Capítulo 26.- El futuro
Peter caminaba en el frío de la mañana y tenía un café en sus manos, el viento helado le encantaba especialmente en esta época del año, estaban a tres semanas de navidad y la ciudad entera ya estaba con el espíritu navideño en su máxima expresión.
El castaño llegó al parqueadero de su Facultad y sin mayores demoras se subió a su auto y arrancó, sus clases se habían cancelado en la mañana así que tenía tiempo y él sabía exactamente con quien quería pasarlo. Peter salió del Campus de NYU y se unió al tráfico mañanero, ahora estaba en tercer año y estudiaba robótica, a la final se decidió por quedarse cerca de casa, o por lo menos lo más cerca que podría estar al estudiar en New York, sus clases eran duras especialmente porque tenía muchas cosas que balancear en su vida pero no podía quejarse, los dioses le habían sonreído en más de un aspecto. Sonrió al llegar al parqueadero de la torre Stark y subió al elevador, al llegar al piso deseado entró a la estancia y frunció el ceño, luego suspiró y con el mismo impulso salió, volvió al elevador y fue directamente a la oficina de su papá, al entrar Glenda le dijo que estaba en una reunión pero que no tardaba en salir
- ¿Está en una reunión?, ¿en serio? – Peter no lo podía creer
- Si, estamos casi al finalizar el año entonces está reunido con la comisión económica en la presentación de los valores totales de apreciación de las acciones, ingresos, gastos, proyecciones, nichos de mercado y todas esas cosas, pero no te apures Peter que enseguida sale – aseguró con confianza
- No lo creo, esas reuniones suelen tomar horas – respondió el muchacho mirando su reloj
- No… enseguida sale porque tiene una cita impostergable y sumamente importante – contestó la mujer con una divertida sonrisa
- ¿Ah si? – Peter arqueó una ceja
- Peter, ¿qué haces aquí? – la puerta se abrió repentinamente y Tony salió, se detuvo a abrazar a su hijo pero lo jaló para que camine con él
- No tuve clases y quise venir a visitarte y ver si almorzábamos juntos, ¿cuál es el apuro? – preguntó Peter al subir al elevador, arqueó una ceja al ver que Tony aplastaba el botón del piso de su laboratorio
- Estoy atrasado
- ¿Atrasado para qué? – preguntó Peter todo intrigado
- Citas importantísimas que son impostergables, mejor si tú también estás aquí
- ¿Por qué?
- Porque siempre es mejor cuándo estás aquí, ¿cómo está Wade?, ¿ya está mejor? – Tony se apoyó en el espejo del elevador y se cruzó de brazos
- No, todavía está todo congestionado, ayer en la noche estaba con fiebre y me mata lo dramático que se pone cuando se enferma, te lo juro – Peter meneó la cabeza y sonrió ligeramente, le parecía sumamente gracioso que un hombre tan grande y tan fuerte como su esposo se pusiera cual bebé indefenso con una simple gripe
- No digas nada que tú eres peor, ¿ya lo llevaste al médico?, Stephen me dijo que la gripe estacional está terrible, que la sala de emergencias no se da abasto con todos los casos ambulatorios que llegan, ayer estaba muerto del cansancio el pobre
- ¿Y por qué estaba muerto del cansancio?, ¿de cuándo acá Stephen atiende casos ambulatorios?, ¿dejó las cirugías o algo? – preguntó Peter algo sorprendido, Stephen seguía siendo el jefe de neurocirugía hasta dónde él tenía entendido por lo que no necesariamente pasaba su tiempo en la sala de emergencia, aunque pensándolo bien así fue como lo conoció, vaya… de eso era tanto tiempo atrás, quién hubiera pensado que ahora el médico sería el esposo de su papá y en contra de todo pronóstico les iba bastante bien, Tony estaba feliz y eso se podía notar en todos los aspectos de su vida la que había dado varios vuelcos en los últimos años
- Claro que no, es que está hecho cargo de la sala de emergencias desde que Bruce se fue de viaje con su esposa y le dejó encargado de todo, al pobre no se le da muy bien que digamos los casos de trauma pero ahí le está poniendo empeño, Hypnos lo ayuda cuando puede entonces ambos están en franco plan de práctica para casos de emergencia, además si me lo preguntas, si le hacía falta un baño de humildad a Stephen, eso de ser jefe mucho tiempo se te sube a la cabeza
- Mira quien habla – respondió Peter meneando la cabeza, escuchar a Tony hablando de baños de humildad era interesante, por lo que el mayor de encogió de hombros y respondió:
- Pues si, pero yo te tengo a ti que me recuerda que no lo puedo controlar todo, y a la final, ¿fue Wade al médico o no?
- No, se niega a ir, así que lo tengo con vitamina C, antiestamínicos y jugo de naranja, esperemos que no muera antes de navidad – bromeó Peter entrando al taller con su padre que caminó hasta el fondo y luego de chequear un corral que estaba junto a la pared, sin mayores preámbulos se sentó en el suelo junto a una mesita que tenía algunas tacitas de té, panecillos, cubitos de azúcar y bolsitas de té, Peter se quedó de pie junto a la columna y sonrió cuando vio a una pequeña niña de no más de 4 años que corrió hasta Tony y se lanzó a sus brazos, tenía los cabellos negros y los ojos azules, era blanca, delgada y tenía una sonrisa muy bonita, muy parecida a Peter cuando era niño
- Llegas tarde Tony – dijo la pequeña luego de besar la punta de la nariz del mayor que la abrazó y besó su frente al decir
- Lo siento princesa, pero para compensar mi demora te traje una sorpresa, mira quien vino a tomar el té con nosotros – Tony señaló a Peter que se acunclilló y recibió en sus brazos a su pequeña hija que corrió a sus brazos toda contenta
- Papito viniste - Hola amorcito, no me podía perder la hora del té por nada, pero si tú estás aquí… ¿dónde está Morgan? – preguntó Peter mirando por la estancia, y sonrió al ver como su hija se llevaba un dedo a los labios indicando silencio, en el corral que había chequeado antes Tony estaba una niña más pequeña dormida, aunque con la conmoción empezó a balbucear y a moverse por lo que Tony se había puesto de pie y sonreía también al ver a su pequeño retoño despertar, Morgan tenía dos años, era castaña y sus ojos eran cafés en la misma tonalidad de los ojos de Tony
- Papa… - dijo la pequeñita y enseguida Tony la cargó y besó su cabecita
- Hola amor… shhhhh… papá te tiene, mira quién está aquí, ¿le quieres decir hola a Peter? – Tony abrazó a su bebé pero la volteó para que pudiera ver a su hermano mayor, pero la niña aparentemente se despertaba malgenia y simplemente abrazó a Tony escondiendo el rostro en su pecho
- ¿Era yo tan mal genio cuando me despertaba de las siestas? – preguntó Peter acariciando suavemente la espalda de Morgan que gruñó y abrazó con más fuerza a Tony
- Si… si lo eras, así que no tienes calidad moral de decir nada de tu hermanita bebé y mucho menos de Emma que ella si es un alma de dios, no como mi pequeña demonio de aquí, ya ya ya… ya no digo nada… - Tony besó la cabeza de su bebé que volvió a gruñir y volteó su cabecita, Emma le jaló el pantalón a Peter que se sentó en el sueño y tomó a su hija en brazos
- ¿Dónde dejaste a Wade? – Peter levantó la mirada y sonrió al ver a Logan que tenía una tetera en las manos, al parecer él era el encargado de servir el agua caliente, Logan estaba de visita estos días, él se había adaptado sumamente bien a su nueva vida en Alaska y disfrutaba su trabajo en los barcos pesqueros, de vez en cuando venía a New York a visitarlos y luego se iba para Boston a visitar a su hermana, usualmente se quedaba en casa de Charles cuando estaba en New York, la noche anterior había cenado en casa de Peter y vio muy complacido a su sobrino jugar con su pequeña hija y dejarse atender por Peter que le hizo una sopa de pollo y luego una naranjada caliente, Wade era amado y eso tenía tranquilo a Logan
- En cama, no quiso levantarse hoy, dijo que le dolía hasta el cabello, hola Logan – Peter se incorporó con su hija en brazos y abrazó a Logan a manera de saludo
- ¿Sigue sin ir al médico? – preguntó el pelinegro arrodillándose en el suelo para poder servir el agua caliente en las tazas
- Si, dice que en un par de días estará como nuevo, ya lo conoces… - Peter también se sentó con la niña en su regazo y puso un terrón de azúcar a su bebida
- Mmmmm… gracias – Tony hizo malabares con su niña en brazos pero logró preparar su té y chocó suavemente su taza con la de su nieta para luego tomar un panecillo, Morgan estaba quieta pero eso no duraría mucho
- ¿Podemos llevar a papá con mi doctor? – preguntó la pequeña Emma poniéndose de pie y caminando hasta otra de las mesas que estaban cerca, con el tiempo Tony había adecuado su taller y tenía muchos juguetes y cosas con las que entretener a Emma y luego a Morgan también mientras él trabajaba, claro que luego la niñita dejó todo eso de lado porque le parecía más interesante ayudar a su abuelo en lo que sea que estuviera trabajando, ella al igual que Morgan prefería pasar las mañanas con Tony que en la guardería de las industrias Stark, y Tony amaba trabajar con ellas en su taller, usualmente su niñera de confianza estaba allí para ayudar principalmente con Morgan porque aún era muy pequeña, en cambio Emma aunque aún no supiera leer, podía distinguir tranquilamente entre un destornillador plano de uno de estrella, así que Tony la tenía de asistente, Wade hacía lo mismo, en su taller de motocicletas Emma le pasaba las herramientas, a la pequeñita le encantaba ayudar a los adultos en su vida, porque pintaba en sus libros cuando Peter estudiaba
- No amor, tu doctor es solo para niños, tu papá necesita un doctor para adultos – Peter besó la frente de su retoño y le sonrió
- ¿Stephen? – preguntó la pequeña, ella sabía que él era médico, le gustaba mucho jugar con su estetoscopio y escuchar el corazón de Tony
- ¿Papá? – preguntó Morgan tomando la galleta que Tony tenía en las manos
- Si… un médico como él debería atender a Wade, aunque ahora que está de encargado de la sala de emergencia dudo que tenga tiempo – dijo Peter encogiéndose de hombros
- Eso si, pero siempre puede hacer una excepción por Wade, si no lo recuerdas le agrada mucho tu esposo - Tony se encogió de hombros cuando dijo esto, su vida era tranquila y feliz junto a su esposo, las horas que trabajaba en el hospital eran largas y eso que había reducido su carga de cirugías en estos últimos años, al médico le encantaba pasar tiempo en casa con su hija y con él, el que más ajustes había hecho a sus horas de trabajo y proyectos era Tony, pero no lo cambiaría por nada, disfrutaba mucho pasar horas en su taller jugando con las niñas, las mejores ideas se le habían ocurrido mientras ellas estaban por ahí, a la final y en contra de todo pronóstico ellos se complementaban bastante bien, sus carreras eran importantes para ellos por eso trataban de hacer coincidir sus horarios para brindarle tiempo de calidad a su hija, sin descuidarse ellos como pareja, además cuando el ingeniero consideraba que no había visto a su esposo con la suficiente frecuencia, le hacía visitas sorpresa a su consultorio, Tony ya había perdido la cuenta de las camillas que habían roto
- Steve está en Bulgaria, me llamó la semana anterior y me dijo que su exhibición está viento en popa, me dijo que pensaba radicarse allá por un tiempo, ¿en qué quedó tu viaje a Europa con Stephen?, porque si van por allá lo pueden visitar o algo – dijo Peter mirando a su pequeña comer lentamente su dona
- No no no, eso tampoco, es verdad que terminamos amistosamente en su última visita pero de ahí a que yo lo vaya a visitar en Bulgaria hay mucho trecho, además no está dentro de mis planes visitar Bulgaria, queremos ir a Italia pero no quiero ir sin el pequeño monstruo, nos mucha haría falta, ¿verdad tú?
- ¿Italia? – preguntó Logan bebiendo su té y recibiendo en sus brazos a la pequeña Emma que se había levantado y caminó hasta él y le estiró las manos, para sorpresa de todos ella le hacía muchos mimos a Logan
- Stephen quiere ir a todas las iglesias, al Vaticano, quiere ir a los museos, esas cosas – dijo Tony con completo desánimo, él ya había hecho ese viaje algunas veces y no hubiera sido su primera opción de destino, especialmente con su niña, él era el que más se oponía a dejar a Morgan con Peter, si fuera por él llevaría a todos al viaje pero Stephen decía que quería un viaje romántico, sin niños y quería aprovechar la buena voluntad de Peter y Wade de cuidar a Morgan en su ausencia
- Eso suena bien papá, a ti siempre te gustaron esas iglesias – dijo Peter con una sonrisa, Tony usualmente se quejaba de todo pero Peter sabía que una vez ya embarcado en su avión, lo disfrutaría como nunca, porque a la final no era el destino, era la compañía
- Si si… romántico… ¿te conté que ya tengo los propulsores? – Tony tomó una almohadita que estaba por ahí y se estiró completo en el suelo, era el rey de la comodidad con su pequeña sentada en su estómago, Morgan estaba más tranquila comiendo una galleta
- ¿Los terminaste? – preguntó Peter emocionado, su papá había trabajado en esos propulsores intermitentemente por años, era un proyecto para sus momentos de ocio porque no tenían futuro comercial, o por lo menos Tony no los iba a sacar al mercado, su invento era genial pero bastante peligroso como para ponerlo en producción en masa
- Bueno yo solo no, mis princesas ayudaron, ¿verdad amorcito? – Tony estiró la mano y la pequeña Emma literalmente se lanzó a su pecho y le dio su manito
- Si abuelito - No no no, yo no me llamo abuelito, ¿cómo me llamo yo?
- Tony – respondió Emma y sonrió pícara, Tony le acarició la mejilla y le dijo:
- Y que no se te olvide, mejor dame otra galleta… uyyy gracias… - la pequeñita corrió a la mesita y trajo una galleta, se la puso en la boca al mayor y luego se sentó a su lado apoyando la cabecita en su pecho, a Peter le mataba el hecho de que su niña fuera tan pegada y cariñosita con su papá, Tony era tan feliz por ello y le encantaba cuando su pequeño ángel se quedaba a dormir en su casa, le sirvió de preparación para cuando Morgan llegó, Tony solía decir que sus dos hijos eran los mejores accidentes que había tenido porque no estaba en sus planes tener otro bebé
- ¿Y son funcionales? – preguntó Peter interesado
- Claro que son funcionales, ¿con quién crees que hablas niño? – preguntó Tony entre ofendido y divertido
- Ya ya ya, no te enojes, ¿entonces literalmente puedes volar? – preguntó Peter nuevamente
- Si, logré estabilizarlo poniendo propulsores para mis manos no solo para mis pies, de esa forma puedo equilibrarme de mejor manera porque ya no estoy en edad para caerme de grandes alturas y vivir para contarlo, ya le despedacé dos autos a Stephen entonces mis pruebas tuvieron que salir del garaje pero si, puedo volar – Tony sonrió sumamente complacido ante su hazaña
- Eso me gustaría verlo – dijo Peter con una sonrisa
- Yo también la verdad – dijo Logan asintiendo
- Podemos ir este fin de semana a la casa de Charles, él también me dijo que quería verlo, además le prometí a Eric que el día que pudiera diseñar lo imposible y hacerle volar, le iba a conseguir un traje de conejo esponjoso rosa
- ¿Ya tienes el traje? – preguntó Peter muy divertido, él algo recordaba de esa cena y esa amenaza particular de su papá a Eric
- Pero por supuesto, mmmm… gracias… - Emma se había levantado y le puso otra galleta en la boca a Tony que la comió y luego abrazó a su nieta y le besó la frente
Una vez concluida la hora del té, Peter se llevó a Emma a casa, él ya no tenía más clases ese día por lo que fue a casa a ver a su enfermo favorito, encontró a Wade acurrucado en el sillón de la sala, arropado con una cobija mirando televisión, Emma estaba dormida así que Peter solo le hizo una seña a Wade y fue por el pasillo hasta la habitación de la niña a acostarla, al volver se sentó en el sillón a la altura de la cadera de su esposo y le acarició el cabello al preguntar:
- ¿Te sientes mejor?
- No… me quiero morir – respondió Wade volteándose solo un poquito, estaba sumamente congestionado entonces acostarse de ladito le descongestionaba un lado de su nariz y podía respirar
- No te vas a morir, no seas dramático amor, ¿quieres un té o gelatina tal vez? – Peter se agachó y besó la frente de su esposo, la sintió caliente, Wade estaba con un poco de fiebre
- No, ya tomé la naranjada con miel que me dejaste en el refrigerador
- La calentaste, ¿verdad?
- Claro que la calenté, odio las cosas calientes pero si la calenté, tuve una llamada interesante hoy por cierto – Wade se incorporó lentamente en el sillón, Peter le pasó un cojín y lo puso tras su espalda
- ¿Quién te llamó?
- Beck
- ¿Desde la cárcel?, ¿qué quería? – Peter si se sorprendió, primero por el hecho de que Beck tuviera el número de teléfono de su casa, y segundo porque Wade estaba todo relajado
- Al parecer está haciendo todos los trámites para que le concedan libertad provisional, y quiere que testifique a su favor
- ¿Está loco?
- Aparentemente si, ya hablé con el abogado de tu papá y me dijo que es mejor que no vaya a la audiencia, que si quiero él va en mi representación y expone el caso, créeme amor, estos años ni siquiera he pensado en Beck o en Clint y eso ha estado muy bien, no quiero tener nada que me recuerde a los días pasados, casi te pierdo y… no… no soy lo suficientemente fuerte como para pensar siquiera en eso otra vez – Wade tenía los ojos aguados pero eso bien podría ser por la gripe, Peter le acarició la mejilla y le dijo:
- No me vas a perder, todavía te amo
- Mas te vale porque yo también te amo, ¿se lo dijiste a tu papá? – Wade puso su mano en el vientre de Peter y lo acarició suavemente
- No… ahí estaba Logan y Emma, luego nos pusimos a hablar de muchas cosas y no me pareció prudente, además sé que estará encantado con la idea, Stephen llegó casi a la hora del almuerzo y la verdad quería hablar a solas con mi papá, tu entiendes… - Peter entrelazó los dedos de su mano con la mano de Wade que dijo:
- Te comería a besos pero como no puedes tomar nada para la gripe mejor ni te me acerques mucho, ¿me haces una sopita de pollo?, odio la gripe
- Ok., yo hago mi mejor esfuerzo porque el que sabe cocinar eres tú, no yo – dijo Peter besando a Wade en la frente
- No lo haces tan mal, se te da mejor la robótica la verdad, tu robot es muy divertido – Wade tenía en las manos un control remoto, y cuando dijo esto un robot que tenía ruedas se deslizó por la alfombra de la sala, era redondo pero tenía una especie de tenaza con la que Wade podía acercar cosas cuando no quería levantarse
- El de mi papá es mucho más divertido
- ¿Dummy?
- Ese mismo, tu descansa que ya te hago tu sopa, quédate tapado – Peter arropó a Wade que se quedó en la sala jugando con su robot, fue a la cocina y abrió la nevera, puso la mano en su vientre y sonrió, este regalito tampoco fue planificado pero las mejores cosas de su vida habían llegado sin plan alguno, Wade era un esposo excepcional, era dulce, trabajador, solía cocinar y cuidaba a su retoño con esmero, lo amaba y se lo demostraba en cada oportunidad que podía, le gustaba mucho que estudiara y le apoyaba en todo lo que podía con su carrera, no era celoso y no lo molestaba en lo más mínimo cuando tenía cosas de la universidad, pero lo que no esperó y no lo vio venir fue la buena relación que con el tiempo y las aguas había desarrollado con Tony
Cuando Peter no podía recoger a su niña de la guardería de las industrias Stark, era Wade el que iba por ella y de paso saludaba a Tony, la mayoría de las veces encontraba a su niña en el taller con su abuelo y así ellos aprovechaban para conversar de todo un poco, de los viajes de Logan, de las clases de Peter, del taller de Wade, de los inventos de Tony, el ingeniero se pudo dar cuenta que Wade no era un hombre tan simple como él pensó que era, era muy listo y entendía fácilmente los conceptos de los diseños de Tony, a la final Wade era el ciudadano promedio y usualmente le brindaba a Tony la perspectiva del ciudadano común en las aplicaciones prácticas de sus diseños, además le gustaba el café que Tony tomaba así que… su relación se había ido fortaleciendo día a día, además Peter estaba contento con su vida y con su esposo y eso es lo que Tony valoraba
Peter estaba afanado intentando hacer la sopa para Wade pero estaba pensando seriamente en llamar a pedir una, la cocina no era para él, y en eso estaba cuando escuchó la puerta, salió por el pasillo y vio a Pietro que iba llegando
- Psst… déjalo dormir que pasó muy mala noche el pobre – Peter le hizo una seña a Pietro que caminó a la cocina
- Si pasó mala noche, ¿por qué estás tratando de asesinarlo con… eso?, ¿qué es eso? – Pietro señaló a la hornilla que Peter apagó y suspiró al decir:
- Pásame el teléfono, de chef me muero de hambre, digno hijo de mi papá por todos los dioses – el muchacho marcó a uno de sus restaurantes favoritos y pidió una sopa además de dos stakes, una pasta y tres ensaladas, asumió que Pietro se iba a quedar a comer
- ¿Desde cuándo está enfermo el pobre? – preguntó Pietro sentándose sobre el mesón de la cocina, estaban esperando el almuerzo tomando un té y charlando
- Una semana más o menos, ¿a ti qué te pasa? – preguntó Peter mirando a Pietro que pasó una mano por su cabello
- Nada, ¿por qué?
- Porque tienes una sonrisita de idiota que no puedes con ella, ya cuéntame, ¿con quién estás saliendo ahora?
- No estoy saliendo con nadie, pero si voy a salir con alguien muy especial, no sabes con quién me encontré el sábado en la noche – Pietro sonrió y le guiñó un ojo a Peter que se arrimó en el refrigerador y siguiendo el juego preguntó:
- No tengo ni idea, ¿a quién te encontraste?
- A Shun
- ¿Qué Shun?
- Shun… la leyenda, ¿recuerdas a ese muchacho que era un año menor a nosotros pero iba en nuestro colegio, que era absolutamente hermoso, tenía los ojos y los cabellos verdes, iba en bicicleta, no lo recuerdas? – preguntó Pietro al ver la cara de confusión que tenía Peter el que se quedó en blanco hasta que se le formó la imagen mental y dijo:
- Ohhhhhh… Shun… la leyenda, ¿y sigue igual de hermoso que cuándo estábamos en el colegio?
- No, está mucho mejor, la universidad le sentó de maravilla, está más alto, un poquito más fornido, se mostró menos tímido, me contó que ha viajado, que está por terminar la carrera, que tiene un novio intermitente que no está en el panorama por lo menos por ahora y le gusta el arte, nos vimos en un evento que organizó mi papá Eric en su museo
- ¿Y cuándo van a salir? – preguntó interesado Peter, él se casó apenas salió del hospital, su papá le había recomendado que no lo haga pero él lo hizo, no le pareció vivir con Wade sin estar casados en especial porque su hija ya venía, y a veces le parecía que habían muchas cosas que no hizo, no tuvo el chance de ser joven y estúpido como Pietro si lo era, no se arrepentía porque él era muy feliz con su familia pero su vida era muy diferente a la de su mejor amigo
- Este próximo sábado, ay Peter no sabes, estoy hasta nervioso
- ¿Cómo así que nervioso?, lo que le inventaron de la leyenda fue puro chisme, no me digas que sigues creyendo cosas de esas – a Peter le parecía graciosísimo el entusiasmo de Pietro, siempre le había gustado ese muchacho y nunca tuvo el valor para hablarle
- Claro que no, pero es que tiene una mirada que hechiza, una piel de porcelana que me mata, un cabello sedoso y brillante, y una sonrisa… no… es que es perfecto – Pietro suspiró y bebió su té
- ¿Perfecto?, vaya y yo que pensé que era solamente tu nuevo revuelque – dijo Peter apreciativamente
- No es mi revuelque nuevo, es cosa del destino, él tenía que haber salido conmigo desde que estábamos en el colegio, pero tenía ese novio que daba miedo, que estaba ayer en la exposición pero estaba con otro muchacho, él estaba en el año de Shun, es castaño, atractivo y no me acuerdo como se llama
- ¿No era ese su hermano? – preguntó Peter confundido, él ya no se acordaba de la mitad de sus compañeros de colegio, pero algo se acordaba de los líos de ese pobre muchacho, de lo que le molestaban y las peleas varias que se habían desatado en los pasillos
- No sé, estaban muy juntos como para ser hermanos, pero bueno… lo importante es mi cita con Shun, ¿y mi ahijada? – preguntó Pietro mirando a su mejor amigo, era raro no ver a la inquieta Emma saltando por ahí
- Sigue dormida o ya estuviera en el escándalo, mejor que no despierte con eso no despierta a Wade
- Pobre, que gripe tan brutal, ¿Estás disfrutando al jugar de enfermero? – bromeó Pietro
- Eso es divertido cuando estamos los dos sanos, ahora voy a ser enfermero de a de veras, yo creo que si no le baja la fiebre unos pañitos de agua fría le caerían bien, ¿o será que lo meto en la bañera?
- No… no bañera… yo odiaba cuando mi papá me metía en la bañera cuando tenía fiebre
- Ok., ¿puedes ver a Emma?, yo creo que ya mismo se despierta mientras voy por el almuerzo – Peter le pidió a Pietro que asintió y fue al cuarto de la niña, ella dormía abrazada a su osito, mientras el dueño de casa salió del departamento y bajó las escaleras al taller, en efecto su almuerzo ya había llegado
- Papi tengo hambre – la pequeña estaba en brazos de Pietro que la abrazaba
- Ya llegó la comida amorcito, ¿quieres una papa?
- No… - la pequeña escondió su rostro en el pecho de Pietro que sonrió divertido, él no podría hacer todo lo que Peter hacía, así que le pasó a la niña y él sirvió la comida, como Wade seguía dormido preguntó:
- ¿Luego la sopa?
- Luego la sopa, mejor cuéntame más de Shun, ¿qué fue lo que estudió en la universidad? – preguntó Peter y así los mejores amigos se pusieron a charlar mientras comían, Peter quería decirle sus noticias a Pietro pero lo pensó mejor, tenía que decírselo primero a su papá o lo asesina, en eso Wade abrió los ojos y en medio de su gripe sonrió al ver a su niño entretenido dándole de comer a su pequeña hija u hablando divertido con su mejor amigo
Wade se iba a levantar pero no lo hizo, a veces no podía creer como era su vida ahora que tenía a Peter a su lado, tenía una niña a la que amaba más que a la vida misma y ahora venía otro retoño que aumentaría su familia, así que se quedó acostado mirando con ojos soñadores al hombre que amaba que reía despreocupadamente con su niña en brazos, es que no le podía pedir nada más a la vida, bueno… tal vez que mejore su resfriado…