[D.5]
Caminó por un par de horas junto a Haru recorriendo distintos locales de ropa y accesorios pero nada era un buen regalo.
Rin no conseguía ser convencido lo suficiente por los vendedores porque ningún objeto parecía digno de ser regalo para su mejor amigo y estaba a un día del cumpleaños. Tal vez lo mejor era preparar algo por su cuenta pero ¿Contaba con el tiempo suficiente? no se conformaría con algo mediocre ¿Qué podía ser?
—Rin, le estas dando demasiadas vueltas al asunto. Es solo un regalo y no creo que Sousuke sea del tipo materialista. Con que lo saludes va a estar bien y si quieres cómprale un regalo pero puede ser cualquier objeto. Mira estos googles, son del tipo que a Sousuke le gustarían.
—Haru, esos son del tipo que a ti te gustaría.
—Tenemos gustos similares.
—¡Hace un rato querías que compre de regalo una almohada en forma de caballa!
—¡P-pero no puede rechazar un regalo escogido con mucho cariño!
—No gracias. No quiero que se transforme en un regalo por compromiso.
Haru estaba algo cansado de entrar a los negocios. Conocía a Rin lo suficiente para lograr deducir que ningún objeto común llamaría su atención cuando se trataba de regalar algo a su preciado amigo. Solo quería lograr que Rin se rinda de una vez y entienda que tenía que buscar otros recursos.
—¡Ya sé Rin! Compra por internet.
—Sabes que los envíos a veces tardan en llegar ¡Estamos a un día del cumpleaños de Sousuke! Además, tampoco sabría que elegir. En internet hay un mercado inmenso.
—Bueno... al menos lo intenté.
—Si no quieres acompañarme vete.
—No es eso Rin.
—¿Entonces?
—Si lo digo, te sentirás tan avergonzado que te enojarás.
—Dilo —Pedía inútilmente recibiendo silencio de la otra parte —Dilo porque me enojaré de todas formas si no lo haces.
Haru suspiró hastiado e hizo caso —¿No es obvio? Tu y ese idiota son igual de románticos ¿Por qué no le escribes una carta o haces un regalo inspirado en su amistad? A Sousuke le encantaría. Y no, no es una excusa para que nos vayamos de aquí. Si quieres pasaré el día entero contigo hasta que consigas un regalo idóneo. Solo... es un consejo.
Amaba eso de Haru. Era tan perceptivo con cosas simples que él no podía ver porque siempre encontraba lo que buscaba mucho antes. Y ahora otra vez tenía razón en ambas cosas: un regalo de ese tipo encajaría a la perfección y que lograría avergonzarlo.
Se hallaban en el medio de una galería donde la gente iba y venía pero cuando se pusieron a discutir en cual sería un regalo apropiado, se mantuvieron en el mismo lugar hablando hasta poder solucionarlo. Solo que esta vez, justo después de lo dicho por Haru. Alguien chocó sus espaldas sin querer y al voltearse reconocieron enseguida de quien se trataba.
—¡Sousuke! que sorpresa ¿Qué andas haciendo por aquí solo? —Preguntaba un Rin asombrado de encontrárselo.
—Hablando del rey de roma... —Pronunció Haru bien por lo bajo solo para ser escuchado por Rin quien le dio un toque con el codo para que se calle.
—Es que estaba con Makoto y el niño pero en un momento me descuidé de ellos por mirar una vidriera y... los perdí. Intenté buscarlos pero quise volver al lugar que estaba antes y no lo encuentro tampoco.
Una vez mas, Sousuke era víctima de su mal sentido de la orientación. Y como no llevaba celular encima, estaba todavía mas en problemas.
A Rin esta situación le parecía casi tan cotidiana como respirar.
—Sousuke, creo que tengo el regalo perfecto para ti: un GPS. —Bromeó.