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Vella por aries_orion

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–Vella.

Por alguna razón tiene ganas de algo dulce, esponjoso y jugoso. Lleva en la cocina horas, Vella está a su lado, en espera de las sobras o pedazos que caen al piso para tomarlos. La música bloquea el silencio, pero no mengua los gruñidos o ladridos de ella.

–Ey –Vella ya está sentada muy cerca de él, orejas al vilo, el hocico cerrado y los ojos en él. –¿quieres un trocito? –La lengua se dobla por los lados del hocico, no deja de verlo. –Un trocito pequeñito de chocolate.

Vella se lo traga, apenas lo mastica y otra vez ya le está gruñendo.

Niega enternecido. Dios, ella es adorable y la ama. La ama muchísimo.

 

*

Le duelen las mejillas, el sabor del café sigue en su boca. Está perdido en sus recuerdos y la forma de las ramas y las hojas y las nubes. Vella está echada a su lado, viendo a la gente pasar, a los otros animales, las aves y las ardillas. A veces gruñe cuando un perro se acerca a los límites de su perímetro.

Ella es celosa. Steve es sólo suyo. No lo va a compartir fácilmente. Es su humano. Su amigo. Su amo.

–Vella.

Steve la distrae con caricias tras sus orejas o su cuello, la correa está enrollada en su brazo izquierdo. Vella es fuerte y un tanto agresiva, no quiere un accidente que le pueda costar la vida.

Pero el sabor a café persiste.

Acepto el desayuno, con sorpresa se dio cuenta que el moreno llegó treinta minutos antes, espera recargado en el auto. Al bajar le sonrío, mintió de la hora de su arribo. Lo dejó pasar porque el temblor sobre el volante le delataba. Le llevó a un restaurante, él hablo y hablo y hablo, le dijo la razón de su mentira blanca.

Quería mostrarte al verdadero Anthony Stark y no al que diseñe.

Al despedirse, este le iba a dar un beso en la mejilla, pero él se movió y el toque terminó en sus labios. Suave, pausado y tentativo. Anthony no dijo nada, se fue.

Steve se quedó ahí tocando sus labios.

Vella también necesitaba salir, pero terminaron echados sobre el pasto bajo el árbol.

–Somos un caos, ¿eh?

Ella le mira, más no se mueve de su pecho.

 

__________________________________________

Repito, límite...

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–Vella.

Por alguna razón tiene ganas de algo dulce, esponjoso y jugoso. Lleva en la cocina horas, Vella está a su lado, en espera de las sobras o pedazos que caen al piso para tomarlos. La música bloquea el silencio, pero no mengua los gruñidos o ladridos de ella.

–Ey –Vella ya está sentada muy cerca de él, orejas al vilo, el hocico cerrado y los ojos en él. –¿quieres un trocito? –La lengua se dobla por los lados del hocico, no deja de verlo. –Un trocito pequeñito de chocolate.

Vella se lo traga, apenas lo mastica y otra vez ya le está gruñendo.

Niega enternecido. Dios, ella es adorable y la ama. La ama muchísimo.

 

*

Le duelen las mejillas, el sabor del café sigue en su boca. Está perdido en sus recuerdos y la forma de las ramas y las hojas y las nubes. Vella está echada a su lado, viendo a la gente pasar, a los otros animales, las aves y las ardillas. A veces gruñe cuando un perro se acerca a los límites de su perímetro.

Ella es celosa. Steve es sólo suyo. No lo va a compartir fácilmente. Es su humano. Su amigo. Su amo.

–Vella.

Steve la distrae con caricias tras sus orejas o su cuello, la correa está enrollada en su brazo izquierdo. Vella es fuerte y un tanto agresiva, no quiere un accidente que le pueda costar la vida.

Pero el sabor a café persiste.

Acepto el desayuno, con sorpresa se dio cuenta que el moreno llegó treinta minutos antes, espera recargado en el auto. Al bajar le sonrío, mintió de la hora de su arribo. Lo dejó pasar porque el temblor sobre el volante le delataba. Le llevó a un restaurante, él hablo y hablo y hablo, le dijo la razón de su mentira blanca.

Quería mostrarte al verdadero Anthony Stark y no al que diseñe.

Al despedirse, este le iba a dar un beso en la mejilla, pero él se movió y el toque terminó en sus labios. Suave, pausado y tentativo. Anthony no dijo nada, se fue.

Steve se quedó ahí tocando sus labios.

Vella también necesitaba salir, pero terminaron echados sobre el pasto bajo el árbol.

–Somos un caos, ¿eh?

Ella le mira, más no se mueve de su pecho.

 

Notas finales:

Siguente.

^_^


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