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Entre las cuerdas de tu violín por kiba25

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Notas del capitulo:

Holaaa he vuelto y con capítulo dispuesto a sacaros una lagrimita muajajaj

No, en serio, espero que de verdad os guste pues, aunque sea algo más corto creo que es muy importante y bueno. ya lo vereís.

Ahora disfrutar :D

 
 
Perona no paraba quieta, andaba de una esquina de la casa a otra por varios motivos, Zoro llevaba desde el sábado encerrado en su cuarto y ya era martes. Todo se le sumaba, Kuina le contó lo ocurrido por teléfono y después de conocer lo ocurrido ella misma se encontraba devastada, al rato fue Tashigi quien llamó preocupada también por los examanes del peliverde, de sobra sabía que su hermano no se perdonaría así mismo suspender, la pelirrosa estaba deseperada y asustada porque no era bueno que el peliverde llevase tres días encerrado sin salir,lo había escuchado llorar y gritar un par de veces. Perona no sabía que más podía hacer, que alguien la ayudase, por favor, era lo que más deseaba. Escucho ruido fuera de la casa y mordiendóse los labios rezó para que aquello saliese bien, fue a la puerta y la abrió con fuerza.
 
 
 
Shanks y Mihwak se giraron sorprendidos, Perona quería gritar de la emoción pero eso debía esperar, el pelirrojo notó que enseguida algo iba mal al ver como la chica Alfa estaba a punto de romper a llorar.
 
 
 
-Perona...¿Qué ocurre?- Se acercó a ella y la acarició uno de los hombros mientras tanto Mihwak que estaba detrás de su amigo miraba la escena algo ido ya que su mirada estaba centrada en una puerta cerrada que se veía desde fuera...Un olor que ya conocía salía de ahí pero notaba que algo no iba bien, había demasiada ira, dolor, asco...Frunció el ceño y bajo la mirada a la chica.
 
 
 
-Es Zoro...El sábado fue a comer con su familia y...-Intentó resumir todo como pudo y Shanks cerró los puños con fuerza, Mihwak, por otro lado estaba iracundo. Perona abrió los ojos con fuerza al ver como la figura impotente que era aquel pelinegro ingresar en su casa, deshacerse de los zapatos en un segundo e ir dirección a aquella puerta.- ¿Q-qué haces...?- Shanks pidió calma a su vecina. El Alfa llegó a la puerta y se sentó en el suelo, con la espalda apoyada sobre ella, cerró los ojos con calma e intentó con todas sus fuerzas que su olor llegase al Omega. Antes que nada necesitaba calmarlo, no sabía si funcionaría pero algo le decía que si, que no se detuviera. Se mordió los labios con algo de fuerza, el aire se le hacía pesado, Zoro debía estar verdaderamente mal para que se notase hasta ese punto. Gruñó claramente molesto y se dio un pequeño cabezazo.
 
 
 
Shanks observaba desde la puerta en absoluto silencio mientras Perona parpadeaba varias veces, ella ya había intentado eso, pero por alguna razón ahora era diferente, no sabía explicar que estaba pasando, pero su pecho se llenó de una sensación cálida e institivamente se llevó la mano a esa zona para hacer presión con fuerza.
 
 
 
-Mihwak ha encontrado a su pareja destinada...- Perona lo miró con los ojos bien abiertos, pero todo apuntaba a que era verdad, pasados varios minutos el ambiente se volvió más calmado, como si una corriente fresca hubiese entrado por la ventana. Se lamió el labio algo nerviosa y jugueteo con sus dedos.
 
 
 
-Entonces...- Shanks no apartaba la mirada en ningún segundo, él era un Beta, separado de los otros dos géneros pero muy consciente de lo que signficaba pertenecer a uno de ellos. Siempre se había interesado, era alguien curioso por naturaleza y observar como dos personas se unían inconscientemente era algo digno de ver, pero, en el fondo de su corazón, lo que más felicidad le daba en aquel momento era ver que su amigo, su fiel compañero al fin había encontrado a alguien...Se puso algo más nervioso al darse cuenta de que Mihwak no tenía buena cara, estaba sudando un poco más de lo normal y su tono de piel había descendido un poco. Perona le miró preocupada y decidida a ir hacia la puerta se detuvo al escuchar el gruñido del Alfa, el pelinegro se había puesto de pie y tapaba la puerta con su cuerpo mientras no alejaba la mirada de la pelirrosa.
 
 
 
-Fuera. No te acerques. Él es mio.- Era un Alfa protegiendo a su Omega, a su pareja, su todo.
 
 
 
- Mierda...No, Mihwak no tengo nada con Zoro, escucha, somos amigos desde pequeño, te lo ha dicho él, firmaste un violín de madera para mi.- Perona hizó gestos con las manos para que se calmase. Cuando un Omega estaba en aquel estado su Alfa podía perder los estribos y volverse altamente posesivo, el pelinegro estaba actuando de esa manera.
 
 
 
-Mihwak.- El Alfa enseñó los dientes y Shanks le sonrió de la forma más sincera que tenía.- ¿No te alegras? Ese chico es tu pareja...- Perona miró de reojo al pelirrojo y trago saliva, Shanks era increible.- No debe ser bonito darse cuenta en una situación así, pero puedes apoyarlo, él te necesita.- Al esuchar eso Mihwak se quedó estático y dando una fuerte sacudida de cabeza volvió a la normalidad. Parpadeo un poco asustado y se acarició un brazo, quería disculparse con Perona pero no podía apartarse de la puerta, su sitio estaba ahí.
 
 
 
Durante todo ese tiempo Zoro había estado en el suelo de su cuarto, abrazado así mismo, luchando con su mente, necesitaba levantarse y salir de ahí, pero era incapaz, no tenía más fuerza, no quería tenerlas más. Respirar se le estaba haciendo cada vez más costoso y en aquel momento no estaba en plenas condiciones. Antes de caer inconsciente por completo respiró profundamente y gimió haciendo de su cuerpo un ovillo. Conocía ese olor, no era la primera vez que lo notaba, pero ahora era demasiado intensto, fue como si le pegasen un golpe, que al mismo tiempo se sintió como una caricia. Durante un segundo su cuarto se volvió brillante, y empezó a llorar, su corazón latía con fuerza y su pecho estaba caliente ¿Podía ser de verdad que estuviese detrás de esa puerta? Se mordió los labios con fuerza y con el lio que tenía en la cabeza se sintió aún más abrumado. Necesitaba que alguien le abrazase, que alguien le dijese que todo estaría bien, que el estaba bien.
 
 
 
A Mihwak se le escapó una lagrima y Shanks le indicó con la cabeza que entrase en la habitación. El Alfa estaba nervioso, una de las pocas veces que el pelirrojo lo había visto así en la vida y Perona ya estaba a nada de tirarse de los pelos, quería ver al Omega y envolverlo en el abrazo más grande del mundo pero sabía que ahora tenía que esperar, lo cual, la mataba por dentro.
 
 
 
-¡Entra de una vez!- Mihwak miró a la chica, estaba deseperada y Shanks le volvió a mirar. El beta se acercó a la pelirrosa y susurrando en su oido que era mejor salir de ahí la cogió del brazo y ambos fueron a su casa.
 
 
 
-Prepararé algo de comer, Zoro estará hambriento
 
 
 
-Si...-Shanks sonrió y acarició la cabeza de la chica.
 
 
 
-No te precopues, lo hará bien...Estoy seguro de ello.- Perona asintió con la cabeza y Shanks se fue a la cocina.
 
 
 
En la otra casa Mihwak se había dado la vuelta y ahora miraba la puerta con algo más de seguridad. El Omega por su parte se había arrastrado lo más cerca que pudo a la puerta e intentando calmarse respiraba con fuerza el aire tranquilo que el Alfa desprendía, había cerrado los ojos y suspiro despacio.
 
 
 
-Entra...-Fue un susurro, palabras que salieron arrastradas por la boca del Omega y Mihwak lo escuchó, seguido del pestillo que no dejaba entrar a nadie...Movió la mano al picaporte y abrió con lentitud, estaba todo a oscuras como se imaginaba. Cuando consiguió abrir por completo entró y dejo que sus rodillas se apoyasen en el suelo. El Omega estaba tumbado en el suelo, se había vuelto a hacer un ovillo y lloraba, lloraba desconsoladamente como un niño pequeño.Mihwak sintió mil cosas a la vez y su cuerpo avanzó solo, se acercó y lo tomo entre sus brazos, necesitaba aquello, quería tener al Omega contra su cuerpo de ahora en adelante hasta la maldita enternidad. Zoro sollozando busco más contacto y Mihwak termino sentado en el suelo con el Omega abrazado a su cintura y la cabeza apoyada en sus piernas. Con la luz que entraba admiró aquel cabello verde y empezó a acariciarlo con calma, estaría así todo el tiempo que el otro necesitase, porque ahora era suyo, Zoro le pertenecía como él al Omega. 
 
 
 
No supo bien cuanto había pasado pero escuchó como la respiración del peliverde se había vuelto pausada, como se imaginaba, se había quedado dormido. Con algo de esfuerzo se puso de pie y  lo cogió como si una princesa fuese aunque debía reconocer que el chaval se ejercitaba, pesaba lo suyo y salió de allí, por el momento la habitación del Omega no era buena elección, le daba escalofríos al verla tan oscura y no quería llevarlo al cuarto de la pelirrosa, ya que tenía el olor de la chica, que aunque para Zoro probablemente fuese de lo más familiar y seguro acabó optando por calzarse y timbrar a la casa del pelirrojo.
 
 
 
-Anoche dormí en el cuarto que tienes extra, deja que nos quedemos allí un rato.- El pelirrojo ya lo había supuesto y tenía su parte de comida y la de la chica en un tapper. Mihwak le dedicó una mirada y Shanks sonrió.
 
 
 
-Perona y yo nos iremos un rato, creo que es lo mejor.- El Alfa giró la cabeza y miró a la pelirrosa quien había apartado la vista y cruzado de brazos. La idea no había sido suya claramente, pero aún así Mihwak sonrió, un poco nada más.
 
 
 
-Gracias.- Shanks y Perona se marcharon, antes, la chica miró a Mihwak con algo de seriedad y el Alfa asintió. Perona se acercó y colocó su mano en la cara del Omega, con algo de tristeza la alejó y se mordió los labios.
 
 
 
-No me vuelvas a hacer algo así...Imbécil.- Volvió a llorar y Shanks procuró animarla todo el rato que pasaron juntos.
 
 
 
 Una vez solos el Alfa miró al Omega, seguía durmiendo y le hizo gracia ver como se encogía entre sus brazos buscando pegar su cabeza más aún a su pecho, lo llevó a la habitación y lo tumbo en la cama, no sin antes quitarle la camiseta que llevaba y darle la que el llevaba puesta, sería una buena idea. Fue un segundo al cuarto del pelirrojo y le cogió una cualquiera para no andar por ahí sin camiseta y cuando volvió a la habitación se sentó en el borde de la cama para acariciarlo de nuevo y velar el sueño de aquel jóven.
 
 
 
Pasada más o menos una hora Zoro se sentía liviano, se encontraba en una cama pero no era la suya, aún así se sentía protegido, aspiró con fuerza por la nariz y su cuerpo se relajó...Olía tan bien que no quería despertar, abrió los ojos con algo de parsimonia, se sentía diferente. Inspeccionó el lugar, sabía que estaba en casa de Shanks y luego bajó la cabeza. Aquella camsieta no era suya, le venía grande y al acercarse la prenda para olerla se puso roja como un tomate. Sabía quién era el dueño, del olor y de la camsieta...Dracule Mihwak...Volteó la cabeza hasta percartrase de una respiración cuyo ritmo era muy similar a la suya y se sintió algo estúpido al no darse cuenta que de ahí estaba, en el borde de la cama, con los brazos cruzados y dando leves cabezadas. Nervioso se llevo el dedo al puente de la nariz y se lo acaració ¿qué debía hacer? Se movió de rodillas por la cama hasta llegar a la altura del Alfa y carraspeó levemente su garganta. Mihwak respondió al instante abriendo los ojos, giró la cabeza y dio con el Omega a su misma altura lo que provoco en ambos un torrente de sensaciones.
 
 
 
El Omega se quedó sorprendido, Mihwak lo miraba serio, como siempre, en absoluto silencio y cuando bajo un poco la cabeza se encontró con unos brazos rodeándolo y empujándolo contra el colchón. El Alfa lo había abrazado.
 
 
 
-Estás bien...Gracias a Dios...- Zoro abrió los ojos con mesura y tragó saliva, sus brazos se movieron solos, correspondiendo al abrazo y logrando que Mihwak apoyase la cabeza sobre su cuerpo. Quería acariciarlo, sus dedos estaban sintiendo un cosquilleo extraño y su pecho latía con fuerza ¿Qué era ese sentimiento?
 
 
 
Mihwak cerró los ojos en el momento que Zoro le había correspondido a su abrazo, se dejó llevar con el Omega y suspiro al estar apoyado sobre él, se sentía completo, nuevo y en paz. Pasados unos minutos levantó la vista y vio al Omega algo tenso, sonrió sin ser visto y se colocó nuevamente, esta vez sentado sobre la cama por lo que el chico le imitó y uno en frente del otro se mirarón en silencio.
 
 
 
-¿Por qué me has ayudado...?- Mihwak frunció el ceño y el Omega apartó la mirada.- Soy un Omega...
 
 
 
-Eres mi pareja.- Zoro hizó una mueca extraña y Mihwak se puso tenso. El Omega apretó sus puños y el Alfa suspiró.- No estabas consciente cuando me llamaste ¿no?.- Zoro levantó la cabeza sin saber muy bien a lo que se refería el Alfa y Mihwak solo pudo coger aire.- A veces ocurre, podemos llamarlo momento de debilidad o algo por el estilo, también es un llamado que solo escucha tu pareja cuando necesitas ayuda, puedes hacerlo consciente de que llamas a tu Alfa o no, como pasó antes...- El Omega escuchó atentamente y asintió muy despacio con la cabeza.- Lo más probable es que en el momento que Perona abrió la puerta para ver si Shanks estaba y la ayudase, que fue cuando miré hacía tu puerta lo hiceses de forma inconsciente al reconocer mi olor, después de todo fue en ese momento cuando supe que tenía que estar a tu lado.- A Zoro le tembó el labio un poco y procuró mantenerse estable pero le estaba siendo algo complicado lidiar con todo aquello.
 
 
 
-Yo...N-No sé que decir...- Mihwak era su pareja destinada, era su Alfa, su compañero de por vida pero lo conocía de hace nada, aún le guardaba rencor por lo ocurrido cuando fue a recoger el violín de Perona. Sintió un cosquilleo en lo más profundo de su nariz que lo hizo sonreir, ahora que se fijaba, el olor del Alfa se había mezclado con el suyo y creaba una fragancía increible. Mihwak imitó su gesto al notarlo también, fue un segundo con la guardía baja para ambos.
 
 
 
-No tienes que decir nada, sólo tomar las cosas en calma y cuidarte...-Mihwak lo miró algo más enfado y el Omega bajo la cabeza totalmente avergonzado.- Por mucho que Perona nos contase lo que paso yo no te conozco, no sé como te llevas con tu padre aunque...-Gruño levemente antes de hablar, no conocía a ese hombre y ya lo odiaba por hacerle sufrir de aquella manera a su Omega.- Supongo que una idea me puedo hacer...Pero no es excusa, tienes personas a las que le importas, gente que te quiere y ahora...
 
 
 
-Te tengo a ti.- Mihwak lo miró, clavó sus ojos amarillos en los negros del peliverde y asintió con serenidad. 
 
 
 
-Shanks ha dejado comida en la nevera, estarás hambriento.- Zoro negó pero su estomágo rugió y el Alfa levantó una ceja, el Omega estaba rojo como un tomate y volvió a rascarse la nariz.- Iré a la comida.- Volvió unos minutos después con una bandeja llena de cosas, al verla, el Omega se pasó la lengua por los labios y tras agradecer por ella empezó a zampar bajo la sútil pero atenta mirada del Alfa. Desde ahora siempre lo protegería, de cualquiera, incluso su progenitor. Cuando Zoro acabó suspiro palpandose el estomágo y Mihwak puso una mueca divertida.
 
 
 
-Gracias.- Mihwak negó con la cabeza y fue a dejar todo en su sitio. Zoro no quería levantarse, aún no, eso significaba separse del pelinegro y aunque algo confuso algo le decía que necesitaba eso. El Alfa volvió a entrar en la habitación y se sacó del móvil del bolsillo dispuesto a llamar al pelirrojo, o eso fue lo que supuso Zoro por lo que estiró el brazo para detenerlo.- Espera...- Mihwak lo miro confundido y el Omega se mordió los labios.
 
 
 
-Tu amiga está preocupada, sería bueno llamar...
 
 
 
-Manda un mensaje...Yo...-Se mordió el labio y bajó la cabeza.- No estoy listo...-Mihwak asintió y tecleo rapido en el móvil para después mirar al Omega y apreciar sus rasgos con todo detalle. Zoro era un jóven apuesto, tenía los ojos algo rasgados y las facciones duras pero finas al mismo tiempo. Mihwak intrigado adoraba aquel choque que caracterizaba al Omega. De forma inconsciente se estaba acercando cada vez más, había subido una de sus manos para acariciar al peliverde quién no negó el contacto, al contrarió, fue él quien acortó la distancia juntando su cara con aquella mano y cerrando los ojos en el proceo.- No quiero que te vayas todavía...- Fue un susurro y Mihwak apoyó la frente contra la del Omega cerrando los ojos de la misma forma.
 
 
 
-No lo haré...Nunca más.- El Omega soltó una pequeña lágrima y Mihwak inspiró su olor con fuerza. Lucharía por aquel chico lo que hiciese falta.
Notas finales:

Al llegar al final pensé que era buena idea pararlo ahí para no meter escenas que aunque sigan la corriente del cap añadan a más gente, quería darles un buen momento íntimo y me pareció perfecto por lo que espero que de verdad les gustará heeheh

 

 

AH, importante, que bueno, no sé pero por si acaso. Si tenéis cualquier duda o algo relacionado con el tema del OmegaVerse que siempre hay gente nueva no tengaís problema en preguntar y eso.

 

Bueno nenes, hasta la próxima :D


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