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Mi amor hacia a ti. por Playbooks

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por leer y disculpa alguna mala ortografía.

¿Quién diría que el pasto fuese tan suave al ser aplastado tanto tiempo? ¿Quién diría que despertar con los cantos de los pájaros seria como una caricia de una madre despertando a su hijo? Es una dicha hacerlo, es una dicha de la vida despertar a su lado, verlo dormir, ver como respiraba tan lentamente, ver como la paz se pincelaba en su rostro, ver como el viento acariciaba su cabello, ver su boquita entreabierta, ver sus pestañas titiritar, su mano derecha deslizándose sobre la mía que felizmente agarro la suya, y movía su cabeza, como queriendo acercarse, y yo con gusto lo hacía, movía más hasta chocar nuestras narices, y sin darme cuenta él ya me estaba mostrando su fila de diente, sonriente despertó a mi lado, sus ojos azules brillosos al despertar, su boca que humedecía con esa lengüita suave que se veía, cerraba sus ojos de vez en cuando y luego los abría, como no hacerlo con este sol que golpeaba suavemente pero iluminaba cada parte del lugar, incluso llegue a creer que Draco brillaba, pero solo es su esencia, el sí en brilla.


-Hola…


-Hola…


Su voz rasposa gruesa lleno de alegría mi corazón y sin evitarlo sonreía como bufón, solo para el que de verdad estaba feliz.


-Tu mano es suave.


Dije con rasposa voz de no haber hidratado lo suficiente.


-Lo sé.


Su sonrisa de lado como invitándome a robarle un beso me dejaba sin aire.


-Engreído.


-Aun así te gusto. Lo sé, en tu poema lo decía.


Cuan feliz me hace al oír que se dio el tiempo de leer un poema tan básico como el mío.


-La leíste.


-Sí, una y otra vez, como la otra, me escribes bonitos.


-Solo para ti.


Su risita fue tan tierna, tan pura, tan irreal que creí que tenía a un elfo de los ‘’El señor de los anillos’’ frente de mí y ninfas y hadas saldrían revoleteando solo al oír su canto.


-Gracias.


-¿Por?


Pregunte tras procesar lo que dijo, no entendí.


-Por quererme.


-No agradezcas, no hagas eso, todos te aman por lo que eres.


-Pero nadie me mira como tú.


-¿Y cómo te miro?


-Con delicadeza, como si me fuera a romper.


-Es que pareces una flor.


No pude evitar la confesión que es real para mí, lo veo tan delicado, tan puro, tan sano que temo romperlo con mi torpeza y mi aceleramiento.


-¿Flor? ¿Qué tipo de flor seria?


Me pregunto cómo niño pequeño que le pregunta a su abuelo de que sabor es tal dulce.


-Una margarita, son puras, transmiten tranquilidad, amor, paz, tú me transmite eso y más.


-¿Una margarita?


Si, una margarita por lo chiquitas que se ven pero son tan hermosas que dan cosa cortarlas.


-Sí.


-¿Tengo olor a margarita?


-A muchas flores.


-¿A si?


-Si…


-¿Has comido una flor?


-No…


-¿Quieres probarme?


Ya estábamos más cerca de lo normal, ambas cabezas estaban sobre nuestras manos y nuestras respiraciones se podían chocar con el rostro del otro, iba a besarlo, se sentía como una ilusión que me daba ganas de llorar de solo saber que se haría realidad estas ganas de besar.


-Esto parece tan real.


-¿Qué?


Pregunto embobado por la luz que me cegaba y por la idea de probar sus labios.


-Esto… es… ¿real?


-¿Draco? ¿Qué pasa?


-¿Ron? ¿Qué…? ¡Esto es real!


Toda esa magia, toda esa luz que nos acobijaba se rompió al hablar. Se levantó o casi lo intento porque se cayó de nuevo a mi lado, me mareo un poco de solo verlo y me levante con cuidado para ayudarlo.


-No me toques.


El manotazo me dolió mas en el corazón que en mi mano al sentirlo tan frio conmigo.


-¿Qué pasa?


-¿Cómo que: ‘’que pasa’’? No estoy en mi casa, estamos… ¿estamos en la pradera?


Parecía aturdido al mirar alrededor como loco, ¿enserio no se acuerda?


-Sí, tú viniste aquí, quería seguir corriendo pero te tuve que empujar para…


-Ya cállate, no quiero oírte.


Ese tono déspota, demandante hace tiempo que no lo escuchaba salir de boca, solía hablarme así antes de entrar al campamento y yo le seguía el juego, pero estoy cansado, estoy cansado de sus ahora sí y de sus ahora no, es que no lo entiendo.


-¿Qué hice ahora?


-No grites, me duele la cabeza, no debí tomar, debo de oler mal.


No grite, creo que debe tener un dolor enorme, aparte no huele mal.


-Hueles a flores.


-Tú cállate.


En grandes pisadas comenzó a caminar mientras rezongaba, y yo como cordero lo seguí por todo el bosque hasta que paro, vi cómo se agachaba para recoger algo y de repente me tira algo duro que casi logre esquivar y era mi celular. Vi que tenía como cinco llamadas de Ginny y quince de mis padres, ay…


-Tengo treinta llamadas de mis padres y diez de Blaise, y me mandó un mensaje diciéndome que lo llame cuando pueda, maldición.


Marco algo en su celular y cuando pasaron como cuatro segundos ya estaba hablando con Zabinni, por lo que entendí Zabinni le dijo que se fuera a su casa porque le había dicho al padre de Draco que él se quedó en casa, y era mejor que se fueran juntos para que fuera más creíble la historia, así que en resumen, se fue sin decirme nada. Estaba aturdido, recién despertado, también pensé que era un sueño pero sabía que era real, solo que no sabía que él no creía eso, me sentí mal, me sentí que lo hubiese abusado su confianza, y no quiero que crea eso, pero no podía hacer nada en ese momento ya que él ya se había ido, mas encima enojado, no querría nada conmigo, así que no me quedo de otra que irme a casa solo,  donde me recibieron con mucho amor.


-¿Dónde estabas?


Apenas cruce la puerta mi padre apareció ante mí, Ginny estaba bajando la escalera, y mi madre atrás de ella.


-Dime, ¿Dónde estabas?


-Por ahí, no te preocupes…


-¿Qué no me preocupe? Entonces debiste llamar ayer en la noche para que no me preocupara. Estuvimos esperándote por horas, Ron, te permitimos que salieras, puedes quedarte donde quieras, siempre y cuando nos digas antes y no nos tengas paranoicos de que algo malo te ocurrió.


Mire a mi padre que parecía ser un toro a punto de clavarme los cuernos, mire a Ginny que tenía los ojos brillosos y subió de nuevo, a mi madre que se puso al lado de mi padre y me miro como si no fuera su hijo, ¿Por qué se ponen tan dramáticos?


-Ginny te espero toda la noche, nunca has hecho esto, siempre avisas, siempre llamas, y ayer te dio que no tenías que hacerlo.


-Ya, lo siento, no es para tanto.


-¿Qué te pasa? Eres nuestro hijo, claro que es para tanto, y si esto vuelve a ocurrir.


-¿Me vas a castigar? Voy a cumplir dieciocho, por favor papá.


-Por favor nada, no seas grosero. Vives bajo nuestra casa, nuestras reglas, y una de ellas es que llames para avisar donde te quedaras para estar tranquilos durante la noche, lo cual sería lo lógico.


-Perdón, solo fue un error que cometí en todo el año, no exageren.


-No exageremos, tampoco es tu único error, sabemos que estas rapando el año.


Esa frase congelo mi corazón y he inyecto una dosis de alerta de regaños por todo mi mente.


-¿Saben?


-Claro que sí, somos tus padres, sabemos todas tus notas, sabemos que estas raspando con algunos ramos, si no pasas estos exámenes no pasaras de curso, repitieras el año si no estudias lo suficiente, cosa que no veo que hagas al llegar.


Mi madre parecía consternada, parecía no entenderme, y ni yo lo hago y me va a entender ella.


-Estudio en la escuela…


-¿Y qué?-Respondía mi madre tan tosca que a veces se me olvida lo ruda que puede ser.- Estudia más, aquí, en la escuela, en las prácticas de baloncesto, hazlo en todas partes para que puedas pasar los exámenes, estamos preocupados de que repitas, de que… no puedas disfrutar el verano con tus amigos como tu querrías.


-¿De qué hablas?


-Pues que en el verano se hace la matrícula de la universidad, se preparan para el examen y también tienen que escribir una carta del porque quieren entrar, todos estarán en eso la primera semana de vacaciones, y si no pasas, tú serás el único que no sentirás esa emoción. Hijo, no queremos que te pierdas cosas asombrosas con tus compañeros por estar triste de no haber pasado, trata de estudiar el doble, más de lo usual, te podemos ayudar…


-No, no, entiendo, entiendo… voy arriba a ver a Ginny.


Subí a verla y ella solo me regaño por no avisar para luego abrazarme, la preocupe como lo hice con mis padres, y no me importo, fui egoísta, ¿y lo peor de todo? Es que no me importo, no me arrepiento de no haberlos llamado, como solo estaba concentrado en Draco, y nada fue más maravillo que despertar a su lado.


Durante el resto del día trate de ver que Draco había llegado o si estaba por ahí afuera de su casa y la única forma que podía hacerlo era metiéndome en la habitación de Ginny que me miraba con entrecejo cada vez que paseaba y miraba la ventana como si nada, pero no logre ver nada, así que pensé en ir a verlo mañana en la iglesia, solo que no entraría de nuevo, lo cual quería hacer en la mañana fresca del domingo donde fui obstaculizado por mi padre en la puerta.


-¿A dónde vas?


-Afuera.


-Sí, ¿y los estudios?


-Es tempranísimo…


-Si vas a salir vuelve, no quiero que andes por ahí afuera sin volver a estudiar, ¿entendido?


-Sí, ¿Por qué tan intenso?


-Porque me preocupo. Te veo muy relajado con los temas de las universidades, nunca nos preguntas como es Gryffindor o cualquier otra universidad, no te veo que quieras postular, no veo esas ganas.


Es porque no las hay, no tengo ganas de entrar a la universidad porque no sé qué específicamente quiero estudiar, seria música pero…. No tengo las ganas de hacerlo.


-Lo hare hoy, veré la malla, las carreras, esas cosas.


-Está bien, ¿A dónde vas?


Si le digo que voy a la iglesia sospechara, estoy seguro, no es normal en mi levantarme temprano, menos ir a la iglesia en la mañana.


-Ah… donde Seamus, me dijo que tenía unos videojuegos nuevos.


-Bien, vuelve para el almuerzo.


-Sí.


Me sentía mal mentirle a mi padre, no suelo decir muchas mentiras a no ser para proteger a Harry de sus padres cuando me preguntan si estuvo en mi casa a noche cuando en realidad estuvo donde Severus, pero a los míos ya eso es otra cosa.


Llegue a la iglesia y como la otra vez, estaba repleta, pero  no iba entrar, espere por atrás de ella, y fue eterno, el padre de Draco no paraba de hablar, todos decían amén, y amén esto, amén lo otro, me tenía harto en verdad, hasta que escuche que las personas salían, como pude me acerque un poco procurándome de que nadie que no sea Draco me viera, pero él estaba al lado de su padre, así que agarre una pequeña piedra plana y se lo lance atrás de su nuca que fue el blanco perfectamente ejecutado, Draco giro a verme y casi vi cómo se desmayaba pero simplemente dijo algo y cuando se iba acercando hacia maniobras con las manos como diciendo que me fuera más atrás.


-¿Qué quieres? Mis padres nos pueden ver y me castigaran por tu culpa.


-Lo siento, yo vine a disculparme por lo de ayer.


-Que bien, porque te quería decir algo respecto a esto, ya no quiero acercarme más, quiero un poco de distancia…


-¡Pero si estábamos bien!


-No grites.


Susurro entre gritos, más bien gruño pero fue un susurro raspado.


-No grito. Estábamos bien, ¿me quieres alejar por algo que tú hiciste?


-Yo ni hice nada.


-Claro que sí, tú me guiaste hasta haya.


-Bueno… pero tu debiste llevarme a casa.


-Estaba ebrio, tenía sueño, tú también, ¿Qué quería que hiciera?


-Bueno… bueno…


-¿Por qué eres tan indeciso? Un día si, un día no, un día si quieres estar conmigo, un día ni quieres ver mi sombra, ¡¿Quién te entiende?!


-¡No grites!


-¡Puedo gritar lo que se me dé la regalada gana! Estoy cansado de tu si y no, estoy cansado de pensar una y otra vez como conquistarte porque tengo miedo de que te vayas del pueblo, no quiero que te vayas, quiero que estés aquí, siendo amigo o enemigo, que estés aquí conmigo, en el mismo espacio me harías feliz, estoy cansado de ser tan tonto a todo lo que hago, porque ni se lo que hago, estoy cansado de…. De sentir que quizás repite el año. Voy a repetir el año si no paso estos exámenes, y son una gran oportunidad por el gran puntaje que dan, y… y no sé a qué Universidad ir, me siento mal…


-Ron…


Me deje llevar, estaba cansado, estaba harto y angustiado por los exámenes que vendrían, me entraban de llorar de solo pensar en hacer los exámenes y no estar seguro de lo que estoy haciendo.


-¿Draco?


-Madre.


La madre de Draco se veía tan intimidante, y tan elegante a la vez con su cabello rubio su traje formal y delicado, pero era su rostro estoico que determinaba una frialdad en ella.


-¿Qué ocurre, cielo?


Esa voz suave, fina, y afilada era un contraste que me dejaba confuso, no sabía si era un tono amigable, o ese tono amigable que en realidad es un tono mini burla o mini sarcástica.


-Nada, madre, solo hablaba con R… Weasley sobre sí que estudiar en mi casa o no.


-¿Qué?


Ambos nos miramos al preguntar lo mismo, descuide señora, yo tampoco sabía.


-Sí, es que me ofrecí ayudarlo para estudiar día antes de los exámenes, y no sé si vaya a mi casa o a la suya…


-A la nuestra, Draco.


Esa voz gruesa y fúnebre era definitivamente de Malfoy padre, con su sonrisita que me irritaba por completo al mirarme sobre el hombro.


-Es mucha más cómoda, tiene todo al alcance, libros, internet, computadoras…


-También tenemos eso en mi casa.


-Sí, pero no creo que muy actualizada o muy cuerdo que digamos.


-¿A qué se refiere?


-Ro… Weasley, ven a mi casa después de almuerzo, ¿te parece?


Draco era el único quien podía calmarme y hacerme olvidar por unos segundos la existencia de sus padres, así que solo mire a esos dos y asentí para pasar de largo, ni adiós les dije porque no me apetecía hacerlo. Llegue a mi casa con incertidumbre del porque Draco hizo eso, con qué motivo si antes no quería ni verme en pintura, ¿Por qué es tan indeciso conmigo? Solo había un problema, decirles a mis padres que iré al frente.


-¿Puedo ir a la casa de Draco a estudiar?


-¿Qué?


Los tres pararon de almorzar para mirarme fijamente.


-Eso, el me ofreció estudiar en su casa y…


-Ve.


-¿Eh?


La sonrisa en mi madre que me miraba fijamente con una ternura mascarada de un; ‘’no es un opinión, es una orden’’ me daba escalofrió.


-Que vayas, él es un buen estudiante, te podría ayudar, aunque los exámenes son en esta semana, de igual forma te podría ayudar un día antes, ¿iras toda la semana?


-Ah… no se…


-Pregúntale, ¿iras cuándo?


-Ahora, al terminar de almorzar.


-Entonces termina rápido, anda.


No entendía  nada, creo que Ginny lo noto porque casi se rio al ver mi cara, pero ¿Quién los entiende? Antes eran anti Malfoy y ahora casi me entregan a su casa en bandeja en plata, o de madera porque no tenemos plata.


Tenía un nudo en mi estómago al estar frente a frente a esa puerta enorme de cristal y tocar el timbre, yo pensé que me recibiría una sirvienta o un mayordomo por como siempre se ven elegante y bien vestidos como si no se movieran ni para limpiarse el culo, pero en realidad me recibió la señora Malfoy con ropa completamente blanca, su camisa adentro de una falda y tacones, todo blanco.


-Hola, señora Malfoy.


-Buenas tardes, Weasley, Draco te está esperando en el templete del jardín.


-¿Templete…? Oh bien.


Ni me dijo donde, ni me respondió, simplemente se fue a una puerta de cristal donde atrás había una enorme cocina. Al frente no había escalera, solo un enorme pasillo, ancho, como marmolado entre blanco y gris, con bordes dorados, puertas a los lados y al frente, al fondo una ventanal alargada, en un salón con sillones, a cada rincón, al lado izquierdo eran como dos al frente de una chimenea enorme y al lado derecho eran sillones alargados, y una mesitas de cristal abajo, y al centro nada, al centro, afuera había un jardín enorme con el temple ahí y Draco leyendo sentado, y atrás… ¿un pequeño lago? ¿Cómo es posible? ¿Cómo…?


-¡GLU, GLU, GLU, GLU!


-¡AAAH, DIOS!


¿Qué era esa cosa? Es un pajarraco enorme, es un ¿pavo?


-¿Un pavo? ¿Blanco?


-Ron, no grites, mi padre está durmiendo, y no le grites a Miguel Ángel, es su mascota.


Draco vino corriendo hacia a mí y hacia ese…animal que parecía no saber dónde estaba porque miraba para un lado y para el otro, para un lado y para el otro, una y otra vez.


-¿Mascota? ¿Un pavo?


-Un pavo real.


-Un pavo real que puedo comer


-Ni en broma lo digas, por favor. Ven.


Me tomo el brazo con su libro que estaba leyendo y me guio a uno de los pasillos de la enorme sala al lado izquierdo para bajar una escalera y entrar a otro pasillo, ¿Cuántos pasillos tienen? Y al final quedamos frente a una gigante puerta de madera y al entrar era un biblioteca, pero esas enormes, como museos, era majestuosa.


-Wow.


-Gracias.


-Es enorme.


-Lo sé, a mis padres les gusta leer y a mí también.


-Se nota. Y bueno… ¿para que querías que viniera?


-Pues ya te dije, quiero que estudies conmigo, mañana tenemos historia y geografía, ya estudie todo eso, solo veré si sabes lo suficiente y si no se tu maestro.


-Pero me dijiste ayer que no querías verme…


-Se lo que dije, y tienes razón, soy algo indeciso, pero… te vi mal y quise ayudarte, solo eso.


-Bien, entonces empecemos.


-Claro, ¿te memorizaste todos los tipos de geografía y los años y logros de los reyes de Inglaterra?


-¿Eh? ¿Todos? ¿Todos los reyes?


-Creo que vamos empezar de cero.


Fuimos a una mesa y ahí me quede mientras el traía y traía libros sobre historia y geografía, de hecho me di cuenta que solo sabía la mitad, yo pensé que no podría memorizarlo, pero resulto que Draco es un profesor muy exigente durante una hora, y luego de esa hora me pedía descansar viendo cualquier cosa, o pasear por su casa que fue un laberinto porque me perdí, literalmente, no sabía dónde estaba hasta salir de nuevo a una pasarela llena de flores, macetas con plantas, todo tan campestre en su jardín, y esa pasarela me llevaba como a un enorme jardín dentro de un cristal redondo, era enorme, todo tipo de flores, plantas, y en el centro había como un mini sala circular de piso de cerámica blanca, con dos sillas y una mesa redonda al centro.


-Qué lindo.


-Gracias.


-¡AY, PERDON!


Era la señora Malfoy, con guantes, un rociador, y tijeras en otra mano.


-Este es mi jardín botánico.


-Ah, ya, es lindo.


-Gracias, trato de cuidarlo lo que pueda, a veces no tengo tiempo, ya sabes, las clases, volver y limpiar toda la casa.


-¿Usted sola limpia toda la casa?


-Sí, me gusta, aparte es mi deber hacerlo.


-¿Deber…?


-Ron… -Draco apareció de la nada y de inmediato se puso serio al mirar a su madre que arrugo su frente al oír que me llamo por mi nombre.-digo Weasley, ¿Cómo llegaste hasta aquí?


-Caminando, y perdiéndome.


-Los dejo solos, ya termine aquí.


Ella dejo los guantes, el rociador, pero todo sin dejar de mirar a Draco que miraba el suelo, fue extraño esa escena, parecía que ella lo estaba interrogando con la mirada.


-Lindo lugar.


-Sí, es el espacio de mi madre, mejor volvamos a la biblioteca.


-Pero me gusta aquí.


-¿Gusta aquí?


-Sí, traigamos los libros aquí, vamos.


Le tome la mano decidido salir hasta darme cuenta de una cosa.


-¿Dónde queda la biblioteca?


Solo sonrió y lo seguí hasta llegar hasta haya y volver con muchos libros, volvimos a estudiar por una y unos minutos más de manera intensa, no me dejaba de hacer preguntas, me hacía pruebas en un dos por tres y cuando el creyó que ya estaba listo me dejo libre a las cuatro en su puerta.


-Espero que te vaya bien.


-Con un profesor como tú, quien no podría.


-Lo sé, soy el mejor, espero… verte mañana.


-¿No sigues enojado por lo de ayer?


-No, es estúpido, no fue tu culpa, yo no debí tomar mucho, mejor dejémoslo así.


-¿Así? Pero… esa mañana me dijiste que te gusto mis poemas.


-Ah, sí, no son la gran cosa.


-Dijiste que te gustaron.


-Sí, pero…


-Y que querías que te probara…


-Yo… yo… yo… estaba soñando.


-¿Sueñas conmigo a menudo?


Eso me hizo sonreír de oreja a oreja de solo pensar en la posibilidad de que el sueñe conmigo.


-Vete, Weasley.


-Pero…


Y el portazo en mi cara, ¿Por qué no coso mi boca mejor? Llegue a mi casa y les dije que durante la semana estudiara con Draco y estaban todos de acuerdo, parecían querer cantar de felicidad al decirles, pero yo estaba cansado, Draco fue brutal conmigo, preguntas tras preguntas, cosas que memorizar, fechas, lugares, números, estadísticas, logros de cada reino, que hacen, colonización, y un montón de cosas que hizo moler mi cerebro, solo que no sabía que andaríamos toda la semana así, toda. El lunes sentí que me fue súper bien, y luego fuimos de nuevo a su casa para estudiar matemáticas para el martes, fue el peor de todos porque sentí que me estaba lavando el cerebro, el martes estudiamos química y física, el miércoles lenguaje he inglés, jueves ciencia naturales y filosofía, y el viernes, fue un gran suspiro de alivio de que por fin terminamos, incluso vi algunos llorar de alegría, estaba muy feliz de que por fin terminar y confiar que me fue bien en cada prueba, estaba confiado de que si paso de curso y solo quería buscar a Harry para ir a ‘’Las tres escobas’’ para celebrarlo con los chicos, no lo vi por ninguna parte hasta verlo entrar a la sala de profesores, ay no, si esta con Severus y un profesor entra habrá un caos enorme, así que me puse ahí como guardián como otras veces para ver que nadie entrara, pero sin querer escuche su discusión.


-¡Estas todo el tiempo con el! ¡Quiero celebrar contigo!


-No grites, Harry, no quiero que nos escuchen.


-¡Pero estoy harto! ¡Ya no me llamas para ir a tu casa, ya no me mandas mensajes, ya no me invitas a tu sala para estar contigo en la escuela! ¡Es como si te estuvieras aburriendo de mi…! ¿Es eso? ¿Te estas aburriendo de mí?


-No empieces con tus dramas hormonales que no soporto. No seas posesivo, ¿está bien? si no lo hago todo lo que has dicho es porque tengo cosas más importante que hacer.


-¿Estar con él? Ayer los vi  a los dos en una cafetería, los dos solos cuando yo te llame y me dijiste que estabas ocupado.


-Y lo estaba.


-¡Con el!


-¡Ya deja de gritar!


-¡Puedo gritar lo que se me dé la regalada gana!


-Ya me harte.


Escuche unas pisadas muy cerca desde adentro así que supuse que saldría Snape y me fui corriendo de ahí, no creía que buena idea que dé me vieran después de su discusión así que preferí no llamar a Harry ya que cuando discute con él, se pone insoportable.


Durante el resto de la tarde la pase en mi casa y luego fui con los chicos a ‘’Las tres escobas’’ para celebrar el termino de exámenes, también hablaron sobre las universidades pero preferí callar ya            que aún estaba la incertidumbre, pero durante el día solo quería estar con Draco, queriéndolo por ser tan bueno conmigo al enseñarme todo, al ayudarme hasta las últimas, incluso nos quedamos hasta el anochecer estudiando con materias que no sabía muy bien, gracias a su gentileza pude sentirme seguro en los exámenes, y cada vez que lo veía enseñándome, cada vez que trataba de enseñarme de otra forma para que entendiera, cada vez que se esmeraba a que yo entendiera no hacía más que quererlo más, querer lo bueno que fue, lo gentil y seguro que se habrá aguantado las ganas de echarme de su casa cada vez que me perdía, muchas veces. Solo quería abrazarlo y agradecerle por todo, así que busque esa oportunidad al día siguiente después de almuerzo, tuve que ensañar una especie de diálogo antes de ir a su casa por los nervios que tenía, era estúpido pero prácticamente le iba a pedir que saliera conmigo, así que no sabría cómo se lo tomaría.


-¡Hola!


-Hola.


No sé porque grite, ¿Por qué gritaste? Imbécil. Mire el rostro rígido de la señora Malfoy que abrió sus ojos al oír mi grito, es lógico, un chico que desprestigia ante los demás le grita a manera de saludo, es lógico asustarse.


-Vine a ver a Draco.


-Espera.


Asentí quizás como cien veces seguidas, lo normal, como que me transpirasen mis manos, que me hiciera un nudo en el estómago y me dieran ganas de defecar ahí mismo, lo normal.


-Ron, hola, ¿Qué pasa?


Se veía tan lindo con esa ropa negra, con esos pantalones ajustados, con su cabello rubio, y su piel pálida lechada, Dios, quiero probar esa leche.


-Eh… eh… eh… mmmm.


-¿Qué pasa? Estas más pálido de lo normal…


-Eh… ay… si… uf, ¿puedo ir a tu baño?


-¿Mi baño? Pero… ya, sí, claro, yo te guio.


Me sentí tan estúpido cuando estaba defecando, una diarrea estúpida, solo por nervios, no era para tanto, pero es que prácticamente lo iba a invitar a salir, solo respira, creo que aún no por el olor a mierda, pero respirare afuera. Cuando termine, mire a Draco esperándome afuera con una sonrisita que me dio a entender algo.


-¿Escuchaste?


-¿Quieres que te de algo para tomar?


Qué vergüenza, quería gritar y golpearme a mi mismo.


-Ay, no, no… solo… vine a preguntarte si quieres salir conmigo a la playa.


-Está bien, ¿Quién más ira?


-Nadie, te estoy invitando solo a ti.


Hubo un silencio que perduro junto con el sonido del inodoro hasta terminar.


-¿Solo nosotros dos?


-Si, como aquella vez después de la iglesia, en la playa, ¿quieres ir de nuevo halla?


-Eh… pues… solo tú y yo, no es algo nuevo, ahora, claro, yo….pues… espérame en la puerta.


Se fue corriendo hacia una dirección y yo trate de recordar donde quedaba la salida y cuando llegue él ya estaba llegando con otra ropa, ¿Cuánto me demore?


-Ya estoy listo, vamos.


Tenía un suéter blanco casi holgado, pantalones cafés claros como ligeros y unas zapatillas que parecían sandalias de color como verde, creo, era muy claro el color, como todo la vestimenta, se veía tan puro, tan hermoso, he inusual ya que siempre lo visto vistiendo negro.


-¿Qué pasa?


-Que… te ves hermoso.


-Que bien, digo… está bien, vamos.


Sentía unas llamas de deseo de tomarle la mano, besarlo y decirle lo mucho que lo amo, ¿Cómo me pueden decir que lo que siento no es amor? Lo que siento no es atracción física, es amor, siento amor cuando Draco sonríe de lado, siento amor cuando me  habla de su equipo de futbol y me pone atención cuando hablo de baloncesto, siento amor cuando habla de libros, las historias de los libros, sus formas de escribir, siento amor al oír su risita, siento amor cuando hablamos de cosas triviales como series animadas que ya no dan, siento amor cuando mueve sus manos al hablar, siento amor cuando arruga su frente ante un disgusto o cuando no entiende algo, siento amor cuando se mueve los finos hilos de su cabello, siento amor cuando cubre su boca de vez en cuando, siento amor cuando me mira fijamente al hablar de materias, siento amor cuando ambos, sin darnos cuenta estábamos muy cerca y caminando lentos a la orilla del mar, y sin darnos cuenta ya estaba por atardecer.


-Creo que se nos pasó el tiempo.


-Sí, que mal.


Y en verdad que mal, quería estar todo el día y toda la noche con él.


-¿Qué dices?


-Quiero pasar más tiempo contigo.


-No puedo, mañana me juntare con Granger ya que ambos somos presidente estudiantil, tenemos que ver los adornos de la ceremonia, ver que cada uno lleve un especie de vela, y yo soy presidente de curso, tengo que ver la fiesta que se hará en la casa de Theodore y todo el tema.


-¿Ahí se hará?


No creo que una casa seria apta para una fiesta de muchos adolescentes que de seguro invitaran a otros adolescentes y esos a otros más.


-Es enorme, créeme. Y tengo que ver la decoración, su madre me permitió libre acceso pero no quiero abusar tampoco, así que tengo ese dilema, solo… no podremos estar juntos en toda la semana, ya que también los profesores me requieren para organizar unas premiaciones de lectura, números, y ciencia naturales, tengo organizar el escenario y todo eso.


-¿Te puedo ayudar?


-No te dejaran, solo yo y Granger, lo siento.


-Está bien, entonces hasta…


-El domingo.


-¿Domingo?


-La fiesta de graduación.


-Cierto, bien… hasta el domingo.


-Sí, vamos.


-Sí, pero antes compremos unos helados… espera.


Me estaba sonando el celular y vi que era Charlie, me extraño que me llamara ya que casi no lo hace, a no ser que haya pasado algo malo.


-Hola, ¿Qué paso?


-Nada malo, no te preocupes, es que nadie me contesta en la casa así que supuse que salieron, y nadie me contesta el celular.


-Sí, mamá y papá fueron a ensañar una obra y bueno, Ginny está en danza.


-¿Y tú?


-Eh… en la playa.


-¿Puedes ir a la casa y traerme unos papeles que deje cuando fui a la fiesta? Los necesito urgente, son unos borradores para mi escultura.


-Ah, ya, voy ahora.


-Gracias, te quiero.


-Sí, sí, sí, oye… ¿puedo… llevar a Draco?


-Eh… bien, si él quiere.


-Espera… -Tape el celular y mire a un Draco que parecía como que no quería, pero no perdía con intentarlo.- ¿quieres ir a la casa de Charlie? Quiero que veas algo.


-Está bien, le diré a mi madre.


-Bien, si ira.


-Bueno, apúrate, por favor.


-Voy.


Espere primero a que Draco le preguntara a su madre y ella dijo que si, con la condición de que llegara temprano a tomar once, pero lo iba hacer, solo que teníamos que ir rápido y en auto ya que donde vive Charlie es lejos, donde las cabañas por el tema de que también es veterinario y cerca de ahí hay muchos campos, muchos animales grandes, entonces tuvo que irse a vivir ahí para estar más cerca de ellos. Fuimos en taxi y al llegar Charlie corrió hacia los papeles envueltos en una carpeta y ni hola, ni gracias, solo salió, recibió, y entro dejando la puerta abierta.


-¡Muchas gracias!


Solo negué escuchando gritar desde su sala de arte hacia donde fuimos, ocupo toda una sala enorme para sus esculturas, y eso quería que viera Draco que vi que casi se fue para atrás al verlas, todas de personas, esculturas de animales con mescla de humano, plantas con humanos también, algunas pintadas, otras grises, pero todas espectaculares.


-¿Son…tuyas?


-Mías, todas mías,  ¿te gusta alguna?


-Todas.


-Estupendo. Estos dibujos los necesitaba con urgencia, escribí detalles que no me acordaba, gracias enserio.


-Ya, ¿y quién es?


Pregunte mirando a una escultura que evidentemente era de hombre al ver su pene delante de mí.


-Mi compañero de trabajo, es hermoso, ¿no?


-Sí, ¿la escultura o el chico?


Solo se rio y siguió creando una escultura entre humano y ángel creo, sus esculturas siempre tiene alguna mescla rara.


-¿Y has vendido algunos?


Draco parecía estar a gusto aquí, deambulando por alrededor de las estatuas y mirando cara rincón de ellas.


-Solo tres, los demás son solos para mí, es un hobby que me encanta… ay no.


Sonó una especie de alarma y él fue apagarla de inmediato ese aparato negro que estaba botado por ahí en el suelo.


-Ya va nacer la nueva vaquita de la señora Morrison, maldición, justo ahora, bien, no importa, lo siento chicos, tienen que irse…


-Podemos esperar.


-No, puede durar horas pariendo…


-No creo que tanto, vamos.


-Está bien, Ron, pero NO toquen nada, ¿entendido?


-Sí.


Ambos asentimos como buenos niños que no éramos y apenas se fue comenzamos a tocar las esculturas secas, los dibujos de borrador, y ver los colores de las pinturas, pinceles, todo, Draco era el más fascinado, parecía estar en otro mundo.


-Esto es casi como un museo, ¿Cómo puede llevar dos vidas tan intensas? Ser veterinario tampoco es fácil.


-No lo es, pero ama esa carrera, como ama el arte, en realidad en mi familia cuando hablamos de Charlie decimos más que es escultor que veterinario.


-Entiendo…


De repente él se sento a mirar un cuaderno lleno de dibujos, lleno de retratos hecho por Charlie, y yo, me quede embobado y no pude evitar dibujarlo en unas hojas en blanco por ahí, no soy experto, no soy bueno dibujando como Charlie, pero tengo lo mío, es sencillo, y con la sencillez trate de tomar la esencia de Draco hacia un papel, y es difícil tomar una esencia que brilla por si solo a una simple hoja, cada línea sentía que era tan insultante a su belleza que volvía desde cero, volvía desde la raíz de su cabello hasta su boquita donde me detenía para tratar de dibujarla como se debía, pero luego sentía que no era bueno solo concentrarlo en su boca cuando todo su cuerpo era una belleza, ¡es que no puedo no ver más que belleza y no puedo retratar tal magnitud de ser humano! Sentía que mi corazón explotaría de ganas de besarlo, abrazarlo y verlo, verlo, verlo, verlo, verlo y verlo, tanto que quiero llorar.


-¿Vas a llorar? Tus ojos están rojos…


Sin darme cuenta si estaba llorando, que patético soy, y lo peor es que me vio.


-No, no, es el polvo de las esculturas, no es nada.


-¿Qué haces?


-Nada.


-Ah, bueno, creo que debo irme.


-No puedes irte, espérame.


-Pero se está haciendo tarde…


-Pero…


-¡Ya llegue, y me voy, así que necesito que salgan!


Por suerte llego Charlie, no quería que se fuera solo, quería pasar los últimos minutos con él, sentirlo cerca aunque sea de lejos.


En conclusión, llegamos cada uno a su casa y yo solo quería dormir pensando en él.


-Te harás cargo del equipo hoy.


-¿Eh?


Desperté el domingo con el pie izquierdo al recibir la llamada de Harry y que me dijera eso, yo no soy buen líder, los chicos se reirán de mí.


-No, no lo hare…


-Eres mi sucesor…


-¿Y qué? No quiero, que lo haga Dean, él es mejor líder.


-Pero solo tú conoce mis técnicas, por favor, Ron, solo te he pedido esto en toda mi vida.


-¿Ya? ¿Enserio? ¿Lo de cubrirte cada noche con tus padres? ¿Lo de ser guardián en la puerta de profesores? ¿Lo de copiar una prueba para darte la respuesta a ti? ¿Lo de…?


-Ya, ya, ya, ya, te he pedido mucho, pero, esto es serio, es importante, y lo sabes, por favor.


-¿Y porque no tú? ¿Qué paso? ¿Por Snape?


-¿Por qué Severus tendría que ver en esto?


-Porque cuando te enojas con Snape, te enojas con todos.


-No me jodas, no, no es por Severus, es cumpleaños del gordo de mi primo y voy a celebrarlo con mis padres, necesito salir de aquí.


-Bien, bien, bien, la excusa estúpida, pero bien.


-Gracias por ser tan imbécilmente influenciable amigo.


-Púdrete. Adiós


-Adiós.


Que nervios, mañana será el campeonato, el ultimo del año, y como escuela hemos tenido una mala recha hasta que nosotros, Harry, Dean, Seamus y yo entramos al equipo, cuando ganamos para el capitán anterior que era Oliver, nos sentimos en las nubes porque él no paraba de agradecernos de haber rompido esa mala racha y por darle el mejor último año escolar, y para nosotros también lo es, con nuestro equipo, dejaremos a los nuevos para que inicien una nueva etapa, pero esta es la última para nosotros, ya no estaremos todos juntos, será nuestro último años como equipo para la escuela Hogwarts. Cuando llegue al gimnasio y les conté el asunto de que yo sería el capitán hoy, prácticamente se rieron y no hicieron muchos esfuerzo en entrenar, fue como si el profesor jefe no hubiese llegado y estuviese solo el inspector que nada hace, me sentí pasado a llevar, enojado con mi propio equipo, me sentí triste que no me vieran con respeto, pero tuve que poner la rabia primero y sacar un carácter que jamás saco al ver que algunos de tercer año estaba sentados viendo un video.


-Levántense.


-¿Eh? Relájate Ron…


-Que se levante y vayan a entrenar.


-No te pongas hincha pelotas como Potter…


-Es tu capitán y los respetas aunque no esté, y yo soy sub capitán y me respetas de igual forma. Quien manda soy yo, ¡y yo digo que se levanten y entrenen o los saco del maldito equipo y me hare cargo de que no entren el próximo año! ¿Entendido?


Me di la vuelta al oír silencio y ver que todos que estaban detenidos mirándome comenzaron a entrenar como lo hacen con Harry, creo que ahora entiendo porque es tan jodido con algunos. Fue agotador gritarles, ponerme firme, este no era yo, me sentía con presión pero a la vez bien cuando veía que me hacían caso, pero no servía para esto, siento que es mejor escuchar, seguir y menos presión.


Durante la noche no dormí absolutamente nada preguntándome como estará Draco, si habrá entrenado lo suficiente para su equipo, si me vera mañana, si me vera a mi o Harry. He querido preguntarle otra vez si siente algo por los hombres, quizás así me diga que siente algo por Harry pero al final quizás me aleje al solo preguntarle, ya no quiero que se enoje conmigo, quiero que me vea como a alguien en que confiar, que me quiera aunque sea un poquito, que me dé un espacio en un rincón de su corazoncito, que me acobije ahí con algún sentimiento puro, que alimente cada momento de nosotros en su mente, quiero ser algo de él, ya no me importa ser más que amigos si con tal de estar a su lado soy feliz de vivir.


-¡¿Están listos?!


-¡Si, capitán!


-¿Enserio lo están?


Harry estaba serio. Estábamos en el baño a punto de salir al campo de juego, y era la hora de su discurso, intuía que Harry se pondría un poco cursi ya que de igual forma, a pesar de que les gritaba casi siempre a la mayoría, los quiere.


-Sí.


-Claro.


-Entrenamos todo el año por esto.


Algunos respondían con seguridad y eso me daba energía, ver como los nuevos como los antiguos tenían el objetivo claro.


-Es bueno oírlo. Yo… sé que he sido jodido con ustedes, pero espero que hayan entendido que este para algunos de nosotros es el último año que estaremos juntos como equipo, y queremos ganar, queremos llevar una victoria sobre nuestros hombros, queremos tener un buen recuerdo de despedida por los nuevos del equipo. Gracias por aguantarme, y espero que mantengan las mismas energías que nosotros, y el mismo legado de perseverancia y respeto por el deporte y a la escuela. ¡Vamos Hogwarts!


-¡Vamos!


Vi como algunos se restregaban los ojos tras el discurso de Harry, tanto los nuevos como los antiguos, yo también casi llore pero preferí guardar las lágrimas para la victoria. Salimos y fue como si una llama de un fénix nos invadiera ya que cada vez que caíamos y creíamos que perdíamos uno de nosotros motivaba al otro a seguir adelante, las ganas de ganar, las ganar de tomar esa copa, las ganas de oír el grito de alegría, de sentir la victoria en nuestros corazón hinchado de fuerza, queríamos ganar, y sabíamos que íbamos a ganar, pero… quería que alguien me viera, pero no sabía si estaría ahí por mí, solo esperaba verlo como cada año, y como cada año dedicarle un anotación  solo para él, que ahí estaba en las gradas del gimnasio con su uniforme de futbol, se veía tan tierno ya que le quedaba algo grande, yo no sabía si me miraba a mi o no, Harry estaba a la par conmigo, iba a encestar cuando un tipo de atrás golpeo mi tobillo y no sé qué fue de mi reacción que me fui de lado y me doble el pie.


-¡Maldición!


-¡¿Qué mierda te pasa?!


­-¡Potter, contrólate!


-Me la vas a pagar.


Escuche claramente el susurro de Harry a ese tipo que se llamaba Viktor creo, solo sé que Harry lo va a destrozar, estoy seguro de ello. Me llevaron a la banca, y Colin entro por mí, me revisaron el tobillo y solo era una hinchazón que se pasaría quizás con las horas, pero de igual forma no podía arriesgarme a salir caminando como si nada. Me dio tanta rabia, de verlos a todos jugar, anotando puntos justo cuando me fui, quizás yo era el estorbo, quizás no me necesitaban ahí, solo tenía que irme para que ganaran, y eso me hizo sentir… horrible porque es mi equipo, no puedo ser tan negativo, pero no puedo evitar esta amargura al ver como todos celebraban ahí en el campo de juego, y yo sentado con ese dolor tonto en mi tobillo, no podía con mi amargura, no podía con mi negatividad y mis ganas de estar solo para llorar y desquitar toda estas estupideces de pensamiento que tengo, solo tengo que irme. Fui, sin que nadie se diera cuenta al pasillo oscuro que es un pasadizo de la escuela y ahí se estudia química, y el pasillo de por si no tiene tanta iluminación, ahí voy cuando me siento… solo. Les mande un mensaje a mis padres de que estaba en el baño y ellos me dijeron que irían ver el partido de futbol por mientras, y desde ese pasillo deseaba con todo mi corazón que Draco ganara. No podía escuchar los puntos, los gritos, nada, hasta que Ginny me mandó un mensaje de una foto de ella sonriendo y un gran grupo de futbol de la escuela celebrando con una copa, ganaron, me sentí tan feliz de saber que en ese grupo estaba Draco celebrando.


Ron: Que bien que hayan ganado, dos copas para Hogwarts.


Ginny: Si, es genial, todos estamos felices, por poco creímos que no ganaríamos sin Malfoy.


Ron: ¿Sin Malfoy? ¿Qué le paso?


Ginny: No sé, simplemente se retiró del partido, nadie sabe dónde está y su padre esta vuelto loco buscándolo.


-¿Qué?


-¿Ron?


Escuche su voz suave sobresalir de la oscuridad y eso me dio un vuelco en mi corazón que se apretujo de miedo.


-¿Qué haces? ¿Por qué no fuiste a tu partido?


-Te estaba buscando, ¿estás enojado por eso?


-¿Buscándome? ¿Por qué? Te perdiste de tu partido…


-No me importa. Jamás me sentí parte de ese equipo y detesto el futbol en realidad.


-Pero siempre te notabas apasionado por eso.


-Por ganar en realidad, me apasionaba ganar pero ahora solo quiero… verte… te vi mal cuando te estabas yendo y nadie te fue a buscar, así que… ¿Cómo te sientes?


-Eh… bien, debes ir con tu equipo, tu padre…


-¿Entonces porque te fuiste? ¿Por qué no estas con los demás? ¿Enserio estas bien? porque yo no vi eso.


Se sento a mi lado tras un largo silencio, sentí su piel contra mi brazo, sentí su calor, sentí su respiración, sentí su presencia a mi lado, y me sentí tan cálido, tan reconfortante y tan mierda por haber sido un idiota y preocuparlo, quizás mis padres estén igual.


-Debo ir arriba.


-Sí, debes, pero antes quizás debas llorar.


-¿Qué dices? ¿Por qué debería llorar?


-No te conozco del todo, pero por lo poco que se, y es que solo sé que eres feliz, pero… a veces veo que tratas de serlo, hay veces en que… veo que finges sonreír, finges estar feliz, y siempre me pregunto el porqué, antes igual.


-¿Antes?


-Antes de conocerte más, a veces te veía perdido en tus pensamientos y cuando alguien te hablabas ponías una sonrisa automáticamente, como un robot, y en parte… lo entiendo pero en parte no. Tienes todo, ¿sabes? Tienes a unos padres increíbles, tengo que admitirlo, eres amigo del gran Harry Potter que hace de todo, eres amigo de muchos de por aquí, tienes muchos hermanos que deben consentirte de alguna manera, entonces ¿Por qué?


-¿Crees que con tener eso, yo no tengo derecho a estar triste?


-No, no… se… digo…


-Tengo un techo, está bien, tengo comida, está bien, tengo agua, está bien, tengo familia, está bien, tengo un bienestar y educación, y todo eso está bien, y por eso no debo llorar, por eso no debo sufrir, por eso no debo quejarme, por eso debo callarme y fingir que estoy bien, porque si lloro por estar triste por algo tan estúpido como no haber estado en el campo de juego al ganar mi equipo, me dirán estúpido, florerito de mesa, llorón, patético, egoísta, una gran cantidad de mierda, ¡porque no tengo derecho a estar triste!


-Ron…


-¿Por qué? No lo sé, a veces… pasa, a veces me hubiese gustado que Ginny no hubiese sido la última en nacer, ya que al nacer ella mis padres centraron toda la atención en ella por ser la primera niña en años en la generación Weasley, a veces me gustaría que mis hermanos gemelos no fueran tan malos al criticarme y burlarse de todo lo que hago, a veces desearía tener un talento único, uno que resalte pero solo se cantar, oh que maravilla, como si los demás de mi familia no lo hicieran ya, a veces deseo resaltar cuando estoy al lado de Harry, que me pregunten cosas a mí pero luego pienso que no quiero porque en verdad no tengo nada interesante que decir, no hago motociclismo como Harry, no se hablar en francés, alemán, japonés y chino como Harry, no viajado como Harry, no soy inteligente como Luna o Hermione, soy el promedio, no se mas cosas que algo de música, y simplemente escuchar a los demás que resulta que eso es ser aburrido… simplemente no sé porque estoy triste, no sé y no tengo permitido estar triste, lo sé, y no lo entiendo….


Al confesar que no entendía la poco empatía de los demás hacia mi comencé a tener un ataque de llano que no pude contener, el dolor emergió tras las palabras como puñaladas al corazón, apretujándolo contra las espinas que trague y me dejo un nudo en mi garganta, y un golpe a mi estómago, que dolía cada vez que aguantaba las ganas de gimotear, las ganas de gritar, sentía que me vería ridículo ante él, patético a todo dar hasta que… sentí su brazo rodearme, poner su mano en mi cabeza y guiándola a su hombro izquierdo, fue un gesto tan tierno, tan acogedor que me agarre de este sutil acto de bondad a este ser podrido de cosa negativas para llorar, soltar esas calientas lagrimas que quemaban mis mejillas al pasar, eran calientes por estar llena de negatividad, de mierda acumulada que exploto con la persona menos esperada, y me sentí tan… querido, comprendido, y chiquito a su lado que acunarme entre su cuello y hombro fue una dicha jamás antes sentida.


El silencio siguió, mi sollozo paro y solo quedo un aire a tranquilidad y una pesadez de cansancio, de ganas de dormir eternamente a su lado, pero vi mi uniforme, vi su uniforme y le dije que mejor nos fuéramos rápido, el simplemente asintió y me siguió hacia arriba. El tobillo me seguía molestando un poco, no tanto como antes, pero seguía ese dolor de no poder pisar bien.


-¡¿Dónde carajos estabas?! ¡Maldito imbécil, te hemos estado buscando por toda la escuela, tu madre le dio un ataque de llanto y casi llaman a los policías, maldito imbécil…!


Habíamos llegado al gimnasio, sabiendo ya que ahí es donde se sacan la foto grupal cada año, y Harry  apenas nos vio se convirtió en un poseído que caminaba en reversa sin parar de insultarme, era lo de siempre, pero al parecer Draco estaba impactado ya que no siguió caminando conmigo.


-No le hagas caso, siempre es así.


-¿Así? Parece desquiciado.


-Lo sé, pero estoy acostumbrado, y eso que solo está preocupado.


-¿Preocupado? Yo creo que enojado…


-No, está preocupado, si estuviera enojado me golpearía, vamos.


Le hice un gesto de que me siguiera y nos acercamos donde mis padres como los padres de Draco se lanzaron sobre nosotros abruptamente, mi madre tenía todo su rostro húmedo, mi padre parecía querer desmayarse y Ginny solo me piñizco el brazo derecho, y los del equipo estaban todos serios, tuve que pedirles disculpas a uno por uno como Draco al suyo, y ambos tomamos nuestras fotos, pero no pude evitar sonreír por Draco, no por el equipo, sino por el avance que tuvimos ahí bajo, jamás me sentí tan escuchado al estar con él, nunca me sentí tan acobijado y cálido al estar con alguien, y solo Draco pudo hacerlo. La celebración simplemente fue comer pizza en mi casa, cajas tras cajas fueron acumulándose velozmente, algunos seguían resentidos de que me hubiese ‘’perdido’’ pero con el pasar de las horas volvían a tratarme con normalidad como yo a ellos, ya que a pesar de haber tenido un sentimiento tan egoísta ahora estaba mejor solo por Draco que simplemente me abrazo, suena estúpido, suena más egoísta de lo normal, y suena caprichoso de mi parte pensar que este fue mi momento con Draco, pero no puedo evitar queriéndolo, no puedo evitar este amor por él, no puedo frenarlo y congelarlo sabiendo que sufriré.


Y vaya que sufrí, al otro día, fue la revelación de las notas, y todos pasamos, TODOS, y estábamos eufóricos gritando de que todos nos iríamos juntos de Hogwarts, tanto nuestro curso como el otro que también estaban felices de poder graduarse juntos, pero lo malo vino después. Resulta que la graduación se haría en conjunto cuando años anteriores siempre fueron separados por horas o por días, pero quisieron hacerlo todo juntos, nadie estuvo de acuerdo, ni Draco ni Hermione que escribieron una carta rechazando la oferta obligatoria, que era obligatoria porque querían que ambos cursos se fueran juntos como uno, lo cual era estúpido para todos nosotros el otro curso era ajeno a nosotros como nosotros a ellos, pero no podíamos hacer nada más que aceptar la demanda del director Dumbledore que sonreía al vernos aceptar su maravillosa idea, creo que esta descarrilado pero nadie quiere decirle. Pero eso no fue lo que me hizo sufrir sino ver a Draco desde lejos, verlo hablar con muchas personas menos conmigo, quería estuviera a mi lado, junto a mí, hablándome al oído y erizando los vellos de mi cuerpo. Quería estar pegado a él, quería verlo cerca, oír su voz, sentir su respiración, tocarlo aunque sea como un gesto de amistad, simplemente estar con él.


-¡Ronald Weasley, ya baja!


-¡Ya mamá!


Tenía un nudo en el estómago, tenía ganas de que este día no se terminara. Hoy era sábado veintinueve de junio, el día de la ceremonia de graduación. Todos iríamos con el uniforme de la escuela, con una vela para ponernos cursis y esas cosas, pero yo estaba triste. Es extraño porque Hogwarts es mi segunda casa, pase más tiempo ahí que en la mía, pase más tiempo con mis compañeros que con mis hermanos, pase más tiempo con los profesores que con mis padres, era mi segundo hogar y me tenía que ir no por voluntad propia, quería quedarme, quería seguir viendo a los chicos, pero sé que algunos se irán, sé que algunos profesores ya no los veré, y sé que quizás a Draco tampoco lo veré más seguido como quisiera, por eso no quería que se terminara el día, por eso no quería que me entregaran ese papel de graduado y que al final todos lloraran abrazándose, cosa que paso claramente. Y cosa que también paso fue que vi de lejos a Draco, quise abrazarlo, pero sentí que si lo hacía sería una despedida, y no estoy listo para preguntarle si aún quiere verme en las vacaciones y que quizás me responda con negativa, no soportaría alejarme cuando por fin estoy cerca suyo, cuando por fin pude olerlo, cuando pude conocerlo un poco, cuando por fin me siento tranquilo y querido por alguien, no quiero que me aleje, y quizás fue eso que me hizo irme sin hablar con Draco, pero si o si lo vería mañana en la fiesta en la casa de Noth, así que no podía evitarlo aunque quisiera hacerlo pero no quiero porque también debo saber su respuesta se seguir viéndonos, pero si me dice que no… es un dilema para mí ahora mismo estando frente a la casa enorme, una mansión con luces, chicos entran, gritos y música a tope.


-¡Entremos!


Ya era de noche, la fiesta había comenzado a las doce y llegue como las una, quería llegar cuando estuvieran todos y ahí estaban, bailando, otros hablando, otros jugando cartas, vi unos que trajeron videojuegos y empezaron un especie de competencia entre ellos, Noth recibía a todos y se involucraba en cada grupo como un buen anfitrión. Todo estaban en lo suyo, todos estaban en su mundo, relajados, felices, vi algunos del otro curso aquí, y todos parecían estar pasándola bien, incluso Draco que bailaba con Zabinni y Parkinson en una sala y al mirarme dejo de hacerlo, ay no, no quiero hablar del tema ahora.


-Hola…


-Hola…


-¿Bailas?


¿Solo bailar? ¿No hablaríamos? Bien por mí, así alargo la respuesta. Mientras bailaba, o intentaba bailar, solo tenía las ganas de agarrarlo y apretarlo contra mí, oler su perfume corporal, se refregarme contra su cabello, entrelazar nuestros dedos y no soltarlo. Mi querer cada vez se hacía más intenso de una forma que no podía controlarlo, no podía golpearme y decirme que está mal porque que quizás esto no quiere Draco, quizás Draco acepto la idea de solo ser mi amigo, y para mi ahora eso está bien, sé que está mal rendirse, pero está peor obligar a alguien quererme de la misma forma que yo, sería un desastroso final si el solo acepta porque lo hostigue.


-¿Qué te pasa?


-¿Ah?


-Estas más distraído de lo normal.


Ambos estábamos sentados en sillas de playa afuera donde una enorme piscina estaba repleta de chicos que los tiraron en broma, y yo solo me concentraba en pensar en cómo decirle si seguiríamos viéndonos o no en las vacaciones.


-Nada, enredos que tengo.


-Dímelo, quiero escucharte.


Cuando me dijo eso fue como si un agua tibia le inyectara adrenalina a mi corazón de emoción y ternura, él quería escucharme, estaba interesado en mí, quería escucharme a mí, estaba interesado en que me pasaba, quizás era momento de preguntarle.


-¡¿Ron?! ¡Ron!


El grito provenía de Seamus que al ser algo pequeño no me lograba ver al sentar sentado.


-¡Aquí, Seamus!


-Es difícil encontrar a alguien en este… castillo.


-Solo tiene cinco pisos.


Tanto Seamus y yo miramos a Draco que parecía estar confundido con la comparación justo que hizo nuestro compañero.


-Se nota que son ricos. Pero no vengo a eso, Harry es insoportable, se ha tomado casi todas las cervezas y muchas margaritas.


-Son recién las dos de la mañana…


-Sí, pero al parecer no le importa. Nunca lo había visto tan…


-¿Insoportable?


-Sí, es un idiota.


Ay no, si sigue así, todos sabrán la personalidad de mierda que tiene, él puede controlar el hecho de que todos sus ex parejas hayan sido hombres que nunca revelaran que soy gay por miedo, tiene eso como un has bajo la manga, ya que con eso nadie sabrá que en realidad es un puto promiscuo, pero no puede evitar mostrar quien es cuando se embriaga, nadie puede evitar aquella personalidad que aflora tras tomarse unos cuantos tragos, ni yo puedo.


-Solo esta ebrio, él no es así, lo sabes, ¿Dónde está?


-En la cocina.


Los tres fuimos directo haya donde habían un grupo de chicos que rodeaban a un Harry que les lanzo un trago y casi todos se fueron pero el resto se quedó preocupados creo de que Harry hiciera algo estúpido con ese cuchillo.


-Oye, imbécil, suelta eso.


-Ah, llamaron a mi niñera, que idiotas.


-¿Qué la pasa?


-Que grosero.


-Esta insoportable.


-¿Es así en realidad?


Todos empezaron hablar entre ellos, susurrando y mirando a mi amigo como un animal en zoológico, tenía que sacarlo de aquí.


-Oigan, oigan, oigan, Harry solo esta ebrio y aparte tuvo un problema familiar, así… pues no es un buen día para él, por favor retirase, ¿sí?


Todos asintieron y se fueron menos Draco y Noth para asegurarse que no hubiera un suicida en su cocina, y no lo hay, solo hay un payaso con el corazón roto.


-Deja eso.


-Ño, es mío, mío, mío, mío, mío… y es lo único que tengo.


-Claro que no, tienes a tu familia, amigos, a mi…


-Uy, que fueras la gran cosa, no seas patético.


-No le hables así a Ron.


Ah, qué lindo, Draco me defiende, pero es el peor momento.


-Cállate.


-No me hagas callar, Potter.


-Ña, ñi, ña ñi…


Cuando vi que Harry se le acercaba con el cuchillo mi corazón dejo de latir, tenía que sacar o alejar a Draco, Harry no sentirá culpa si le hace daño, menos estando ebrio.


-Ya basta, los dos. Draco,-Me acerque a Draco mientras lo alejaba lo más lejos de Harry mientras le hablaba.-él está ebrio, no puedes discutir con un ebrio.


-Pero te trato mal.


-No importa, hay días peores. Harry,-Tenia que acabar con esta payasada.- ¿recuerdas lo que hablamos hace un año? Lo que enseñamos con el cuchillo.


-Ja, ¿enserio crees que recuerde algo? Pues ño, ño recuerdo, ¿Qué no recuerdo?


-Donde poner el escucho, ¿Dónde se pone el cuchillo, Harry?


-Eeeeeehhhh, ño se… ¿Dónde se pone? ¿Dónde se pone? A ver, a verita…


Empezó a deambular por un rato en la cocina hasta ver esa posa cuchillo de madera, y creo que estuvo como dos minutos tratando de atinarlo al hoyo.


-¡YA ATINALE!


Tras el grito de Noth Harry pudo atinarle al hoyo y aplaudió como un niño serio al hacer caso a algo que no le gustase, luego lo tome de los hombros y le pedí a Noth que podíamos estar en una habitación los dos solos. Solo me quede mirando a Draco que parecía serio tras cerrar la puerta de una gran habitación que dijo que era de los huéspedes, y huéspedes deben ser la realeza porque el habitación era majestuosa y exageradamente grande.


-Acuéstate.


-Ñoooo.


-Anda, ya.


-Ñooo, si lo hago me dejaras solo, como Severus.


Ya sabía yo.


-¿Ustedes… terminaron…?


-ÑO DIGAS ESO, no, no, no, no, no quiero terminar, amo a mi gatito.


-¿Gatito?


-Es como un gatito negro, lindo, y feroz, es tan… hermoso y como gime cuando…


-Ya, ya, ya, ya, ¿entonces que paso?


-Ayer lo vi con ese Tom, en la ceremonia, con ese, con ese tipo alto, arrogante, feo, con nariz de bruja, ese feo, bien feo.


-¿Y qué? Harry, ambos son profesores y amigos…


-¿Pero porque se va con él a una cafetería cuando yo le pregunte antes si quería salir conmigo?


-Quizás tenían un compromiso.


-¿Desde la semana pasada? Todos los días los veo en la misma cafetería, hablan y hablan, y yo… y yo… Severus apenas habla conmigo…


-Ay, Harry.


Empezó un llanterío  de bebe que tuve que aguantar casi una hora, lloraba y lloraba sin parar hasta quedarse dormido llorando. Me dio tanta pena verlo vulnerable, y tan enamorado, creo que Snape es el karma de todos esos chicos que Harry desprecio de forma brutal, me acuerdo como Harry simplemente los dejaba y se acostaba con otro, los ilusionaba con palabras lindas, actos románticos y luego los follaba y se alejaba cuando ellos se acercaban demasiado a su vida, y Snape es todo lo contrario, él es quien manda en la relación, cuando se ven, cuando no, cuando pueden estar juntos y cuando no, cuando Harry puede llamarlo y cuando no, el controla a Harry y Harry se deja, es una relación algo toxica en realidad, ya que por le menos Harry era bueno en cierto punto en cambio Snape pareciera gustarle molestar a Harry cuando una vez lo humillo por sacarse mala nota en química, y luego cuando le grito frente a otros alumnos, Harry se dejó porque Snape le había dicho que si se dejaba podrían tener sexo en la sala de profesores, pero es humillante, y no habría parado hasta que nos graduamos, si no nos hubiésemos graduado el abuso hubiese seguido, también el hostigamiento escolar, de que haga esto, de que haga lo otro, le critica su forma de escribir, su forma de caminar y su forma de hablar, le critica todo lo que es Harry, él no es bueno, y Harry lo sabe.


Lo deje solo para irme a buscar a Draco y decir que quizás me quedaría un rato con Harry, pero al bajar y ver que me estaba esperando en la escalera me hizo sentir feliz de que estuviera esperándome a mí, o quizás esperaba a Harry, no debo hacerme ilusiones


-Harry esta mejor.


-Que bien por él, ¿y tú?


-¿Yo?


-Sí, te trato mal.


-Draco… él es así, son cosas amigos que tenemos, yo sé cuando en verdad me insulta, créeme.


-Si tú lo dices.


-Confía en mi palabra.


-Entonces, ¿Qué harás?


-Tenía pensado quedarme con Harry y llamar a sus padres que lo vengan a buscar.


-Hazlo ahora, quiero… estar contigo hoy.


-Y yo quiero estar contigo.


La risita de los dos fue tan torpe que quise darle un beso ahí mismo pero sacudí la cabeza tratando de quitar esos impuros pensamientos, impuros ya que Draco tal vez no quiera estar conmigo, y solo este así por simple amistad que quiere tener.


Llame a los padres de Harry y en un dos por tres llegaron a buscarlo justo cuando algunos ya se estaban yendo.


-¿Nos vamos juntos?


-Está bien.


-Oye, Draco, vamos juntos aquí.


-No Blaise, iré a pie con Ron. Vamos.


Oh, cuantas ganas tuve de sacarle la lengua ese tipejo que se nos quedó mirando con la puerta abierta de su horrible auto barato. Me sentí algo importante de que me prefiriese a mí que a ese amigo suyo que parece que está cagando todo el día por la cara que tiene. Y más feliz me sentí al tenerlo junto a mí en el trayecto a casa, hablamos de la fiesta, de los tragos, él quiso hablar sobre el comportamiento de Harry hacia a mí pero otra vez le dije que no era tan importante, y es verdad, no lo es porque así es nuestra amistad, solo que nadie la conoce tan de cerca como lo hizo Draco y Noth en la cocina y vieron como me traro Harry, pero es así, así que solo le dije que no era para tanto, quería hablar de otras cosas, quería oírlo hablar de otras cosas, oír su voz, y es extraño, ya que hasta diría que podía escuchar su respiración.


-Hasta aquí llegamos.


¿Hasta aquí? ¿Hasta aquí se acaba o sigue?


-Yo… quiero… que vengas conmigo arriba de mi casa.


-¿Arriba de tu casa?


-Ven.


Le di la mano y creo que habrá dudado porque el hecho de que no entendía porque tendríamos que ir arriba, y quizás como, pero nada importo cuando sentí su suave y helada mano sobre la mía. Lo adentre a la casa en silencio y fuimos directo a mi habitación donde abrí la ventana y salí de ahí hasta arriba, le ayude dándole la mano sacando afuera su cuerpo y casi se cae hasta que se afirmó con sus pies al borde del techo donde arriba había otro piso casi construido, esta todo a media pero aun podía subir en un rincón arriba. Cuando él ya estaba a mi lado, le dije que mirara hacia el frente, donde estaba la luna en el cielo entre las grandes montañas.


-Es increíble.


-Imagínate el amanecer, a veces dan ganas de llorar.


-¿Vienes siempre?


-Casi, a veces subo con Harry y nos quedamos aquí comiendo dulces y hablamos estupideces.


-¿Ustedes dos?


-Sí.


-Ah… pensé que este era como un lugar especial o algo así para ti.


-Eh… no… pero si tengo uno, que es la pradera, ahí es donde siempre voy en el verano y solo, aunque últimamente quisiera ir con alguien.


-¿Con Harry?


-No, contigo, ¿tú… quieres seguir viéndome en el verano?


-¿Por qué preguntas eso? Claro que sí, y si quiero ir a esa pradera.


-¿Enserio?


-¿Por qué creías que no?


-Eres algo indeciso.


-Lo siento, es que hay cosas que me haces sentir.


-¿Cómo?


-Digo… bueno, me confundes, eres atento y siempre me haces reír, y enojar, me generas muchas emociones, y no puedo tener una idea clara cuando estoy contigo.


-¿Eso qué significa? No logro entender.


-No te hagas.


-No me hago. ¿Me quieres como amigo o…?


-Ya sabes. Jamás me ha costado decir algo, soy un Malfoy después de todo, solo que contigo todo es distinto, me haces ser alguien distinto y me gusta. Me gusta estar contigo, me… gustas, Ron, y espero que sigas teniendo los mismos sentimientos que en el campamento porque yo creo que lo estoy teniendo contigo.


-Mis sentimientos solo laten por ti.


Sonreía feliz, estaba feliz, ¡me corresponde! ¡Le gusto! ¡Le gusto a la persona que amo! El calor de la emoción se esparció desde mis mejillas a todo mi cuerpo como pequeñas flor que se abría a una nueva emoción, es que no puedo creerlo, menos cuando de a poco se va acercando y mi respiración se va acortando, no puedo explicar aquel fuego que emerge como volcán que se volquea toda cordura al sentir el suave roce de su labio chocando contra el mío, toda lógica, todo sentido común, todo temor, todo escudo desvaneció y me expuse, me expuse ante el a nivel de vulnerabilidad que baje toda defensa humana emocional, él podía hacer lo que él quisiera en este momento y yo solo le diría que sí, estaba en sus manos, estaba entre sus labios tibios, estaba acobijado en este amor que nadie podía debatirlo. Nadie puede debatir lo que siento, porque soy dueño de mis sentimientos, y solo sé que ahora solo siento amor por este chico, por Draco Malfoy y no me arrepiento.


 

Notas finales:

Gracias por leer el capítulo.

DP: Cambiare el titulo ya queeeee la historia antes era 3 shot, o sea quería hacer algo tipo romeo y Julieta pero se me salió el tiro por la culata y al final quedo otra cosa y el titulo no va con la historia, no concuerda y el final tampoco, así que preferí cambiar el título, por si querían saber el porqué, para aquellos que la lean.


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