Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Entre las cuerdas de tu violín por kiba25

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Feliz añooo a toda la comunidad de Amor yaoi!! Madre mía, he tardado mucho, lo sé, pero ya estoy de vuelta :D

Nada, felicitaros el año nuevo y desearos muchas cositas buenas para este 2020 ¿lo habeis pasado bien? ¿nadie muy resacoso? jajaja

Bueno, no me entretengo más. disfruten :D

 
Una vez en casa Zoro dejó las llaves en la mesa y aún con la cabeza en las nubes caminó hacia la cocina, abrió la nevera y al ver que no había mucho dirigió la vista hacia la pared y asintió en silencio. Dió unos toques suaves en la puerta y esperó un par de segundos hasta que Shanks le recibió con una sonrisa socarrona y el Omega se rascó la nuca.
 
 
 
-¿Sin comida, verdad? Perona ya me avisó de que esto podría ocurrir, pasa anda.- Zoro entró con una pequeña risa y tomando asiento en el salón esperó a que Shanks volviese con un plato calentito de comida.
 
 
 
-No sé que sería de nosotros sin ti
 
 
 
-De ti, muchacho, de ti. Perona siempre consigue hacer algo.- Zoro terminó dándole la razón y Shanks le ofreció una cerveza. -¿Preparado para el concierto?
 
 
 
-No
 
 
 
-Me lo imaginaba, bueno, piensa que al menos has sacado fuerzas de alguna parte para ir. Mihi lo agradezerá.
 
 
 
-¿Tú crees...?- Zoro dejó el trozo de pan en la mesa y Shanks le miró con curiosidad apoyando la cabeza sobre su mano.- Es todo un poco raro
 
 
 
-Eso es normal, Mihwak es un hombre extraño...- El Omega asintió con la cabeza, no podía compararse con el pelirrojo, conocía de sobra al Alfa.
 
 
 
-Shanks... ¿Qué relación tenía Mihwak con su padre?- El pelirrojo tomó aire con fuerza y con una corta mirada al Omega entendió algunas cosas.
 
 
 
-Estuviste en la habitación.- No fue una pregunta, Zoro asintió de todos modos y el pelirrojo suspiró resignado. De esa no podía escapar. Se frotó la cabeza con algo de frustracción y el Omega empezaba a sentir que su estómago se cerraba poco a poco.- Resumiendo un poco todo, su padre lo maltrataba. - Zoro lo miró algo aturdido y el vaso que tenía en la mano empezó a temblar.- Era un hombre muy duro, hostigaba demasiado a Mihwak y como él también era un músico profesional llevaba a su hijo al límite. Creo que por eso es tan frío a veces, su madre no apoyaba al padre, pero tampoco hacía nada por detener aquello. Cuando le conocí de casualidad, me dijó que era una persona que no hablaba con indigentes.- El Omega abrió la boca y Shanks soltó una carcajada.- Ojo,  que yo no era ningún indigente, tan solo vestía ropa vieja.- Zoro se relajó al escuchar eso pensado que Mihwak era alguien que podía llegar a parecerse a su padre con tales pensamientos y Shanks tuvo que calmarlo con un chiste malo.- Esa habitación era donde ensayaba con su padre. Personalmente  pienso que se tortura así mismo entretando allí, pero luego sale con fuerzas renovadas. Mihwak no odia a su padre, pero creo que tampoco le quiere.
 
 
 
-Entiendo...Cuando estuve allí me sentí extraño, era como muy fría...
 
 
 
-Pff  yo siempre le digo que debería prenderle fuego.- El ambiente se relajó un poco y Zoro se permitió sonreir un poco con la idea de Thomas prendiendo fuego a esa habitación. Shanks volvió a reirse y la conversación se alejó de aquel tema. Estando de nuevo en su casa, el Omega se sentó en el sofá y mirando al techo soltó una buena cantidad de aire por la boca. Pensó que irse a dormir algo más pronto sería buena idea, mañana debía estudiar y luego irse a trabajar. El concierto era en dos días, aún debía ir a comprarse un traje, por algúna razón algo le decía que no podría aparecerse en el Conservatorio vistiendo como solía hacerlo y se le vino a la cabeza la voz del Alfa llamándo indigente al pelirrojo. No quería que Mihwak le dijese algo así. Ni Perona era tan dura con el tema de la vestimenta. 
 
 
 
Tras sonar el despertador a la mañana siguiente el Omega giró su cuerpo y frunció el ceño. Con Mihwak dormía mejor. A regañadientes movió su cuerpo y tras darse una ducha corta, preparase un café y colocar la mesa se enfrascó en sus estudios hasta escuchar la llave y ver como Perona entraba en casa. Zoro se giró a verla pidiendo una explicación  y la chica infló los mofletes.
 
 
 
-Llegas tarde.- Perona le sacó la lengua y Zoro sonrió.- ¿Nami te encerró en el armario?
 
 
 
-Algo así, en realidad fue Bellmere-San, preparó comida para un ejercito y dijo que nadie se iría hasta terminar
 
 
 
-Siempre me pierdo las mejores fiestas
 
 
 
-Eso es porque no eres una de las nuestras
 
 
 
-Ofendida me siento
 
 
 
-Oféndete en silencio.- Zoro soltó una carcajada contagiendo a la chica que tomando asiento en una de las sillas empezó a sacar cosas de la mochila, tappers en su mayoría con comida.
 
 
 
-Al menos no tendremos que hacer la compra...
 
 
 
-Touché.
 
 
 
-Bueno, si estuvo bien me alegro, debería ir a ver a Bellmere-San o seguró que tirará la puerta un día cualquiera rifle en mano.
 
 
 
-Creo que dijó algo parecido.
 
 
 
-Lo que yo decía.
 
 
 
Como llevaba más o menos todo al día, Zoro decidió que no más apuntes por hoy, cerró el libro con una sonrisa sintiéndose realizado y buscando el momento adecuado se acercó a la chica por detrás para rodearla en un suave abrazo e incluso dejó salir algunas de sus féromonas lo que hizo que Perona se pusiese alerta.
 
 
 
-¿Qué estás haciendo?- Zoro rodeo aún más el cuerpo de la chica y agachando la cabeza para llegar al oído suspiró con suavidad.
 
 
 
-Perona...Tú y yo...- Perona abrió los ojos con fuerza e intentado mover la cabeza para ver si su amigo había entrado en celo de casualidad, pero se encontró con una sonrisa llena de maldad.- Vayámonos de compras, necesito ropa.- Zoro la soltó entre risas cuando la Alfa entre enfadada  y avergonzada se dió por completo la vuelta dispuesta a hincharle la cara a golpes y Zoro tuvo que alejarse poniendo las manos por delante de su cuerpo para defenderse por si acaso.
 
 
 
-¡Eres un maldito imbécil! - Zoro que había cogido una distancia prudente se agarró el estómago con fuerza ya que no podía parar de reírse y para colmo Perona se ponía más roja por momentos. El Omega pensó que si seguí así lo más probable es que fuese a explotar y eso le causó más gracia aún. Perona lo iba a colgar del balcón en cuanto pudiese. Lo tenía clarísimo.
 
 
 
Aquella misma tarde recorrieron demasiadas tiendas hasta para el gusto de la chica, Zoro era incapaz de elegir nada. Tienda en la que entraba se probaba al rededor de diez trajes y ninguno lo terminaba de convencer. En alguna era el tiro, en otras la tela le picaba, en una se quejo de que los colores no pegaban con su pelo. Perona estaba buscando la forma de quitarse la vida con alguna corbata ya que el Omega en su puta vida se había preocupado sobre eso y ahora ahí estaba, hablando de colores que ella ni siquiera conocía como el color yade o el fig ¿En que mierdas de idioma estaba hablando? 
 
 
 
Al final de la tarde decidieron volver a casa con las manos vacías y el camino fue una verdadera tortura porque al Omega no solo se le veía decaído, estaba apunto de llorar y Perona no sabía que hacer.
 
 
 
-Venga Zoro, el útimo traje te sentaba bien.- Perona buscó sonreir con dulzura y Zoro agachó la cabeza.
 
 
 
-Quiero impresionarlo...
 
 
 
-Ese azul oscuro realzaba tu piel, podemos ir por la mañana a por él.- Zoro dubitativo asintió sin más y cuando llegaron a casa miraron extrañados el buzón. Tenía un pos-sit pegado en el que decía que en el cuarto del portero habían dejado algo para el Omega. Una vez en casa y con aquella caja blanca en manos de Zoro la dejaron sobre la mesa y el Omega desató el lazo para quitar la tapa y dar con carta pequeña.
 
 
 
¨Esto es para ti, me disculpo por el trato que te dí cuando te ofreciste para verme ensayar. Es un tema complicado. Supuse que no tendrías nada que ponerte y con verte una vez ya supe cuales eran tus medidas por lo que te dejó un pequeño regalo.
 
 
 
Espero que no te moleste, va a juego con el mío, trajes parejos. Mañana por la noche solo tendré ojos para ti.
 
 
 
Un cordial saludo, con cariño Dracule Mihwak¨ 
 
 
 
-¿Cordial? JAJAJAJAJ Anda que como se las gasta tu dulce caballero.- Zoro miró a Perona avergonzado y dobló la nota con muchísimo cuidado. No había forma humana de esconder su felicidad y algo nervioso removió la bolsa que cubría el traje. Se escuchó como Perona dejó de respirar, Zoro había sacado un esmoquín negro cuya tela era demasiado suave y a la chica le empezó a salivar la boca mientras buscaba tocarlo de algún modo. El Omega no la dejo ni acercarse un poco. Lo colocó con sumo cuidado en una silla y parpadeando con lentitud observó el chaleco color vino que le sacó una sonrisa tonta en el rostro y después la parte baja también de color negro seguido de una camisa blanca cuya tela era fina y sedosa. Por último una corbata del mismo color que el chaleco. Pasados varios minutos Zoro se probó la ropa y cuando salió de la habitación Perona se tapó la boca con ambas manos, no tenía palabras para describir lo precioso que se veía el Omega. Zoro se mojó los labios, su nerviosismo se plasmaba en todo su cuerpo y algo incómodo movió sus hombros mientras intentaba sonreir.
 
 
 
-¿Y bien...?
 
 
 
-Te ves precioso...- Zoro se sitnió algo más comodo y mirándose en un espejo se soprendió al verse así. El traje se ceñía perfectamente a su cuerpo y era demasiado comodo aunque no sabía bien el motivo.Dandose un último vistazo reparo en la parte trasera de la corbata. Las inicales D.M estaban grabadas en pequeño con un color plateado y el Omega tuvo que recordarse respirar ¿LLevarían las suyas la corbata de Mihwak? Necesitaba saber si eso era así. Cuando se quitó toda la ropa y se colocó el pijama Perona lo miraba como si ya no fuese un rey y con un puchero resoplo cruzándose de brazos.
 
 
 
-No voy a dormir con eso puesto
 
 
 
-No, pero podrías vestir así más a menudo- Zoro arqueó una ceja exageradamente y la chica sonrió traviesa y ambos rompieron en una carcajada tonta. Poco después se fueron a dormir.
 
 
 
Por suerte Zoro logró que le dejasen libre el día siguiente a cambio de tener varios días seguidos en el turno de noche, que aunque mucha gracia no le hiciese quería descansar bien para el concierto. Comieron con Shanks tranquilamente y entre todos hicieron tiempo para que fuese la hora y salieran de casa en el coche del pelirrojo. En el coche Zoro tecleó a su madre para que fuese saliendo de casa y cuando llegarón se removió algo incómodo en su asiento. Hizó una seña a la pelirrosa y abrió la puerta para salir y dar con sus padres a varios metros de distancia. Tragó saliva levemente y con un movimiento de cabeza ligero saludo a su padre quien no le prestó mucha atención. Por otra parte, dirigió una mirada a su madre y sonrió enormemente al verla en aquel vestido blanco de gala sencillo, pero que a cualquiera le robaría el aliento. La mujer se despidió de su marido y ofreciéndole su mano al Omega le sonrió con dulzura.
 
 
 
-Estás increíble...
 
 
 
-Mihwak me ayudó un poco...- Su madre ya se lo imaginaba por lo que solo le dio un codazo juguetón y entraron en el coche. Cuando Shanks aparcó bajaron todos y ahora fue el pelirrojo quien ofreció su brazo de una forma muy caballerosa que soprendió al Omega a la madre del jóven quien acompañaba a Perona y en el camino recibieron alguna que otra mirada soprendida. Zoro con Perona formaban una pareja jóven, hermosa y fuerte. La chica también había elegido un vestido largo, que aunque se salía un poco de su estética normal, la quedaba perfecto. Perona agarró con más fuerza el brazo del Omega ya que llevaba un paso algo torpe y sus nervios iban creciendo.
 
 
 
-¿Podemos verle antes?- Shanks giró la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja y los guió a todos entre la multitud parada en aquel enorme recibidor. El Omega empezó a mirar por todos lados y cuando distinguió la figura del Alfa parado entre dos personas se detuvo de golpe haciendo que Perona casi se fuese al suelo, la chica quería matarlo pero solo resoplo algo molesta. Mihwak desvió la mirada de las personas con las que hablaba e ignorando todo lo de su al rededor parpadeó con lentitud cuando clavó la vista en el Omega quien le miraba disimuladamente y algo colorado. Mihwak respiró con fuerza y su pechó se hinchó por un segundo. Ese era su Omega. Detuvo la conversación con aquellas personas con un elegante gesto y con largos pasos caminó hacia Zoro quien agarró del brazo a la pelirrosa alertándola de que Mihwak venía hacía ellos. Estaba nervioso y mucho. La madre de Zoro al darse cuenta se tapó la boca con disimulo y empezó a reirse mientras alejaba a Shanks y después a Perona recibiendo una mirada de terror de su hijo que claramente decía ¨no me abandones aquí¨ Le deseó suerte con un beso y el Omega se rascó la nuca mirando al suelo.
 
 
 
Lo primero que capatarón sus ojos fue el brillo de los zapatos, lentamente subió su mirada por los pantalones, eran exactamente igual que los suyos. Zoro tragó saliva duramente. Continuando el caminó notó que el traje era como el suyo, la corbata del mismo tono y seguro que el chaleco también, se sentía flotando. Odió estar tan nervioso y sacando fuerza de algún lugar clavó la vista en los ojos del Alfa que, por primera vez sonrió de una forma que hizó que muchos de los presentes se girasen a mirar soprendidos. Mihwak estiró el brazo y cuando pudo acariciar el rostro del menor ambos soltaron el aire por la boca sintiéndose mucho mejor cada uno.
 
 
 
-Estás perfecto
 
 
 
-Gracias a ti.- Mihwak volvió a sonreir y mientras bajaba la mano de la mejilla del Omega, Zoro movía su brazo para que ambas manos se encontrasen en el camino y entrelazaron sus dedos con algo de disímulo.- ¿Esto está bien....? Hay cámaras... Y-y...
 
 
 
-Me da igual, que hagan las fotos que quieran.- Zoro asintió sin decir mucho más y Mihwak lo arrastró hasta una parte algo más tranquila. Todavía quedaba tiempo para que él tocase por lo que quería aprovechar. - Me alegra haber acertado con las medidas
 
 
 
-Con todo lo que me miras sería un delito que no lo hubieses hecho.- Mihwak lo miró perplejo y el Omega abrió la boca queriendo excusarse, pero tan solo recibió una risa del Alfa, que pocas veces escuchaba. El ambiente parecía relajarse.
 
 
 
-De verás aprecio tu presencia...- Zoro le dedicó una sonrisa sincera y Mihwak buscó ganar algo más de contacto por lo que acercándose con lentitud hizó que el Omega retrocediese un par de pasos y diese contra una pared. Zoro se mordió los labios y Mihwak descansó sobre su hombro respirando con fuerza el olor del chico mientras cerraba los ojos y se concentraba.- Gracias... - Cuando se separó Zoro lo miraba rojo como un tomate y Mihwak le dió un corto beso para alejarse y darse la vuelta.- Nos vemos depués
 
 
 
-S-si...
 
 
 
Sentados ya en sus asientos Zoro se sentía incómodo, notaba varias miradas sobre su cogote y para colmo ya había escuchado cuchicheos sobre él y Mihwak. Perona y su madre le decían que no prestara atención, Shanks incluso se ofreció para tirarle la copa a alguien encima ya que a él tampoco le gustaba mucho que a su mejor amigo le dijesen que iba aprovechándose de un chaval, pero la gente era así de especial. Cuando las luces se apagaron Zoro respiró más tranquilo y al notar que el foco del escenario enfocaba a Mihwak se olvidó de lo demás, verle ahí parado delante de tanta gente hizó que su pecho se sintiese más calido y aunque fuese más que imposible notó como Mihwak le prestaba atención, siendo hoy el protagonista sentía su mirada como si estuviesen uno frente al otro y aquello le hizo ver que estaba bien, que estar con aquel hombre no estaba mal, que podía tener la oportunidad de ser Roronoa Zoro, no solo un Omega, podía ser un chico normal, cuya pareja era un prodigio de la música, amante del color vino y serio. Zoro se sintió completo y cuando sonó la música, disimuladamente dejó escapar alguna que otra lágrima. Él odiaba la música, de pequeño le había sacado la lengua al mismísimo Dracule Mihwak cuando fue a un concierto ¿Lo recordaría? ¿Se enteró de aquello? y ahora ahí estaba, sentado, escuchando y sintiendo la música de aquel hombre, de su Alfa.
 
 
 
 
El concierto duró aproximadamente poco más de una hora y media y Zoro se sentía orgulloso de si mismo por haber aguantado tanto tiempo sin moverse o sin decir nada, notaba como de vez en cuando su madre asomaba la cabeza por encima de Perona para comprobar que no se hubiese dormido, y aunque le ofendió al principio entendía que con sus antecendentes no podía esperar otra cosa, pero en está ocasión era diferente, no iba a dormirse en el concierto de Mihwak...
 
 
 
Estando de nuevo fuera, en aquel enorme salón Zoro no dejaba de mover la cabeza de un lado a otro mientras jugaba nervioso con sus manos, quería ver a Mihwak. Shanks apareció poco después con una copa y con una tonta reverencia que le sacó una sonrisa a la madre del Omega se la entregó.
 
 
 
-Mihi saldrá dentro de poco, no te preocupes
 
 
 
-¿Por qué deberia preocuparme?
 
 
 
-Nunca te fijaste, pero Mihwak no suele aparecer por aquí depsués de dar un concierto, huye por la parte de atrás.- El Omega abrió la boca, no se lo esperaba asi que más nervioso que antes, le cogió la copa a su madre, se la bebió de un trago y caminó lejos de ellos. Perona parpadeo curiosa y señalando al Omega, Shanks se encogió de hombros.
 
 
 
Zoro tuvo que esquivar a varias parejas, atravesar un par de grupos de personas y disculparse con dos camareros a los que casi tira al suelo, no entendía como podía haber tanta gente. Masculló algo entre dientes y cerrando los ojos olisqueó el aire, había demasiados olores diferentes y aquello no le gustaba, ninguno de esos era el del Alfa. Frunció el ceño y con una especie de puchero se detuvo y se apoyó en una pared soltando una buena cantidad de aire por la boca.
 
 
 
-¿Buscas a alguien?- Zoro giró la cabeza curioso y sin saber muy bien que decir asintió con la cabeza.- Quizá pueda ayudarte, mi nombre es Donquixote Doflamingo.- Cuando el hombre le extendió la mano Zoro se separó de la pared y de forma educada le devolvió el gesto, ese apellido lo conocía de algo.
 
 
 
-Zoro...Roronoa Zoro
 
 
 
-Oh, eres el menor de los Roronoa.- El Omega asintió algo nervioso y el hombre sonrió sin mostrar los dientes.- También eres el muchacho que andaba antes con Dracule ¿le buscas a él?
 
 
 
-S-si...
 
 
 
-Puede que esté en los camerinos, suele recibir a sus visitas ahí...- Por un momento el Omega se quedó de piedra y pidiendo permiso se alejó rapidamente. Como no tenía ni idea de donde podían estar los camerinos esos famosos y teniendo en cuenta que aún no es que tuviese un lazo muy fuerte con Mihwak prefirió salirse del lugar para tomar el aire y alejandose de la puerta se planteó seriamente el volver con su madre, pero tampoco le apetecía por lo que metiéndose las manos en los bolsillos y dándole una patada a una piedra se quedó ahí quieto esperando por si salía alguien a quien conociese. Ese hombre no le había gustado nada y ahora se sentía mal.
 
 
 
Viendo que no salía nadie que conociese se deseperó un poco más y cuando decidió entrar se percató de la presencia del Alfa que hablaba algo alterado con el pelirrojo quien cuando se fijó en el Omega lo señaló con fuerza y gritó.
 
 
 
-¡Zoro!- El Omega se soprendió cuando escuchó tal grito, Shansk parecía que iba a matarlo. Tragó saliva y desviando la mirada al Alfa se dio cuenta de que Mihwak lo miraba aliviado, caminó hacía él y bajando la cabeza pidiendo perdón dejó que Mihwak lo abrazase.
 
 
 
-¿Dónde te habías metido? No cogías el teléfono y las veces que salimos no te vimos...- Zoro miró a Perona y negó con lentitud.
 
 
 
-Necesitaba algo de aire...Me estaba dando un paseo...
 
 
 
-¿De una hora?- El Omega se avergonzó porque la verdad no se había dado cuenta del tiempo que había estado fuera. Se intentó resguardar en Mihwak, pero el Alfa se movió antes que él y lo dejo delante de su madre.- Bueno, al menos estás bien...
 
 
 
-¿Por qué no iba a estarlo?- Su madre suspiró y Shanks hizó lo mismo. Mihwak volvió a abrazarlo y Zoro dudando un poco se apoyó en su pecho. 
 
 
 
-¿Ha pasado algo?- Mihwak susurró cerca de su oido y Zoro negó cerrando los ojos. Poco depsués, Zoro se despidió de su madre y Perona mientras Shanks charlaba con Mihwak y cuando acabaron se marcharon en direcciones difernetes. Mihwak le tomó de la mano y Zoro se fijó en que nuevamente le miraba todo el mundo.
 
 
 
-Nos mira todo el mundo...
 
 
 
-No suelo estar acompañado en público.- Zoro miró a otro lado y pensó qué si lo estaría en privado, quería tirarse de los pelos por aquello. Cuando llegaron al coche el Omega subió primero y aún carcomiéndose por dentro se  dio un pequeño golpe contra el reposa cabezas antes de que el Alfa entrase por el otro lado.
 
 
 
-Mihwak...
 
 
 
-Dime
 
 
 
-El concierto ha sido estupendo.- El Omega quisó morderse la lengua, quería preguntar otra cosa, aunque era cierto lo que decía y cuando Mihwak le sonrió de la forma en la que lo hizó se sintió mucho mejor, porque esa había sido una sonrisa especial, parecía sincera y Zoro era como si la llevase necesitando durante un largo tiempo...
 
 
 
-Con escucharlo de ti me vale.- Zoro se relajó en su asiento y asintiendo con la cabeza sonrió mostrando sus dientes mientras Mihwak ponía el coche en marcha y de vez en cuando se daban miradas cortas o sonrisas tontas. No iba a hacer caso a alguien que no conocía de nada y que no le había dado buena impresión.
 
 
 
Cuando el Alfa aparcó el coche bajaron juntos y de nuevo Mihwak caminó hacía él para tomarle de la mano y Zoro bajó la mirada disfrutando de como se veía su mano entre las de Mihwak por lo que hizó algo de fuerza recibiendo el mismo gesto y una risa grave del Alfa.
 
 
 
-Tengo más fuerza que tú
 
 
 
-Hagamos un pulso
 
 
 
-Mañana, estoy cansado y eso sería darte ventaja.- Zoro le miró con prepotencia y Mihwak se acercó peligrosamente a él para mirarle con la ceja algo levantada. El Omega tuvo que retroceder un poco y abriendo la boca como un pez se dió por vencido.
 
 
 
-Eso es trampa....
 
 
 
-¿Por?- ¨tenerte tan cerca me pone nervioso¨ Zoro pensó eso pero no lo iba a decir aunque Mihwak lo leyó enseguida y cuando lo entendió le miró con un brillo especial en los ojos y el Omega sintió como su cuerpo empezaba a reaccionar de una manera que, aunque no desconocía del todo, era demasiado nueva para su persona. Se mordió el labio nervioso y tirando de la manga del traje del Alfa le miro extraño.
 
 
 
-Bésame...- Mihwak giró un poco su cuerpo y movió ambas manos, buscó la cadera de su Omega y con velocidad subió la otra hasta posarla sobre la mejilla del menor mientras se acercaba con lentitud hacia los labios medio abiertos de Zoro. El Omega sintió el aliento de Mihwak y terminando con la distancia llevo sus brazos hacia la espalda del Alfa, agarrando con fuerza la tela del traje ya que sus piernas, y su cuerpo entero temblaron cuando la lengua de Mihwak pidió permiso para entrar, permiso que concedió sin pensar.
 
 
 
Entraron en casa de esa manera, a pasos tontos sin cortar la distancia entre ellos, Mihwak procuraba dar alguna luz que Thomas ya apagaría cuando las vieses y con astucia guió al Omega hasta su habitación. Abrió la puerta como pudo y volvió a abrazar con más fuerza a Zoro, lo que hizó que tuviese que estirar el pie y darle una patada a la puerta para que se cerrase. Mihwak aspiró el cuello del Omega y sintíendose extasiado levantó la cabeza buscando la mirada del menor. Zoro lo miraba con los ojos algo rojos, parecía que iba a llorar en cualquier momento y Mihwak sonrió con dulzura, sabía que aquello no iba a pasar.
 
 
 
-Está bien...- Tan solo necesitó esuchar a su Omega para saber que era el momento, buscó de nuevo sus labios y todo subió una marcha más. Zoro gimió en el beso, el traje, aunque perfecto ahora se le estaba empezando a pegar a la piel y le molestaba, no era suficiente. Quería, necesitaba tocar al Alfa por lo que puso sus manos en marhca y empezó desabrochando la chaqueta de Mihwak quién sonrió aún besándo sus labios. Por un segundo se separon y Mihwak finalizó la tarea quitándose su chaqueta, Zoro cogió aire con fuerza ya que la camisa y el chaleco, en el cuerpo del Alfa era basicamente criminal. Rapidamente imitó a Mihwak y también se quito la chaqueta.
 
 
 
-¿Quieres competir?- Zoro le miró con un brillo en los ojos y el Alfa de una zancada volvió a pegarse a él, movió su mano y dándole un leve empujón Zoro termino sentado en la cama absorto en el espectáculo que Mihwak le iba a dar cuando empezó con suma destreza a deshacerse del chaleco y de la camisa. Ya había visto al Alfa sin ropa, bueno, solo con calzoncillos, pero esta vez estaba siendo diferente, prestó atención a cada detalle, a cada gota de sudor que se resbalaba por los brazos trabajados del Alfa y Zoro penso en como se sintiría ser una gota de esas...Cuando escucho el ruido de una cremallera sintió un ambiente más caliente, más primitivo y Mihwak lo miraba desde arriba con intensidad. El Omega busco arrancarse la corbata para poder respirar y sin mucho reparo se quito toda la parte de arriba o su cuerpo no aguantaría el calor. Mientras el pantalón del Alfa descendía, Zoro sentía algo crecer entre sus piernas y empezó a moverlas buscando calmar aquella sensación.- Ve con calma...
 
 
 
Mihwak dejó el pantalón en alguna parte del suelo y se acercó al Omega, apoyó su mano en la entrepierna del muchacho y cuando le escuchó gemir sonrió cerrando los ojos. Movió la mano y se percató de lo mojado que estaba todo.
 
 
 
-Zoro...Estás empapado aquí abajo...- El Omega hizó un ruido extraño y demasiado agudo para su gusto, Mihwak volvió a sonreir y empezó a quitarle el pantalón, despacio, con lentitud, admirando cada parte de piel que se dejaba ver. El Alfa también se subió en la cama y cuando tuvo al Omega en ropa interior se entretuvo un poco más notando como la parte trasera del Omega lubricaba para él. Zoro gimió de nuevo cuando notó una mano estirar la tela de su boxer, miró al Alfa y asintiendo como un poseso se movió para que se lo quitase.
 
 
 
-Vamos...Quitalo...Por favor...- Mihwak obedeció y cuando tuvo aquella tela en la mano agachó la cabeza y aspirando con fuerza el olor y hizó que Zoro se pusiese aún más rojo de lo que estaba. La tela desapareció por fin y cuando el Omega iba a decir algo notó como sus piernas eran separadas y al mirar hacía bajo solo vió el brillo de unos ojos ambar para acto seguido notar como su miembro era absorbido por una boca experimentada.- Joder...
 
 
 
Mihwak saboreaba el sabor de su Omega, continuó con su trabajo mientras que una de sus manos buscavan entrelezar los dedos con la del muchacho, quería darle amor también. Zoro iba perdiendo el hilo de todo, sus gemidos fueron aumentando con el tiempo y al notar aquel tirón en la parte baja de su cuerpo intentó vocalizar el nombre del Alfa o al menos llamar su atención para que parase, pero no sirvió de nada, Mihwak fue aún más hondo y Zoro pensó que era demasiado. Con un gemido de placer se corrió y todo su cuerpo tembló durante varios segundos. Con la mirada perdida y una sonrisa tonta en la cara buscó el contacto con Mihwak que trepando un poco llegó hasta él y con su sabor en la boca le robó el aliento con un beso con lengua incluida. Después del beso Mihwak le acarció la mejilla y Zoro le dedicó una sonrisa mientras recuperaba algo de aire.
 
 
 
-¿Lo dejamos por hoy?
 
 
 
-S-si...- Zoro sintió a Mihwak alejarse un segundo de su cuerpo y por inercia se levantó detrás de el y lo abrazo por detrás apoyando la cabeza sobre su hombro. Mihwak sintiéndose calido por dentro se dio un poco la vuelta y le besó la frente.
 
 
 
-Vamos a dormir
 
 
 
-Si...- Se tumbaron de nuevo una vez que Mihwak cogiese una sábana más y cuando el Omega se tumbo algo alejado por la vergüenza que tenía por haberse levantado así, el Alfa se acercó y le rodeó el cuerpo.
 
 
 
-Buenas noches, mi halcón...
 
Notas finales:

Boom sorpresita!! ¿Qué os ha parecido? Creo que me ha quedado algo corto, no estoy muy segura, pero bueno, el siguiente será algo más extenso.

 

Nos vemos :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).