Seung hizo una mueca.
- A diferencia de los enlaces artificiales, es difícil romper un enlace natural intencionalmente. Pero es un nuevo vínculo. Todavía es muy delgado y frágil. Debería romperse solo con la distancia y el tiempo, y probablemente será menos doloroso de esa manera.
Heechul sabía que probablemente debería insistir en que Seung lo hiciera de todos modos, pero algo en él instintivamente evitó la idea. Tal vez una ruptura gradual realmente sería mejor.
- ¿Qué pasa con el asesino de Eddie?
Los labios de Seung se adelgazaron.
- No lo sé. Ella realmente no lo sabía. Tengo... una idea sobre lo que podría haber sucedido, pero primero tendré que confirmar algunas cosas. Tomará tiempo - alisó la línea entre las cejas de Heechul con un pulgar. - No te fijes en encontrar al asesino de Eddie, ¿De acuerdo? Él está muerto. No le importa si es vengado o no.
Heechul lo miró a medias.
- Tu actitud frívola hacia la muerte de Eddie es ofensiva, ya sabes.
Seung tuvo el descaro de encogerse de hombros.
- Ser vengativo de su muerte es la menor de mis preocupaciones, para ser honesto. Los muertos no pueden ser heridos - miró a los ojos de Heechul con gravedad, acunando su nuca. - Prométeme que lo dejarás estar. No trates de investigarlo tú mismo.
- No puedo simplemente ignorar el problema cuando el asesino de mi esposo todavía está ahí afuera, impune y...
- Prométemelo.
Dijo Seung con fuerza, algo feroz y ansioso en sus ojos.
Eso hizo que Heechul se detuviera. Podía sentir la preocupación de Seung, fuerte y desgarradora. Preocupación por él.
- Si mis sospechas son correctas, la muerte del príncipe consorte es solo la punta del iceberg - dijo Seung. - No es tan simple como encontrar a un solo asesino, Heechul. Créeme. Mantente alejado de ese lío.
Con el estómago en nudos, Heechul solo pudo asentir.
- Gracias - Seung se inclinó y lo besó suavemente en la mejilla. - Y gracias por tu ayuda -murmuró, sus brazos deslizándose por los hombros de Heechul para darle un breve pero fuerte abrazo. - No podría haberlo hecho sin ti.
Heechul miró la pared opuesta y se dio cuenta de que esto era un adiós.
Seung se iba, y probablemente nunca regresaría.
Heechul apretó sus labios, su garganta repentinamente apretada.
No sabía por qué se sentía... así. Sabía que Seung se iría tan pronto como supiera para lo que estaba allí. Él lo había sabido. Esto fue lo mejor. Estaba empezando a apegarse.
¿Empezando?
Heechul casi se rió de sí mismo. ¿Qué estaba mal con él, en serio?
Ni siquiera eran amigos, en realidad no. Ciertamente, tampoco eran amantes. Seung era... Era otra cosa, su no muy amigo, ni su amante, ni su pareja, ni su servidor.
Incluso si podía quedarse Seung, ¿qué serían el uno para el otro? ¿Cuánto tiempo podría permanecer en secreto que Heechul era un adicto irremediable para tener la mente de su sirviente en él?
¿Que Heechul tenía un lazo perverso con él? El escándalo sería enorme. Incluso si estuviera dispuesto a arriesgarse, Seung claramente no tenía intención de quedarse. Probablemente ni siquiera había pensado en la idea.
Si bien parecía estar unido a Heechul, era un hombre heterosexual. Seung nunca querría una relación tan íntima con otro hombre, tampoco que Heechul lo quisiera. No lo hizo. La mera idea era... ridícula: eran de diferentes círculos sociales, diferentes culturas y diferentes sexualidades. No tenían futuro juntos, en cualquier capacidad.
Era bueno que esto terminara antes de que pudiera convertirse en algo desastroso. Más desastroso de lo que ya era.
- Me tengo que ir - dijo Seung con brusquedad, buscando su mirada mientras vagaba por el rostro de Heechul. Sus manos apretaron los hombros de Heechul. - Si hay algo que pueda hacer por ti antes de irme...
Heechul abrió la boca para decir que no necesitaba nada cuando se le ocurrió una idea. Al principio parecía demasiado loco para entretener, pero cuanto más lo pensaba, más lo quería.
- Dame un bebé.
Seung se estremeció.
- ¿Qué?
Dijo, con los ojos bien abiertos y los músculos visiblemente tensos.
Heechul se humedeció los labios secos con la lengua.
- La Reina... Ella me está presionando... - Se cortó. No, eso no estaba bien. - Mi gente está preocupada de que no haya una línea de sucesión establecida. Necesito un heredero. Eddie no dejó su material genético, así que mi madre dice que necesito un donante para ser el otro padre biológico. Pero yo... - Se mordió el labio inferior, desviando su mirada antes de encontrarse con la de Seung de nuevo. - Realmente no me gusta la idea de tener el hijo de un total desconocido.
La mandíbula de Seung se tensó. Sacudió la cabeza lentamente.
- Heechul, no puedo simplemente darle a mi hijo a otras personas para que lo críen como a otro hombre. Lo siento, pero no puedo.
El estómago de Heechul cayó. Cruzando los brazos sobre su pecho, le dio la espalda a Seung, no confiando en que su rostro no traicionaría su decepción.
- No te estaba pidiendo que le dieras un niño a otras personas - dijo sin tono. - Te estaba pidiendo que me lo dieras - se encogió de hombros. - Pero supongo que no hay mucha diferencia para ti.
Seung juró y lo agarró por los hombros.
- No digas eso - dijo con dureza, su rastrojo rasguñando la piel del cuello de Heechul por detrás. - Eres, joder, eres la cosa más confusa que me haya pasado, no tengo ni idea de qué diablos es esto, pero... – Suspiró. - Quiero que seas feliz - dijo con voz ronca. - Quiero que estés seguro y feliz, quiero darte lo que quieras. Porque lo mereces. Pero realmente no puedo hacer lo que me estás pidiendo que haga. Hay razones...
- Bien - dijo Heechul. - Perdón por preguntar. Fue una estupidez de mi parte, ni siquiera sé qué tan saludable estás. De todas formas, mi madre ya ha encontrado un candidato perfecto.
Las manos de Seung se apretaron en sus brazos.
- No.
Las cejas de Heechul se fruncieron.
- ¿No?
Lanzando un suspiro frustrado, Seung dijo irritado:
- No importa. No puedo pensar con claridad cuando estás tan cerca.
Pero él no hizo un intento de alejarse.
- Estás enviando señales realmente mixtas, sabes.
Dijo Heechul. Seung resopló.
- Lo sé. Es como que ahora hay dos de mí en mi cabeza. Uno sabe qué idea tan terrible es, el otro...
- ¡El otro?
- El otro es un idiota posesivo que quiere darte lo que ningún otro hombre te ha dado - Gimió en la nuca de Heechul. - Jodido infierno, esto es ridículo. Ni siquiera quiero follarte. ¿Qué me has hecho, cariño?
Heechul giró la cabeza y los labios de Seung rozaron su mejilla, causando que temblara y perdiera su tren de pensamiento por un momento.
- ¿Es un sí?
- Aparentemente.
Dijo Seung, mordisqueando la piel de su punto telepático.
Heechul se estremeció, temblando en los brazos de Seung cuando este se deslizó dentro de él.
- “Te voy a dar un bebé para que nunca me olvides.”
No fue un pensamiento directo, solo una fuerte impresión que recibió de Seung antes de que Seung se alejara, tanto física como mentalmente.
Desorientado por el repentino final de la fusión, Heechul se dio la vuelta.
- Lo siento - dijo Seung, su expresión apretada. - No quise hacer eso - dejó escapar una breve carcajada. - Es cada vez más obvio que necesito alejarme de ti. Solo dame el nombre del centro genético y tu genetista y yo haré el resto.
- Centro genético Eipent'tak, doctor Tuvok.
Heechul se oyó decir, como si estuviera aturdido. Su mente aún palpitaba con una necesidad cruda, alcanzando a Seung con hambre. La fusión había sido demasiado breve. Quería más.
La expresión de Seung se volvió tensa.
- Por favor, para eso - dijo, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta. - Me tengo que ir, Heechul. Pero haré lo que quieras.
Heechul parpadeó, las palabras de Seung finalmente se hundieron.
- Gracias.
Dijo cuando Seung comenzó a darse la vuelta.
Seung se detuvo y lo miró por un largo momento, su expresión frustrada se suavizó.
- Solo, sé feliz, ¿De acuerdo?
Heechul forzó una sonrisa.
- Lo haré.
Su sonrisa se desvaneció cuando la puerta se cerró, dejándolo en una habitación silenciosa.
No sabía que el silencio podía ser tan fuerte. Y tan vacío.