El día que el chico iba a venir llegó demasiado pronto.
- Le dijiste que es un experimento de una sola vez, ¿verdad?
HyunA asintió, comprobando su reflejo en el espejo y cepillando un mechón de su cabello fuera de su cara.
- Sí, le dije eso a Nathan. ¿Cómo me veo?
- Bien.
Se sirvió una copa y la bebió de un solo trago.
El timbre sonó.
Eunhyuk se tensó, pero obligó a su cuerpo relajarse.
Eran una pareja moderna.
Tenía veintisiete años, difícilmente alguien nuevo en el sexo.
Ellos habían estado juntos por dos años, y su vida sexual no era exactamente vainilla. Un trío era una de las pocas cosas que no habían probado.
No había nada de que ponerse nervioso.
Nada.
HyunA abrió la puerta.
Eunhyuk miró a Nathan críticamente.
El tipo era definitivamente atractivo.
Estaba tal vez como unos 4 cm más bajo que Eunhyuk. Cuerpo delgado y tonificado, desordenado cabello rojizo, pequeños ojos color marrón chocolate, esa mandíbula diamante que parecía encajar con los labios finos. Sí, él era guapo, pero la verdad sea dicha, Eunhyuk había esperado alguien más apuesto.
El tipo no era nada especial.
Y luego, Nathan sonrió a HyunA, mostrando unos atractivos pómulos que asentaban su sonrisa.
Algunas personas tenían una bonita sonrisa.
Algunas personas tenían una hermosa sonrisa.
Y luego, había unos pocos afortunados que tenían una sonrisa como la que hizo ese chico. Transformaba a Nathan de sólo guapo a impresionante cuando sonreía.
Al darse cuenta de que estaba mirándolo fijo, Eunhyuk hizo una mueca. Nunca había tenido una razón para quejarse por cómo se veían las mujeres, parecía amar la combinación de pelo oscuro y ojos en una mezcla de café y miel que era tan común en su familia, pero los Lee tendían a parecer fríos e inaccesibles para la mayoría de la gente.
Este chico prácticamente irradiaba calidez y carisma cuando sonreía.
Nathan besó a HyunA en la mejilla y se volvió hacia él.
Eunhyuk se obligó a caminar hacia adelante y estirar su mano para un apretón.
- Lee Eunhyuk.
Estaba bastante impresionado de que había logrado sonar neutral y no como que él quería echar al tipo fuera.
El chico le dio la mano, su agarre fue suave.
- Kim Nathan .
Su voz era baja. Los ojos de Nathan parpadeaban sobre él antes de encontrarse con su mirada de nuevo.
- ¿Estás seguro de que estás bien con esto?
- ¿Por qué no habría de estarlo?
Se encogió un poco.
- Te ves un poco tenso.
- Es sólo que es la primera vez que estamos probando un trío.
HyunA interrumpió antes de que Eunhyuk pudiera decir nada.
- Mi novio realmente está bien con esto.
Le dijo a Nathan, sonriéndole. Entonces ella lo besó.
Eunhyuk se detuvo y lo miró, preguntándose cómo incluso se las arreglaría para tener una erección.
Estaba tan lejos de excitarse, como era posible estarlo.
Él no era de esos hombres que disfrutaban viendo a sus mujeres tener relaciones sexuales con otra persona.
Nathan rompió el beso y lo miró por encima del hombro de HyunA.
- Bueno, sólo para aclarar: no me pediste de unirme a ustedes porque sabías que soy bi, ¿verdad?
Eunhyuk tomó una inspiración.
- No me van los hombres.
Su voz salió más aguda de lo que él pretendía.
Nathan lo miró y asintió lentamente antes de apartar la mirada. HyunA se mordió el labio.
- ¿Estas decepcionado?
Los ojos de Nathan parpadearon a él.
– No. - dijo después de un momento. - Por supuesto que no.
HyunA le sonrió y le cogió la mano.
- Vamos a la habitación entonces.
Nathan dejó que lo jalara a la habitación, pero volvió a mirar a Eunhyuk.
- ¿Vienes?
- Sí.
Sus miradas se encontraron, y la diversión brilló en el rostro de Nathan, sin llegar de hecho a la superficie como una sonrisa.
- No te preocupes, yo no tengo nada contagioso que te puedas pegar por estar al lado mío.
- Si estás insinuando que soy homofóbico. - dijo siguiéndolo al dormitorio. - no podrías estar más equivocado. Mi primo favorito es gay. - Él se sacó su camiseta y la puso en la silla. - No hay nada de malo sobre ser gay.
- Hmm.
Murmuró el otro comenzando a desnudarse también y desabrochándose sus jeans, Eunhyuk le clavó una mirada.
- ¿Qué se supone que significa eso?
Nathan sonrió, encogiéndose de hombros ligeramente.
- Nada.
- No, vamos a escucharlo.
Siguió, eliminando el resto de su ropa y poniéndola en la silla. Miró la camisa desechada de Nathan en el suelo y frunció los labios.
- ¿Estás seguro de que quieres mi sincera opinión? - dijo deslizándose fuera de sus jeans ajustados. - Creo que podrías tener algunos sentimientos negativos reprimidos acerca de la homosexualidad. Claro tú, podrías estar bien con la sexualidad de tu primo, pero es una cosa completamente diferente cuando te implica a ti.
- Me has conocido por un gran total de cinco minutos.
Nathan se encogió de hombros otra vez, exasperante sonrisa aún en los labios.
- ¿Qué puedo decir? Soy bueno leyendo a la gente.
El dijo, saliendo de sus calzoncillos.
- Recógelos.
Nathan parpadeó.
- ¿Huh?
HyunA comenzó a reírse.
- Tus calzoncillos, Nathan. Eunhyuk odia la dejadez y el desorden.
Miró entre ellos.
- ¿Esto es una broma?
HyunA rió más fuerte.
- ¡Ya lo desearía! Cuando empezamos a salir, reorganicé sus DVDs y él me obligó a reacomodarlos de nuevo hasta que conseguí hacerlo correcto. Lo hice, siete horas más tarde, y yo estaba enojada como el infierno. Casi nos separamos por eso. Ahora lo conozco.
- Yo te advertí que no tocaras nada.
Murmuró Eunhyuk. Nathan lo miró.
- ¿Tienes TOC?
Eunhyuk soltó una carcajada.
- No. Yo no limpio obsesivamente las cosas. A mí solo realmente no me gusta la dejadez. Recógelos. Ahora.
El pelirrojo echó un vistazo a los calzoncillos negros a sus pies descalzos antes de mirar arriba hacia Eunhyuk. Sus ojos bailaban con alegría.
– No. - dijo, mirándolo a los ojos. - ¿Qué vas a hacer conmigo?
Eunhyuk sintió sus músculos tensarse y su corazón latir más rápido.
Él casi podía sentir la adrenalina bombear en su sangre, sus sentidos pateando en sobrecarga.
Se acercó a Nathan.
El tipo no se movió.
Eunhyuk puso una mano en el hombro del pelirrojo y lo empujó hacia abajo.
Para su sorpresa, este no ofreció mucha resistencia y se dejó caer de rodillas.
Buscando a Eunhyuk a través de sus largas pestañas oscuras, levantó los calzoncillos.
- ¿Dónde debo ponerlos, Maestro? - dijo en un fingido tono sumiso, sus ojos sonriendo. Lanzó sus calzoncillos a la silla. - ¿Quieres que te bese los pies mientras estoy aquí? ¿O besar algo más?
- No eres la mitad de divertido de lo que crees que eres.
Una lenta sonrisa apareció en la cara de Nathan.
- No estaba bromeando.
- Levántate. No quiero que beses nada.
- Eh, ¿Chicos?
Sorprendido, Eunhyuk miró a la cama. HyunA yacía desnuda en la cama, frunciendo el ceño ligeramente.
Correcto.
Trío.