No es ni remota la clásica bienvenida que esperaba recibir.
-Mmm…Calla-murmure irritado al sentir los rayos del sol golpear directamente en mi rostro.
-Creí que Sam estaba siéndote infiel. Has perdido peso, cara de muñeca.
-¡¿Podrías callarte, Ethan?!
Espera…¿Ethan?. Espantado abrí los ojos, topándome directamente con la definida mandíbula que conocía a la perfección.
¿Qué jodidos hacia encima de Sam? Mire mi cuerpo y mi rostro se tiño de un intenso rojo al saberme desnudo.
-Quieto-gruño entre sueños, afirmando su agarre en mi espalda baja, rozando ligeramente una nalga, para mi alivio, cubierta con mi chaqueta.
Quede momentáneamente paralizado por la situación en la que me encontraba. La luz atravesando el enorme ventanal iluminaba sus cabellos claros en diferentes tonos. Ethan estaba hurgando en la cocina.
Mierda. ¿Cómo termine aquí?
No logre pensar en una posible explicación ya que mi cabeza empezó a palpitar horrores, en su lugar, intente separarme sin lastimarlo fallando al golpear su pierna lesionada con la mía.
Sam despertó por el dolor y clavo en mí su intensa mirada azul. Asustado por lo que diría me aleje sin contemplaciones.
-¿Podrías taparte? Ver desnudo al novio de tu hermano no es un grato recuerdo-dijo Ethan dándonos la espalda mientras sorbía de un pequeño zumo.
Totalmente extraviado asimile la situación a medida que recogía mi ropa, colocándomelas sin preámbulos; ignorando a Sam y a su hermano, e ignorando el intenso martillar en mi cabeza producto de la jaqueca. No esperando a atarme las zapatillas para salir espabilado de la vergüenza.
*****
-Tienes que dejar de hacer eso-Logan se quejo en su tarea de rebanar las zanahorias.
Me encogí de hombros bebiendo de mí té verde. Maldita resaca.
De regreso al viejo departamento al subir las escaleras dí con él, encontrándole sentado en uno de los escalones con el móvil entre las manos. Por ello, ahora me encontraba sentado en su comedor recibiendo un sermón tras contarle lo acontecido una hora antes.
-Siento empatía por el tipo. Eres un dolor de cabeza.
-¡Ey!- me queje indignado.
Se suponía que era mi amigo.
-Estuve a punto de llamar a la policía en tres ocasiones-bufo, extrañamente molesto.
-Es suficiente padre helicóptero.
No estaba aquí para escucharle rezongar.
-No. Los problemas no se resuelven así-reprendió-.No puedes desviar ni aligerar una conversación cuando no es de tu jodido agrado.
-¿Qué carajos?
No era para tanto.
-Te escuche. Ahora es el turno de que tú lo hagas.
Vire los ojos. No tenía porque oírle, por lo tanto, me puse de pie dispuesto a marcharme.
-Ahí lo tienes. Huyendo para no enfrentar el problema-me detuve fijando la mirada en él.-Te comportas como un niño malcriado y berrinchudo, también desprecias lo que no es de tu interés sin considerar los sentimientos ajenos.
-¿Cual es tu jodido problema?-escupí a la defensiva.
-Alejaste a la persona que mas te amaba por esa actitud.
Resulto como una patada en los huevos. Una cosa era saberlo y otra muy diferente el que lo dijesen, siendo esta ultima aplastante.
-No sabes nada-logré gesticular conteniendo las lagrimas y el impulso de hacer precisamente una rabieta.
-Me llamaste porque buscabas consejos y no un compañero para pasar el rato. Eso es lo que hago. Tu lo quisiste.
-Pues no lo hagas.
-Lo siento. Es lo que tendrás-dijo acortando la distancia.-No es culpa de Sam que ahora estés lamentando tu condición conmigo. Eres el único responsable, deberías reconocerlo…-señalo sin piedad. Fruncí el ceño ante sus palabras-.Aprovechaste su amor para manipularlo a tu conveniencia.
-No digas mas.
-Egoístamente jugaste con él cuando no se lo merecía.
-Basta-dije apretando los manos en puños.
-Y él es un idiota por dejarse utilizar como un imbécil enamorado.
Perdiendo los estribos le propiné un puñetazo en el pómulo. Vaciando toda la ira contenida en ese golpe. Podía insultarme todo lo que quisiese, pero no permitiría que hablase mal de Sam, no cuando ni siquiera le conocía.
Limpie mis lagrimas con el antebrazo y erguí la cabeza esperando que me regresara el golpe, pero no lo hizo. Logan se toco la mejilla dedicándome una amplia sonrisa, desconcertándome.
¿Qué demonios sucedía con este sujeto?
-Si tan solo hubieses defendido tu relación como lo hiciste ahora, estarías a su lado.
Quedarse quieto lamiendo las heridas no te llevara a ninguna parte-dijo en tono calmo para a continuación agregar-¿Mejor?
Y lo comprendí, había hecho y dicho todo aquello a propósito, comportándose como un total patán para sacar de mí toda la frustración reprimida. Quería golpearle otra vez. ¿Acaso era un masoquista? Existían otras formas de reducir el estrés sin usar la violencia.
-Te odio-resople desmoronándome en la silla.-Me odio a mí mismo… Tienes razón-dije con voz apagada.
No había sido culpa de Jeremy, ni tampoco la de Sam, quien venía remándola en dulce de leche, fue mi culpa y no tenía caso el negarlo. Coseche lo que sembré.
Sam no me había acorralado para aceptar sus sentimientos, todo lo contrario, yo aproveche lo que se me ofrecía y por puro temor a perder lo que consideraba mío acepte el ser novios, pensando exclusivamente en lo que yo quería, transformándome irremediablemente en un egoísta.
Cielos, incluso le había hecho esperar tres jodidos años para tener relaciones sexuales; haciéndolo todas las veces con las luces apagadas porque no me sentía jodidamente cómodo conmigo mismo, y Sam…tan solo acepto y espero con envidiable tolerancia y paciencia, jamás presionando, dándome siempre el espacio para adaptarme, priorizando mis necesidades antes que las suyas. Ahora me detestaba por ello, consciente de que sin desearlo estuve contribuyendo a desmoronar lo que Sam se esforzaba por mantener a flote.
-Soy un idiota-susurre para mí mismo.-Él también lo es.
Toque mi cabeza con ambas manos.
Metafóricamente hablando, era como si Sam estuviese construyendo una casa, colocando ladrillo por ladrillo, mientras que yo solo me dedicaba a observar y ayudarle cuando se me diese la reverenda gana, siendo mas un peso que una ayuda, y él conforme con tenerme a su lado.
La necedad me había cegado.
-¡Debe odiarme!
-No lo creo.
-Lo hace. Yo lo haría.
-Él no es como tu, bueno, por lo que sé.
-¡Me corrió!
-Despertaste desnudo a su lado. Dice bastante.
Parpadeando levante la mirada.
-Eso no cuenta. Yo estaba borracho. Es demasiado bueno como para echar a patadas a alguien en ese estado.
-Deberías venir con un manual-bromeó, recibiendo mi dedo del miedo como respuesta-. Tienes una capacidad admirable para embrollarte solo, ¿sabias?
-Sí, lo descubrí hace poco-admití pensativo-. Perdón por eso.
Señale la zona roja en su rostro. Logan le resto importancia.
-¿Qué puedo decir? Golpeas como niña.
-Me retracto, lo tenias merecido.
*****
En la comodidad de mi cama abrace la almohada, cavilando en una posible solución para remendar mi error. Reflexionando que si hacia eso, nada estaría cambiando en mí, seguiría siendo egoísta al quererlo a mí lado por segunda vez. Bueno, si es que Sam seguía queriéndome, siendo ese pensamiento mi peor frustración.
No podía interpretar su amabilidad por no echar a la calle a un borracho en “un querer” tácito considerando su filosofía de vida. Pero, por otro lado, por mas que pensaba y pensaba, no lograba recordar como demonios había terminado desnudo sobre él. La ausencia de dolor en mi parte baja significaba que no habíamos llegado a hacer nada, lo cual también era desalentador, hería mi orgullo de una manera estúpida, haciéndome sentir soso y para nada deseable.
¿Y si a Sam ya no le resultaba atractivo?¿Deseable? O incluso ¿Lindo?
En eso y en otras cosas más pensaba cuando el celular sonó distrayéndome. Era un mensaje de Megan.
¿QUIEN CUMPLE A‘OS EN 5 DIAS? ¡EXACTO, YO!
CELEBRARE “MIS FELICES 30 A‘OS” COMO UNA REINA Y NO TE PERDONARE SI NO APARECES.
ESPERO VERTE EN MI CASA O JURO NO VOLVERTE A HABLAR POR EL RESTO DE MÍ VIDA. ¿CAPISCI?
Me apresure en responderlo con un “ENTENDIDO”. Con todo lo acontecido, mi mente había pasado por alto esta importantísima fecha. Esto explicaba la presencia de Ethan esta mañana en lo de Sam, era una tradición entre ellos el estar siempre presentes para el cumpleaños de un hermano.
La pantalla se ilumino a nueva cuenta con otro mensaje.
TEMATICA:DISFRAZ. SÍ O SÍ, BABY.
POSDATA: EN CASA A LAS 20.
PUEDES TRAER A TU NUEVO AMIGO. 😉
Releí incrédulo el ultimo mensaje, ¿hablaba de Logan? ¿cómo era posible que supiese de él?. Esta mujer era una bruja, sencillamente tendría una profunda charla con ella. Megan no era del tipo de personas que soltaban cosas sin motivo aparente.
Impulsado por mi curiosidad hice lo que pedía, invite a Logan explicándole el extraño motivo, esperando su negación.
-¿Puedes repetirlo?
-Iré. Si ella me quiere ahí hay que complacérselo, así averiguaras lo que trama.
-Esto es una locura.
-Ciertamente.
-Podría equivocarme.
-Si. Lo sabrás ese día.
Pondere en las posibles reacciones de Sam al verlo. No había sido muy amistoso que digamos la primera vez que se encontraron, y si yo trataba de hacer las paces, no creía que esto ayudase según un extraño presentimiento.
-Bien.
-Bien.
Tal vez había interpretado mal. Quizás había escrito aquello para que llevase cualquier amigo, no necesariamente a Logan, pero el “tu” complicaba las cosas, mas cuando era la única persona a la que consideraba como un amigo.
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