Capítulo 2: Terroristas.
Uchiha Sasuke se adentró en el centro comercial, luego de verificar en su teléfono el lugar en donde su compañero de clase, Naruto Uzumaqui, lo estaba esperando.
"Estoy en el patio de comidas en el segundo nivel"
Con algo de molestia, guardo el móvil en su bolsillo y comenzó a caminar hacia las escaleras del segundo nivel, sintiéndose completamente ajeno a la multitud de personas que se encontraban paseando y recorriendo las tiendas del establecimiento.
Lo cierto era que esa clase de lugares le incomodaban; Detestaba cualquier atracción que involucrase a más de dos personas.
A pesar de ello, su amigo había insistido en que debían reunirse ahí para terminar (o comenzar) el informe de biología que debía entregar al siguiente día.
Mientras subía por las escaleras, repentinamente un escalofrío le recorrió la espalda. Tuvo la sensación de que alguien lo observaba, y sintió la necesidad de mirar hacia arriba en los niveles más altos.
Un par de ojos negros como el mismo odio que sentía en su alma, se encontraron con su mirada, y su corazón se detuvo abruptamente.
El miedo y la confusión le invadieron.
Pestañeó, inevitablemente pestañeó por la sorpresa, y cuando quiso enfocar nuevamente su vista, esos ojos negros ya no se encontraban…
-¡OIII SASUKEEEEEEEE!
El llamado de su compañero lo saco de su trance, y termino de subir las escaleras, aun buscando con la mirada al dueño de esos ojos.
-Cielos Sasuke, ¿qué hacías ahí parado como un tonto? -Le pregunto Naruto cuando tomo asiento frente a él.
Sasuke ignoro la pregunta y abrió su mochila de mala gana, tratando de calmar su nerviosismo, intentando convencerse de que lo que había visto no era real.
Después de todo, no era la primera vez que le parecía ver esos ojos.
Naruto observo como Sasuke abría su mochila y comenzaba a sacar sus útiles, sin notar que la mesa ya estaba ocupada con las bandejas de comida que él había pedido mientras lo esperaba.
-Oye oye, espera que aún estoy comiendo temee...- Le advirtió enseñándole la hamburguesa que sostenía y la otra que yacía en la bandeja frente de el- Pídete algo, ¡las hamburguesas de aquí son geniales!
-Tch yo vine a terminar el informe, Naruto, no a comer. Esto no es una salida de amigos- Le gruño mientras le lanzaba la peor de sus miradas.
Estaba irritado, solo quería terminar e irse de allí.
Encontrarse otra vez con el fantasma de esos ojos había cambiado totalmente su humor.
Naruto rechisto, y le dio otra mordida a su hamburguesa
-mmm está bien, está bien, termino ésta y comenzamos…- Respondió sin sentirse afectado por la mirada de odio de su compañero. Esa mirada solía recibirla cuatro de cada cinco horas, que eran las que compartían clases durante la escuela, asique estaba acostumbrado
-Hazlo rápido…- Le advirtió levantándose- Voy al baño.
-Si… Si-
Sasuke le lanzo una última mirada de advertencia, y camino hasta el baño de hombres. Una vez allí, se dirigió al lavabo. Se miró en el espejo. Su reflejo serio y malhumorado le devolvió la mirada.
-Tch
Abrió el grifo, y metió la cabeza bajo el agua, tratando de calmarse.
No podía perder los estribos de esa manera, pero ese Naruto siempre encontraba la manera de fastidiarlo.
Cerró el grifo, y volvió su mirada al espejo. Pequeñas gotitas frías escurrían por su cabello negro y se deslizaban hasta su barbilla perdiéndose en el suelo poco después.
Sasuke cerró los ojos y suspiró.
Tenía que aprender a controlar sus emociones.
-Ha pasado tiempo, Sasuke.
Esa voz…
Su piel se erizó, y de inmediato abrió los ojos, encontrándose con el reflejo del dueño de su sufrimiento, detrás de él.
-Tú…
El odio y el resentimiento le invadieron.
Esos ojos oscuros eran verdaderos, Itachi se encontraba nada más ni nada menos que a medio metro de él.
Se dio vuelta de inmediato, enfrentándolo.
-Tú…-
Volvió a repetir, cerrando los puños fuertemente, tratando con todas sus fuerzas que el tumulto de emociones que se estaban desatando en su interior no le jugaran en contra. Deseaba molerlo a golpes.
- ¡Cómo te atreves a volver aquí!
Sasuke se lanzó directamente a golpearlo en el rostro, pero Itachi ágilmente lo detuvo por la muñeca.
El recuerdo fugaz de esta misma pelea hace más de seis años, apareció en su mente, pero Sasuke la suprimió de inmediato.
Con su otra mano, trató de golpear su estómago, pero al igual que antes, Itachi se lo impidió.
-No tengo tiempo para juegos, Sasuke…
-¡Tch!
Sasuke rompió en cólera. Itachi se estaba burlando de él.
- ¡Voy a matarte! - Le grito, tratando de zafarse de su agarre.
Una fuerte explosión, en alguno de los pisos inferiores, resonó entre las paredes del baño, seguido del grito perturbado de las personas.
Itachi sujeto sus manos con fuerza.
-Ya ha comenzado…
Sasuke miro asustado hacia la puerta, el sonido ahora de constantes disparos congelándole la piel.
¿Terroristas? No podía ser cierto…
-Vamos…
Itachi tironeo de él hacia fuera, y comenzó a caminar en dirección contraria a los disparos. Hacia el tercer piso, que se encontraba en reparación.
-Suéltame Itachi…- Forcejeó por librarse de su agarre- Que demonios significa esto… ¿qué has hecho?
Itachi dobló a la izquierda, y luego a la derecha. Parecía que sabía bien hacia donde se dirigía. Como si todo esto lo hubiera preparado desde antes.
Su hermano lo guio hasta un local en alquiler, en donde un bolso negro se encontraba esperándolos. Y más allá, cerca de la ventana, algo que le paralizó el cuerpo.
Un arma.
-Itachi…
Sasuke no podía creer lo que estaba pasando. La repentina aparición de Itachi, el ataque terrorista en el centro comercial… todo parecía sacado de una película de terror.
No había duda de que esto lo estaba causando su hermano, ¿pero ¿qué es lo que quería hacer con él? ¿Hacia dónde lo estaba llevando?
Itachi se acercó a la ventana, y con un movimiento brusco de su escopeta, rompió el vidrio en mil pedazos.
El sonido estrepitoso del cristal rompiéndose lo saco de su ensimismamiento y notó que sus manos habían sido liberadas, sin embargo, no aprovechó la oportunidad para golpearlo o huir…
Se permitió observarlo detenidamente. Sintiendo su corazón inevitablemente acongojarse por la conmoción.
Había crecido.
Su hermano ahora parecía un adulto. Aún conservaba su cabello largo, característico de él, pero las facciones de su rostro parecían haberse endurecido, y las ojeras en sus ojos se habían intensificado…
Itachi tironeo de su campera, y lo empujó hacia la ventana, forzándolo a que saliera del edificio.
-Regresa a casa y no vuelvas aquí-Le ordenó empujándolo. - A unos metros maso menos encontraras una escalera de emergencias…
- ¿Qué…?
La mente de Sasuke dejó de funcionar.
¿Qué significaba todo esto? Itachi le estaba mostrando la salida, ¿por qué?
Los disparos frenéticos llegaron al segundo piso, y repentinamente Sasuke recordó el motivo por el cual se encontraba ahí.
- ¡Naruto!
Sasuke empujo a su hermano, queriendo correr en busca de su amigo.
-Olvídalo Sasuke, - le detuvo Itachi, sujetándolo fuertemente del antebrazo- Ese piso ya está tomado…- Volvió a intentar llevarlo hacia la ventana, pero esta vez, Sasuke logró zafarse, propinándole un puñetazo en el rostro que lo hizo retroceder.
-No pienso dejar morir a mi amigo…- Sasuke lo miró a los ojos con un brillo de resentimiento en ellos- No soy un maldito asesino como tú.
Sasuke se alejó de él, y corrió hasta las escaleras del segundo nivel.
-Tch…
Itachi se sujetó la barbilla, y apretó los dientes. Su plan no estaba saliendo como había pensado.
-Maldita sea…
Recogió su rifle y comenzó a correr, hacia el cuarto piso. Allí se encontraba su compañero, Deidara, apoyado en el barandal de la escalera, observando emocionado el arte que había logrado con sus explosiones en el primer piso.
-Te dije que empezaran a mi señal.
-Estábamos cansados de esperarte. - Deidara levantó los hombros en señal de que le importaba poco lo que le hubiera dicho- ¿Conseguiste lo que fuiste a buscar? - Pregunto, observando ahora por la mira de su rifle a las personas de los niveles inferiores.
Itachi suspiro e imito a su compañero, buscando con la mira a su hermano.
-No, tu ansiedad arruino mi plan…- Le comentó, encontrándolo finalmente en un patio de comidas rápidas, escondido detrás de unos sillones volcados junto a su amigo.
-Ja excelente- Se burló el rubio.
- ¿En dónde está Hidan? – Podía escuchar los disparos frenéticos de su demente compañero, pero no lograba divisarlo.
-Ese maldito se está emocionando demasiado… Creo que está en el baño.
Itachi apuntó la mira hacia la zona de los baños, y calculó la distancia hasta donde estaba Sasuke. Unos 10 metros aproximadamente los separaban.
Si Sasuke se apresuraba, podía llegar junto a su amigo hasta la ventana del tercer piso antes de que Hidan terminara de masacrar a las personas en el baño. Pero parecía que su amigo se encontraba petrificado del miedo, Sasuke no podía hacerlo reaccionar. Lo veía sacudiéndolo de un lado al otro, golpeándolo un par de veces para que siguiera corriendo hacia las escaleras.
- ¡YAAAAAAAAH! - El grito eufórico de Hidan hizo que volviera la vista hacia el baño- ¡Jiashin sama va a estar muy contento con todos los sacrificios que le hare!
-Cielos que desagradable…- Escupió Deidara observando también a su compañero, bañado en la sangre de las personas- Otra vez haciendo esos rituales…
El corazón de Itachi se aceleró cuando observo a su hermano corriendo de mesa en mesa, junto a su amigo, sin percatarse de que Hidan ya había salido, y los estaba observando.
-Sasuke…
- ¿Mmm?
Itachi bajó las escaleras y corrió lo más rápido que pudo hasta el segundo piso.
-Parece que se me escaparon un par de sacrificios- grito Hidan y comenzó a disparar de un lado a otro en dirección de Sasuke y Naruto, esperando que pronto alguna de sus balas lograra detener a sus presas.
- ¡Aaagh!
Los disparos hicieron que Sasuke y Naruto se lanzaran al piso y se escondieran detrás de una mesa, tratando de zafar de la vista del terrorista.
-Detente, Hidan hemos terminado aquí.
Sasuke reconoció la voz de su hermano, y lentamente se asomó a observar la situación
-¿qué quieres decir? yo aún no he terminado
-A estas alturas el edificio debe estar rodeado, si nos quedamos más tiempo no podremos escapar.
Sasuke apretó los puños contra el piso. Si su hermano se escapaba, no tendría oportunidad de volver a enfrentarlo. Pero si salía ahora, su muerte era segura.
De pronto, la mirada fugaz de Itachi se encontró con la suya, y Sasuke retrocedió de inmediato.
-Maldición…
-Sasu…ke…
La voz entrecortada de Naruto llamó su atención. El rubio tenía las manos fuertemente apretadas en su estómago, y la sangre comenzaba a manchar su playera gris.
El pánico se apodero de él.
-Maldita sea Naruto…- con las manos temblorosas, apretó fuertemente su herida, sin saber que hacer realmente. El recuerdo de sus padres yaciendo sobre un charco de sangre latente en su mente. - ¿Por qué no puedes cuidarte solo…?
Naruto lloraba y sonreía, sintiéndose a punto de desvanecerse.
-Lamento haberte arrastrado aquí… solo…. Quería que te divirtieras un rato…
Sasuke trago en seco.
-Cierra la boca idiota, tenemos que salir de aquí…
-Vámonos Hidan, Deidara. La misión ha terminado.
Sasuke se animó a asomarse otra vez, y vio como los asesinos, entre ellos su hermano mayor se marchaba otra vez, dejándolo sólo, entre un charco de sangre.
Deidara activo los explosivos y en menos de un segundo el auto gris que se encontraba aparcado en la zona para discapacitados, explotó, provocando que los policías que se encontraban en esa zona, retrocedieran de inmediato.
Aprovechando la conmoción, el trio de asesinos logró escabullirse hasta el estacionamiento, en donde una camioneta roja los estaba esperando.
- ¡Vámonos! ¡Arranca! ¡Arranca!
-Por su bien espero que no los hayan seguido…-Kakuzu les advirtió cuando subieron a la camioneta- No tengo suficiente gasolina para aguantar una persecución…
-Fiaaaa tranquilo, todo está bajo control- Hidan se reclinó en el asiento del acompañante, y estiró los músculos despreocupadamente.
-Oye, no manches el asiento con sangre o te matare…- le gruño, mientras comenzaba a conducir lejos del lugar. - ¿Deidara porque permitiste que hiciera sacrificios otra vez…?
-Tsk...- Deidara se asomó desde el asiento trasero- ¡Ya les dije que no voy a hacer de niñera de nadie, y mucho menos de un maldito anciano religioso!
-¡¿Ehh?! A quien le dices anciano, maldito afeminado, ¿quieres que te mate ahora?
-Ya Hidan, déjalo. ¿Conseguiste lo que te pedí?
Hidan resoplo, y saco de su mochila una bolsa con dinero.
-Es todo lo que pude robar…- le respondió lanzándoselo.
Kakuzu le echo un vistazo mientras manejaba, realmente no había mucho dinero en comparación con otros robos.
-No me mires a mí- Se atajó ante su mirada inquisitiva- Ese niño bonito de ahí atrás es el que me apuró. Ni siquiera me dejo terminar con mis sacrificios a Jiashin sama…
Itachi ignoró el comentario y apoyó la cabeza sobre la ventanilla del carro. Su mente aún se mantenía en el edificio junto a Sasuke.
Esperaba que Hidan no lo hubiera herido, estaba seguro que había escuchado un grito cuando su compañero había disparado.
Negó levemente con la cabeza, tratando de convencerse de que no había sido así.
Antes de escapar, había logrado ver a Sasuke por un segundo. No parecía como si hubiera recibido un disparo, por lo que suponía que el grito debía ser del otro niño.
"Sasuke"
Lentamente tomó un respiro, permitiéndose rememorar las facciones de su hermano.
Había crecido. Tal como lo había pensado, Sasuke se había vuelto más alto de lo que recordaba, aunque todavía no había logrado pasarlo. Y también… Parecía más triste.
Todavía podía sentir el rencor en su mirada cuando lo reconoció.
Cuando llegaron a su destino, abandonaron el auto y lo prendieron fuego, borrando todo rastro que los pudiera identificar. Caminaron hasta una estación de servicio abandonada en donde había dos autos esperándolos.
-Nos iremos primero- comentó Hidan, eligiendo el vehículo negro, junto a Kakuzu.
-Está bien. - acepto Itachi comenzando a caminar hasta su propio vehículo. - Yo conduciré- le advirtió a Deidara- Sube.
El rubio aceptó, comentando lo feliz que se sentía por no compartir más tiempo con ese psicópata y anciano compañero.
-Sólo es un año mayor que tu…- le respondió Itachi comenzando a alejarse de la ciudad. Para evitar sospechas o posibles controles policiales, darían vuelta a la ciudad y entrarían directamente por la ciudad de la arena, en donde sabía, no habría policías cerca.
-Me importa una mierda su edad, no pienso ser su niñera, hmm.
Itachi asintió, entendiendo el punto de su compañero. Hidan era un asesino que se excitaba con la sangre de las personas y le rendía culto a una deidad que nadie conocía, mientras descuartizaba a sus víctimas. Nadie con dos dedos de frente querría estar cerca de él.
-Hmm te lo digo, la forma en la que exploto la pared y el fuego consumió todo el primer piso fue hermoso. ¡El arte es explosión!
Itachi rodó los ojos y estacionó el auto en la banquina de la vieja carretera de Konoha.
Deidara llevaba todo el viaje explicándole lo hermosa y perfecta que era su arte. Literalmente ya había anochecido, y el rubio no había dejado de hablar ni un segundo.
- ¿Para qué te detienes aquí maldito? Hmm- Deidara lo vio quitarse el cinturón de seguridad.
Itachi sólo cerró los ojos, y sin decir palabra se acercó hasta acomodarse encima de él.
-Ehh, con qué era eso….
Deidara desabrochó su propio cinturón, y reclinó un poco el asiento para estar más cómodo. Comprendiendo demasiado rápido las intenciones del otro.
Itachi lo beso en los labios. Fuerte, rudo, con ganas de cerrarle el hocico por un rato.
Deidara respondió con el mismo ímpetu, apretando su cuerpo, haciendo que sus zonas quedasen más cercanas.
-Ahh…
Itachi gimió en su boca, y Deidara sintió que después de las explosiones, la voz de Itachi podía considerarse como arte…
Cuando llegaron a la mansión, todos los Akatsuki se encontraban en la sala, mirando por la televisión las consecuencias de su misión.
-Itachi, Deidara, buen trabajo- Paín los recibió haciendo un ademán para que se acercasen a ver las noticias.
-El atentado más grande en la historia… hasta el momento se estiman más de setenta fallecidos- Leyó Deidara orgulloso - Hmm todo es gracias a mi arte…
-Tu tonta arte no mato a nadie, ¡yo lo hice! -
Hidan se acercó a ellos sosteniendo una toalla sobre su cabello mojado. Apenas había pisado la entrada, el resto de los miembros lo habían mandado a ducharse de inmediato.
- ¿Deidara, porque dejaste que hiciera sacrificios otra vez …- Sasori le reprochó mientras se cruzaba de brazos desaprobatoriamente.
- ¡¿Qué es esto una maldita broma? Ya les dije que no pienso hacer de niñera, y menos de un loco desquiciado que ofrece muertos a un maldito tipo imaginario, hmm.
- ¡Cómo te atreves a hablar mal de Jiashin-¡Sama, maldito te matare!
- ¡Inténtalo! ¡Aquí estoy!
A medida que se insultaban Deidara e Hidan iban avanzando un paso, acortando poco a poco la distancia entre ellos.
- ¡Pues ahí voy!
Kakuzu e Itachi se miraron pesadamente entre ellos. A diferencia de sus compañeros, ellos eran tranquilos, ni siquiera les interesaba tener relación con los demás.
Asintieron mutuamente, y cada uno tomó a sus compañeros por los hombros.
Al líder del grupo no le agradaban las peleas innecesarias y solía castigar a todos los miembros como forma de aprender a convivir en paz.
- ¡Ven maldito anciano! ¿qué esperas? Intenta matarme, te pateare el trasero a ti y a tu Jiashin no sé qué…- Deidara gritaba intentando zafarse del agarre de Itachi quien a diferencia de Kakuzu tenía problemas para retenerlo.
-Ya me hartaste afeminado, tú lo buscaste te arrancaré todo el cabello- Grito Hidan desde el hombro de su compañero, Kakuzu lo había cargado como a un costal de papas.
- ¿Eh que dices abuelo? ¿Tienes envidia de mi hermoso cabello libre de canas?
- ¡Ya te dije que no son canas, uso un tinte platinado para resaltar mi piel! -Un silencio incómodo se produjo luego de confesar su secreto, y Deidara se le rio en la cara- Tsk, más vale que te cuides la espalda, porque cuando menos te lo esperes, ¡voy a pelarte!
-A ¿sí? atrévete y conocerás lo que…
La alarma de reunión sonó por toda la habitación, requiriendo la presencia de todos los integrantes en el cuarto principal.
-Ja salvado por las campanas- Se burló Kakuzu dando por finalizada la pelea, comenzando a caminar hacia la nueva sala de reunión, sin bajar a su compañero.
- ¡Oye maldito, de qué lado estas Kakuzu!
Una vez reunidos, Paín agradeció el trabajo de todos, y les entrego la paga correspondiente a la misión.
-El resto será entregado cuando nos hayamos ido de la ciudad…- Explico al notar las miradas confundidas y furiosas tras comprobar que la paga acordada no estaba completa.
- ¿El ministro poniéndote condiciones? Eso es nuevo…-Se burló Kisame, guardando la paga en su chaqueta.
-Tal parece que no sabe con quienes está tratando. Es por eso que los reuní- Explico, captando la atención del resto- Mañana tendremos otra misión, atacaremos la academia principal, para demostrarle que con nosotros no se juega.
Itachi sintió su estómago voltearse repentinamente.
Sasuke… iba a esa academia.
- ¿Cuál es el punto de atacar una escuela? - Preguntó
-Sabía que preguntarías Itachi, como antiguo ciudadano de aquí es normal que sientas apego a ciertos lugares, debes cortar lazos de una vez. - Le ordenó y luego saco un sobre con fotografías del lugar- La academia es la más grande de la ciudad. A ella asisten los dos niveles iniciales de educación por lo que se estima que al menos más de trescientos chicos estudian allí…
Una mano se elevó entre los presentes, llamando la atención del resto.
-Yo tampoco entiendo ¿porque atacar niños? - El reciente miembro, Tobi se atrevió a preguntar lo que realmente Itachi quería saber.
-Si atacamos a los niños, atacamos el futuro…- Explico Sasori, comprendiendo fácilmente las intenciones del líder- ¿Es correcto?
Paín asintió
- Les demostraremos al ministro que, si intenta traicionarnos, la pasara mal. - Finalizó y luego comenzó a escribir en un papel. - Para la misión de mañana requeriré de la participación de todos. Deidara, Konan e Itachi, ustedes entrarán en el instituto y colocaran los explosivos en las zonas vitales del edificio antes de que las clases comiencen, también controlarán que nadie se escape una vez inicie el derrumbe. Hidan y Kakuzu se encargarán de trasladarlos hasta la antigua fábrica de cereales, detrás de la carretera sur- Paín les entregó un pequeño mapa con indicaciones- Sasori y Kisame ustedes les proporcionarán los vehículos necesarios con sus registros para que puedan movilizarse por su cuenta.
Sasori y Kisame asintieron al unísono aburridos. Sus participaciones en las misiones siempre solían ser las mismas. Robar autos y falsificar registros, proporcionándoles a los demás el escape perfecto.
-Recuerden alternar el horario de llegada a la ciudad, con el atentado de ayer, los controles policiales serán más estrictos, tengan cuidado…
Paín dio por finalizada la reunión, y todos los miembros, menos uno, comenzaron a retirarse hacia sus habitaciones para prepararse para el día de mañana.
. -Disculpa líder, ¿que se supone que haga yo…?
Tobi había llegado recientemente a Akatsuki, y aun no había logrado conseguir buenas misiones.
-Hasta que no te consiga una pareja temo que no podrás hacer grandes participaciones, tú serás quien llame a los medios de comunicación.
Itachi subió las escaleras hacia su cuarto, mientras miraba distraído la hora en su reloj, advirtiendo que faltaba muy poco para la medianoche.
-Cielos otra vez despertarnos temprano…-Deidara entró en la habitación de Itachi, y se recostó en su cama como si fuera la suya. – El líder no tiene piedad.
-Ya te dije que no entres sin mi permiso, Deidara…- Itachi también entró a su habitación, y busco algo en su armario.
- ¿Hmm, vas a salir? - Pregunto, sin darle importancia a su comentario, viéndolo colocarse una bufanda gris.
-Si – le respondió simplemente, dirigiéndose a la salida- me llevare el auto.
- ¿Iras a visitar a tus padres al cementerio? - Se burló
Itachi le lanzó una mirada asesina, y antes de salir apagó la luz, dejando a Deidara completamente a oscuras.
-¡Oye no me pagues la luz, maldito!
Sasuke llego a su apartamento a eso de las once de la noche. El investigador, Hatake Kakashi lo había acercado hasta su edificio luego de retenerlo en el hospital por más de nueve horas, tomando sus datos y tratando de sacarle un poco de información, al ser uno de los pocos sobrevivientes del atentado. Sin embargo, no había logrado sacarle mucho, Sasuke no podía hablar, se sentía enfermo, agotado, no era el quien estaba herido, las enfermeras ya lo habían revisado, pero el estrés que estaba cargando era demasiado. Solo quería dormir
Apoyó las llaves en algún lugar de la mesa, y lentamente caminó hasta su cama, soltando un suspiro.
Naruto había recibido un disparo en la zona abdominal, pero se estaba recuperando rápidamente. Afortunadamente la bala no había dañado ningún órgano vital.
La salud de su amigo estaba fuera de peligro, eso lo tranquilizaba, sin embargo, la presión que sentía en su pecho no se iba, ni siquiera con los calmantes que le habían recetado.
La aparición de Itachi… había despertado sus más recónditos sentimientos.
El dolor de haber sido abandonado, arrebatado de toda felicidad por su propio hermano mayor a quien adoraba, era simplemente desgarrador.
Sasuke se dejó caer de espaldas sobre el colchón, sintiendo la presión en su pecho incrementarse con los recuerdos.
¿Por qué Itachi había asesinado a sus padres? ¿Por qué había intentado asesinarlo a él?
Se llevaban bien, eran una familia común, Itachi admiraba a su padre, y amaba a su madre… Sasuke no podía comprender porque su hermano había tomado tal decisión, cambiando su destino por completo.
La vida de Sasuke Uchiha ya no era la misma de cuando tenía diez años. Y lo odiaba.
Desde que Itachi se había marchado, Sasuke había tenido que aprender a vivir solo, sin nadie que lo cuidara, o lo aconsejara, y eso había sido realmente difícil.
De ser un niño mimado y consentido por su familia, había pasado a ser un huérfano solitario que vendía la mitad de sus pertenencias para poder comer.
Con este giro inesperado en su vida, Sasuke se había propuesto mantenerse con vida solo para una cosa; venganza.
Sabía que Itachi tarde o temprano volvería para asesinarlo, y él se había propuesto a esperarlo pacientemente. Quería volver a ver a su hermano. Quería enfrentarlo, y antes de matarlo, quería preguntarle la razón de sus actos. Escucharía atentamente sus motivos y luego el mismo se encargaría de juzgarlo. Lo mataría tal y como él hizo con sus padres….
Suspiró.
Sin embargo, todos los planes de tortura que llevaba ideando desde hacía años, se habían ido al demonio cuando Itachi se apareció.
No había conseguido hacer nada. Ni siquiera había logrado golpearlo. No al menos como quería…
Un nudo se formó en su garganta, y Sasuke cerró fuertemente los ojos, sintiendo la impotencia recorriendo por sus venas.
Encontrarse cara a cara con su hermano otra vez, ver como a pesar del tiempo, Itachi seguía viéndose como un hermano mayor le removió el corazón.
Había crecido…. lucia como un adulto ahora. Su voz parecía más grave de lo que recordaba, y su mirada estaba apagada, al igual que la suya.
Sasuke tomó un fuerte respiro, sintiendo su mente llenarse de preguntas que no lograba responder.
¿Por qué había regresado a Konoha después de seis años? ¿Cuál era el motivo de masacrar personas en un centro comercial?
¿Por qué lo había salvado?
Esta era la pregunta que más rondaba por su mente. Sasuke no podía comprenderlo y eso le dolía.
Itachi había intentado matarlo cuando era un niño. De no haber sido rescatado por Shisui en ese momento Itachi definitivamente lo hubiera asesinado, y ahora había regresado para terminar con su objetivo.
¿Entonces porque lo había salvado dos veces?
Primero en las escaleras, y luego deteniendo a ese maniaco que disparaba como loco en el patio de comidas.
Estaba seguro que Itachi lo había visto escondido tras las mesas ¿porque no lo había delatado? ¿Por qué no había permitido que ese sujeto lo asesinara?
El corazón de Sasuke se hundió en su pecho.
Parecía como si… no hubiera cortado los lazos con él.
-Hmm…
Sasuke se removió un poco cuando sintió el peso del colchón hundirse a su lado, y lentamente entreabrió los ojos, confundido.
No sabía en qué momento se había dormido, pero lo único que quería era segur haciéndolo. Una mano fría recorrió repentinamente su mejilla, volviéndolo a despertar
- ¿Niisan…?
Lentamente cerró los ojos, observando la silueta de su hermano, sonreír en la oscuridad. Su mente aún muy alejada de la realidad como para reaccionar.
Itachi sonrió, conmovido por escuchar ese nombre de nuevo, y luego recargo su frente contra la suya, produciéndole una nostálgica sensación de calor en el pecho.
-No vayas a la academia mañana, Sasuke…
-ITACHI!
Sasuke se despertó de un salto y buscó con la mirada a su hermano mayor, encontrando la habitación completamente vacía. Agitado se tocó la frente recordando la sensación de calidez que había sentido en el sueño, parecía tan real…
Tragando saliva, se quitó las mantas que lo cubrían, y camino hasta la ventana que daba a la calle. Con molestia, corrió las cortinas que filtraban los primeros rayos de sol de la mañana, y se giró sobre sus talones para volver a la cama, hasta que notó algo.
Sus pies estaban descalzos….
Recordaba haberse acostado con sus zapatillas puestas, y la cortina… el odiaba la luz en las mañanas por lo que procuraba que siempre estuvieran cerradas.
¿Acaso ese sueño había sido real?
Su corazón se aceleró.
¿Itachi realmente se había atrevido a entrar en su casa?
"No vayas a la academia mañana, Sasuke"
Miro la hora en el reloj de pared. Aún faltaba media hora para ingresar a clases.
Se colocó las zapatillas y luego tomo una navaja de debajo de la almohada, heredada de su difunto padre.
Si Itachi no quería que fuera a la academia, estaba más que seguro de que el estaría ahí. Y esta vez Sasuke no perdería la oportunidad de vengarse.