Yo la amo… la amo tanto, estoy dispuesta a morir por ella… a matar por ella.
¿Entonces por qué ella no puede sentir ese mismo deseo intenso por mí? Yo no podría vivir sin ella… su rostro es hermoso, es perfecto, es el ser más hermoso que puede existir en todo este universo.
Pero entonces, ¿qué estoy haciendo mal? Claro… a diferencia de esa asquerosa zorra de Sun Hee, yo nunca me le he confesado, ¿verdad?
Maldita perra bastarda…
Yo solamente estoy enamorada, ¿qué he hecho mal? Nada, ¿verdad? Si es por unnie… todo estará bien.
Me dormí.
[…] Al día siguiente.
—¿Ha-neul? Despierta. —Mi madre me movía.
Abrí lentamente mis ojos y me encontré con el rostro de mi madre… ella seguía insistiendo.
Me senté en la cama y la saludé, ella me indicó que Min-Jee ya estaba despierta y estaba abajo, comiendo.
¿Min-Jee…? Recordé todo lo de ayer, es cierto, ella se quedó a dormir acá.
Me estiré y me fui a bañar.
Al salir, me encontré con Min-Jee en mi habitación.
—Buenos días Min-Jee… ¿dormiste bien? —Le pregunté sonriendo.
Noté que algo ocultaba en sus manos, me causó curiosidad y confusión… pero decidí no preguntarle.
Salí rodeada con mi toalla, iba a vestirme.
—Buenos días… unnie… —Me dijo bajando la mirada, intentando ocultar aquello que tenía en sus manos.
Me seguía inundando la curiosidad, pero no le daría más vueltas al asunto.
—Min-Jee, ¿dónde vives…? ¿te voy a dejar a casa? —Pienso que sería lo ideal… tengo miedo de que su familia le pueda hacer algo…
Me miró asustada y me dijo que no, que no era necesario.
Está bien… hablaré con mi madre para preguntarle su opinión. Mi madre la llamó y ella salió.
Al final no pude ver qué tenía entre sus manos… me vestí.
Ya vestida salí de mi habitación, ahí estaba Min-Jee con sus ropas de ayer que habíamos lavado. Le sonreí y le palmoteé su espalda.
“Todo estará bien… si tienes algún problema, siempre podrás contar conmigo.” Sonreí. Esto es lo que hacen las amigas… ella quería ser mi amiga y desde entonces la he considerado como tal… además nos hemos acercado desde segundo año… me ha dado mucha pena la situación de Min-Jee… quería ser una especie de apoyo para ella al menos. Luego hablaría con mi madre la situación, mi madre me hizo gestos y con su mirada me indicó que estaría bien que ella volviera, seguramente mientras yo me vestía ella habló con Min-Jee y todo estará bien.
[…] 3 meses después, de vuelta a clases.
Desde ese día, Ha-neul no volvió a ver a Min-Jee… ella simplemente regresó a su casa, sola. Y Ha-neul pasó sus vacaciones con su familia y con sus amigas.
Min-Jee por su parte, fue obligadamente a ir de vacaciones a las afueras de la ciudad. Min-Jee nunca ha tenido una mala relación con sus padres. Todo lo de esa noche no era más que una mentira.
Min-Jee tiene una relación bastante fría con sus padres y nunca piensa en ellos seriamente, de hecho, nunca los recuerda. Pasa encerrada en su habitación y ellos sólo se preocupan de lo básico para ella. Es una relación extraña y algo estricta. La madre de Min-Jee es una mujer histérica. Y el padre es un hombre frío y calculador. Siempre el ambiente en casa de Min-Jee es tenso.
Min-Jee estuvo lejos de Ha-neul… a pesar de que Min-Jee se negó completamente, fue forzada por sus padres a ir. Estaba seriamente enojada y sentía que todo se le podría salir de las manos, pero no podía negarse.
Para fortuna de Min-Jee, Ha-neul en todas las vacaciones no se había encontrado con Sun Hee. Así que aquella “relación no había avanzado”.
Y finalmente, habían llegado los días de clases.
La Academia abría sus puertas de nuevo… las estudiantes llegaban animadas, por la primavera, felices de que el frío finalmente se había marchado.
Ha-neul llegó temprano, feliz, dispuesta a dar todo en su día de clases, eran sus primeros días como estudiante de tercer año.
Ese día Min-Jee curiosamente no había hecho coincidir las rutas con Ha-neul… ¿por qué? Min-Jee se había quedado dormida.
Sook a lo lejos se veía animada.
Cruzó miradas con Ha-neul, esta inevitablemente le sonrió, Sook se hizo un rayo hacia Ha-neul, dedicándole un abrazo amistoso.
Ha-neul correspondió el abrazo de su amiga.
—Tanto tiempo… —Sook comenzó a reír.
—Solamente unas semanas querrás decir —Respondió Ha-neul animada. Sook había pasado tiempo con Ha-neul y las demás durante las vacaciones.
—Como siempre te hace falta un poco de ironía, Ha-neul —Reía Sook mientras le palmoteaba la espalda.— A propósito, mira. —Sook giró su cabeza hacia atrás, mirando a alguien.
Ha-neul buscaba con la mirada a la persona que indicaba Sook, pero no lograba captar a quien indicaba Sook.
—¿A quién estás viendo? —Le preguntó curiosa Ha-neul.
—Mira, por allá —Señaló con su dedo índice a un grupo de chicas, ahora de segundo grado.
En ese grupo de chicas se encontraba la hermosa Sun Hee… con su cabello negro, sujetado por dos coletas, que le daban un tierno aspecto infantil.
Ha-neul se sintió inevitablemente nerviosa… recordando aquella confesión de Sun Hee.
—¿Ves? A Sun Hee… esa chica me está cayendo demasiado bien. Estuve hablando con ella y sus amigas y son súper agradables, quedamos de comer hoy en la tarde, ¿te parece? —Le dijo Sook dándole un codazo mientras le sonreía.
Ha-neul pensaba “trágame tierra”.
—¿No te caía mal Sun Hee? — Preguntó confundida.
—No —Miró confundida— Creo que ya habíamos hablado de esto… nunca me ha caído mal… sólo me molestaba el hecho de que siempre te pidiese ayuda, ya sabes, me molestaba que dependiese de los demás para estudiar, todos tenemos responsabilidades. Y esos falsos rumores me hicieron ser prejuiciosa. — Respondió mientras miraba hacia Sun Hee. —¿Vienes o no? —Volvió a inquirir sonriendo.
Ha-neul lo pensó, y con inseguridad respondió.
—Sí… iré. —A duras penas respondió y dedicó una sonrisa falsa a Sook.
¿No será incómodo estar frente a quien se te ha confesado?