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Vella por aries_orion

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No se quiere ir.

No quiere, pero su celular no deja de vibrar, la I.A. de Anthony insiste en el llamado de Fury. Hay misión. Sin embargo, ¿cómo irse cuando Anthony le tiene de las caderas mientras sus labios reciben una clase especial? Ya ni decir de sus brazos cruzados sobre los hombros y cuello de este. Ahora es café y no hamburguesas con papas fritas. Es amargo, caliente y húmedo.

Muy húmedo.

–Debo irme… An… thony…

El hombre no le suelta, apenas logra decir aquellas palabras. El amor lo vuelve masita.

–No veo que insista mucho soldado.

¿Y cómo hacerlo? El moreno ha metido mano bajo la camisa, delinea su espina dorsal y deja mordidas y besos en su cuello.

–Señor Stark, el agente Coulson está subiendo por el elevador.

–Retrásalo.

Un gemido es detenido a tiempo en sus labios, Anthony le va a matar, sus manos ya van por debajo del hueso de su cadera. Se aferra a sus ropas, sus piernas amenazan con no sostenerle más.

–Señor, el agente ha inhibido mis sistemas.

Anthony chista los dientes, se aleja lo suficiente para que él recuerde respirar.

–Steve, cariño, vuelve en ti, ¿sí?

El soldado no puede ni amenazarlo con la mirada, al menos, no con el rubor en su rostro e intentando acomodar su ropa. No dice nada al arribo del agente.

–¿Acaso los espías no reciben clases de educación?, cuando alguien no quiere visitas es por algo.

–Es importante Stark.

Coulson sigue su camino dándoles la espalda, Anthony le aprieta el trasero y le sonríe.

–Nos vemos luego Steve. –Le muerde la oreja. –Debemos terminar algo.

Rogers debe morderse la lengua, no le mira, sólo camina. No hay quejas, miradas de advertencia o reproche. Simplemente sale de ahí.

El amor lo deja sin voluntad.

 

 

**

Ha llegado de misión, a esta no pudo decir no porque Anthony jugó sus cartas. Saluda a sus vecinos y Vella le ataca. Le ladra, brinca, se refriega en sus piernas, le ve, su cola se agita con prisa. Le acaricia. Da las gracias.

–Vamos mimosa.

Vella le sigue contenta a casa, entra buscando alguna cosa para traérselo y jugar. Una botella es la elegida, la avienta, Vella sale disparada en su búsqueda. Un baño y ropa limpia para meterse a cocinar, tiene antojo de lasaña y vino. Vella trae en el hocico la botella, la cual es olvidada una vez Steve comienza a sacar los ingredientes del refrigerador.

Vella le sigue de un lado para el otro, hay música y comida preparándose. Le ladra, le avienta pedacitos o la botella de plástico. Ella va y viene, quiere jugar. No se despega de Steve. El timbre de la puerta se sobrepone a la música, baja las flamas de la estufa.

Su sonrisa se va al ver a su visitante inesperado.

–Cariño, con esa cara parece que viste a un fantasma y no a tu novio.

–Anthony. –Su nombre sale en un bajo jadeo.

–Ese soy yo, ahora, ¿te mueves para que pase? Traje vino. –Le muestra la botella.

El moreno intenta entrar, pero Steve no se lo permite.

–¿Steve?

–¿Qué haces aquí Anthony? –Su tono es seco. No lo esperaba, de verdad que no.

–¿No es obvio? Vine a pasar un rato agradable con mi chico después de no verlo por décadas. –Steve sonríe, las irreverencias del moreno eran divertidas. –Vamos corazón, ya déjame entrar, tener una charla sexual en el pasillo es lo mío, pero dudo que sea lo tuyo.

La puerta se movió un par de centímetros, Vella estaba a su lado.

–¡No!

Vella se quedó en su lugar, callada y observándole, en cambio Anthony le miraba sin entender.

–¿No qué Steve?

–No.

–¿No me dejaras pasar? –Steve niega, no puede hablar, el tono del moreno se vuelve frío, el mismo cuando estaba ante los altos mandos del gobierno o los accionistas. –¿Por qué?

–No… no puedo, lo siento.

–¿Ocultas algo Rogers? –El soldado es malo para mentir al estar al frente de Anthony. –El que calla otorga Capitán.

El empresario no agrega más, deja la botella en el piso y se marcha.

Cierra la puerta con botella en mano. Un ladrido le saca de su aturdimiento. Vella le ve con la cara ladeada y hocico abierto. No, no podía, no aún. Era suya, sólo de él. Continuaría siendo egoísta.

–Eres mi chica, ¿cierto?

Más ladridos.

Le esperaba otra planeación de perdón.

 

Notas finales:

Siguiente.

^_^


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