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Mi vida es de UNNIE (Yuri+Stalker/Yandere) por Bessekai

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Notas del capitulo:

CAPÍTULO DISPONIBLE EN WATTPAD: https://www.wattpad.com/954494254-mi-vida-es-de-unnie-%F0%9F%94%AA%E2%9D%A4%EF%B8%8F-l%C3%A9sbico-yandere-stalker

 

 

Al día siguiente.

Ha-neul en el día anterior no había podido preguntarle a Min-Jee acerca de qué le sucedía, primeramente, porque se le olvidó.

Pero hoy sería el día en el que finalmente le preguntaría, “¿por qué ese día actuaste de esa forma tan extraña?” Era una duda importante, que mantenía la intriga.

Ha-neul se encontró con Sun Hee quien venía con un montón de libros encima, se quedó congelada unos segundos mirándola y se sintió forzada a ayudarla. Sin siquiera preguntarle tomó la mitad de libros pesados que llevaba la pobre Sun Hee a duras penas, esta simplemente reaccionó con un gran sonrojo y felicidad, gritó en sus adentros. La maravillosa Ha-neul, con rostro de princesa estaba actuando como un príncipe, como el príncipe de sus sueños, y ahora la duda que Sun Hee inmediatamente se había cuestionado; “¿Existe algo mejor que una princesa bella con aires de caballeroso príncipe?” Feliz de la vida y sin mencionar nada, se apegó disimuladamente a Ha-neul, sin antes decirle “Gracias”.

—No hay de qué, ¿a dónde debes llevar todo esto, Sun Hee? —Preguntó mirándola entre un pequeño espacio en donde podía asomar la cabeza entre los libros para dirigirle la mirada a Sun Hee.
—A la sala de profesores, unnie —Respondió Sun Hee con una tierna risita por el tierno gesto de Ha-neul.

Sin decir más palabras, Ha-neul afirmó como pudo con su pequeña cabeza y se dirigieron a la sala de profesores.

Al llegar pidieron ayuda para abrir la puerta a una estudiante de primer año que estaba justamente pasando por ahí, entraron a la sala y dejaron los libros que los profesores habían pedido.

Se les agradeció gentilmente y ambas salieron de la sala.

Sun Hee exhaló con fuerza por el cansancio.

Ha-neul la miró sorprendida y río.

—Tienes poca resistencia al parecer, Sun Hee… —Comentó Ha-neul con una sonrisa burlona.
—Tú misma lo has dicho, unnie. —Sonrió.
—¿No estabas en el club de atletismo?, ¿cómo puedes tener esa resistencia tan baja? ¿Te alimentas adecuadamente? —Ha-neul llenó de dudas los oídos de Sun Hee.
—No es necesario que te preocupes tanto unnie —En el fondo Sun Hee estaba feliz de que Ha-neul mostrase interés en ella —Estuve en el club de atletismo, pero debía dedicarle mucho tiempo y los exámenes no me lo permitían, no me gusta hacer las cosas a medias… y como no pude dedicarle suficiente atención lo dejé. —Prosiguió Sun Hee mirando hacia otro lado con un rostro más serio.
—Te gustaba mucho el club al parecer… ¿entonces te alimentas bien?
—Sí, me encantaba, es frustrante unnie, dejar cosas que te gustan por los deberes… —Sun Hee dio un enorme suspiro de nuevo y dirigió de vuelta sus ojos a Ha-neul.

Ha-neul la miró preocupada y luego se puso seria.

—No te desanimes, eventualmente podrás volver. ¿Por qué me respondes todo menos la pregunta que te estoy haciendo sobre cómo te alimentas?
—Bueno, me da vergüenza decirte eso.
—¿Eh? ¿Qué te da vergüenza?
—Unnie, cuando estoy cerca de ti, me pongo nerviosa, ¿sabes?, te enojarás mucho porque sólo como chatarra.

Ha-neul se sonrojó mucho, ¿ella la ponía nerviosa? Bueno, ella también comprendía ese sentimiento, porque probablemente a Ha-neul también le esté gustando Sun Hee. ¿Será Ha-neul consciente de ello?

Luego entró en sí.

—¿¡Comes solamente chatarra!?
—Bueno, bueno, unnie, nada de qué alarmarse. —Sun Hee moviendo sus manos restándole importancia al asunto y se comenzó a alejar.
—Espérame Sun Hee, necesitamos hablar. —Dijo Ha-neul deteniéndola como pudo.
—¿Qué necesitamos hablar unnie? —Preguntó sonriendo Sun Hee, mientras se acercaba a ella e inclinaba su pequeño y delicado cuerpo a Ha-neul.

Ha-neul se puso nerviosa y dando unos lentos pasos hacia atrás, intentó alejar su cuerpo un poco de Sun Hee, Ha-neul tomó una actitud sumisa en un pestañeo de ojos.

—Bueno… necesitamos hablar sobre tu…
—¿Sobre mí…?
—Mala alimentación. —Finalizó Ha-neul, mirando hacia otro lado.
—No tienes que preocuparte, después de todo tengo un bonito cuerpo unnie~ puedo comer mucho, pero seguiré siendo delgada, ¿no soy afortunada? —Sun Hee comenzó a mirar coquetamente a Ha-neul, esta estaba completamente confundida y nerviosa, no sabía reaccionar a los coqueteos, se sentía acorralada e intimidada.

Después de todo Sun Hee había salido con tantos chicos… ninguno jamás había logrado producir lo que Ha-neul había producido en ella.

Pero actuar de esa forma, para Sun Hee era lo más natural del mundo, para Ha-neul, la inexperta en el amor; no.

—Sí, eres muy afortunada… Sun Hee… —Ha-neul intentó disimular su nerviosismo e intentó regresar a la normalidad, no quería perder su posición de “hermana mayor” Pero al final la “hermana mayor” terminaba siendo terriblemente intimidada por la “hermanita pequeña”.
—¿Sólo vas a decirme eso, unnie? Qué cruel. —Sun Hee hizo un tierno puchero, se dio la vuelta y sonrió.

¿Le gustaba jugar con la pobre Ha-neul?

—¿Qué más quieres que te diga? —Ha-neul aún no captaba el mensaje, Ha-neul era tan inocente que cayó en el juego de Sun Hee y comenzó a parecer preocupada, pensó que Sun Hee se había enojado con ella.

Pero claro, Sun Hee sólo estaba jugando, después de todo quería que Ha-neul mantuviese el interés sobre ella.

—Unnie, ¿qué piensas de mi cuerpo, no soy linda?

Ha-neul de nuevo entró en nerviosismo y disimuladamente observó la espalda de Sun Hee… definitivamente ella no podría decir algo como eso, pero debía responderle.

Sun Hee tenía cero esperanzas en que Ha-neul le respondiese, pero al menos sabría que Ha-neul se había sonrojado.

—Sí… tienes un cuerpo muy lindo, eres muy hermosa. —Respondió Ha-neul hecha simplemente un tomate.

Sun Hee abrió intensamente los ojos y terminó envenenada con su propio veneno, al final ella terminó poniéndose nerviosa también.

“Eso fue un golpe bajo, unnie” Pensó. Realmente le había respondido.

Ha-neul no soportó el nerviosismo y sacó una excusa para alejarse de ahí, Sun Hee todavía no se daba la vuelta, sentía que no podía mirar a la cara a Ha-neul.

—Necesito irme Sun He cuídate nos vemos luego adiós. —Ha-neul habló tan rápido y huyó tan deprisa del lugar que Sun Hee ni siquiera alcanzó a despedirse.

Sun Hee en el fondo estaba feliz.

¿Ha-neul se estaba enamorando de ella? Sólo… ¿tal vez? “Al menos piensa que soy linda” Una sonrisita se le salió de la cara.

[…] 4 horas más tarde.

Faltaban dos horas para que el horario escolar finalmente acabase, toda la academia estaba de receso.

Ha-neul habló un rato con sus amigas cuando a lo lejos divisó a alguien que necesitaba ver.

Min-Jee.

Dio una excusa a sus amigas y se dirigió hacia la joven de cabellos castaños claros que resaltaba por sobre las demás promedio estudiantes.

Se veía que el rostro de Min-Jee estaba distraído.

Al parecer ella no vio la escena tan dulce entre Ha-neul y Sun Hee, si hubiese sido así, probablemente ella estaría hecha un desastre, la locura se hubiese estado desbordando de sus manos.

—¡Min-Jee! —Llamó Ha-neul.

Min-Jee reconoció naturalmente esa voz y vio venir una oleada de hermosas emociones que le daban una máxima felicidad.

Unnie le estaba hablando.

Giró rápidamente su cabeza hacia la emisora de esta voz y la vio… más brillante que nunca, por fin todo se había solucionado y podrían volver a la normalidad.

—Hola unnie —Saludó Min-Jee feliz, mientras su corazón parecía salirse de su pecho.
—Hola Min-Jee… ¿cómo estás? —Preguntó la amable unnie.
—Muy bien, muchas gracias por preocuparte por mí, unnie, ¿tú cómo estás? —“Unnie está preocupada por mí, quiere saber cómo me encuentro soy tan feliz” Min-Jee parecía menear su cola imaginaría de lado a lado.
—Bien, gracias. —Sonrió. — Min-Jee, ¿qué tal si vamos a buscar unas sodas a la máquina expendedora? Me gustaría hablar algo contigo. —Comentó Ha-neul.

Era hora de resolver sus dudas respecto a Min-Jee… ¿y si esta estaba pasando por serios problemas?

Llegaron hasta las máquinas expendedoras, Min-Jee iba llena de intriga, felicidad y nerviosismo.

¿Qué quería hablar unnie con ella?

Se sentaron cerca de unas bancas poco concurridas de la Academia, el ambiente se notaba pacífico y relajado.

Ha-neul la miró de reojo, ella sonreía y balanceaba su delgadas y blancas piernas lentamente, luego regresó su vista hacia la ventana que estaba frente a ellas.

Estiró sus piernas y se dispuso a hablar.

—Min-Jee… sobre lo que pasó anteayer… quiero que me expliques por favor todo, si estás cruzando por algún problema me gustaría ayudarte. — Finalmente Ha-neul habló, abrió su lata de soda y tomó un gran sorbo.

Min-Jee la miró asustada, su rostro era escalofriante. Ha-neul seguía mirando hacia el frente, sin notar el miedo de Min-Jee.

Como si a un ladrón hubiesen encontrado. Como si la hubiese descubierto, millones de conclusiones dejó escapar en su cabeza.

¿Y si ella sospechaba? ¿Y si ella ya lo sabía? ¿Quién se lo dijo? ¿Ella me vio esa vez en las duchas? ¿Quizás ella se dio cuenta por cómo la miro? ¿Ella se dio cuenta que mi corazón se acelera? Comenzaba a sudar.

Y entre su nerviosismo, más y más apretaba la lata fría que sostenía en sus manos.

Sus sedosos cabellos se caían por encima de su rostro, cubriendo su horrible y aterradora expresión. Su cabeza estaba gacha.

Aquella expresión que, si alguien veía, comprendería su enfermiza cabeza.

Ha-neul pudo ver los delicados dedos de Min-Jee… pudo ver como presionaban la lata de la soda, y esta parecía casi explotar.

¿Qué le estaba sucediendo?

 

Ella no se veía para nada bien.

 

Notas finales:

¡Gracias por leer!


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