—Qué? —El chico estaba en shock ¿Cómo que coquetearle a Sasuke? Estaban locas o que
—Naruto ¿estas sordo o qué? Quiero, —hizo una pausa—, queremos-corrigió Ino quien era la que estaba hablando—. Que conquistes al emo y después le rompes el corazón
—¿Y porque yo? —preguntó algo molesto pues él no era ningún juguete de esas pervertidas, como había decidido nombrarlas
—Eso tal vez te lo explique yo —dijo Sakura—. Eres un chico que aparte de atractivo Sasuke se da cuenta de eso y… —Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de la muchacha—. Todas sabemos que él es bisexual y que es posible que tú lo enamores por que los demás chicos son uno patanes y tú no lo eres
—Y no accedieron —intervino la rubia haciendo que Sakura le saliera una venota en su frentesota
—¡Que te calles! —le gritó la chica de cabellos rosas—. No le hagas caso, está loca —explicó nerviosa—. Y, por último, porque vemos que tú ya tienes cierto odio a Sasuke así no solo se ira por nosotras si no para su propio desquite
—Ah, ya entendí su punto —dijo el rubio—. Pero no cooperare con ustedes chicas además a mí no me gustan los chicos. —Se felicitó mentalmente por la buena excusa que se inventó
—Pero no necesariamente tiene que ver que te gusten los hombres Naruto —razonó Temari quien pasaba uno de sus brazos por los hombros del susodicho—. Sólo velo como un juego, tu juego, para ti, Sasuke será tu juguete personal, por fin sentirá a carne propia lo que el causo
Antes dichas palabras, Naruto se quedó pensando. Uno, que las chicas podían enloquecer fácilmente cuando se trataba de ir en contra de un hombre y que eso hacía que hicieran al lado sus diferencias para aliarse y la otra, que tal no era tan mala la idea, no, sino todo lo contrario, ya que por fin el tonto de Sasuke aprendería que no debería jugar con sus sentimientos de la gente
Si, un trago de su propia medicina, y él estaba seguro que le daría eso
—¿Naruto?, ¿Naruto? —le llamaba preocupada Hinata ya que desde hace cinco minutos el rubio se había quedado en la luna
—Lo perdimos —dijo dramáticamente Ino
—No lo veas así solo estaba en cómo —dijo Ten Ten mirando que Naruto regresaba a la realidad
—No lo sé chicas —dudó Naruto
—¿Eh? —preguntaron todas las damas del lugar
—Pero dijiste que si —le reclamó Sakura mirándole con suplica
—Miren, mejor les digo mañana ¿vale? —aseguró notando que las chicas le miraban de mal modo
—Aja —contestaron algo desanimadas las chicas haciendo que el chico se fuera lo antes posible
—¿Crees que acceda? —preguntó Hinata a las demás chicas que también veían a Naruto irse hasta que le perdieron la vista
—Créeme que lo hará —sentencio confiada Sakura mientras sonreía—. Él sabe que una parte de él quiere
Y realmente Sakura si estaba en lo cierto
…
Naruto por fin llego a su casa. Realmente estaba cansado y algo pensativo por la tentadora oferta que le habían ofrecido
Obvio que Sasuke se merecía eso ¿pero no era rebajarse a su nivel? Bueno también era por una causa justa…Si era por una causa justa pues no haría nada malo ¿verdad?
Ignorando todo a su alrededor, no se percató de la presencia de su madre, Kushina que aún en la sala, miraba extrañada a su hijo, el cual aún seguía manteniendo la cabeza en la luna por segunda vez en el día.
—Hola hijo —saludo sonriente la pelirroja
—Ah, hola —saludo distraídamente
-¿te paso algo en la escuela? —preguntó algo preocupada
—Ah, no nada mamá. —Se apresuró a contestar ya que su madre era algo sobreprotectora
—¿Enserio?
—Si —afirmo ¿Por qué las mujeres siempre estaban sobre él? —Mejor me voy a mi habitación
Él pensó que eso sería una buena técnica para mantenerla alejada y así podía razonar de una forma más personal en la soledad de su habitación, pero como toda buena madre, busco una buena manera para sacarle información a su hijo
—Si no me dices que pasa te quito el play station 3 y no vas a la convención el próximo mes —amenazo la pelirroja haciendo que el rubio sudara frio
—Mamá ¿crees que es malo jugar con los sentimientos de la gente? —preguntó con una aire ausente que hizo pensar a la mujer por un buen rato ya que veía que su hijo necesita una satisfactoria respuesta
—Claro que es malo —dijo confiada su madre haciéndolo sentir peor—. Pero ¿Por qué? ¿Paso algo malo? —interrogó de nuevo con ese tono protector que solo las madres tienen y nadie más
—Por nada, mamá —mintió mientras avanzaba en grandes zancadas hacia su habitación—. Si me disculpas, madre, tengo muchas cosas que hacer —dijo poniendo fin a las futuras preguntas de su progenitora que se quedó con la palabra en la boca
Tan pronto entro a su habitación se aventó a la cama -con mochila incluida- a la mullida cama que parecía invitarlo a dormir una cuantas horas
Ese día había sido de locos...o mejor dicho de locas ¿porque a él -además del hecho que era el último recurso- para su psicópata venganza?, un punto común, ese sentimiento de desprecio lo unía con esas chicas
Pero ¿eso era jugar con los sentimientos de un ser humano? Y por lo tanto esa estaba mal ¿verdad? Eso lo inquietaba. Ya que por mucho que odiara a Sasuke el tenia principios
Aun así su maldito subconsciente lo obligaba a querer formar parte de esa venganza…bueno Sasuke no era ninguna blanca palomita.
Una sonrisa surco sus labios y vaya que se veía diabólica...ya había tomado una decisión.
…
Las clases eran igual...de aburridas. Como siempre las dos horas no tenían nada haciendo que todos los alumnos se preguntaran que carajos hacia Kakashi para llegar siempre tarde. Pero ese no era el tema de novedad para el grupo de chicas que se encontraban atrás de la escuela que tenían una mirada fría hacia un chico que sudaba la gota gorda atemorizado por aquellas miradas. Solo faltaba que sacaran las pistolas y que lo acribillaran en plena calle
—Entonces ¿te has decidido? —preguntó Sakura con una vos parecida del padrino; ver película a media noche la había afectado
—Sí, me uniré a ustedes con su venganza
—¡Kya, qué bueno! —gritó infantilmente la chica mientras se abalanzaba sobre el en un asfixiante brazo
—OK, OK, pero me asfixias —dijo mientras trataba de separarse de su amiga, pos dios tenía mucha fuerza
—Sí , lo siento —se disculpó nerviosa para después tomas su postura inicial-pero primero Naruto como hemos visto que has aceptado, entonces empezaremos la venganza- tras lo dicho las demás chicas sonrieron bajito haciendo que Naruto volviera a sudar la gota gorda
—Será en mi casa —sentencio Temari mientras señalaba una casa no muy lejos de ahí —. Ahí te mostraremos que tendrás que hacer
—Bueno, vámonos —dijo todo confiado el rubio haciendo que las chicas le brillaran los ojos pero no de felicidad, sino de un extraño modo
—¡Entonces, vámonos! —gritaron las chicas dirigiéndose a la casa de Temar…donde una oscura venganza se tramaba.
Continuara.