Elrohir daba un paseo por los jardines de Rivendel, acompañado por Erector y Mithmir.
- ¿Qué te sucede, pequeño Mithmir?
Preguntó Erector al pelirrojo.
- Yo no soy pequeño, tengo 2000 años. Soy mayor de edad ya.
Saltó Mithmir indignado. Erector rió.
- Y yo tres mil ochocientos años, así que para mí eres un pequeño, Mithmir.
Elrohir sonrió, pero decidió poner paz entre sus amigos.
- Ya, no peleen. Pero es cierto Mithmir, estás distraído ¿Te sucede algo?
Mithmir suspiró.
- Es sólo que me preguntaba si Mircalen estaría bien.
Erector le acarició el cabello rojo al trillizo de ojos grises.
- Ya veras que sí, que estará bien, confía en los valar, ellos lo protegerán.
Cínico como era Mithmir se tuvo que morder la lengua para no contestar, "espero que no lo protejan tan bien como a los pobres gemelos". Los trillizos eran idénticos, pero se les podía diferenciar fácilmente por sus ojos. Mithmir los tenía grises, Luinmir azules y Mircalen verdes. En cambio, los gemelos hijos de Elrond sí eran idénticos hasta en el último detalle físico, pero Elladan siempre era risueño y sonriente, Elrohir era más serio y sereno. En ese momento, Elladan se acercaba por el jardín corriendo hacia ellos.
- Ro, Erector ¿Adivinen quiénes están aquí?
- ¿Quiénes?
Preguntó Elrohir con la sonrisa, al ver el entusiasmo de su gemelo.
- Haldir y Rumil de Lorien.
- ¿Haldir y Rumil están aquí?
Preguntó Elrohir entusiasmado. Elladan asintió. Los dos gemelos salieron corriendo hacia la casa, y un divertido Erector junto a un confundido Mithmir, los siguieron.
Cuando Erector y Mithmir llegaron, encontraron a los gemelos saltando sobre un risueño Haldir de Lorien y su hermano pequeño Rumil.
Haldir y Rumil abrazaron contentos a los gemelos, pero grande fue la sorpresa de ambos al ver el vientre de Elrohir.
- Elrohir, esa barrigota no es de comida. Creo que me he perdido algo.
Dijo Rumil, y al momento siguiente recibió un buen zape por parte de Haldir.
-Hay que ver que en 1600 años no has aprendido el significado de la palabra discreción.
Le regañó Haldir, quien era contemporáneo de Erector y tenía su misma edad. Elladan y Elrohir sonrieron divertidos.
- ¿Y Orophin?
Preguntó Elrohir buscando con la mirada al inteligente hermano pequeño de Haldir.
- No pudo venir.
Respondió Rumil.
En ese momento, Luinmir y Aiwë entraron al salón con Lord Elrond. Lord Elrond sonrió al ver a los dos Galabrim. Y con auténtico placer los saludó. Luinmir no pudo evitar una mueca de disgusto al ver el cariño con que Lord Elrond saludaba a Haldir, y Rumil se dio cuenta, afortunadamente nadie más lo hizo.
- Rumil, Haldir, les presento a Luinmir y a Aiwë, supongo que ya conocéis a Mithmir.
- No, pero es un placer.
Dijeron los dos de Lorien estrechando las manos de los tres pelirrojos. Haldir detuvo entre sus manos las de Aiwë un momento más del necesario mirándolo con curiosidad, fue en ese momento que cayó en la cuenta.
- ¡Son Ayaris!
Exclamó sorprendido. Rumil también se dio cuenta en esos momentos. Aiwë se sonrojó y Mithmir y Luinmir levantaron el mentón en son desafiante.
- Que haya paz. - Ordenó Erector.
Lord Elrond asintió.
- Calma, no os apresuréis a juzgar. A estos tres muchachos les debo el que mis hijos estén con vida, pues traicionaron a su gente al liberar y ayudar a huir a mis hijos, por eso les he dado refugio y un hogar en Rivendel.
Explicó Elrond.
- Creo que será mejor que nos retiremos, Lord Elrond.
Dijo Aiwë apenado.
- No, por favor, no lo haga joven. No lo quise ofender.
Se disculpó Haldir sinceramente. Aiwë sonrió débilmente y asintió.
***
- No, Haldir ¿están locos? No puedo ir al cumpleaños de Legolas.
Exclamó Elrohir.
- ¿Y por qué no, Ro?
- Mírame Haldir, no sé si te has dado cuenta, pero estoy embarazado, sólo tengo 1500 años, ni siquiera tengo los 2000 años, así que no soy mayor de edad, y desconozco quién es el padre de mi hijo. No iré Haldir, si lo hago hablarán a mis espaldas y no quiero.
Haldir acarició con cariño el cabello negro de Elrohir. Era ya de noche y Haldir y Elrohir estaban sentados en el balcón del cuarto de este último, mirando las estrellas y platicando.
- ¿Sabes algo, Elrohir? Que te veo. ¿Y sabes qué veo? Un elfito precioso, que tiene la bendición de llevar un pequeño en su interior. Si hablan de ti a tus espaldas, levanta la cabeza, porque no veo de que te tengas que avergonzar. Sólo sé que te acostaste con un elfo para salvar la vida a tu hermano, lo que hiciste fue algo de gran valor, Elrohir, algo que no todos hubieran hecho pero tú lo hiciste por el bien de tu hermano, y deberías estar orgulloso Ro, de ti y de tu pequeño. ¿O es que acaso no quieres a tu hijo?
Los ojos de Elrohir brillaron fieros.
- Tienes razón, no lo quiero Haldir, lo adoro... óyeme bien, adoro a mi bebé.
Haldir sonrió.
- Bien, entonces demuéstramelo. No le falles a Legolas y ve a su fiesta de cumpleaños conmigo, Rumil, Mithmir, Erector, Glorfindel, Aiwë y Elladan.
Elrohir asintió.
- Bien, iré, te demostraré que estoy muy orgulloso de mi bebé. Además, me alegrará ver a Legolas. Pero no podré estar mucho tiempo. Debo estar cerca de padre, aún soy menor de edad y sabes que para un elfo menor de 2000 años y solo, es un peligro el embarazo, si no tiene la vigilancia de un sanador casi constantemente...
- No te preocupes, yo te cuidaré y te traeré de vuelta a Rivendel. Además, Glorfindel va con nosotros y es un excelente sanador, tu padre mismo le ha enseñado todo lo que sabe.
Continuara....