Cruzaron el portal de vuelta al 221B de Baker sin mencionar palabra alguna. Strange deshizo el hechizo de la dimensión espejo en el que habían estado en todo el viaje para evitar futuros altercados como en la primera dimensión que cruzaron.
-Eso fue interesante- Exclamo el rubio menor.
-Si- Le apoyo el otro rubio.
Sherlock simplemente se sentó en su sillón y según sospechaba Watson se encontraba en su palacio mental.
-Espero volver a verlos- Comento feliz el ex médico militar- Fue un placer conocerlos y me sentiría muy feliz si volvieran a venir solo a conversar- Aclaro, sentía que era suficiente de viajes dimensionales por una vida.
-A mí también me gustaría volver a verlo John- Le dio un apretón de mano el otro doctor, mientras Ross solo arqueaba una ceja al verlo tan amistoso por lo cual Stephen se separó rápidamente del rubio.
-También fue un placer conocerlo doctor Watson.
-Sherlock también se alegra de haberlos conocido, es solo que él no es muy expresivo- Justifico a su amigo.
-No sé preocupe doctor nosotros entendemos, yo no soy el mejor en relaciones humanas, y por lo que vi muy poca de mis otras versiones lo son- Ante lo dicho por el hechicero todos rieron.
Y aunque se conocieron hace unas pocas horas, cosa que para muchos significaba nada, para ellos era como si se conocieran de una vida por lo que la despedida aunque corta fue significativa, además de que existía la promesa indirecta de volver a reunirse.
Al cruzar el portal de regreso a su universo lo primero que vieron fue una capa que de tener piernas se podría decir que corría hacia su amo, abrazando tanto al hechicero como al agente.
-También me alegro de verte- Reconoció el de cabellos oscuros- ¿Qué tal todo con Wong?
-Creo la pregunta está mal formulada-
-No, estoy seguro que es la pregunta correcta- Respondió a lo cual Wong se molestó.
-Stephen debo irme, necesito confirmar que todo esté en orden, el trabajo no espera a nadie.
-Está bien pero ¿nos vemos en la noche?
-Sí, prometo llegare temprano- Beso a su pareja para luego cruzar el portal que este había hecho.
-Cursis- Murmuro Wong.
Pero contrario a lo pensado Strange solo atino a sonreír, sí, se sentía cursi, amaba a ese hombre como nunca había amado a nadie.
A la mañana siguiente en Londres en la calle de Baker Street específicamente en el 221B.
-Sherlock- Llamo el rubio, mirando como este se encontraba en la misma posición que el día anterior después de volver de su viaje- ¿Estuviste aquí toda la noche?- Más que una pregunta era una afirmación.
-John- Contesto el menor después de unos momentos, cuando al fin el rubio se estaba dando por vencido a no recibir respuesta- No quiero perderte- Fue la directa confesión del detective- Estuve pensando y después de lo de Mary pensé que todo estaría bien, que ya nunca volverías a irte, tenemos a Rosie con nosotros, y pensé que eso era suficiente para ti pero creo que no es suficiente para mí.
-Sherlock ¿Qué…
-Pensé en porque me había afectado tanto el que tú te quisieras casar y el cómo me sentiría que lo hicieras con otra persona, aprecie a Mary pero sé que si ella estuviera viva el vacío que sentí en aquel tiempo seguiría aquí. No lo entiendo John.
-¿Tu estas diciendo lo que yo creo que estás diciendo?
-¿Qué estoy diciendo?
-Eso es una maldita confesión Sherlock, y una muy romántica- Esta aclaración dejo en shock al detective, el simplemente dijo lo que sentía y por mucho que haya pensado nunca había llegado a tal conclusión- Con un demonio- Al ver que su ¿amigo? No hacía nada el doctor decidió tomar las riendas y besar al joven detective.
-Con que no eras gay- Fue lo primero en decir el más alto, pero al ver el enojo creciente en el otro agrego- Puede que tengas razón, y lo que siento por ti sea algo más allá de lo que puedo comprender, te pido tiempo.
-No te preocupes Sherlock comprendo, no presionare esto. Es más si quieres olvidarlo hare como si esto nunca hubiese sucedido.
-¡No! Yo no quiero eso, quiero esto.
Escucharon algo caer, al voltear vieron como una pequeña Rosie de unos 8 años se encontraba escondida detrás del sillón de su padre.
-Rosie- La llamo John.
-Papi- Salió apenada por ser descubierta, el rubio la tomo entre sus manos
-¿Que te he dicho de escuchar conversaciones ajenas?
-Lo siento- Escondió su rostro en el hombro de su padre mostrando arrepentimiento.
-Está bien- Fue el turno del Holmes de hablar- No te sientas mal solo no lo hagas otra vez- Con la pequeña Watson era con la única persona además de su mejor amigo con el cual mostraba su parte más humana.
-Tío Sherlock- Miro al más alto- ¿Tú serás mi papá?- Pregunto con cierta ilusión, dejando sorprendidos a los dos mayores.
-¿A ti te gustaría?- Pregunto con cierto miedo, en ese momento se sentía incapaz de leer las expresiones de la pequeña.
-Por supuesto, seria increíble, tendría dos papás geniales, además podría decirte papá- Dijo con un pequeño sonrojo, creció viendo a su “tío” como otra figura paterna para ella, siempre había deseado decirle así pero todos le decían que debía llamarlo tío, pero ahora que él y su papá estarían juntos todo sería mejor, tendría dos padres como sus compañeritos y podría presumir que tenía la mejor familia del mundo con su papá Sherlock y su papá John.
Esas palabras hicieron que Holmes sintiera una felicidad inmediata, amaba a esa niña.
-Tu puedes decirme como tú quieras Rosie, siempre que tu papá este de acuerdo- A lo cual el rubio asintió.
Aquel fue un día mágico para ellos, mucho más mágico que todo lo vivido el día anterior, porque ese día había sido especial.
Fin