Le tomo ocho días conocer su destino.
Naruto estaba en shock. Desde que desembarcaron fueron transportados en unas carretas tiradas por caballos y llevados a la ``aldea´´.
Un conjunto de cabañas de madera-que más bien parecían chozas de paja, al menos a ojos de Naruto-colocadas entre si casi de forma semicircular con un amplio espacio en el centro en lo que sería la ``plaza del pueblo´´ cuando este estuviera totalmente asentado.
Había pequeños huertos junto a algunas cabañas y unas grandes áreas de cultivo listo para la siembra. También había un rio a pocos metros de donde ellos estaban.
Naruto observaba todo como en una nube. Lo llevaron junto con los demás al centro de la plaza y les quitaron las cadenas.
Su captor llamo la atención para que todos le escucharan y dijo:
-sean bienvenidos a la aldea de suna. soy sabaku no Gaara, el jarl de esta aldea.se deben preguntar para que los hemos traído aquí -mientras hablaba se iba paseando frente a sus cautivos intimidándolos con su aura de poder-la razón es sencilla, mis hombres y yo hemos creado esta aldea con el propósito de vivir en paz, pero nos faltaba algo importante: compañía. algunos de mis hombres me han señalado el deseo y la necesidad de formar familias y como no encontramos parejas en nuestro entorno, digamos, que decidimos tomarlas de otros lugares-llegados a este punto hizo una breve pausa para luego continuar-habrán notado que hay más de ustedes que de nosotros pero eso no es importante ahora, algunos poseen collares o bandas, eso significa que han sido elegidos como compañeros-ante esto un murmullo se levantó entre los cautivos, algunos muertos de terror, los hizo callar-no hay ...-fue interrumpido por un alivio de preguntas.
-que pasara con los que no fueron seleccionados?
¿y si nos negamos?
-¿que pasara con nosotros si no queremos un compañero?
-sé que no todas las parejas han de gustarse o ser compatibles por eso se les dará un plazo de tres meses para convivir juntos, si llegados a ese plazo aun no desean a su pareja designada son libres de quedarse en las cabañas comunes o bien pueden trabajar para levantar su propia cabaña. Algunos serán tomados como sirvientes, a esos se les proporcionara techo, comida y un pago por sus servicios. Este pueblo necesita de toda su ayuda, aquí se les apreciara, serán muy valorados. Si aun así no desean estar aquí serán tomados como esclavos o vendidos como tales. -dijo esto último con voz fría causando un escalofrío en los presentes.
Este tipo habla en serio. Naruto no sabía que pensar: él no sabía cómo ser un sirviente, mucho menos quería ser un esclavo, pero la idea de un compañero, sobre todo uno impuesto sobre él no le agradaba en absoluto.
Compañeros. Que significaba eso de todos modos. Eran como una especie de novios, maridos, tal vez...de todas maneras el no quería uno.
Naruto fue guiado por una joven rubia de aspecto fuerte hacia una de las cabañas más alejadas, vio como otros también eran guiados a diferentes lugares.
Una vez dentro se le proporciono ropa y unas botas y se le ordeno darse un baño.
Temari, así se había presentado la joven, lo acompaño al baño el cual estaba fuera de la cabaña en un pequeño cobertizo adjunto. Cuando salió, Temari lo guio hasta la cocina y lo sentó en una mesa.
-¿cuándo conoceré a mi compañero?-fue lo primero que pregunto luego de sentarse-¿por qué no se ha presentado aún?-Naruto tenía algunos puntos que tratar con el tipo.
-mi hermano me ha pedido hacerte compañía mientras el atiende algunos asuntos. Por eso no te ha escoltado hasta aquí-le explico mientras revolvía una especie de guiso-el volverá para la cena. Ahí podrán hablar con más calma.
Se mantuvo en silencio sin saber que decir mientras Temari preparaba la cena.
-sabes?-la voz de Temari lo saco de sus pensamientos -independientemente de la manera en como llegaste, me alegro de que estés aquí.
Naruto le dio una mirada interrogativa.
-mi hermano se ha hecho cargo de nuestra familia desde muy joven y sin ayuda de nadie. él tiene muchas responsabilidades, el hecho de que estés aquí significa que ya no estará solo... -Temari fue interrumpida por el sonido de una puerta abriéndose.
-ya estoy en casa!-la figura del jarl atravesó el umbral de la cocina.
-Gaara, hermano, que bueno que llegaste! -exclamo-la cena ya está lista, por favor ayúdame a poner la mesa-le ordeno Temari.
Naruto estaba sorprendido. No esperaba que el jarl fuera su compañero, pero pensándolo bien era de esperarse ya que fue el único de los vikingos con el que tuvo contacto durante todo el viaje.se quedo viendo como este gran y fuerte guerrero se movía torpemente por la pequeña cocina bajo las ordenes de Temari.
Tenía que admitir que la rubia sabia como manejar al grandote.
Después de que estuvo todo listo, Temari se marchó a su casa dejando tras de sí un pesado silencio roto solamente por el sonido de los cubiertos al chocar.
-qué edad tienes, pequeño?- hablo Gaara tratando de romper la pesada atmosfera.
-Naruto, no pequeño, tengo 17 años-espeto.
-correcto. Todo un hombre entonces-dijo en tono burlón.
-te estas burlando de mí?-Naruto empezaba a molestarse.
-en lo absoluto- observaba las emociones pasar por la cara de aquel rubio. Le parecían fascinantes.
Naruto lo miraba con cautela.
-¿puedo preguntarte donde aprendiste a hablar mi idioma?
-mi madre me enseño-fue la única respuesta.
Al ver que no parecía decir más, Naruto cambio de tema.
-¿qué es lo que esperas de mí?-pregunto con vacilación, no queriendo saber la respuesta.
-antes de contestarte, hay algo que quería preguntarte-Gaara dejo escapar un largo suspiro. Cuanto antes empezara con las explicaciones, mejor.-que sabes acerca de los cambiaformas?
-esos son solo cuentos para asustar a los niños. ¿Por qué? ¿Qué tiene eso que ver?
-que pasaría si te dijera que son reales. que dirías si te dijera que soy uno de ellos-Gaara sostuvo el aliento esperando una respuesta que estaba tardando en llegar.
Naruto se tomó su tiempo en analizar las declaraciones del jarl, antes de responder-diría que estas completamente loco. crees que me voy a tragar ese cuento...
El rubio no creía una sola palabra de lo que él dijo. No le quedaba de otra.se puso de pie y empezó a quitarse la camisa.
-q- que rayos haces-Naruto se sobresaltó-¿por qué diablos te estas desnudando?
-porque si no te lo muestro no vas a creerme-respondió mientras terminaba de desnudarse, tan solo se quedó con la ropa interior.
-créeme, realmente no tienes que mostrarme nada...-su rostro estaba tan rojo como un tomate maduro, aun así no dejaba de mirarlo. Saber que su pareja lo encontraba atractivo le dio cierta satisfacción a Gaara.
Rápidamente Gaara cambio a su forma de lobo. Era un enorme lobo de pelo rojizo y ojos verde brillantes que abarcaba una gran parte de la cocina.
Naruto se paralizo de terror. El miedo era lo único que ocupaba su mente al ver el enorme animal parado en el espacio que antes ocupara el jarl.
La enorme bestia se acercó lentamente a él, acariciándolo con su hocico y dándole pequeños lengüetazos. Luego se echó a sus pies en un intento de parecer más pequeño y menos feroz.
El rubio pasó tentativamente sus manos por su lomo. La caricia se sintió tan bien. Gaara no quería que se detuviera pero su rubio aparto las manos muy rápido para su gusto.
-¿puedes entenderme?-el lobo movió su cabeza en un gesto afirmativo-genial. Necesito que cambies de vuelta-
En un parpadeo Gaara estuvo agachado y desnudo en frente del rubio-por favor ponte algo de ropa-le pidió Naruto todo rojo.
-por qué? así me siento muy cómodo-se estaba burlando un poco del rubio.
-ya déjate de molestar-Naruto le dio un zape en la cabeza. Su miedo totalmente olvidado.
-uy pero que genio-se quejó-no tienes que ser tan violento-las mejillas de Naruto se tiñeron de color y le envió una mala mirada a Gaara.
-es mejor que comiences a hablar-Naruto se cruzó de brazos.
La mirada confusa en el rostro de Gaara hiso a Naruto soltar un resoplido de frustración-he de suponer que te mostraste ante mí por una razón. Así que estoy esperando escucharla.
-bueno...veras, los cambiaformas, en general, desde que somos conscientes andamos en busca de nuestra pareja destinada...-
-¿pareja destinada?-
-sí, aquel que nos complementa, nuestra otra mitad-explico.
-algo así como las almas gemelas-
-correcto.es algo que siempre anhelamos por eso las parejas son muy preciadas. Los compañeros se vuelven muy sobreprotectores con sus parejas destinadas.
-si siempre lo buscan como saben cuándo lo han encontrado-pregunto Naruto con curiosidad-
-por el aroma. Tenemos un sentido del olfato muy desarrollado, cuando encontramos a nuestros compañeros todos nuestros instintos se activan. Solo podemos calmarnos cuando reclamamos a nuestro compañero.
-yo soy tu pareja destinada-no fue una pregunta, era una afirmación y Gaara se quedó sin palabras. No esperaba que Naruto fuera tan directo.
-lo eres. Desde el momento que puse un pie en esa aldea percibí el olor más exquisito que puede haber. Olía como la brisa de primavera, flores y algo más. Olía como casa. Algo que me cautivo, simplemente no podía parar hasta encontrar la fuente de aquel aroma. Cuando te vi salir de la cabaña supe que tú eras mío.
-no logro comprender del todo-admitió el rubio con desgana-es demasiado para digerirlo todo a la vez. aun no sé qué es lo que esperas de mí.
Gaara lanzo un largo suspiro. Como explicarle a Naruto sus sentimientos cuando el mismo no los comprendía.-solo espero conocerte, que me conozcas y talvez en un futuro formar una familia. Por mucho tiempo he querido alguien que comparta mi vida y mis riquezas, saber que alguien me espera en casa, que se preocupa por mí, alguien que me quiera y a quien yo pueda querer. En pocas palabras alguien a quien llamar mío.
Naruto estaba un poco conmovido por esta declaración. Nunca pensó que alguien tan feroz como este guerrero con su gran aire de autoridad pudiera hacer una declaración tan tierna.
En ese momento decidió que podía darle una oportunidad a eso de ser compañeros, después de todo no tenía nada que perder.se tomaría las cosas con calma, un día a la vez.
-¿cuáles serán mis deberes?¿puedo llamarte por tu nombre?¿dormiremos juntos o tendré mi propio cuarto?¿puedo trabajar como los demás?
Gaara detuvo el aluvión de preguntas tomando a Naruto de las manos.
-puedes llamarme Gaara, pequeño-Naruto hizo una mueca por el apelativo-creo que por el momento, lo mejor es que tengas tu propio cuarto- vio como Naruto fruncía el ceño como tratando de entender.
-¿acaso no quieres dormir conmigo?-dijo molesto.
-no es eso pequeño Naruto, es solo hasta que nos conozcamos un poco más, así te sentirás mas cómodo.
Esa respuesta pareció satisfacer a Naruto que lo miro con sus grandes ojos azules y una hermosa sonrisa en su rostro.
Le gusto el hecho de que Gaara no tratara de apresurar las cosas ni imponerle nada.
-será mejor que te acompañe a tu cuarto para que descanses-dijo al verlo bostezar-mañana te indicare lo que tienes que hacer.
Naruto estaba de acuerdo. mañana seria un largo dia.