Epilogo
— ¿Cómo me veo? —preguntó Harry con tono nervioso. Se miraba en el espejo de cuerpo completo de arriba abajo, sintiendo que algo debía de arreglar en su traje que aún no lograba ver.
Hermione le vio con una enorme sonrisa mientras se acercaba a enderezar ligeramente su corbata.
—Te ves encantador.
— ¿Crees que le guste como me veo?
— ¿A Severus? —Preguntó ella casi riendo—todos hemos visto cómo te mira, te come con los ojos sea como sea que vayas.
Sus mejillas se sonrojaron ligeramente, la situación completa lo tenía algo nervioso y no podía evitar sentirse de esa manera.
—Tú también estás preciosa—dijo Harry viendo a su mejor amiga.
—Pero claro, soy tu dama de honor, debo estar hermosa—Hermione dio una vuelta entera enseñándole el vestido, y Harry volvió a afirmar lo que había dicho. Tenía suerte de que a última hora quien lo estaba ayudando a cambiarse era Hermione y no Sirius, no se relajaría tanto de no estar con la chica. — ¿Sabes? Estoy preocupada por Ron—exclamó Hermione— ¿crees que este bien? Tengo rato que no se de él.
—Le dejaste encargado de los niños—recordó Harry sonriendo—no creo que esté para nada bien.
Hermione asintió, seguramente entre sus hijos —uno de seis y los otros dos de diez— Teddy, quien ya tenía once, y los hijos de los gemelos y de Bill debían estar poniendo a Ron de cabeza, literalmente.
Se imaginaron la escena, y no pudieron evitar reír imaginándose los quejidos del pelirrojo.
Cuatro años habían pasado luego del beso que Harry le dio a Severus frente a la madriguera, cuatro años en los que ellos habían comenzado una relación.
Al principio habían decidido ir despacio, si bien ya vivían juntos llevar las cosas demasiado rápido —con la situación de Harry— podía ser perjudicial. Así que cuando volvieron esa noche después del primer beso, Severus se cobró el "luego" que Harry le había dicho, y reclamó otro beso.
Beso que se quedó solo en eso y en nada más, cosa que Harry agradeció.
Su situación no iba más allá de abrazos y besos compartidos, y dormir abrazados en la misma cama una que otra noche. Severus iría al ritmo de Harry, aquello era mucho más de lo que se había imaginado y aceptaría lo que fuere que le diera. Pasaron casi cinco meses antes de que el menor diera el siguiente paso: una primera noche entre los dos, quizás algo torpe debido al temor que los envolvía al dar ese paso, pero que fue el comienzo de muchas otras más.
Aunque planearon mantenerlo en secreto un poco más y ver cómo iba evolucionando aquello que tenían, ninguno supo cómo Hermione se dio cuenta y comenzó a gritarlo emocionada en una comida familiar delante de todos los presentes, incluyendo Sirius, el cual aunque lo sospechaba ligeramente, no pudo evitar que la noticia le cayera mal y duró casi tres días seguidos sin dirigirle la palabra a nadie estando en estado de shock, internalizándolo todo. No debía ser muy fácil enterarse de que su único ahijado tenía una relación con una serpiente que fue su mayor enemigo durante tanto tiempo. Pero tuvo que aceptarlo, ni el mismo podía negar que la presencia de Snape ayudaba a Harry de una forma increíble, y ya de por si le debía demasiadas cosas a Snape—incluyendo el día que salvó a Harry— así que debía comportarse como un adulto.
Aunque eso no significaba que no lo amenazaba de vez en cuando...
Estando en el presente, Hermione y Harry sintieron un toque en la puerta, y vieron como Severus se asomaba a través de ella.
—Harry...
Hermione reaccionó rápidamente cuando vio que Snape iba entrando en la habitación. ¡EL novio no podía ver a la novia antes de la boda!
— ¡Harry escóndete! —gritó ella casi asustando al maestro de pociones por lo inesperado de esa reacción.
Harry no supo muy bien que pretendía Hermione, pero atinó a colocarse detrás de los cortinajes que había en la habitación. Se sentía estúpido, pero aquello le causó risa cuando entendió por que debía esconderse.
— ¿Qué sucede? —preguntó Severus con el ceño fruncido ¿desde cuándo Harry debía esconderse si él llegaba?
—No puedes ver a Harry, —dijo Hermione cruzándose de brazos frente a Severus— es de mala suerte.
— ¿Que? —no estaba entendiendo nada, veía la silueta de Harry detrás de las grandes cortinas y a Granger haciéndole frente ¿Qué era aquello?
—Es una tradición, —explicó Hermione con gesto serio, era una tradición muy importante—el novio no puede ver a la novia hasta el momento del altar.
— ¿Están jugando? ¿Es una estúpida tradición Muggles? —hizo el intento de acercarse a donde estaba Harry, pero la chica le cortó el paso.
— ¡No puedes verlo! —Gritó Hermione— Es de mala suerte.
Severus bufó ante esa estupidez.
—Granger, ni somos Muggles para seguir esa ridícula costumbre, ni Harry es mujer.
—Eso no importa—exclamó ella con determinación— hay que seguir las normas. Si quieres hablar con él, debes vendarte los ojos.
Severus volvió a bufar con frustración, pero al oír la risa de Harry ante aquella situación no pudo evitar ceder ante las exigencias de Hermione. Si a Harry le parecía algo divertido, ¿Por qué no complacerlos en este ridículo juego?
—Bien, me vendare los ojos.
Hermione sonrió al tiempo que asentía, sacó su varita y apuntó a la cara de un reticente Snape. Una venda mágica le tapó los ojos con un simple hechizo.
—Se desvanecerá cuando salgas de la habitación—dijo ella—y no intentes quitártela, o me daré cuenta.
Severus asintió envuelto en la oscuridad en la que estaba ahora. Escuchó pasos alejarse y luego una puerta que se cerraba, y supo que Hermione había salido de la habitación dejándolo solo con Harry. Un segundo después, unos brazos le envolvieron y una boca se unió a la suya.
—Esto es una locura ¿no? —Escuchó la voz de Harry cuando dejó de besarlo— Tu y yo, casándonos.
—Todo contigo es una locura, Potter—respondió devolviendo el abrazo y el beso, le encantaba besar a su prometido tantas veces como pudiera. —Solo quería saber cómo estabas.
Severus se había preocupado de que la situación estresante—por que las bodas son un estrés total— afectara a Harry en algún sentido, y como tenía un rato que no le veía, decidió escaparse de las manos de Remus y Arthur y buscar a su prometido.
—Estoy bien—respondió Harry, amaba la preocupación que Severus siempre le dedicaba—y ahora estoy mejor. Este es el mejor momento de mi vida.
—No diga eso señor Potter—dijo Severus, y aun con los ojos vendados le dedicó una sonrisa ladina—espera a que llegue nuestra noche de bodas.
Harry se sonrojó y agradeció que el otro no podía verle.
—No será nuestra primea vez, Severus.
—Lo sé, pero sí nuestra primera noche de casados, y he preparado algo especial.
— ¿Qué es?
—Es sorpresa Potter, tendrás que descubrirlo...
El sonrojo de Harry fue en aumento, y aunque no podía verlo, Severus lo dedujo e imagino lo hermoso que se veía Harry abochornado.
Harry carraspeó e intentó cambiar de tema.
— ¿Cómo te tratan Remus y Arthur? Te están ayudando a arreglarte.
—Me están volviendo loco, ¿pero cuando no? —Intentaba parecer serio, pero se notaba que entre todo, estaba disfrutando con toda esa situación— no paran de hacerme cambios e intentar arreglar la corbata, la han arreglado cinco veces.
—Ellos están más nervioso que yo.
—Y eso que no has visto al perro de tu padrino.
—Severus...
—No miento, se convirtió en perro para gruñirme después de amenazarme.
— ¿Te amenazó?
—Me dijo que si te llegaba a lastimar, me despedaza. —Se encogió de hombros sin preocuparse demasiado— Nada nuevo.
Harry suspiró, tendría que hablar seriamente con Sirius y hacerle entender que Severus nunca le lastimaría, todo lo contrario.
—Hablare con Sirius para...
—No te preocupes—le interrumpió—se lo preocupado que esta. Además, puedo controlar a un perro pulgoso fácilmente.
La respuesta del menor fue besarlo, Severus ya debía irse y, aunque en pocos minutos volverían a verse y esta vez frente al altar, no quería separarse de él.
Unos minutos luego de que Snape saliera, alguien más abrió su puerta.
—Harry, —escuchó a Hermione que entraba a la habitación—es hora.
Harry asintió y junto a Hermione salieron de la habitación donde se encontraban y caminaron por los pasillos hasta llegar donde Sirius, quien estaba esperándolos en la puerta que daba al amplio y decorado jardín donde se realizaría la boda.
Sirius vio al otro Gryffindor con deteniendo, no pudo evitar sentir el orgullo que todo padre siente cuando ve a su hijo en esa situación, y el sentía a Harry como un hijo propio.
Hermione se apresuró a salir al jardín, no quería perderse la entrada de su amigo.
Sirius lo tomó del brazo, sintiéndose inmensamente feliz cada vez que veía el avance de su hijo. Aunque aún no podía considerar que estaba completamente recuperado, en esos siete años había cambiado bastante.
Cuando la música comenzó a sonar, supieron que era su momento de entrar teniendo la mirada de todos los presentes. Todos sus amigos y allegados se encontraban ahí, y sin embargo Harry solo tenía ojos para quien le esperaba en el altar con mirada enamorada.
—Aun estas a tiempo—le susurró Sirius lo más cerca de su oído para que nadie le escuchara mientras caminaban fingiendo una sonrisa—si quieres huir, solo dímelo y te saco de aquí.
Harry apretó los labios para no reír frente a todos y mantuvo su vista fija en Severus.
—El me cuidara bien.
Severus no podía emitir palabra, Harry se veía tan hermoso, tan único. Tenía una enorme sonrisa y los ojos brillantes de alegría, y estaba inmensamente orgulloso de saberse el responsable de que Harry estuviese tan feliz.
Cuando llegó al lado de Severus, Sirius no pudo evitar mirar al maestro de pociones con advertencia mover los labios para decir una grosería sin emitir sonido.
El oficiador—el mismo viejo mago que había casado a sus amigos— comenzó con las palabras de rutina, y Harry no podía evitar pensar en lo maravilloso que estaba Severus.
—Acepto—dijo Harry mirándolo fijamente.
Escuchó que quien oficiaba la boda se aclaraba la garganta.
—Mmm, señor Potter, aun no le toca decir eso.
La risa mal disimulada de los invitados no le importó, no le molestaba demostrar lo perdido que estaba cuando se hundía en los ojos de Severus.
El mago siguió con las palabras de rutina y luego de que ambos dijeran sus votos y —ahora sí— dijeran acepto, sonrió a la ahora pareja.
—Puede besarlo—dijo al final, y Snape no esperó más invitación.
Después de la boda por supuesto iba la fiesta, en la cual llegado un punto, el alcohol era quien más dominaba entre todos. Los recién casados tenían ya un rato bailando abrazados con todas las parejas a su alrededor, cuando Harry escuchó una canción que tanto recuerdos le traía.
You leapt from crumbling bridges watching cityscapes turn to dust
Filming helicopters crashing in the ocean from way above
—Es nuestra canción—susurró Harry levantando la vista hacia su esposo.
—Por supuesto—Severus le dio un rápido beso, sintiendo plenamente la felicidad del momento— ¿Cómo no sonaría nuestra canción en nuestra boda?
Got the music in you baby, tell me why
Got the music in you baby, tell me why
You've been locked in here forever and you just can't say goodbye
La habían escuchado por primera vez en la segunda ocasión en que Harry fue a su oficina con la excusa de cumplir su trabajo de Auror, y la escucharon varias veces más cuando, viviendo juntos, escuchaban música tumbados en un sofá. Ninguno supo cómo, pero sin pensarlo demasiado, se había convertido en "su" canción.
Kisses on the foreheads of the lovers wrapped in your arms
You've been hiding them in hollowed out pianos left in the dark
Got the music in you baby, tell me why
Got the music in you baby, tell me why
You've been locked in here forever and you just can't say goodbye
Quizás era que la letra reflejaba todo lo que sentían el uno por el otro...
Your lips, my lips, apocalypse
Your lips, my lips, apocalypse
Go and sneak us through the rivers flood is rising up on your knees, oh please
Come out and haunt me, I know you want me
Come out and haunt me
— ¿Te he dicho que te amo? —preguntó Harry aferrándose a un más en el abrazo. —Gracias por todo Severus.
Sharing all your secrets with each other since you were kids
Sleeping soundly with the locket that she gave you clutched in your fist
Severus no habló y se limitó a darle un beso que expresara todo lo que sentía en ese momento, después de todo no siempre se necesitan palabras para demostrar algo.
Got the music in you baby, tell me why
Got the music in you baby, tell me why
You've been locked in here forever and you just can't say goodbye
You've been locked in here forever and you just can't say goodbye
Y Severus siempre le demostraba a Harry las cosas sin tener que decir nada, le demostraba su amor, su comprensión y el cariño que siempre le tendría. Y Harry le devolvía todo aquel amor que le daba en dosis aún más grande.
Oh, when you're all alone, I will reach for you
When you're feeling low, I will be there, too
...Nunca antes la letra del final había cobrado tanto sentido para él, y ahora, en aquel momento, sabía que se tenían el uno para el otro.
Por siempre...