corazón roto le dolía demasiado—. Yo mismo lo hice.

— ¿Por qué? —esta vez fue Ichimatsu el que habló.

—No puedo hacerlo Ichimatsu, no puedo —caminó hasta Ichimatsu y lo abrazo—. Ya no me importa.

—Karamatsu... —el menor correspondió el abrazo y enterró su cara en el hueco del cuello del mayor.

Todos se quedaron en silencio sin entender qué estaba pasando, ¿es que acaso se habían peleado? ¿Ichimatsu había vuelto a romper algún objeto preciado de su hermano mayor?

—Así que prefieren hacerlo de la forma difícil —Choromatsu, el único que no estaba en la sala, entro azotando la puerta con fuerza.

—Choro... —Osomatsu intentó decir algo para calmarlo pero su hermano lo detuvo de inmediato.

— ¡Cállate! ¡Esto no es asunto tuyo! —Gritó ofuscado mientras apretaba sus puños con ira—. Mamá, papá —sus padres entraron tras de él. Sabía que esos dos no iban a terminar, así que preparó todo para que la familia completa se reuniera a escuchar.

—No lo hagas —era la primera y última súplica que haría Karamatsu.

—Te lo advertí —sin ningún tipo de emoción se dio la vuelta mirando a sus padres—. Karamatsu e Ichimatsu son amantes —soltó la bomba.

Todos se miraron sin decir nada, ¿qué clase de broma retorcida era esa?

 

 



 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

____________________________


Purikura (??—???) se refiere a un tipo de colección de fotografías que se ha hecho muy popular en Japón, se trata de pequeñas fotos retocadas coleccionables, se extiende más su uso en los jóvenes, especialmente en las chicas, aunque no exclusivamente.


 


¡Gracias por leer!


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