*Ywach*
Ser un demonio sexual no es fácil, muchos dirán que no tengo de que quejarme si puedo coger a todas horas sin desmejorar mi libido o resistencia, pero la verdad es que con las parejas sexuales de hoy en día es un asco.
Hace siglos atrás era exitante colarte por una ventana y entrar a alguna habitación en busca de algun Omega virgen, pero ahora todos son unos promiscuos.
Si, suena extraño que lo diga yo siendo quien soy, pero el sabor de la primera vez de un virgen es algo demaciado placentero, la energía que me da para alimentar mi fuerza vital es increible, podía durar un mes sin necesidad de buscar una nueva presa.
Ahora cada encuentro sexual me alcanza para 2 o 3 días de energía cuando mucho, por eso decidí abrir un establecimiento.
Aquí puedo campar a mis anchas y ponerle el ojo a cualquier culito caliente que llame mi atención .
Como ese..
Por ejemplo..
Rubio, cabello largo a la espalda, profundos ojos verdes custodiados por gruesas pestañas, labios rosas llenos para morder, culo de infarto...
Aspiro una bocanada de su aroma, oh... Que tenemos aquí, Shifter Omega, Conejito.
Mis ojos brillan en un profundo tono de rojo mientras siento el más dulce aroma a luz de sol y hierba fresca, si luz de sol, aquello que siempre había querido probar pero estaba maldito a esta oscura existencia, aquí en donde me encuentro no hay algo como la luz solar.
Mi alma resuena fuerte cuando salgo detrás de la barra y camino hacia ese ser etéreo, con temor de que derrepente se desaparezca, porque si, lo se, mi alma me lo dice, ese conejito delicioso y virgen, es mi compañero.
Que irónica puede llegar a ser la vida, un compañero virgen para mi, que nisiquiera recuerdo cuando comencé a coger.
Derrepente escucho en mi cabeza una voz llamando mi nombre y mi vista se oscurece para luego ver aparecer frente a mi la maldita cara de Sajin.
¡Maldito imbecil! - gruñó molesto tomándolo del brazo para regresar a mi local, nadamas llegar giro a todos lados buscándolo pero ya no está, tras de el solo quedó ese aroma delicioso que poco a poco se disipa mezclándose con los demás.
Sajin me mira algo extrañado mientras golpeó la barra jurando una maldición.
Mi compañero Sajin, mi maldito compañero estaba a tres metros de mi ¡y tuviste que llamarme! Que maldita forma de joderla chucho! -el Alfa malo gruñe profundo cuando lo comparó con su primo sercano de cuatro patas- me debes una grande por está, no sera fácil perdonartela.
Lo veo como se ríe mientras regreso detrás de la barra y le sirvo un poco de ambrosía, un licor especial hecho solo para paranormales, la única cosa en este mundo que puede dejarnos como una cuba sin recordar nada al día siguiente.
Pasan un par de horas hasta que en el momento que el bar está más lleno todas las luces se apagan, solo dejando ver unas luches rojas iluminando el escenario, un poco de humo cubre el lugar mientras se hace un silencio absoluto.
Sajin se endereza mirándome y luego hacia el escenario-¿Qué está pasando?- yo solo me rio y le hago señas para que se gire y disfrute del espectáculo.
-La dama de la noche está a punto de florecer... - le dejo otro vaso de ambrosía mientras me recargo en el borde de la barra colocando el trapo con el que limpio sobre mi hombro, pude haber oído a mi compañero, pero este show había que disfrutarlo.
*Sajin*
Me gire en el banco recostado mi espalda en la barra mientras escuchaba las palabras de Ywach, ¿qué carajos era eso de la dama de la noche?.
Iba a volver a girarme cuando una música suave comenzó a sonar, la cortina que cubria parte del escenario se movió un poco y una pierna delgada y blanca salió de entre los pliegues, mi visión de Shifter me permitía ver con claridad aún con la luz roja.
Luego una mano envuelta en una boa de plumas blancas le hiso compañía a aquella pierna, bajando por ese delicado muslo hasta rozar la rodilla y acariciar con delicadeza la pantorrilla y llegar hasta la punta del pie.
Las notas retumbaron y aquel cuerpo salió un poco más de su escondite, aún sin poder ver el rostro que lo acompañaba.
Escuche la risa de Ywach y cuando me di cuenta estaba por irme de boca ya que me había inclinado demasiado esperando ver algo más.
Las cortinas se abrieron y el cuerpo en medio de ese escenario se movía al compás de la erotic música dejando a todos sin aliento, los movimientos de su cuerpo, como con sus manos acariciaba sus deli adas curvas y como aquella ta ga se perdía entre esas redondas nalgas debían ser un pecado.
Pero que decía, eran un pecado, justo ahora literalmente me encontraba en el Infierno, me reí de mi observación y apure mi vaso para levantarme y pasar entre la multitud intentando llegar más serca del objeto de mi observación.
Escuché algunas quejas pero sólo un gruñido y una mirada de mis ojos ambarinos aplacaba cualquier comentario al pasar, no gustaba de usar mi fuerza, pero tampoco tenía tiempo para los idiotas.
Llegué hasta el borde del escenario justo en una esquina y me quedé hechizado por la belleza de ese rostro que me miraba con los más hipnoticos ojos violeta que jamás había visto.
Sonreí cuando me di cuenta de que el chico era conciente de mí, su corazón se aceleró un poco ante mi mirada y mientras hacía su rutina y yo lo deboraba completamente, intentaba responderme porque mi lobo parecía tan obsecionado por el.
El hecho de que estubiera desnudandoce frente a otros no me molestaba ni una pizca, los Shifters nos sentíamos cómodos de cualquier forma, sin embargo cuando dio la espalda al público y se doblo hacia el frente apoyando sus manos en el suelo y dejando sus caderas lo más alto que podía sentí que perdía el raciocinio.
Un estúpido pensó que podría tener la dicha de tocar aquella suave piel de sus nalgas mientras yo estaba presente, mi rugido se escucho en todo el bar y la música se paro de golpe en cuanto subí al escenario y coloque mi gabardina sobre sus hombros tratando de entretenerme en otras cosas para no girar y desmembrar al borracho impertinente.
*Yumichika*
Maldición!, ¿porque siempre me gustaban los locos?, solo fue una mirada apreciativa, una mirada y ahora tenía a la mole de la esquina sobre mi en el escenario gruñendo tan bajo que hasta yo tenía miedo de moverme.
-Amigo necesito terminar mi numero.. - esas palabras me valieron otro gruñido mientras escuchaba como los presentes comenzaban a impacientarse.
Cuando las quejas y abucheos comenzaron a ser más altos escuche la voz de Ywach pidiéndome sacar al grandote de aquí y presentando a otro de los chicos para terminar mi número.
-Maldita sea!, ¿Quién te crees?! -empuje al tipo con fuerza nadamas llegar a mi camerino -ahí va mi sueldo de este mes!! No sabes lo que hiciste!! ¿No me digas que eres de esos locos que piensa que por una mirada ya son dueños de alguien? ¿Porque los malditos Shifters son tan complicados?...¿Qué haces maldita sea?¡SUELTAME! ¡NO ME ESTÉS OLFATEANDO!
La risa de mi jefe llegó detrás de nosotros mientras la mole me había tomado en brazos y había comenzado a olerme, yo no era un Shifter, pero era un paranormal y en mi cultura era irrespetuoso hacer, lo que este tipo me estaba haciendo.
El hombre me soltó mirandome con el ceño fruncido--¿Qué eres? ¿Porque no puedo olerte? -gire mis ojos mientras me iba a buscar mi bata, me negaba a tener esta charla desnudo.
-Soy Unselie.. -escuche un jadeo y me gire molesto a verlo--¿Qué? ¿Tienes algo contra mi? ¿Vas a atacarme? Te recuerdo que fuiste tu el que estaba olfateandome hace un rato.
El tipo solo me miró y gruñó antes de venir sobre mi y levantarme plantandome un beso en los labios, abrí mis ojos sorprendido tratando de apartarlo primero pero este tipo era una fuerza de la naturaleza.
-¿Cuanto?... - mire a Ywach extrañado por la pregunta de su amigo--¿Cuanto por una noche contigo? -abrí mis ojos por la sorpresa y un poco de molestia hasta que Ywach me miro con una sonrisa burlona en sus ojos.
- ¿El gran Komamura comprando a un bailarín de mi bar? - el lobo gruñó mientras Ywach alzaba las manos en señal de rendición.
- No me vuelvas a llamar así, no soy mi padre. Además es obvio qué jodi la noche de mi amigo aquí, estoy dispuesto a pagarle, sabes que vine por algo, y que mejor que conseguirlo y de paso no duele que sea con un chico tan exótico.. - sus ojos ambarinos me miraban con si me deboraran justo ahora y aquel cumplido pudo más en mi, sonreí mirandolo de reojo.
-10mil la noche.. Tampoco me duele que la tengas tan grande.. - me reí pícaro mientras mi mano acariciaba aquella barra de hierro que hacía llamar pene, ambos sabíamos que queríamos y sabíamos que íbamos a conseguirlo, no veía el porque habría problemas de esto.
El hombre aceptó y sacó su billetera dándole una tarjeta a mi jefe quien solo se rio y se retiro.
-¿Tienes lugar? - me miraba con tanta intensidad que ya sentía mi agujero lubricar, hacía mucho que no tenía sexo, más por el trabajo que otra cosa, era nuevo aquí, adaptandome y no quería que mi talento se viera opacado por mis artes en el sexo, solía pasar mucho, pero una vez que rompiera mi regla de oro no pasaría nada.
*Sajin*
El chico me miró con reproche y me reí, era tan bonito, su cuerpo era delicioso y con ese beso me di cuenta que encajaba perfectamente, como si fue hecho para estar entre mis brazos.
Aleje ese pensamiento en el momento en que paso por mi mente, esto solo era una cojida, solo sexo, los paranormales no podíamos jugar a las parejitas, eso solo causaría dolor cuando encontraramos a nuestro destinado.
-Solo por una belleza como tú, estaré dispuesto a llevarte donde quieras.. - el chico se rio y se apartó de mi metiéndose en una especie de guardarropa, a los pocos minutos salió vestido mas casual, pantalon jeans, zapatillas y un suéter con chamarra para el frío.
-Vamos, de igual forma no necesitarás estar vestido mucho tiempo - salimos de su camerino y al pasar por la recepción Ywach me entregó mis tarjetas y me dijo que un taxi esperaba afuera para llevarnos donde queríamos- ¿Alguna vez has salido de aquí?.
El chico negó mientras entrábamos al taxi, conocía un lugar donde quisas le gustaría ir, un poco más al norte en la ciudad había un lugar bastante agradable, aquí siempre era de noche pero este lugar se mantenía con magia elfica.
Al llegar y entrar parecía otro mundo, había luz de sol e incluso se sentía el calor en la piel, era bastante agradable para ser un lugar donde la gente venía a retozar, me reí mientras pagaba una habitación con vistas a la torre eiffel, enserio?..
Mi acompañante venía aguantandose la risa todo el rato mientras entrábamos a la habitación y pedía una botella de Ambrosía para ambos.
Le vi sentarse en la cama mientras se quitaba la ropa y luego me pedía unos minutos para asearse, todo de él me intriga a y no entendía porque.
El servicio llegó y lo acomode sobre una mesa en la esquina de la habitacion, me serví otro trago, terminando de bajarlo cuando el salió de la ducha, verlo completamente mojado arrancó algo de mi, deje el vaso en la mesa y aun vestido camine hacia el tomándolo y colocándolo sobre la cama.
Sus ojos un poco asustados hasta que sintio como mis dedos buscaban llegar a aquel lugar suyo donde recibiria mucho placer.
El solo se contoneaba en las sábanas y gemia mientras sus manos buscaban sacar mi ropa para estar ambos en iguales condiciones, me reí mientras le deje hacer, sentía un leve mareo y dolor de cabeza pero era por la ambrosía, su efecto siempre comenzaba unas horas después de comenzar a beber.
En un momento me encontraba besándolo y al siguiente desperté dando un respingo en la cama.
No reconocí donde estaba hasta que sentí un calor envolviendo parte de mi cuerpo, gire mi rostro a la derecha para ver a un dormido chico con su cabeza en mi pecho y su pierna sobre mi muslo, su cara tenía una sonrisa.
-Debió ser una muy buena noche--me reí mientras me apartaba de él sintiendo una leve incomodidad en la parte trasera de mi cabeza, como un zumbido o una interferencia, debió ser por lo de anoche.
Pase a darme una ducha rápida lavando todo el semen seco de mi pecho que lo más seguro es que fuese de mi compañero de afuera, trate de recordar la noche, pero mi mente dolía un poco solo por pensar.
Salí seco y vestido, tomé mi cartera y saque 500 dólares dejándoselos al chico en la mesa, acaricie su mejilla y me regañe, no podía encariñarme con alguien que no fuera mi compañero, era lo primero que nos enseñaban a los Shifters al crecer.
El chico suspiro y yo no pude evitar llevar mis labios a los suyos, fue dulce, eléctrico y peligroso..
Me aleje de él dándome la vuelta y saliendo de la habitación, el malestar en mi cabeza haciéndose más grande y mi lobo más intranquilo dentro de mi.
Yumichika se giro en la cama dentro de la habitación, jamás vi como su cabello cayó a un lado dejando expuesta su enrojecida y marcada nuca, por mis mordidas.
*Yumichika*
Desperte en la cama aun con la cálida sensación de lo de anoche en mi cuerpo, en ambos sentidos, apenas me gire un poco sentí como su semen salía a montones de mi interior, me mordí un labio, no usamos protección.
Me levante y entre al baño preocupado de no manchar las sábanas y me limpie a conciencia metiendo dos dedos en mi ano, se sentía hinchado y sensible aún, quien iba a pensar que Sajin tendría tanto libido en la cama, podría rivalizar con Ywach.
No es que fuese amante de turno de mi jefe, nos conocimos, en una discoteca y congeniamos, luego supo de mi historia familiar y me dio una ayuda, desde que es mi jefe no hemos vuelto a acostarnos, ética laboral, algo que el debería practicar con sus empleados antes de que le explote en la cara.
Al regresar a la habitación fue cuando me percate de algo, las ropas de Sajin no estaban, incluso su aroma se habia desvanecido hace horas, camine hacia mí lado de la cama y un jadeo salió de mi boca al ver el dinero en la mesa, mi mano tembló al tocarlo, mordí mis labios tratando de evitar que mis sollozos de rabia salieran de ellos, una vez más.. Otra vez... Abandonado por ser Unselie..
Debía ser eso, solo sirvo para placer de una noche, pero nadie en su sano juicio quiere como pareja a un hada oscura, por lo visto nisiquiera mi propio compañero.
Lleve mi mano a la parte de atrás de mi nuca si tiendo las mordidas irregulares de mi pareja en la piel, clave mis uñas en la zoña haciéndome gritar de dolor y agonía.
Anoche todo fue perfecto, apenas me penetro se dio cuenta que eramos compañeros, así es para nosotros, no tenemos aroma de compañero para nadie, encontramos a nuestro verdadero solo al tener unión sexual, de ahí que se diga que las hadas somos promiscuos, y luego me dijo tantas palabras hermosas, tantas promesas falsas, tantas mentiras..
-YWACH!!!!!! - grite el nombre del único ser que podría sacarme de aquí ahora.