Loki Jotunhein miró con fastidio las llamadas perdidas en su celular.
Le dolía la cabeza, estaba congestionado y tenía escalofríos. Suspiró volviendo a cubrirse completamente con la cobija, tenía fiebre.
Su teléfono volvió a sonar y después de girar los ojos, contestó gritándole a su molesto amigo Stark.
-Más te vale que me llames para una buena razón anciano -dijo lo más rudo que pudo, no podía hablar muy fuerte por el dolor de garganta, así que decidió usar un tono fuerte- o sino haré que vengas a cuidar de este bello joven convaleciente.
-Podría ir yo en su lugar para disculparme por el posible mal comportamiento que tuve anoche contigo -Loki se quedó en blanco al reconocer la voz del otro lado de la línea- Te escuchas muy mal, ¿en dónde vives?
-Lo siento Señor Borson, Anthony me ha estado molestando toda la mañana y creí que se trataba de él -si la fiebre ya lo tenía colorado, la vergüenza lo sonrojó aun más.
-No hay problema, ¿podrías darme tu dirección? -insistió- Necesito disculparme.
Loki puso una mano en su frente. Thor recordaba el beso de anoche.
-No es necesario Sr. Borson, usted no estaba en sus cinco sentidos, lo comprendo totalmente -habló lo más rápido que pudo- no necesita molestarse.
-Entiendo -dijo la voz del rubio un poco apagada- Fui lo suficientemente grosero como para no quererme volver a ver.
-En un momento le envío la ubicación -habló Loki apresuradamente y colgó con nerviosismo.
¿No querer verlo? ¡Ja! Thor Borson era la mejor visita que podría tener.
Con emoción y nerviosismo le envió la ubicación de su departamento y se levanto con prisa, se adentró al baño y tomo una ducha de agua fría para bajar la fiebre. Se secó el cabello y se puso su mejor pijama, un pantalón y camisa de satén verde oliva y arregló su cabello con cuidado de no verse tan peinado, quería lucir bien, pero aún enfermo.
Media hora después, y con los nervios a flote, Loki escuchó el timbre de su casa.
-Gracias por dejarme venir -dijo Thor con una sonrisa, al parecer el hombre era resistente a la resaca de una borrachera- Te traje un suero, pensé en que tal vez te sentirías un poco deshidratado, o al menos yo me sentía así esta mañana.
Loki se quedó parado en la entrada sin dejarlo pasar, se bloqueo mientras admiraba al gran cuerpo musculoso frente a él. Thor llevaba puesto un traje sencillo de color negro con camisa azul cielo que contrastaba con sus ojos, se miraba perfecto. Como siempre.
-¿Loki? -le llamó sacándolo de su ensoñación- ¿Te sientes muy mal? ¿Quieres que te acompañe al hospital?
-Ejem -se aclaró la garganta- Muchas gracias por su preocupación Sr. Borson, pero no es necesario, por favor pase.
-Tenía que preocuparme -decía Thor entrando detrás de él- Es mi culpa que te encuentres en este estado, el guardia de seguridad de mi edificio me ha dicho los apuros por los que te hice pasar. Siento haberte hecho ayudarme con la tormenta que había.
-Yo me ofrecí a ayudar, no hay ningún problema -Loki sentía las mejillas arder, probablemente Thor no recordaba el beso de la noche anterior- ¿Gusta algo de beber?
-No, está bien -rechazó con amabilidad- solo quería disculparme por hacerte enfermar, ahora tengo que ir a la misa dominical, mis padres me están esperando -explicó- Si aún sigues enfermo y necesitas ayuda o compañía, no dudes en llamarme por favor.
-Es muy amable de tu parte, pasa un buen día con tu familia.
Thor estaba a punto de decir algo, pero lo dudó y con una sonrisa se dirigió a la salida.
-Tienes buen gusto en pijamas -le dijo el rubio con la misma sonrisa y salió.
Loki no evitó que se le escapara una risita, maldito Borson y su facilidad para decir cumplidos.
Se tomó el suero y prendió el televisor mientras abría su refrigerador para ver qué almorzaría. Aun se sentía débil, pero después de que el baño bajara su fiebre estaba mejor.
-Es que aun no puedo creer quién era ese elegante hombre -decía el conductor del programa- todo él decía: atractivo misterio.
Loki volteo a ver el programa para encontrarse con una foto de él mientras caminaba por la alfombra de anoche. Una sonrisa traviesa se asomó a su rostro, Tony estaría molesto por eso.
-Lo sé -continuó la otra conductora- pero deja les cuento que se rumorea que puede ser el hijo perdido de los Jotunheim, Loki Jotunheim, pues algunas fuentes prestaron atención a su forma de andar y confirman que tenía todo el porte de nuestro descarriado modelo favorito.
Un escalofrío recorrió su espalda. La gente daba miedo cuando le prestaba demasiada atención a los detalles. Frunció el ceño con molestia por la forma en la que se dirigían a él, apagó el televisor y se terminó el suero, fue a su habitación y salió al balcón en donde podía admirar un poco de las transitadas calles de Los Ángeles.
Miró su celular y apretó los labios. Estaba decidido a recuperar todo lo que había perdido, no dejaría las pasarelas, aunque recuperar la confianza laboral sería todo un reto pues después de todo el escándalo que hizo el año pasado, su imagen pública estaba por los úselos.
Marcó un número y esperó.
-¿Hola? -preguntó un hombre del otro lado de la línea.
-Hola T’Challa -saludó un poco cohibido- Soy Jotunheim.
-¿Loki? -preguntó con asombro- No he sabido nada de ti desde que te fuiste a Escocia, ¿cómo estás?
-Muy bien gracias -respondió con un poco de alivio, al menos T’Challa no le había colgado- Acabo de regresar a la ciudad, esperaba que pudiéramos encontrarnos para almorzar, solo si tienes tiempo.
El silencio hizo sentir algo incómodo al Jotunheim, sabía que T’Challa estaba pensando muy bien su respuesta.
-Entonces es cierto, tu eres el misterioso hombre de la fiesta de anoche, ¿cierto? -aunque mas que una pregunta era una confirmación.
-Esperaba encontrarte ahí, pero solo vi a tu hermana.
-Shuri fue en representación de alguno de los trajes que fueron subastados -otro silencio incómodo se hizo presente- Sé para qué me llamas Loki, veámonos mañana, hoy estaré ocupado con mi familia.
-Gracias -por fin volvió a respirar- saluda a Ramonda de mi parte.
-Mi esposa estará contenta de saber que estas aquí, hasta luego.
Después de colgar miró su lista de contactos, los números de sus padres y hermanos le hicieron pensar en si sería buena idea llamarlo. Chasqueó la lengua, no tenía ganas de ver la repugnancia en los ojos de su padre.
Se sentó en el silloncito del balcón y miró su galería de fotos. Se había tomado unas cuantas frente al espejo el día de ayer y otras más con Tony y Steve. Sonrió al ver a la enamorada pareja, Tony se merecía todo lo que tenía, muchas personas hablaban mal acerca del gran empresario, pues también tenía fama de relacionarse con personas del bajo mundo como él. Pero Loki sabía que, a pesar de la forma de ser de Stark, siempre ayudaba a quién mas lo necesitaba, fue el único que estuvo a su lado cuando terminó peor que la basura y aún ahora lo seguía apoyando.
Una sonrisa maliciosa se formó en sus labios. Le haría saber a todo el mundo que había regresado.
Durante su estadía en el hospital su representante, Clinton Barton, le había prohibido utilizar sus redes sociales, pero ahora que ya no estaba ahí podría causar algo de controversia.
Eligió una de las fotos que se había tomado frente al espejo, una en la que salía utilizando su antifaz y abrió su Intagram en donde subió la foto con una cita de Ernesto Sabato:
“Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección”
Sonrió y se dispuso a visitar a su amigo Stark.
-
-No puedo creerlo -susurró Natasha Romanoff mirando su Instagram- ¿Porqué no me dijiste que Jotunheim regresó a la ciudad?
Clinton Barton la miró con extrañeza, él no tenía idea de esa noticia.
-No lo sabía -dijo frunciendo el ceño mientras observaba la foto que su amiga le mostraba y suspiró con pesadez- Y lo primero que hace es presentarse en esa fiesta.
-Tony es su único amigo, ¿qué esperabas?
-¿Tony? -dijo con burla- Hace dos meses era: el idiota de Stark.
-Bueno, comprendí que él no tenía la culpa de descubrir su orientación sexual a estas alturas de su edad.
-Sé que te puede doler Nat, pero no puedes hacer nada en contra del corazón -le explicó con tranquilidad, su amiga había salido durante un año con el multimillonario empresario, y aunque había sido solo por las apariencias, la chica había conocido al verdadero Tony Stark, que se escondía en la fachada de playboy.
-Lo sé, no estoy molesta, Steve es un hombre honrado -dijo la chica con una sonrisa- Me invitó a almorzar para explicarme cómo sucedieron las cosas. Como sea, ¿volverás a trabajar para Loki?
-No lo sé -chasqueo la lengua- Se descarrió demasiado del camino, la fama lo consumió y no sé que sea lo que pretende, pero no creo que en un año se haya rehabilitado por completo, la ultima vez que lo visité había tenido una crisis y se intentó lastimar a sí mismo.
-¿Tan mal estaba? -preguntó la pelirroja con asombro.
-Era la abstinencia, ¿sabías que Loki padeció de ciertos desordenes emocionales en su adolescencia?
-Si, lo escuché en una entrevista -recordó Natasha- tenía una depresión muy fuerte que lo llevó a la anorexia.
-Así es, nunca lo hablé personalmente con él, pero supongo que todo fue causado al no ser aceptado en su familia por lo que era, Loki siempre esta en busca del reconocimiento, por eso me debato entre si abandonarlo o seguir con él -Clinton suspiró- Sé que se arrepiente de todo lo que hizo, pero temo que si vuelve a la fama sea tentado de nuevo.
-
Loki y T’Challa caminaban por un parque, el primero bebía el té de su termo, mientras que el otro degustaba el café americano.
-Te dejaré las cosas en claro -dijo T’Challa con calma- no te la voy a dejar fácil, comenzarás desde cero. No creo que consigas contratos tan rápido, así que por ahora solo modelarás nuestra marca.
-Con eso estaría satisfecho, sé lo mucho que arriesgas al dejarme volver -contestó Loki comprensivo- Eres el único dispuesto en hacerlo, lo agradezco en verdad.
-Solo lo hago porque fuiste mi mejor modelo -respondió con firmeza- pero es tu última oportunidad. Comprendo que cometiste un error, pero no te permitiré otro más, por lo que escuché de Clint, aún deberías de seguir en rehabilitación.
-Clint solo ha escuchado lo que dice mi padre -rodó los ojos exasperado- el Hospital no solo quería cuidar mi salud mental, ellos piensan que mi homosexualidad es la causa de todo.
-Entonces tendrías que volver a nacer para arreglarlo -se burló T’Challa- Nunca te despreciaría por tu orientación Loki, pero estas advertido, no quiero escándalos, nada de alcohol y drogas. Tampoco quiero saber lo que haces en la cama, y por favor, no vuelvas a darle tu confianza al primero por el que tengas una erección.
Loki sonrió con amargura.
-De verdad te lo agradezco.
T’Challa le dio una palmada en el hombro y lo apretó un poco.
-Vamos, tienes que llenar de carne esos huesos, siempre has sido de complexión delgada, pero en estos momentos luces esquelético.
Sonrió en respuesta, era verdad, pero una buena rutina de ejercicios y una alimentación alta en calorías lo haría estar en perfecto estado en menos de un mes.
Loki sonrió ante la cámara, le gustaba el estilo de PHANTER, era la marca que manejaba T’Challa y su hermana Shuri, y se dedicaban a vestir con elegancia.
Con una mano se pasó la americana negra sobre el hombro y la otra mano la metió en el bolsillo del pantalón entubado de vestir también negro. Respiró profundamente, amaba las cámaras.
Este era el segundo mes trabajando para PHANTER y T’Challa le había permitido participar en el catálogo de la temporada de invierno, la cual era su favorita porque le encantaban los abrigos.
Había sido un mes muy movido, todos los medios de comunicación estaban enloquecidos con su regreso, los escándalos que habían ocurrido el año pasado volvieron a salir a la luz y muchas revistas o programas de televisión trataban de darle mala fama a PHANTER por contratarlo. T’Challa y su hermana los ignoraban por completo cuando en alguna presentación hablaban del tema, incluso en una ocasión Tony Stark había hecho una conferencia de prensa para hablar de un nuevo proyecto que tenía en mente y lo interrumpieron para hablar de Loki, para lo que el exitoso empresario de una manera bastante grosera los hizo callar defendiendo al afectado.
-Parece que no tienen nada más para cotillear -se quejaba- la próxima vez que un estúpido reportero me pregunte si yo he estado entre tus piernas te juro que lo patearé.
-Eso te pasa por defenderme -respondió Loki sosteniendo una botella de vino Domaine Serene- ¿Reserva del 2014 o del 2004? -preguntó con entusiasmo.
-Da igual, solo quieres comprarlo para dejarlo guardado, eres un coleccionista de vinos -Tony tomó otro de la misma marca- en cambio yo lo compro y me lo tomo.
-Pobre Steve -se compadeció Loki mientras seguían viendo los estantes de la tienda de vinos- ¿No le molesta que ingieras tanto alcohol?
-No mientras no se de cuenta -respondió con simpleza- además últimamente ambos estamos ocupados, yo tengo libres los fines de semana, pero ya que él tendrá vacaciones tiene que dejar todo ordenado y no lo veo hasta la noche. Pero no me quejo, Steve es muy bueno en la cama, eso compensa el tiempo que no lo veo. Y esta noche es Navidad, así que después de la cena contigo él ya estará en casa y no lo dejaré salir de la cama hasta año nuevo.
-Sabes -comenzó Loki con picardía- siempre he tenido la curiosidad de saber quién está arriba de quién.
-Niño curioso y pervertido -le riñó Tony con una sonrisa traviesa- digamos que Steve y yo nos comprendemos lo suficiente como para saber a quien le toca el relevo, todo depende del momento.
Loki lo miró sorprendido para después ambos explotar en carcajadas. Admiraba a ese hombre.
-Bueno, su relación siempre ha sido muy curiosa, pensar que ambos descubrieron sus preferencias sexuales en el otro.
-Así es, pero aquí entre nos -comenzó el mayor- Steve aún se siente un poco cohibido con el tema, por mi parte yo siempre he dicho que lo que el cuerpo pide es lo que le daré, en cambie él es un poco más reservado y chapado a la antigua.
-Es normal con personas heterosexuales, Anthony -el nombrado lo miró con ironía- tu no eras hetero antes de Steve, eres un bisexual por no decir depravado.
-El burro hablando de orejas -Tony se rio hasta que reflexionó sobre lo que había dicho- Espera, no te molestes, sabes que soy un boca suelta.
-Imbécil -le dijo Loki mientras se daba la vuelta molesto y se dirigía a pagar.
Siempre le molestaba que todos le recordaran sus defectos, pero cuando su amigo lo hacía, le hería. No sabía el porqué, pero era mas doloroso que Tony lo mencionara, le recordaba que nadie jamás iba a olvidar, mucho menos él. Había sido un idiota completo por cometer todas esas tonterías.
Tony iba detrás de él pidiendo lo que parecía una disculpa (Anthony Stark nunca se disculpaba de una manera normal), pero Loki siguió caminando hasta que un enorme cuerpo se apareció en el pasillo. Thor Borson leía las plaquitas del nombre de cada vino, se miraba concentrado.
-¿Señor Borson? -preguntó acercándose más al nombrado, estaba emocionado por encontrárselo. Tony puso los ojos en blanco a su lado.
-Hola Loki -saludó un poco sorprendido el rubio- Tony -mencionó a forma de saludó y sonrió a ambos.
-Hola Beach Boy, que bueno que estés por aquí -saludó Tony con una sonrisa- Tenía una cita para cenar en casa de este chico -explicó señalando a Loki, quién lo miró confundido- Pero resulta que Steve llegará antes a casa, y a Loki no le gusta ser un mal tercio.
¡Bendito seas Tony Stark!, grito Loki en su mente, Anthony era todo un cupido.
-No hay problema, mis padres fueron a pasar la navidad en Paris, y no pienso festejar con Hela -contestó Thor mirando a Loki- ¿estas bien con mi compañía?
¡Por todos los santos! Él estaba bien con cualquier cosa que Thor le diera, era como su regalo navideño.
-Por supuesto -contestó con compostura.
-Resuelto entonces, si me disculpan, yo me retiro -Tony le dio una palmada a Thor en el hombro y le guiñó el ojo a Loki antes de ir al cajero y pagar por su botella.
-¿Qué vino buscaba Señor Borson? -preguntó Loki con verdadero interés.
-Chateau Haut Brion -contestó el rubio mirando de nuevo los estantes.
-El típico de un coleccionista -dijo sorprendido el pelinegro- no sabía que tenía este hobbie.
-Así es -dijo con algo de diversión- aunque he de admitir que me encanta la cerveza, pero el vino me hace pensar que no todo lo que brilla es oro.
“Me caso” volvió a pensar Loki, Thor era perfecto.
Ambos pagaron por sus vinos y cada uno subió a su coche para llegar al departamento de Loki en donde continuaron hablando de vinos con fluidez. Loki estaba emocionado, toda su vida había creído que lo único que tenía en común con Thor era que sus padres competían entre las mejores empresas de tecnologías de la comunicación, algo de lo que Loki jamás se había interesado.
Pero ahora el rubio y él hablaban como si fuesen amigos de toda la vida.
Había comenzado a nevar cuando llegaron, Loki encendió la calefacción y colgó los abrigos de ambos en el perchero.
Cocinaba mientras seguían discutiendo sobre cuál había sido la mejor reserva del vino que Loki había comprado, el cual sirvieron en copas y degustaban, Thor revisaba los discos de vinil que Loki le había dado a elegir, se decidió por Louis Armstrong.