Capítulo 9.- Viejas tempestades
A la mañana siguiente Peter se despertó, se vistió con su equipo deportivo y bajó las escaleras bostezando sin mirar mucho el camino, era a la final temprano así que tendría tiempo de prepararse el desayuno, al llegar al recibidor vio la pila de cartas y revistas que estaban ahí hacía dos días, la verdad no se había fijado pero en medio de dos revistas estaba un sobre amarillo que no tenía sello ni estampa, al parecer había sido dejado en el lobby, la curiosidad le ganó y lo tomó, estaba dirigido a él así que lo abrió, dentro no había nada sino una simple hoja de papel que al abrirla dejó ver un dibujo absolutamente hermoso, Peter se vio a sí mismo de pie en la cancha de futbol de su colegio, los detalles del dibujo eran exquisitos y de la impresión dejó caer su bolso en el suelo, la estancia había estado completamente en silencio pero al sonido del bolso otro lo acompañó, algo de cristal se estrelló en el piso de la cocina y eso hizo que Peter saltara y gritara
- Papá, ¿desde cuándo madrugas en sábado?, ohhh por dios!!! – Peter se asomó a la cocina y casi se muere porque ahí estaba el doctorcito de cuarta ese usando solo boxers, tenía un tazón en las manos porque aparentemente estaba preparando panqueques
- Peter, tu papá dijo que no ibas a estar aquí – Stephen estaba prácticamente en shock al verse a si mismo casi desnudo frente al muchacho que se cubrió los ojos y se volteó todo abochornado y furioso al responder:
- Es mi casa, tengo derecho de estar aquí, y por lo menos yo estoy vestido
- Le estoy haciendo el desayuno a Tony – Stephen dejó el tazón en el mesón de la cocina y se puso su leva que estaba sobre una de las sillas del desayunador, nunca se había sentido tan humillado
- No me importa, no estoy preguntando y créeme… he visto mucho más de lo que me hubiera gustado ver nunca antes, me voy – todo esto Peter lo dijo apretando los puños y respirando profundamente, estaba en verdad molesto pero intentaba no gritar
- No tienes que irte, ¿quieres panqueques?
- Se me fue el apetito pero muchas gracias, ahhh y antes de que lo olvide, por favor… deja de enviarme cosas al colegio, es de muy mal gusto, la verdad no iba a decir nada pero esto es el colmo – Peter puso la hoja de papel sobre el mesón de la cocina, el médico iba a tomarla pero Tony venía con cara de sueño por las escaleras, el escándalo lo despertó aparentemente
- ¿Qué pasa?, ¿qué haces aquí Peter?
- Vivo aquí, no que a ninguno de los dos les importe, ya estoy atrasado – Peter ni siquiera saludó a su papá sino que simplemente se volteó y trató de volver al recibidor para tomar su bolso pero Tony lo alcanzó y lo tomó del brazo para detenerlo
- No no no, tú no te vas así, ¿qué te pasa?, ¿cuál es el problema?
- ¿Y me lo preguntas? – Peter señaló a la cocina en donde Stephen estaba de pie tras el counter, el médico solo quería desaparecer
- Es solo el desayuno hijo, además se suponía que dormirías anoche en casa de Charles, ¿qué pasó?
- Eso no es importante, se supone que esta es mi casa también y muchas veces me has dicho que tengo que respetar mi casa, se asume que lo mismo se aplica para ti
- Será mejor que me vaya – dijo Stephen en voz baja, Tony meneó la cabeza al decir
- Nadie se va hasta hablar de esto
- No hay nada de qué hablar, estoy atrasado para mi entrenamiento y me tengo que ir, por favor llévate eso cuando te vayas – Peter habló directamente con Stephen que miró la hoja y respondió sin tomarla:
- ¿Por qué?, ¿qué es?
- No te hagas el desentendido, tú me lo enviaste
- No, yo no te he enviado nada
- ¿Cómo que no?, ¿y el reloj?, ¿y el brazalete en la cajita de madera?
- Yo no te he enviado nada Peter, ¿debí haberlo hecho?
- No… claro que no, pero si tú no me enviaste nada, ¿quién…? – Peter frunció el ceño y miró a Tony caminar hasta el counter y tomar el dibujo, al verlo su corazón escapó un latido y solo dijo bajito:
- Steve…
- ¿Rogers? – Peter caminó hasta su papá y tomó nuevamente el dibujo, pensó que estaba firmado con su nombre o algo, pensó que se le pasó pero no, el dibujo no tenía marca alguna
- Asumo que si – Tony se frotó la cara con las manos y suspiró, Stephen lo miró sin entender así que Tony aclaró: - Steve Rogers, mi ex esposo es pintor, su estilo es más bien abstracto pero… los dibujos a lápiz son… bueno… ahí lo ves
- ¿Entonces él me mandó todas esas cosas? – preguntó Peter, su expresión era extraña, mitad anhelo mitad rabia
- Yo supondría que sí, ¿qué más dices que te envió?
- Un reloj que yo pensé era de imitación, una cajita de madera muy bonita con un brazalete dentro y este dibujo
- ¿Tienes esas cosas aquí?, me gustaría verlas
- No, me llegaron los paquetes al colegio, no tenían remitente ni nada y las dejé en mi casillero, ¿crees que volvió a la ciudad o que solo me las envió?
- No lo sé Peter, es años que no hablo con él, ¿no ha tratado de llamarte o hablar contigo de alguna forma?
- No…
- Ok., asumamos que lo hará pero si no lo hace no quiero que te pongas triste, ¿está bien?
- No… nada está bien, estoy atrasado y debo irme a la práctica – Peter le dio el dibujo a Tony e hizo moción para salir de la cocina, pero Tony lo detuvo del brazo y sin decir nada lo abrazó con fuerza, al principio Peter se resistió al abrazo y se quería zafar, pero luego se quedó quieto para finalmente responder el abrazo, Tony sintió a su hijo relajarse en sus brazos y le dijo bajito:
- Siento mucho lo de esta mañana, no volverá a pasar pero recuerda siempre que te amo y siempre serás lo primero en mi vida, diviértete en el entrenamiento – Tony se separó lo suficiente de su hijo para poder besarlo en la frente, Peter estaba todo renuente pero susurró:
- Ok.,
- Respira y cambia de cara – Tony lo miró a los ojos y le acarició la mejilla, el corazón se le estrujaba al ver a su hijo tan molesto, dolido, confundido, ya Tony no sabía que era lo que le pasaba a su retoño que parecía al borde de los gritos o las lágrimas, ninguna de las dos opciones era buena, Peter simplemente contestó:
- No hago promesas, papá… ¿Qué le digo si va a buscarme a la práctica?
- Salúdalo y pregúntale qué es lo que quiere, a la final es tu padre – Tony se escuchó decir esto pero algo se rompió dentro de él, Steve en todos estos años ni siquiera había preguntado por su hijo pero a la final si era su otro padre, Peter meneó la cabeza y simplemente respondió:
- No lo es, tú lo eres
- Y que no se te olvide, ya vete si no vas a desayunar con nosotros, si quedamos para ir al cine en la tarde luego del almuerzo, ¿verdad? – Tony volvió a abrazar a Peter y le besó la frente, esa respuesta le devolvió la vida
- Es lo menos que puedes hacer por mí papá, y no me hagas acuerdo del desayuno, adiós Stephen y discúlpame por… por… yo no debería pedir disculpas pero de cualquier manera discúlpame – Peter miró a Stephen pero en verdad no sentía que debía disculparse, lo hizo porque era lo que se suponía que debía hacer no porque estuviera de acuerdo ni mucho menos, Stephen sonrió débilmente al responder:
- Adiós Peter, siento lo del desayuno
- No hay problema, la próxima vez usa pantalones por favor, dioses…
El muchacho ya no dijo nada más sino que caminó al recibidor, tomó su bolso y salió del pent-house, Tony tomó otra vez el dibujo y suspiró al apoyarse en el counter de la cocina, Stephen lo abrazó por la espalda y susurró:
- Yo creo que para evitar sorpresas mañaneras en el futuro, deberías quedarte tú a dormir en mi departamento, no quiero ser el causante de roces innecesarios entre Peter y tú, especialmente si ahora su otro padre vuelve al panorama – Stephen le alcanzó una taza de café a Tony y volvió su atención a la olvidada masa para panqueques, Tony se sentó en una de los taburetes del counter y bebió su café lentamente al responder:
- No creo que haya vuelto, su amor de padre ha estado ausente estos últimos 12 años, no creo que eso haya cambiado de la noche a la mañana, ¿qué podría estar haciendo aquí?
- Pueda ser que quiera ver a su hijo, pueda que quiera tratar de entablar una relación con él
- ¿Eso es lo que tú harías?
- No… de haber tenido hijos, no creo que les hubiera perdido la pista, son mis hijos, ¿no? – la lógica de Stephen le agradó a Tony que contestó:
- Así debería funcionar en teoría, pero con Steve las cosas no fueron así, todo fue tan confuso y doloroso, no he tenido corazón para contárselo todo a Peter, en muchos aspectos es aún un niño y no creo que toleraría de buena manera lo que pasó con Steve
- ¿Qué pasó con tu ex esposo?, de eso no me has contado mucho y la verdad no he querido preguntar pero la curiosidad me va a matar
- Bueno… con Steve pasó que yo fui un tonto y me enamoré de quien no debía, lastimosamente mi padre me advirtió, yo me revelé y me fui con él, eventualmente él me abandonó y yo tuve que bajar la cabeza y volver con mi padre por el bien de Peter, créeme… es de lo único de lo que me he arrepentido en la vida y hasta ahora me pesa porque… tuve que someterme a la voluntad de mi padre – Tony tenía muchas virtudes pero uno de sus defectos era el orgullo, el mismo que sacrificó por el bien de Peter
- ¿Pero tú no estabas trabajando para la competencia en ese tiempo?
- Si pero… Peter enfermó y mi seguro no lo cubría, mi hijo hubiera muerto si no regresaba con mi padre, supongo que hasta ahora trabajaría con Víctor, no lo sé… - Tony era uno de los técnicos desarrolladores de sistemas en las fábricas de Víctor Von Doom, él siempre fue el rival de negocios de Howard y le complacía sobremanera mantener a Tony en su nómina de pago con sueldo básico, él sabía el potencial de Tony pero prefería usarlo para hacer rabiar a Howard
- ¿Ok., todo eso si me contaste pero qué pasó con tu ex esposo?
- Bueno… yo estaba en medio de mi primer doctorado en la universidad y lo conocí a través de un amigo en común, empezamos a salir y todo iba bastante normal hasta que mi padre se enteró, Steve era parte de los Marines y se iba de misiones y esas cosas, a mí me parecía fascinante porque mi padre nunca me dejó salir ni a la puerta entonces todo me parecía una aventura, papá mandó a investigar a Steve y se dio cuenta que no tenía ni donde caerse muerto, él es huérfano y por eso entró en la milicia pero mi papá estaba convencido de que estaba tras el dinero de la familia
- Ohhh… denso
- Más denso se puso todo cuando quedé en estado, mi padre prácticamente me desheredó y yo me fui con Steve, esa fue una época bastante dura porque en verdad yo creo que él esperaba que mi padre nos acogiera a los tres pero… mi padre era mi padre y decidió echarme a mí a la calle, asumo que él esperaba que yo volviera rogando su ayuda pero no… nunca lo hice tampoco, más bien decidí no dejar la universidad y saqué una beca para poder concluir con mi investigación y graduarme del doctorado, eventualmente a Steve lo botaron de los Marines porque tuvo un problema de insubordinación con su comandante y bueno… trabajaba en varias cosas para mantenernos a todos, Peter llegó y todo se complicó por mis horarios y los suyos pero… tratamos de salir adelante como podíamos, cuando ya acabé los estudios todo mejoró un poco porque conseguí trabajo con Víctor y podía llevar a Peter a la guardería de las empresas, ese fue el tiempo en el que Steve decidió ser pintor y al poco tiempo se fue para no volver
- ¿Fuiste alguna vez feliz con Steve? – preguntó Stephen porque Tony le contó todo esto con un tono muerto, como si del clima hablara
- Al principio si… fui muy feliz, luego no, el dinero no es la felicidad pero si ayuda a mantenerla, teníamos muchísimos problemas por dinero, él me insistía que buscara a mi padre y yo nunca lo hice, yo le insistía que buscara trabajos un poco mejor remunerados o por lo menos más estables, pero él nunca lo hizo, siempre fue bohemio y eso me enamoró, luego fue una de las razones por las que lo odié porque me dejaba la responsabilidad del niño enteramente a mí, Peter nació cuando yo tenía 20 años, era demasiado joven para afrontar lo que me tocó vivir, luego Peter enfermó, Steve se fue en medio de la debacle y me tocó pedirle ayuda a mi padre, no podía dejar morir a mi bebé
- ¿Qué le pasó a Peter?
- Le dio una infección severa al oído pero ese no fue el problema, lo internaron en el hospital de niños pero contrajo uno de esos virus hospitalarios que casi lo mata, creo que pasé una semana junto a la cama de Peter en la sala de cuidados intensivos cuando Steve me llamó a decirme que se estaba yendo del país, que sentía no poder quedarse pero que todo fue mucho para él
- ¿Se fue dejándote solo en el hospital y con el niño grave?, ¿en serio? – Stephen no lo podía creer, Tony nunca le había hablado de su ex y ahora entendía las razones
- Si, esa noche el médico me dijo que no podían hacer nada más por mi hijo y que recomendaba su traslado a una clínica privada o que empiece a hacer los preparativos para su funeral, esa fue la noche que llamé a mi padre, él vino y trasladó a Peter en helicóptero a tu hospital, pasó un mes mi hijo internado antes de que pudiera salir, obviamente yo perdí el empleo así que mi padre me dijo que no me preocupara, que si quería podía quedarme en casa cuidando al niño pero yo le dije que me gustaría trabajar y empecé a buscar empleo, él se encargó de que nadie me contratara y así fue como empecé a trabajar en sus empresas, pero de eso me niego a hablarte, ni todo el dinero del mundo podrá ayudarme con los severos traumas psicológicos que tengo con respecto a mi padre, lo único bueno es que amaba a Peter y con el tiempo nuestra relación se volvió… vivible…
- ¿Todo esto sabe Peter?
- No, él sabe la versión resumida para niños, no quería manchar aún más la imagen de su padre, tontamente pensé que volvería por él pero… al pasar los años fue evidente que no lo haría, no sé qué vino a hacer aquí ahora
- Wow… Peter tenía cinco años en ese tiempo, ¿verdad?, ya no era un bebé
- Peter siempre será mi bebé Stephen, supéralo – respondió Tony tomando el plato con los panqueques
- ¿Has hablado con Peter sobre su padre?
- No mucho la verdad, él no lo recuerda realmente, tiene algunas fotografías pero no es que las mira con nostalgia ni mucho menos, más bien tiene una fotografía de mi padre en un marco en su habitación, ese es el karma que vino a patearme el trasero porque si hubiera sido por mí, mi padre no hubiera conocido siquiera a mi hijo, pero… la vida funciona de maneras misteriosas, Peter si ablandó en algo a mi padre y nuestra relación era un poco más llevadera que cuando yo era adolescente, más o menos cinco años vivimos con mi padre antes de que muriera, Peter lo extraña y antes solíamos ir con más frecuencia al cementerio a dejarle flores, más bien este último tiempo no lo hemos hecho
- Pero igual estás preocupado – esto no era pregunta, era afirmación, Tony sonrió de medio lado al preguntar:
- ¿Soy tan transparente?
- En lo que tiene que ver con tu hijo… si, en el resto de cosas de tu vida… no
- ¿No es obvio para ti que te amo? – Tony se levantó de su taburete y abrazó a Stephen buscando sus labios al preguntar esto
- A veces sí, a veces no, eres un enigma Tony y eso amo de ti
- ¿Pero?
- Pero… no… no es nada, así es como son las cosas, es como deben ser las cosas
- ¿De qué estás hablando?
- Peter es tu prioridad y eso está bien, no te lo estoy reprochando ni mucho menos, es solo que deberías considerar que tu polluelo está por dejar el nido cuando se vaya a la universidad, quiero que pienses en eso porque no quiero verte deprimido por meses
- Eso es inevitable amor, mejor dame un beso que me tengo que ir a trabajar y tú también
- ¿Yo?
- ¿No tenías esa cirugía hoy?, la del muchacho que juega hockey
- Es verdad… odio ir a trabajar en sábado…
La mañana estaba clara, brisa suave y sol no muy fuerte, el ambiente estaba muy agradable para los muchachos que estaban disfrutando su entrenamiento, esa mañana de sábado un hombre de cabellos castaños caminaba sin prisas por el borde de los predios del colegio y llegó hasta otro hombre que estaba sentado en un tronco y dibujaba
- ¿Pensé que te dije que no eras bienvenido Steve? – Charles se cruzó de brazos y miró al hombre que no necesariamente se inmutó sino que contestó:
- Me dijiste que no era bienvenido en los predios del colegio, estoy dentro del bosque que es terreno distrital o municipal, no lo sé
- Muy bien, pueda que estés en terreno distrital pero estás acechando a mis estudiantes y eso no lo puedo permitir
- No estoy acechando a nadie, estoy mirando a mi hijo entrenar futbol, eso es todo lo que estoy haciendo – Steve levantó finalmente la mirada y sonrió
- Lo estás dibujando – puntualizó el director de la escuela, él no estaba cómodo con lo que estaba pasando y no se decidía aún a llamar a la policía
- ¿Es eso un crimen?, además me está quedando muy bien el dibujo, creo que Peter se parece un poco a mí, ¿no lo crees Charles? – Steve siguió a Peter con la mirada y suspiró
- ¿A qué has vuelto Steve?
- Vine a ver a mi hijo, lo he estado observando por algunos días pero yo creo que es tiempo de que hable con él, vine a llevarlo a almorzar y no me importa lo que sea que tengas que decir, a la final no eres nadie para impedirme que me acerque a mi hijo, quiero aclarártelo Charles antes de entrar en conflictos innecesarios – Steve se puso de pie y se cruzó de brazos también, era alto, musculoso, vestía jeans, botas, una camiseta blanca sencilla y junto al tronco estaba una chaqueta de cuero café, los años habían sido amables con él porque lucía muy bien, tal como Charles lo recordaba
- Peter es menor de edad, está dentro de los predios del colegio y no puedo permitir que nadie que no sea su representante legal se lo lleve, si tanto quieres hablar con él pues ve y háblale, pero no te lo puedes llevar
- Bueno… eso mi querido Charles no depende de ti, depende de Peter, de si él quiere ir a almorzar conmigo o no, y no… no me importa lo que Tony pueda pensar de esto así que siéntete libre de llamarlo si quieres
- Ya lo llamé, debe estar por llegar
- Pues mejor – Steve guardó su cuaderno de dibujo en un bolso que estaba al pie del árbol en el que estaba arrimado y caminó con decisión hasta el filo de la cancha, ahí soltó el bolso y se cruzó de brazos, la verdad no tuvo que esperar mucho tiempo antes de que Peter lo notara y se quedara quieto en medio de la cancha, el muchacho no sabía qué hacer, le tomó un par de minutos hasta decidirse y acercarse a dónde el rubio estaba, Steve sonrió y cuando Peter se acercó lo suficiente dijo: - Juegas bien, eres bueno pero me sorprende tu elección de deporte, Tony era del equipo de básquet de la universidad y yo era del equipo de lucha, es un gusto verte Peter – Steve dio un paso hacia el muchacho con la obvia intención de abrazarlo pero Peter levantó una mano y dio un paso hacia atrás al decir:
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Quería verte, soy tu padre y bueno… quería conocerte, ¿estás cerca de acabar la práctica?
- No… - Peter dio otro paso hacia atrás y se cruzó de brazos
- ¿Podemos hablar un momento?
- No…
- Mira, sé que las cosas son complicadas, no tengo idea de lo que Tony te habrá dicho de mí pero toda moneda tiene dos caras
- Mi papá no me ha dicho nada de ti
- ¿En verdad?, eso es genial, podemos ir a almorzar y charlar, quiero conocerte y saber de tu vida
- ¿Y quién te dijo que yo quiero conocerte a ti?, ¿o que me interese algo de tu vida?, has pasado 12 años en el extranjero o donde sea que hayas estado, te sugiero regresar allá o algo… – Peter dijo esto en un tono sumamente calmado
- Habría que confiar en Tony para que te envenenara en mi contra – dijo Steve llevándose las manos a la cabeza
- Claro… ajá… - Peter dijo en un tono por demás incrédulo y condescendiente, se dio media vuelta y corrió de vuelta a la cancha dejando a Steve de pie en el borde, el rubio se quedó de pie allí por más o menos media hora antes de que viera llegar a Tony, el pelinegro hablaba por teléfono y al llegar a la cancha simplemente se arrimó a uno de los postes de alumbrado y luego de terminar su llamada miró tranquilamente a Peter que cuando lo vio le hizo una seña la que Tony correspondió, luego de eso Charles se le acercó y ambos charlaban tranquilamente
Steve miró a Tony y suspiró, no podía esperar nada menos de él, los años le habían pasado por un lado porque se veía regio, estaba usando pantalones de vestir y zapatos acordes, una camisa que no estaba completamente abotonada y un saco que hacía juego con sus lentes de sol, el pelinegro parecía sacado de una revista. El rubio lo consideró unos momentos pero luego decidió tomar el toro por los cuernos y con toda la confianza que pudo demostrar caminó hasta donde estaba su ex y su mejor amigo
- Tony… no sé si decirte que es un gusto verte
- Steve, yo sí puedo decirte que no es un gusto verte, ¿qué haces aquí? – el tono de Tony era bastante sereno, su postura continuó relajada, no había nada amenazante en él
- Vine a ver a mi hijo
- Peter es el número 11, es bastante bueno la verdad – contestó Tony mirando al muchacho que ya se había dado cuenta de la situación y los estaba mirando a todos ellos de reojo
- Sé perfectamente cuál es mi hijo – contestó Steve con furia, acababa de recordar las razones que tuvo para odiar a Tony, su tono condescendiente y autosuficiente era una de ellas
- Ok., ok., no te enojes, solo quería señalártelo para que no lo vayas a confundir, Jhonny es bastante parecido a él, son del mismo tipo y podrías haberlos confundido, él es el número 15
- ¿Cómo vas a creer que yo pudiera confundir a mi hijo con otro muchacho?
- No sería del todo imposible, la última vez que lo viste Peter tenía cinco, su encaje de cara si ha cambiado con los años, se parece un poco a ti, se parece un poco a mí, me gustaría pensar que se parece más a mí – Tony suspiró y sonrió al ver a su hijo correr tras el balón
- Por lo menos heredó tu sarcasmo y tu tono frío – dijo Steve con rabia
- Ohhh si… eso si lo heredó, asumo que trataste de hablar con él sin éxito, ¿verdad? – Tony sonrió más pronunciadamente a esto
- Asumes bien, ¿debo suponer que harás todo lo que esté a tu alcance para impedir cualquier acercamiento que intente hacer con Peter?
- No…
- ¿Y qué vas a hacer entonces?
- Nada, vine a llevar a mi hijo a comer y luego a una película o algo, me dijo que hay una de un payaso maléfico que quiere ir a ver
- IT – dijo Charles interviniendo por primera vez en la conversación
- Esa misma, me dijo que me va a contar el argumento de la primera para que pueda entender la segunda, ¿quieres venir? – preguntó directamente Tony a Charles que meneó la cabeza y respondió:
- Te presto a Pietro y a Wanda si quieres, pero a mí no me llevas a eso
- Ok., ok., más palomitas para mi
- ¿Puedes dejarte de estupideces y tomar en serio algo por una vez en tu vida? – Steve tomó a Tony del brazo y lo obligó a incorporarse de mejor manera, Tony se soltó del fuerte agarre de su ex y le respondió:
- No te atrevas a ponerme un solo dedo encima Rogers, y entiende bien lo que voy a decirte, Peter es libre de socializar con quien quiera, ir a comer con quien quiera o tratar a quien quiera, el hecho de que no quiera acercarse a ti es un asunto muy particular suyo en el que yo no tengo nada que ver
- ¿Estás alegando demencia en todas las cosas que seguramente le dijiste de mí?
- No, la verdad no necesité hacer nada para que mi hijo no quiera verte, tu ausencia por muchos años hizo eso magníficamente
- Soy su padre
- Eres un extraño que llegó de improvisto a su vida demandando atención
- Puede ser, pero igual soy su padre
- Claro… ajá… - dijo Tony en un tono que Steve consideró completamente insultante, además fue lo que Peter le acababa de decir en ese mismo tono, diablos… Peter era igualito a Tony y eso lo complicaba todo, el rubio abrió la boca para algo responder pero fue interrumpido por Peter que llegaba corriendo y simplemente estiró la mano, Tony le dio una botellita de agua de la que tomó un sorbito y preguntó:
- ¿IT?
- IT, ¿quieres comer primero?, las palomitas del cine no constituyen un almuerzo
- Dice aquel que cena donas, ¿podemos llevar a Pietro y a Wanda?
- Por supuesto
- Nos vamos a las duchas, no tardamos
- Te espero en el auto – Peter le devolvió la botella de agua a Tony y lo besó en la frente antes de correr a los vestidores seguido de los demás muchachos a los que sus padres también habían ido a recoger
- Peter es mi hijo Tony
- Siempre lo ha sido Steve, siempre lo ha sido…
El pelinegro metió las manos en los bolsillos y caminó por el césped hacia los parqueaderos, Steve se quedó allí mirando la cancha ahora vacía, el camino hacia su hijo presentaba más obstáculos que los que había previsto, pero no podía dejar pasar más tiempo, ya había desperdiciado muchos años y ahora que había tomado la decisión de volver no podía echarse para atrás, tenía que recuperar a su hijo, no quería seguir siendo un fantasma en su vida y mientras más pronto lo consiga, mejor…