Ryeo se sorprendió cuando, apenas unas horas después de haber sido expulsado básicamente del Segundo Palacio Real, Borg'gorn lo contactó para decirle que SiWon estaba solicitando una reunión "a la brevedad posible".
El descaro de ese imbécil.
Se enfureció, considerando simplemente ignorar la solicitud después de la forma en que SiWon lo había tratado, pero al final, su curiosidad ganó. ¿Qué quería SiWon? ¿Por qué solicitaría una reunión después de decirle hace un momento que había sobrepasado su bienvenida?
Así que esperó hasta la noche, no queriendo parecer ansioso, y regresó al Segundo Palacio Real.
-¿Cómo está SungMin, Borg'gorn?
Preguntó mientras se dirigía a la oficina de SiWon.
-El joven príncipe está en sus aposentos con el Rey-Consorte y el médico del palacio.
Respondió la IA.
Ryeo se animó.
-¿Han encontrado una solución?
-No estoy en posición de compartir con usted el contenido de su conversación, pero puedo revelar que el médico ha confirmado mis hallazgos anteriores.
Ryeo se desinfló. Una parte de él había esperado que las conclusiones de la IA con respecto a la salud de SungMin estuvieran equivocadas, pero probablemente había sido una estupidez por su parte: Borg'gorn tenía el conocimiento combinado de las mejores mentes médicas de la historia. No había ningún médico en el planeta que pudiera haber dado un diagnóstico médico más preciso que la IA de la Segunda Casa Real.
-¿Su Alteza?
Ryeo miró hacia arriba.
-¿Sí?
-¿Puedo pedirle que sea más sociable cuando habla con el Príncipe Heredero?
Ryeo parpadeó incrédulo.
-¿Más sociable? ¿Yo? Deberías tener esta conversación con SiWon, no conmigo.
-Soy consciente de que el Príncipe heredero puede ser bastante... malhumorado en lo que a usted concierne.
Dijo Borg'gorn diplomáticamente.
Ryeo sonrió.
-La subestimación del siglo.
-Pero él ha estado trabajando sin parar desde que se fue, y creo que actualmente está en un estado de ánimo bastante desagradable. Cualquier confrontación con él cuando esté de tal humor es altamente desaconsejable, Su Alteza.
Ryeo puso los ojos en blanco.
-¿Alguna vez no está de mal humor?
El silencio de la IA era bastante revelador.
-Nunca ha sido un niño feliz - dijo por fin la IA. - Y él no es un hombre feliz.
Haciendo caso omiso de la punzada de algo, Ryeo dijo:
-Si él no es feliz, eso es cosa suya. Él es el que mantiene incluso a su propia familia a raya.
Para ser justos, ahora tenía una mejor idea de por qué SiWon podría haberlo hecho. En los últimos meses, había descubierto que era difícil ser honesto y cercano a su familia cuando tenía que mantener un gran secreto para ellos.
-Anúnciame.
Dijo deteniéndose frente a la puerta cerrada que conduce a la oficina de SiWon.
-El Príncipe heredero está ocupado ahora mismo - dijo Borg'gorn en tono de disculpa. - Pero él dijo que no tomaría mucho tiempo.
Sin impresionarse, Ryeo cruzó los brazos sobre su pecho, mirando a la puerta. ¿Pensó SiWon que no tenía nada mejor que hacer con su tiempo?
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, se abrió la puerta y emergió el concejal Vehmer. Parecía pensativo, pero su expresión cambió a sorprendida cuando vio a Ryeo. Se inclinó.
-Su Alteza.
Ryeo asintió con la cabeza al consejero, curioso de lo que estaba haciendo aquí a tan tardía hora.
-Concejal.
-El Príncipe heredero dice que puede entrar, Su Alteza.
Dijo Borg'gorn.
Con una última mirada curiosa al consejero, Ryeo entró en la oficina de SiWon.
Cuando la puerta se cerró tras él, el silencio cayó sobre la habitación.
SiWon estaba sentado detrás de su escritorio, su expresión seria y difícil de leer.
Ryeo lo miró, algo parecido a la inquietud que se agitaba en sus entrañas.
-Toma asiento.
Dijo SiWon en voz baja.
El sentimiento de ansiedad empeoró. Algo no estaba bien.
Hizo lo que le decían, buscando en la cara de SiWon en busca de pistas. Cuando no encontró ninguna, alcanzó curiosamente con sus sentidos. Podía sentir una vaga impresión de las emociones de otras personas, parecía que había muchas personas en esta sala hoy, pero no podía leer SiWon en absoluto.
Cuando SiWon finalmente habló, su voz era plana y desinteresada, contradiciendo la aguda intensidad de su mirada plateada.
-He encontrado una solución para el problema de Min, el problema de SungMin.
Un alivio como ningún otro se apresuró a través de Ryeo. Él sonrió, inclinándose hacia adelante en su asiento.
-¿De verdad?
SiWon lo miró extrañamente antes de apartar la mirada.
-Sí - dijo con voz dura. - Por lo menos eso espero.
Ryeo parpadeó.
-¿Eso es lo que esperas?
Era la primera vez en su memoria que SiWon no estaba tan seguro de sus planes.
-Requerirá intrincadas maniobras políticas tanto locales como intergalácticas. Es probable que pasen meses antes de que se aprueben las leyes.
-¿Qué leyes?
Dijo Ryeo, sintiéndose desequilibrado. No podía recordarlo, y SiWon había logrado mantener una conversación civil durante tanto tiempo sin que se convirtiera en una discusión desagradable.
SiWon lo miró.
-La derogación de la ley 156 del Ministerio y algunos cambios a la Ley de Vinculación.
Ryeo sintió que sus ojos se ensanchaban, su aliento quedándose atrapado en su garganta. ¿Seguramente SiWon no era serio? No sabía lo suficiente sobre política intergaláctica para juzgar las posibilidades de derogación de la ley 156, pero estaba seguro de que el Consejo nunca haría nada con respecto a la Ley de Vinculación.
No solo los t-nulos tenían miedo de los telépatas de alto nivel. Incluso era poco probable que los telépatas en el Consejo apoyen algún cambio a la Ley de Vinculación.
Derogando la ley se podría revisar completamente la jerarquía social, que obviamente no estaba en los mejores intereses del Consejo. Las personas en el poder no querían el cambio a menos que les beneficiara.
No importaba la frecuencia con la que Ryeo se quejaba por la injusticia de la Ley de Vinculación, nunca había pensado seriamente que algo cambiaría. El miedo fue un poderoso motivador para mantener intacto el status quo.
-Nunca derogarían la Ley de Vinculación.
Dijo Ryeo.
-Es por eso por lo que no tengo ninguna intención de presionar para que se derogue por completo la ley - dijo con neutralidad. - Sería demasiado sospechoso si tal propuesta fuera aprobada.
Ryeo lo miró fijamente.
-Quiere decir que quieres manipular la votación del Consejo.
Era una declaración, no una pregunta. No sabía por qué estaba sorprendido. No era como si no hubiera sabido que SiWon no tenía ningún reparo en manipular la mente de alguien. Un ceño fruncido torció los labios de Ryeo antes de desvanecerse.
Deseaba poder decirle a SiWon lo que pensaba acerca de sus métodos despreciables, pero si se hacía para ayudar a SungMin, ¿Estaba mal? Y lo que es más importante, ¿Realmente le importaban los medios mientras se modificara la Ley de Vinculación?
-¿Qué pretendes proponer, entonces?
Dijo Ryeo. SiWon enarcó las cejas.
-¿No hay justa indignación?
Ryeo hizo una mueca.