Sun Hee se había saltado las clases, sus ánimos no estaban nada de bien y como por obra del destino estaba pasando por el pasillo de los baños, pensando en el error que había cometido, no paraba de torturarle la mente. Casi por maldición vio salir a Ha-neul de ahí, de los baños, se sintió asustada al verla, de pronto perdía el valor para hablarle, ¿qué hacía Ha-neul ahí?, ¿se había saltado las clases también? Dejaría eso para después, ella era la menos indicada para decirle algo como eso, ahora no podía dejar pasar esa oportunidad, después de todo, la había estado buscando desde hace bastante rato.
—¡Ha-neul! —Llamó en un grito, incluso olvidando decirle “unnie”.
Ha-neul se giró hacia Sun Hee, su corazón de pronto latía a mil… estaba frente a esa persona que quiso, que la había traicionado y de la cual estaba decepcionada. Y ella… acababa de devolverle la mano. Min-Jee salió también del cuarto de baño, mientras se acomodaba el uniforme, la cara de felicidad no se la sacaba nadie y se encontró con aquella escena… que simplemente la hizo explotar en celos.
Ahora Min-Jee era más posesiva que nunca, no permitiría que nadie jamás interfiriese en el amor que finalmente había podido realizar entre ella y Ha-neul.
Min-Jee vio fijamente a Ha-neul, quien mantenía una expresión triste y de nerviosismo ante la presencia de Sun Hee… ahora definitivamente estaban a mano… Sun Hee miraba fijamente a Ha-neul ninguna de las dos había notado la presencia de Min-Jee, Ha-neul no tenía idea de que Min-Jee había salido tan rápido del baño y ahora observaba toda la escena con rabia y con cuestionamiento sobre cómo debía reaccionar.
Ella se sentía con el derecho de interferir, pero… ¿estaba bien hacerlo frente a Sun Hee? ¿Ha-neul no se enojaría…? Pero… ¿estaba bien entonces dejarlo así…?
—¡Por favor Ha-neul perdóname! —Rogó Sun Hee con desesperación, tomó las manos de Ha-neul y la miró fijamente con ojos llenos de súplica.
Min-Jee ante tales palabras simplemente no pudo evitarlo, sintió una rabia descontrolada en su ser, ni siquiera ella entendía qué le había causado tal irritación y se acercó desenfrenadamente hacia Sun Hee, la tomó del cuello y con una fuerza increíble la empujó contra la pared.
—Maldita perra bastarda… ¿piensas que es tan fácil perdonar algo como una infidelidad? Hija de puta, ¿no sabes cuánto hiciste sufrir a unnie…? —Sus palabras salían con gran ira. Comenzó a apretar el cuello de Sun Hee con mucha fuerza, tanta que Sun Hee sentía que su cuello iba a ser fracturado, intentaba patalear y gritar, pero la voz no salía.
Ha-neul asustada intentó rápidamente separar a Min-Jee de Sun Hee…
—¡Min-Jee! ¡Basta! ¡Le harás daño…! —La tomó del vientre y con el peso de su cuerpo se tiró hacia atrás, cayendo ella con Min-Jee, quien estaba con un rostro aterrador… después de todo Min-Jee era… Min-Jee.
—¿Qué… diablos… te pasa…? —Dijo Sun Hee entre exhalaciones intentando recuperarse, sobando su cuello que estaba muy rojizo —Maldita enferma… ¿quién demonios te crees? —Su voz estaba seca, comenzó a toser, sus ojos estaban llenos de lágrimas y comenzó a atorarse con su propia saliva… —¡¿Qué sabes tú de lo nuestro?! —Exclamó a duras penas con rabia.
Estaba provocando a Min-Jee quien histérica intentaba separarse.
—¡Suéltame! ¡Suéltame! —Gritaba llena de ira. —¡Maldita hija de puta! ¡No te atrevas a interferir…! ¡Esta bastarda…! —Min-Jee logró separarse de Ha-neul y se abalanzó de nuevo sobre Sun Hee.
La golpeó en la nariz, luego en la mejilla derecha, pegó 6 golpes más en el rostro y hombros de Sun Hee… esta ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar, sólo intentaba huir de las rápidas y pesadas manos de Min-Jee…
Ha-neul intentó interferir ansiosa de nuevo, pero esta vez fue incapaz.
Acercó su rostro al de Sun Hee y la miró fijamente con esa mirada aterradora…
—Escúchame bien perra… te odio de una forma de la que no te imaginas… hoy sólo tuviste suerte… pero, no, nunca, jamás te dejaré ir… si lo haces de nuevo, si te acercas de nuevo a ella… voy a matarte, ¿quieres morir maldita bastarda? No lo quieres, ¿verdad puta?, entonces sólo hazme caso… ya verás zorra, voy a romperte por todas partes, voy a destrozarte el rostro con mis propias manos… no me la arrebatarás otra vez…
Sun Hee al escuchar esas palabras, adolorida y un poco confundida con los sentidos dispersos, sintió el miedo más grande de toda su vida y se dio cuenta de que lo mejor sería olvidarse de Ha-neul para siempre. No podía explicar el sentimiento aterrador que esa persona le había provocado, por primera vez en su vida sentía que ella estaba corriendo grave peligro.
—¿Tú…? ¿estás saliendo con… unnie? —Le dijo con la vista perdida en algún punto, sin ser consciente de sus palabras, sólo soltando lo que inevitablemente quería saber, la voz le temblaba, estaba totalmente asustada.
—Sí… ¿lo entiendes? Ella es mía, por lo tanto… finalmente puedes concluir que ella ya no está interesada en ti… no le hablarás, no la mirarás, no estarás cerca de ella y nunca más volverás a mencionar su nombre, o voy a matarte, lo juro… —Le dijo agachada sobre ella, mirándola fijamente, de forma amenazante y perturbadora. Sun Hee entendió la amenaza, y con mucho miedo sobre ella, solamente asintió… mientras dejaba caer lágrimas de sus ojos. —No le dirás a nadie sobre esto o te irá mucho peor… —Se levantó Min-Jee con su delgada figura y giró su rostro hacia Ha-neul.
Esta la miraba horrorizada y estaba temblando, Min-Jee sintió una terrible punzada en su corazón y se acercó a Ha-neul, la tomó y la levantó del suelo, tomó su mano y se la llevó lejos. Ha-neul no se atrevió siquiera a ayudar a Sun Hee… o todo podría tornarse peor.
La culpa le llenaba el alma, no había sido capaz de defender a Sun Hee de Min-Jee… una rabia increíble crecía en su ser, Min-Jee era… una maldita, no podía soportarlo. Su corazón latía a mil. Estaba histérica. Temblaba levemente, pero intentaba esconder su miedo. Todo lo que había visto, no podía olvidarlo, el rostro de Sun Hee… sus débiles expresiones, sólo quería llorar, sentía tanta lástima y culpa por Sun Hee… no lo aguantaba.
Ese día esos pasillos estaban solitarios, sólo Min-Jee, Ha-neul y Sun Hee supieron lo sucedido, pero nadie mencionaría nada, porque si alguien mencionaba algo sobre ese día, simplemente se condenaría.
—¿Qué hiciste…? ¿Por qué… —Preguntó sin siquiera mirarle a los ojos.
—Unnie… estoy enamorada de ti… —Se giró hacia ella poniendo sus manos por detrás de su espalda en una pose infantil. —Después de todo… después de todo lo que hemos hecho, ¿vas a estar del lado de ella? —Se acercó dando pasos lentos mirándola hacia arriba —Ahora somos una… ¿verdad…? No dejaré que nadie te separe de mí… y tú también me amas, ¿cierto? Entonces ya no necesitas a nadie más… —Dijo para luego acercarse y darle un tierno piquito en la boca.
Ha-neul solamente estaba tiesa como una tabla, sin decir algo ni reaccionar, hasta que un sentimiento desagradable desde el estómago al corazón la hizo accionar y la separó de un empujón.
—Yo entiendo tus sentimientos —Dijo Ha-neul con timidez, lo que menos quería era lastimar a esa enferma y provocar algo como lo que le sucedió a Sun Hee, pero ya no reservaría lo que sentía—sin embargo, yo… no puedo aceptar esto. Negó con la cabeza con profundo dolor.
—¿Por qué? ¿De nuevo es ella? Ella te lastimó… te dolió de la misma forma como yo la lastimé… —Sonrió y la abrazó. —Pero siempre estaré ahí para ayudarte, después de todo yo soy la única persona en el mundo dispuesta a todo por ti… —Min-Jee creía que Ha-neul estaba confundida.
Ha-neul bajó la mirada con tristeza, ella tenía razón, Sun Hee la había lastimado, pero eso no justificaría jamás lo que Min-Jee había hecho, no podía creer esa palabrería llena de manipulaciones, ese conocido peso volvía a ella… Min-Jee de pronto se sentía como un maldito peso, ¿por qué tenía que ser así? Min-Jee era un monstruo… no soportaba ese miedo que le producía, ese estrés y problemas que Min-Jee había traído a su vida… deseaba nunca haberla conocido.
—Por favor, ya basta con esos pensamientos. —Le dijo Ha-neul mirándola con seriedad, sentía mucha rabia que no podía externalizar, el miedo era mayor, simplemente le hablaría con seriedad—No pienso dejarte, mucho menos traicionarte, ¿pero es necesario que llegues a este extremo? ¡es enfermizo! después de todo… tú y yo, hemos hecho algo especial y de pronto significas mucho para mí —Sus palabras se sentían para sí misma poco sinceras, ¿enserio Min-Jee podía significar algo más? Todo lo bueno de ese día había quedado opacado—Pero lo que acabas de hacer no lo puedo soportar… es… horrible.
—Unnie yo…
Ha-neul exhaló y negó con la cabeza, como si fuese a llorar… no tenía idea de cómo podría manejar toda esa situación en la que estaba metida. ¿Qué le pasaba?, ¿Cómo podía haber ignorado el hecho de que Min-Jee la había secuestrado y de que estaba obsesionada con ella?, ¿cómo podía haberla justificado siquiera?
Min-Jee se sintió culpable, no por lo que había hecho, sino que por la reacción de Ha-neul.
Y…
El amor de Ha-neul era aún demasiado pequeño como para corresponder al descomunal amor de Min-Jee. No aceptaría a Min-Jee, no así.