Itachi estaba sentado en una banca del parque central de la zona oeste, jugaba con su teléfono y marcaba el ritmo de una canción, que había escuchado esa mañana en la radio, con el pie. Era un domingo particularmente soleado, más para esa época del año. Parecía como si todo el universo se hubiera complotado, para que esa tarde todo fuera perfecto.
Mientras que el moreno estaba distraído, alguien se acercó por su espalda y le cubrió los ojos con cuidado.
_ ¿Esperaste mucho?- murmuro al su oído el peli azul.
_Si, mucho, espero que tengas una buena excusa- respondió el moreno con una sonrisa ladina.
Itachi se levantó de la banca, Kisame tomo su mano y ambos empezaron a caminar por el parque sin rumbo fijo.
[Flash Back]
[Itachi]
El día se estaba volviendo realmente eterno, lo único que me consolaba era que al fin era viernes, y el dueño del bar viajaría el fin de semana, así que no tenía trabajo, así que me esperaba un largo y placentero fin de semana de no hacer absolutamente nada. No solía holgazanear, pero el último mes fue bastante duro, no es que la escuela fuera algo demasiado difícil, solamente que había estado intentado adelantar materias y pasaba todo el día allí, y eso más los trabajos extras que estuve haciendo en el edificio donde vivía para pagar el alquiler, me tenían destruido, necesitaba un buen descanso y por fin lo podía tener.
Llego la hora del almuerzo y no fui a la sala de música, me senté en las escaleras que llevaban a la azotea, en la próxima hora tenía un examen final, una vez que me lo sacara de encima, por fin podría comenzar a venir solamente por la mañana, y así podría trabajar turno completo en el bar.
Estaba sentado, leyendo el temario del examen, hasta que una voz me distrajo.
_Nunca creí que te vería estudiando- dijo Kisame a modo de burla –Me plantaste en la sala de música- soltó mientras se sentaba a mi lado.
_ ¿Fuiste a buscarme?- dije mirándolo de reojo, después de decirlo sentí como si algo se calentara en mi pecho.
_Claro que si- soltó con una sonrisa de lado. Instantáneamente después, apoyo su mano sobre la mía.
Desde el día en que confundió a Shisui con mi novio y luego volvimos juntos, nuestra relación se volvió un poco confusa, no éramos nada, pero éramos algo, coqueteábamos, pero no entendía si era algo serio, o solo un juego. Por no hablar de que había empezado a tener mis sospechas de que Kisame hubiera escuchado los rumores y solo se esté acercando a mí porque cree que soy una zorra y a me acostare con él a la primera. Eran demasiadas cosas que a las que no estaba acostumbrado y que me costaba mucho comprender.
_Itachi…- Me llamó Kisame, haciendo que volteara a verlo. -¿Quieres salir conmigo?- dijo sin rodeos.
_ ¿Qué?- realmente fue algo repentino.
_Ya sabes, salir, en una cita- dijo de forma lenta, como si no habláramos el mismo idioma.
_Cla-claro- me odie por un segundo, no podía creer que me había temblado la voz.
_Genial- murmuro, mientras sujetaba con un poco más de fuerza mi mano.
[Fin de Flash Back]
[Itachi]
Caminamos por el parque tomados de la mano, tal vez no sea la gran cosa, pero siempre había sido algo conservador sobre las expresiones públicas de amor, y algo que para los demás era tan simple, a mí me hacía sentir increíble.
Hablamos de muchas cosas, la mayoría sin real importancia. No se sentía como las veces anteriores que habíamos hablado, era diferente, como si realmente estuviéramos esperando algo más, pero… ¿Qué esperábamos?
Nos sentamos en una banca, de pronto Kisame se levantó.
_Ya vuelvo- dijo enseñando sus afilados dientes, para luego caminar en la dirección en la que habíamos llegado.
_ ¿Se le habrá caído algo?- me pregunte por lo bajo, saque mi teléfono un segundo, y me asombre, ya eran las 6 de la tarde, habíamos pasado casi cuatro horas caminando. Era increíble lo rápido que pasaba el tiempo a su lado, realmente era como si me transportara a otra realidad a su lado.
_Ya volví- escuche la voz de Kisame frente a mí.
_ ¿Qué…?- dije mientras levantaba la cabeza, pero no termine la frase. Cuando levante la vista vi a Kisame parado frente a mí sosteniendo dos helados. Realmente parecía gustarle desmoronar mi estabilidad emocional.
_Ten- dijo mientras me daba un helado y se volvía a sentar. –Recuerdo que en la secundaria te gustaba el Helado de limón- cada palabra que decía lograba que dentro de mí, se sintiera como una tormenta desaforada. –Espero no haberme equivocado- dijo al final, mientras apoyaba su mano en mi rodilla.
_Me sorprende que lo recordaras- susurre, intentando que no notara mi sonrojo.
_Me sorprende que dudaras de mí- dijo con soberbia fingida, mientras parecía buscar mi mirada con la suya.
_Nunca dejas de sorprenderme- dije con tono de broma. Él rio, yo solo sonreí.
_Y nunca dejare de hacer- murmuro, para luego tomar mi mano y besarla con cuidado. En ese momento la tormenta se convirtió en un tifón. –Me gustas Itachi- soltó mientras clavaba sus ojos cristalinos en los míos.
_Kisame- solo pude decir su nombre.
_Itachi, no tienes que responder nada- dijo con una media sonrisa.
_También me gustas, eso creo…- dije en voz baja.
_ ¿crees?- repitió divertido, intentado no soltar una risa traidora, haciendo que mis nervios se incrementaran.
_Es solo que…- respire profundo intentando calmarme –Nunca había sentido nada de esto, así que en realidad no estoy seguro de que es…- dije soltando la verdad sobre lo que ahora inundaba mi interior.
_Itachi…- acerco su mano a mi mejilla y la acaricio. –Pues en ese caso, ¿me dejarías enseñarte?- dijo con esa voz grave que me ponía de rodillas.
Asentí con timidez, mientras el reía suavemente, también reí.
Pasamos el resto de la tarde juntos, pero ahora no parecíamos esperar nada, solo estábamos ahí, disfrutando la compañía del otro. Se sentía realmente bien.
Cuando comenzó a anochecer, Kisame me acompaño a casa. Para cuando llegamos ya estaba oscuro, la luz de las farolas incandescentes bañaba la calle que caminábamos aun con las manos entrelazadas. Llegamos a la entrada, pero aun así hablamos unos minutos más, él no parecía querer irse y yo no quería que se fuera.
De pronto nos quedamos en silencio, el paso su mano por mi mejilla, yo incline el rostro para sentir más su caricia. Poco a poco nos acercamos, cuando sentí su aliento chocar con el mío, cerré los ojos, cada segundo de espero me llenaba de ansiedad, pero al final, nuestro labios se tocaron. No un toque fugaz como antes, no, fue un beso lento y suave, su boca y la mía se fundía de una forma completamente cautivante.
_Kisame...- murmure casi sin aliento, cuando nos separamos -¿Quieres pasar?- susurre con timidez, el me mostro esa media sonrisa tan suya y asintió.