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Magic Works por endora

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Capítulo 3





Caminamos más a prisa e instintivamente nos tomamos de la mano, pero no pudimos salir fuera del destello de luz verde.


“Milo, Afrodita…” Saga se acercó pero no podíamos ir hasta él ni él llegar a nosotros.


Cuando quisimos hablar con él las palabras del anciano en latín comenzaron a escucharse, cada vez más fuerte, hasta hacerse completamente ensordecedoras.


“Milo, debemos regresar, no podemos pasar y la voz es cada vez más fuerte” nos tapamos los oídos y dimos media vuelta llegando de nuevo hacia la chimenea.


Cuando entramos de nuevo al despacho del anciano nos dejamos caer de rodillas, sentía la cabeza embotada y en los oídos un aturdimiento debido a la voz que fue aumentando de volumen, sentía que mi cabeza iba a estallar en cualquier momento. El anciano y el hombre de negro fueron hacia nosotros los vi antes de apretar fuertemente los ojos y perder el sentido.


“Reenervate” escuche, abrí los ojos y pude ver al anciano de rodillas frente a mi “¿Qué paso?”


“Reenervate” escuche a mi lado, al girar la cabeza el hombre de negro estaba apuntándole a Afrodita con su palo.


“¿Qué le está haciendo? ¡Déjelo!” quise abalanzarme contra él, pero el anciano me detuvo sujetándome de los hombros.


“Tranquilo muchacho”


Afrodita abrió los ojos y se sentó de un tirón “¿Qué paso?”


“¿No recuerdan nada?” el hombre de negro quien también estaba de rodillas a los pies de Afrodita se sentó sobre sus talones.


“Recuerdo que entramos en la chimenea” Afrodita puso su mano en la frente tratando de recordar todo “Atravesamos las llamas, vimos a Saga y… ¡La voz!”


“¡Es cierto!” apreté mis rodillas con las manos al recordarlo “Eran esas palabras en latín una y otra vez e iban aumentando de volumen hasta hacerse completamente insoportables” Afrodita asintió.


“Como lo sospeche…” todos volteamos a ver al anciano quien también se había sentado sobre sus talones y con una mano acariciaba su larga barba “Al momento de estar en esa dimensión en el medio de un choque entre dos energías tan poderosas sintieron el llamado de la magia y al responder a él ya fuera porque ustedes tienen la clave del quid del hechizo o por el choque dimensional, sea lo que fuere, al acercarse a la luz y cruzar hasta aquí respondieron al llamado de la magia, lo que los hace el ‘objeto’ de esta…”


“En cristiano por favor” le pedí sin entender mucho lo de hechizos y quid y llamado de magia.


“Director quiere usted decir que ellos ahora son parte del hechizo ¿Es eso?” en su rostro apareció una ligera mueca de preocupación, pero tan rápido como apareció se esfumo y su rostro volvía a ser tan adusto como le había visto desde la noche anterior.


“Así es Severus, de alguna forma ahora ellos tendrán que cumplir con la finalidad del hechizo, y sólo entonces podrán volver a casa”


“Ya decía yo que ese hechizo no era buena idea” el hombre se puso lívido para después comenzar a sonrojarse, supongo que, en un estado parecido a la furia, sus manos temblaban ligeramente pero su rostro seguía imperturbable “Hacer un hechizo de llamado, sin medir las consecuencias”


“El muchacho se veía triste y después de lo de lo del chico Diggory es comprensible, creí que lo que lo confortaría seria alguna pertenencia de Godric’s Hollow y que eso es lo que aparecería por la chimenea, también tengo errores Severus…” cerro los ojos y los tallo con sus largos y nudosos dedos.


“Director…” el hombre se quedó en silencio contemplándolo, como quien contempla a su padre cansado sin saber qué hacer para aliviarlo. Como yo nunca contemple al mío, quizá solo contemplase así a mi maestro, pero ya ni siquiera a él lo recuerdo con claridad.


“Ahora lo que debemos de hacer es tratar de regresarlos a su dimensión” soltó un suspiro y se acomodó las gafas de media luna, al abrir sus ojos estos parecieron centellear “Para ello creo que deberíamos preguntárselo a Harry, qué es lo que pidió como ayuda, quiero decir”


“Es un adolescente, no nos dirá ni la hora si se lo preguntamos. Deberíamos leer su mente” ¿Leer su mente? Espero que ese sujeto o el anciano no hayan hurgado en la mía, seria completamente desagradable.


“Sería algo sumamente invasivo Severus”
estaba de acuerdo.


“Como si no lo hubieras hecho ya antes” me dejo casi atónito.


“Pero, aunque lo hiciéramos sólo les corresponde a ellos ayudarlo y para eso deben conocerlo mejor”


“¿Cómo que conocerlo mejor? Explicate ¿Qué quiere hacer?”


“Creo que ellos deberían pasar tiempo con el chico, tratar de comprenderlo, yo creí que necesitaría un objeto, como una foto o una carta, pero parece que es algo más profundo” sus ojos se posaron directamente sobre los oscuros de su interlocutor.


“¿Y cómo lograran eso? Hay algo que no me está diciendo Director” su mirada se entorno y pareció fulminarlo con esta, como si quisiera escudriñar en su alma.


“Tendrán que estar con Harry, quizá en la torre de Gryffindor, o como ayudantes de profesores…” volvió a acariciar su barba ignorando por completo el hecho de que el otro lo miraba de manera asesina.


“¿Ayudantes de profesores, como explicaremos eso a al Consejo Escolar? Ellos llamarían inmediatamente al ministerio…” el hombre había empezado a mover sus dedos de forma que denotaba su desesperación “Aunque quizá es lo que deberíamos hacer, llamar al Ministerio de Magia y dejar que el Wizengamot se encargue de ellos” sentí que me congelaba por un momento, no sabía de que rayos hablaban pero no sonaba bien.


“No podemos hacer eso Severus, si los entregamos ellos no podrían hacer nada de igual manera, no se podría romper un encantamiento que está ligado a otra dimensión, eso lo hace demasiado difícil, ni siquiera varios Aurores contigo y conmigo haciendo el Fninite Incantatem lo podríamos lograr”


“¿Qué es todo eso que están hablando?” les dije harto de sentirme fuera de lugar y no entender ni mierda de lo que pasa.


“Creo que tenemos derecho a saber” Afrodita levanto un poco la voz.


“No, no tienen. Son intrusos” su tono cortante estaba irritándome de sobremanera.


“El Ministerio de Magia regula el uso indebido de esta y el Wizengamotse encarga de juzgar cada caso” dijo el anciano a modo de buscar la paz en esa oficina.


“Según entiendo” Afrodita los miro desafiante “Si llaman a ese ‘Ministerio de Magia’ ellos sabrán que hicieron este hechizo… y el ‘Wizengamot’ juzgaría si es legal o no el haberlo hecho. ¿No les traería problemas a ustedes también?” uh, bien jugado, lance un silbido en mi mente.


El hombre de negro se puso rojo de la furia, no negare que lo disfrute en sobremanera “Si los entregamos como un ‘hechizo fallido’ quizá los Aurores encuentren un lugar para ustedes en Azkaban” apretó los dientes al decir lo último.


“Tranquilo Severus, no debemos pensar en entregarlos a los Aurores, no está bien que hombres inocentes sean enterrados vivos en una prisión, todos merecemos una segunda oportunidad, y más quienes no tienen actualmente culpas” el hombre de negro callo y se puso lívido, así que tenía cola que le pisaran, bueno, todos la tenemos.


“Así es, nosotros no tenemos la culpa de estar aquí y su hechizo es el que nos mantiene en este lugar, si hay algún culpable aquí…2 no pude terminar la frase.


“Ese soy yo” el anciano zanjo todo el asunto ahí “Y como tal tengo la responsabilidad de regresarlos a su dimensión. Pero sin poner en riesgo a mis alumnos, hay que pensar qué haremos Severus”


“Claro” ¿entonces eso significaba que ese hombre de verdad nos iba a ayudar?


“Vamos, pongámonos de pie y vayamos a tomar asiento a mi escritorio” hicimos tal cual nos dijo, él se sentó en su lugar y nosotros tomamos asiento frente a él, Afrodita se interpuso entre el hombre de negro y yo, quizá para prevenir cualquier tipo de conflicto “tomemos el té para tranquilizarnos, una selección de Fairy Dust para calmar nuestros ánimos será lo mejor.”


Frente a nosotros apareció un juego de té de porcelana y el anciano vertió el líquido de este en cada una de las cuatro tazas, también había unos bollos y galletas en el centro del escritorio.


“Lo que ellos dicen es verdad Severus, podríamos enfrentar cargos. Sobre todo, ahora que el Ministro está tratando de quitarme el puesto de Director, a pesar de haber sido un accidente, no deja de ser algo… fuera de la ley” ¿A caso ese hombre con vestidos estrafalarios, larga barba, gafas de montura de medialuna y mirada chispeante era un rebelde en el fondo? Bebí de mi taza de té.


“¿No se puede revertir el hechizo, o algo así?” Afrodita bebió de su taza después de decir esto.


“Temo que no, al ser algo que conecte ambas dimensiones esta fuera de mis manos hacer eso. Lo lamento” el anciano bebió de su té también.


“¿Y si nuestro amigo hiciera algo desde el otro lado?”


“Temo que su magia o energía no llegaría hasta aquí, sería inútil”


“Estamos atrapados aquí entonces” inquirí de mala gana, pero ya resignado a ello.


“Temo que si”


“Eso que sugirió de que pasara más tiempo con Potter… ¿A qué se refiere exactamente?” el hombre de negro miro con desagrado su taza, hizo una mueca y finalmente bebió de ella.


“A que se hagan amigos, por supuesto.” Dijo el anciano tal como así, como si uno en la vida fuera haciendo amigos a donde quiera que vaya… bueno, quizá así era, ¡pero en mi vida había tenido yo un amigo! Compañeros de armas claro, confiaba en Aldebaran y Dohko para resguardar mi vida, pero amigos, dudo que en Santuario exista eso, por lo menos entre nosotros los dorados. Camus y yo pudimos tener una amistad siendo niños, pero eso quedo en el pasado hace años.


“Aja… ¿Y cómo lograremos eso? Estos pobres diablos no saben ni dónde están, como demonios van a hacerse sus amigos” si no le rompí la cara a este hablador fue porque estaba completamente de acuerdo con él, por primera vez desde que nos conocimos tenía toda la maldita razón.


“Por eso quiero pensar bien lo que haremos. Hay dos opciones por el momento” volvió a beber de su té y tomo una de las galletas del plato “Una es que diga que son de algún tipo de departamento muggle y que están aquí para regular o constatar la buena educación los nacidos de muggles”


“Y eso es tan sencillo teniendo a los Slytherins amando cada paso que dan los Sangre sucia…”


“Ahí mi primer obstáculo, pero si jugamos bien las cartas puede que hasta nos convenga esa mentira mi querido Severus, a la postre de un futuro más tranquilo y sin tanto clasismo”


“Claro, ¿te traigo pluma y pergamino para que escribas tu versión de la utopía mágica? Si los padres de los sangre pura se enteran de que hay no sé quiénes de los muggles vigilando que los Sangre Sucia estén bien, comenzaran a llover preguntas” tomo aire un momento “Malfoy, por ejemplo”


“Oh Severus a Malfoy yo sé cómo manejarlo, además no podría inmiscuirse el consejo Estudiantil o el Ministerio de Magia, los tratos que hago con las autoridades y padres Muggles sólo le corresponde a Hogwarts, ahí ya libraríamos esa muchacho” comió un trozo de galleta con la singular alegría de un niño que se sale con la suya.


“¿Y cómo explicaremos que unos adultos duerman en el dormitorio de unos chicos de quince años?” a este punto las miradas de Afrodita y mías iban de uno a otro simultáneamente.


“Eso sería sólo un peque obstáculo muchacho, pero hay otra posibilidad para eso”


“Ilumíname”


“Podríamos regresarlos a sus quince años y hacerlos pasar por alumnos que vienen de alguna otra escuela, podrías hacerlo con una poción”


“¿Cómo?” inquirí de repente, regresarnos a nuestros quince años, esto estaba cada vez más loco.


“Les explico, Severus podría hacer una poción para regresarles físicamente esa edad, algo temporal que tendrían que estar bebiendo cada par de semanas… quizá” el hombre de negro gruño y se cruzó de hombros en su lugar, enfurruñándose un poco “Si los regresamos a esa dad y los hacemos pasar por estudiantes sería más fácil el tenerlos aquí, pasarían más desapercibidos”


“Aun así se exigiría saber quiénes son sus padres y por qué están aquí”


“Podríamos decir que es secreto por el trabajo de estos” guiño un ojo, algo me decía que ese hombre estaba comenzando a disfrutar este predicamento.


“Es arriesgado…”


“Todo esto es arriesgado Severus” tomo de su té nuevamente, dando por terminada la galleta que había estado mordiendo.


“Creo que habría que pensar el asunto”


“Así es, ustedes tendrán que decidir que opción debemos seguir, Harry ya los vio, pero sé que él no nos delatará”


“Muy tarde, sus amigos ya lo saben, fueron a la enfermería esta mañana. Poppy me lo dijo cuando fui a dejarle más poción relajante”


El anciano rio con ternura “Siendo así, sólo ellos tres lo saben y era de suponerse, los planes siguen igual, es su decisión Milo y Afrodita. Tendrán un par de días para pensarlo, en ese lapso yo conseguiré lo que se necesita para su estancia aquí” nos guiño el ojo de nuevo y señalo nuestro té apurándonos a que lo bebiésemos.


Nos quedaríamos en la enfermería ese par de días, según lo convenido con el anciano y tendríamos ese tiempo para pensar que queríamos hacer. Cuando estuvimos solos tras la cortina de la enfermería y completamente a oscuras mirando el techo, me invadió una zozobra.


“Afrodita…” sabía que estaba despierto al igual que yo, aun así, opte por llamar su atención de una forma convencional, él hizo un ruido en respuesta “¿Qué crees que debemos hacer, regresar a los quince años?”


“Honestamente Milo, no lo sé”


Me quede un rato más pensándolo, retroceder cinco años para mi… a los quince ya era un títere de Saga y peón del Santuario. Que sabía yo de ter quince años, pero la posibilidad de tenerlos y estar en una escuela… relativamente normal me hizo sonreír. Saber que es sentirse como un adolescente hizo que sintiera un cosquilleo en el estómago.



Continuara...


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