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Dulce Terry [2020] por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Bueno, y aquí tenemos el capítulo dos, y apareceran dos personajes de la serie clásica.

CAPÍTULO DOS: SENTADO A SOLAS.

La mañana llego, y al abrir los ojos no imagine lo que estos verían, era lo más hermoso que había visto en la vida; Archie, durmiendo desnudo y abrazado a mi pecho, sólo nos tapaba una delgada sábana de seda blanca. No me había sentido tan feliz desde que estaba con ella; tal vez esta sea mi oportunidad de avanzar, ¿pero será que algo como eso sea posible para mí? ¿De verdad tengo permitido empezar de nuevo?

Me levanté de la cama en silencio para no despertarlo, me dirigí al baño para orinar y darme un baño; mientras lo hacía, silbaba una canción, tenía mucho tiempo de no hacerlo; cuando estaba en el baño oí que se despertó y no precisamente de buen humor.

- Apúrate, Terry. – Vociferaba - Se me había olvidado que tengo una junta muy importante esta mañana, no puedo perder más tiempo.

- Pasa, bañémonos juntos. – Abrí la puerta del baño, las frescas y cristalinas gotas recorrían mi cuerpo desnudo. Él desvió la mirada.

- No digas tonterías, lo que pasó anoche no volverá a pasar, sólo fue producto de nuestra calentura. Ahora que ya descargamos, podemos volver a nuestras vidas más relajados.

- Oye, yo no soy una prostituta para que me dejes botado. Sé perfectamente que hubo una conexión entre nosotros y que tú también la sentiste. – Me puse delante de él y le desanudé el triste nudo que le había hecho a la bata que ahora traía puesta. Miré su cuerpo y no pude evitar sonreír de una manera un tanto pervertida.

- Puede ser, ¿pero y qué con eso? ¿Crees que vamos a salir a cenar o caminar agarrados de las manos?, no seas tan inocente. – Me hizo a un lado y comenzó a ducharse. - Ambos somos figuras públicas, la prensa nos destruiría si se llegara a saber esto.

- Y eso a mí qué. Anoche me hiciste sentir algo que nunca había sentido, aún no sé qué es exactamente, pero creo que es algo bueno. Y no me digas que es algo salido de la nada, nosotros ya teníamos cierta tensión sexual cuando estuvimos en el colegio de las monjas esas. No pienses que renunciaré a ti tan fácilmente.

Seguimos discutiendo un poco más y mientras desayunábamos, acordamos que nos volveríamos a ver esa misma noche. Debo hacer un paréntesis para comentar que Archie es muy manipulable. Él se fue a su oficina, no sin antes darme un beso de despedida, y yo pues me dirigí a ver a Susana a ver con qué cosa me salía ahora. Respiré profundo antes de entrar al departamento, abrí la puerta y caminé sigilosamente para que no me escuchara, pero fue inútil.

- Terry, ¿dónde estabas?, me tenías con el alma en un hilo, creí que te había pasado algo, ¿por qué no me avisaste? – Sí, ahí, sentada sobre una silla de ruedas, la chica que se veía tan indefensa, resultó ser quien le martilló todos los clavos a mi ataúd.

- Basta de dramas Susana. No quiero que tu espantosa voz me arruine el día; si no te avise es porque simplemente lo que yo haga no es de tu incumbencia.

- ¿Cómo puedes decirme eso Terry? – Y listo, comenzó a llorar, y cada palabra que decía con su voz chillona me hacía doler mucho más la cabeza, no sé cómo le habían dado trabajo de actriz de doblaje. - Sabes perfectamente que eres todo para mí; me moriría si me dejas.

- Pues ve preparando los tamales, porque lo nuestro se acabó. - Bien dicho. - Estos últimos años no has hecho otra cosa más que hacerme sentir culpable, obligándome a estar a tu lado, y, sin embargo, yo te he apoyado, he estado contigo en tus terapias y he dado todo de mí para que mejores, hasta he tenido que soportar las preguntas burlonas de que cuándo vamos a formar los X-Men.

- Sé que hemos tenido algunos problemas, pero podemos hablarlo, dame una oportunidad para cambiar.

-Mi decisión ya fue tomada. Ahora mismo saco mis cosas y me voy a un hotel, en lo que a mí respecta tu sólo eres un mal recuerdo.

Me dirigí a la habitación y empaqué todas mis cosas mientras ella seguía llorando y suplicando que no me fuera, pero sus palabras ya no me podían retener, no iba a dejar que otra vez se me fuera la felicidad. Cuando tuve todo listo, me despedí con un adiós lleno de frialdad. Ni siquiera me importó que me amenazara con destruir mi carrera, y que no descansaría hasta verme hundido y suplicando por su perdón. Ahora que lo pienso, tal vez debí tomar más en serio las amenazas de esa lunática.

Susana siguió llorando y maldiciendo mi nombre, pero lo único que me interesaba era volver a ver a Archie y hacerle el amor cientos de veces, sentir su cuerpo junto al mío, no me resistí y pasé a la farmacia a comprar un paquetote de condones XL, obviamente. Al llegar al cuarto del hotel, vi la cama en la que por primera vez demostramos nuestro amor, aún nadie de servicio había entrado, tenía impregnada su esencia, su aroma.

Mientras olía las sabanas, recordaba los momentos que vivimos la noche anterior, y acariciaba mí ya prominente hombría por encima del pantalón, me fui desabotonando la camisa, imaginado que era Archie quien lo hacía. Hincado sobre la cama, me acariciaba el pecho, terminé de despojarme de mi camisa, me quité el cinturón y desabroché mi pantalón, bajé mi mano hasta mi miembro y pensando en él, me acariciaba. Terminé de quitarme el pantalón, ensalivé mi mano y la pasé sobre mi pene, subiendo y bajándola, pensando que era su boca la que hacía esos movimientos; me recosté un poco, y sin que mi mano derecha soltara mi falo, me abrí de piernas y metí el húmedo dedo medio de mi mano izquierda a mi ano; yo gemía descontroladamente pensando en el perfecto cuerpo de mi amante, poco a poco aumenté la velocidad de mi mano derecha y entre gemidos y un sudor que recorría todo mi cuerpo, derramé todo mi semen sobre mi pecho y un poco cayó en mi cara por la fuerza con la que me había corrido; exhausto por lo que acababa de hacer y así desnudo y sudado me quedé profundamente dormido, esperando a que la noche llegar para hacer mis ensoñaciones realidad.

No me di cuenta, pero hubo alguien que me vigiló todo el tiempo que estuve autosatisfaciéndome, este hombre era un espía que Susana había mandado para que me investigara y obtuviera algo para poder chantajearme, pero lo que ella no sabía es que le había salido el tiro al revés.

- Y bien Neil, ¿conseguiste lo que te pedí de Terry? – Estando en mi antiguo apartamento, Neil veía como Susana se acercaba torpemente intentando maniobrar su nueva silla de ruedas eléctrica.

- Perdón, no conseguí nada.

- ¡Estoy rodeada de estúpidos! – Susana dio un golpe con la mano, y sin querer movió la palanca de movimiento de la silla, haciendo que se golpeara su cabeza contra la pered. - Si no estuviera atada a esta silla de ruedas, lo haría yo misma; retírate de mi vista, gusano infeliz, y no te daré nada dinero hasta que me traigas algo con qué retener a Terry.

-Sí, yo seguiré buscando.

Era evidente que Neil había visto todo lo que hice, era lo suficiente para destruir mi carrera, pero él no quería ayuda de nadie, me odiaba y quería hacerlo él mismo y en sus términos.

Por su parte, Archie estaba en las oficinas principales de la compañía Andry. En vez de estar trabajando y atender sus asuntos para no llegar tarde a nuestro encuentro, estaba viendo en una conocida página de videos de internet una escena de una de mis novelas, pero no era cualquier escena, era una escena para mayores de 18 años en la que salgo completamente desnudo por delante y por detrás. Esto lo excitó a sobremanera y se sacó su pene para masturbarse en la oficina, mientras me veía desnudo en el monitor, su mano recorría de arriba abajo su virilidad, y cuando estaba a punto de correrse, alguien le tocó la puerta.

-Rayos, que oportuna es esta gente. – Tuvo que ponerse su saco encima de las piernas, para poder disimular. Era su secretaria, quien le avisaba que su reunión estaba por comenzar. -Gracias Natalie, en seguida voy. Rayos, me hubieran dado unos 5 minutos más, ahora estaré de mal humor en la junta. Un momento… La reunión es con los presidentes, ¿cómo voy a verla a la cara? Me da vergüenza, esa persona es muy perspicaz, que tal si se da cuenta. Dios mío, ayúdame por favor.

Archie se dirigió a la sala de juntas ignorando que había dejado su celular en la oficina. Mientras tanto, yo estaba en la habitación del hotel preparando una cena romántica, obviamente ordené la comida, la cocina no es una de mis grandes especialidades, s eme quema hasta el agua; ambienté la habitación con perfume, rosas y velas; a mi parecer todo muy romántico, una vez terminado de hacer esto, me metí a bañar y me arreglé para mi hombre, y me senté a esperarlo mientras veía la televisión.

Esperé y esperé y seguí esperando, ya me había visto 10 capítulos de Betty la fea y éste que no llegaba. Le marcaba a su celular, pero no me contestaba; no es posible que el orgulloso Terrence Grandchester hubiera quedado plantado; el amor que sentí poco a poco se fue transformando en ira; sólo pensaba que no iba a dejar que ese hombre se burlara de mí y de mis sentimientos. En ese momento recibí un mensaje a mi celular, me decía que se le había hecho tarde en una junta, pero ya no importaba, era momento que le enseñara mi verdadera naturaleza, tendría que educarlo para que no me volviera a hacer una imprudencia como esta; lo malo era que no tenía tiempo de planear nada, pero apareció alguien como caído del cielo.

- Abre la puerta Terry, sé que estás ahí dentro.

- ¡No tenemos desperdicio, vuelva otro día!

- Tengo algo que quizás te interese, a menos claro que ya no quieras ser actor.

- Bien ya voy, pero cómo llegue a ser una tontería… - Apagué el televisor, y me despedí de mi amado Don Armando, abrí la puerta y casi me voy para atrás al descubrir de quien se trataba. - Pero si tú eres Neil. ¿Qué demonios haces aquí?

Neil entró a la suite y se sentó en el comedor. No dejaba de ver la decoración.

- Lamento interrumpir tus planes, pero esto es mucho más importante. Sabes, tu querida novia me ha pedido que te siga para encontrar algo con que chantajearte y retenerte a su lado, llevo semanas haciéndolo, pero eres casi un santo, sales de tu casa a las grabaciones, de las grabaciones al teatro, del teatro a tu casa y en tu tiempo libre ayudas a la paralitica en sus rehabilitaciones; de hecho ya estaba pensando en que deberían de declararte el santo patrono de las almas invalidas.

- Ve al grano, estúpido.

- Para allá voy, no te desesperes. En fin, digo… creía que eras un santo, hasta anoche. - Neil arrojó un sobre a la mesa.

- ¿Qué es esto? – Pregunté extrañado.

- Pues son fotografías del galán más popular de telenovelas en una posición sugerente, o mejor dicho, en varias posiciones con el millonario más codiciado del año. ¿Qué tienes que decir a esto?

- ¿Qué es lo que quieres? – No me quedaba opción, tendría que atenerme a las amenazas de este villano, lo que menos quería era perjudicar a Archie, quería darle una lección, pero esto era demasiado hasta para mí.  – Di tu precio, pagaré lo que sea.

- Me ofendes, ¿en serio crees que yo necesito dinero?, soy uno de los hombres más ricos del país, puedo tener lo que yo quiera con sólo chasquear los dedos.

-Entonces, ¿para qué trabajas para Susana? ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones?

- No estaba muy seguro de cuál sería mi objetivo cuando me alié con esa imitación del Profesor Xavier. – Sí, las bromas de los X-men jamás se acaban. - Pero hace rato que te vi ahorcando el ganso, lo comprendí. Lo que yo quiero… es a ti; siempre he pensado que eres el hombre más guapo del mundo y de seguro debes de ser un experto en la cama.

-Entonces… ¿estás enamorado de mí? – Neil soltó una risa tan falsa como los pectorales que se había implantado.

-No te vanaglories, cariño. Es sólo que tener al grandioso Terry en mi currículo privado no estaría nada mal. Y se hará ahora mismo, a menos que quieras que las fotos y el video 4K que tomé sean transmitidos en cadena nacional.

En ese momento observé por la ventana que Archie estaba llegando al hotel, era mi oportunidad para callarle la boca a Neil, que dicho sea de paso tampoco está nada mal, los morenos son sexis, y darle una lección a Archie por haberme dejado plantado.

- Está bien, acepto tus condiciones.

- Perfecto, como veo que tienes planes lo dejaremos para otra noche.

- Nada de eso, lo haremos ahora.

 

-CONTINUARÁ-

Notas finales:

Muchas gracias por leer. Que quede claro que respeto a las personas con alguna discapacidad, esto es sólo la opinión de Neil xD


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