Una gruesa mano se coló entre sus piernas haciéndolo despertar, suspiró cuando sintió un bulto entre sus glúteos que se deslizaba arriba y abajo mientras la mano intrusa masturbaba su miembro al mismo ritmo.
-¿Acaso tomas viagra? -preguntó con la voz más ronca de lo normal, le dolía un poco la garganta y la sentía inflamada- Me vas a matar -dijo con una risita.
-Morir por sexo es una buena forma de hacerlo, ¿no crees? -le preguntó el rubio en su oído, su voz también estaba ronca, le daba un tono más sexy que el de costumbre.
-Lo creo, pero no quiero arriesgarme -contestó con dificultad cuando el rubio lo penetró lentamente.
-Te tomaría en serio si no fuera porque estas así de duro -se burló Thor mientras seguía masturbando y penetrándolo.
Después del mejor mañanero que ambos habían tenido en mucho tiempo, se ducharon (Loki con la ayuda de Thor, pues sus caderas dolían y sus piernas le fallaban con cada paso), y volvieron a la recámara. Thor se fue a la cocina y después de unos minutos se encontraban almorzando huevos revueltos, tocino frito, pan tostado y bebiendo jugo de naranja natural. Había llevado algunos analgésicos para el dolor de Loki, él se lo agradeció y se los tomó una vez terminaron de comer.
-Tu ojo está más inflamado -señaló Loki preocupado- aunque tu pómulo se ve mejor.
-Es normal, nada a lo que no esté acostumbrado -explicó el rubio con tranquilidad- ¿cómo te sientes?
-Como si una Thor-menta hubiera pasado sobre mi -se rio a carcajadas mientras decía la frase- te lo juro que se me ocurrió mientras lo decía.
-Muy gracioso -bufó el rubio mientras volteaba los ojos- mi hermana también parece encontrar gracioso mi nombre.
-Nos abre una gran puerta a la imaginación -comprendió el pelinegro divertido.
Thor lo dejo de mirar serio y Loki se sintió incómodo y un poco abochornado, su compañero lo miraba con ¿ternura? Estuvo a punto de preguntar lo qué pasaba, pero un enorme Golden Retriever entró corriendo y saltando encima de Thor, seguido entró un hombre de piel oscura y ojos miel, Loki se quedó un poco embobado por los ojos del intruso hasta que recordó que solo estaba en boxers, miró a Thor con pánico.
-Ya Hammer, cálmate, yo también te extrañé, hola Heimdall -saludó el rubio con una sonrisa.
-Disculpa Thor, no sabía que tenías compañía -dijo dirigiendo una mirada de disculpa a Loki- Señor Jotunheim -saludó.
-Loki, él es Heimdall, ha cuidado de mi casi toda la vida -presentó Thor con una sonrisa, Loki le regreso el saludo con una sonrisa nerviosa, estaba avergonzado del poco tacto que tenía Borson, además el tal Heimdall lo miraba de una manera incómoda, como si lo estuviera estudiando.
-Solo venía a dejarte a Hammer, hablamos después -el hombre asintió en forma de despedida y se retiró sin decir nada más.
-Eso fue incómodo, no se lo dirá a tus padres, ¿o sí? -preguntó un poco preocupado.
-Creo que ya tengo la edad suficiente como para que Heimdall les informe a mis padres lo que hago con mi vida -dijo mientras acariciaba al peludo amigo- y aunque se los dijera no tengo nada que esconderles.
-Pero soy un hombre Thor
-Estoy seguro de ello -contesto divertido.
-Entonces cambio mi explicación -negó con un sonrojo- soy Loki Jotunheim, todo el mundo sabe acerca de mi y lo malo que puede ser estar a mi alrededor.
-Creo que aún no me entiendes, Loki, si me da igual lo que piensen mis padres, mucho menos me va a importar el resto del mundo, nunca he sido prejuicioso tampoco, y creo en cada una de tus palabras, no dejaré de lado mis sentimientos por lo que los demás piensen de ti.
-¿Sentimientos? -preguntó Loki conmovido por lo que Thor le había dicho, pero lo último le hizo sentir temeroso.
-Sentimientos -confirmó el otro- No solo me gustas en mi cama, también me gusta la persona traviesa, elegante e inteligente que eres.
-Pero no solo soy todo eso Thor, también tengo mis defectos.
-Lo sé, tu mismo me hablaste de ellos -Thor le tomó la mano- yo también tengo defectos, no conozco a nadie que no los tenga, pero tus defectos no definen la clase de persona que eres, forman parte de ella. Ahora cambiemos el tema, no pensaba abrumarte con mi confesión justo después de la primera noche juntos.
Loki trató de corresponder la sonrisa de Thor, pero estaba un poco reacio a aceptar lo que éste estaba dispuesto a darle.
Antes de las 10 de la mañana, Loki ya se encontraba en su departamento, había rechazado la oferta del rubio de quedarse en el suyo mientras se iba a trabajar, pero eso hubiera sido muy incómodo.
Suspiró cuando se sentó en el sofá, estaba muy cansado y solo planeaba dormir por el resto del día, pero antes quería llamarle a Anthony para contarle lo sucedido.
-Anthony, ¿la señorita Potts no se molestará si te interrumpo en medio del trabajo? -preguntó divertido.
-Eh, lo siento Loki, soy Steve -contestó el otro chico incómodo- Tony se encuentra en la ducha, espera un momento en lo que le aviso
-¡No! -gritó un poco demasiado fuerte dada la impresión que tenía en ese momento- Perdón, no te molestes, yo le marco más tarde.
-Bien, cuídate
-Tu igual.
Colgó aún algo sorprendido, no se esperaba que Steve Rogers le fuera a contestar. Su cerebro comenzó a trabajar uniendo la información que tenía: Tony no se encontraba en el trabajo siendo que su horario laboral comenzó hace una hora, Steve le contestó la llamada y, por último, Tony se encontraba en la ducha. No era un experto, pero eso le olía a reconciliación.
Miró a su alrededor un momento y suspiró. Lo mejor sería ir a dormir, aprovechando que tenía sueño.
-
Las últimas noches Thor y él iban a cenar a la casa del otro y regularmente también terminaban comiéndose entre ellos, para Loki era la mejor semana que había tenido en mucho tiempo, Thor era realmente un buen compañero en la cama y en su vida, su trabajo también iba viento en popa y dejó de tomar los antidepresivos, había tratado de hablar con Tony, pero el hombre se encontraba en un mar de trabajo en esos momentos hasta que por fin, el sábado le llamó para que fuera a su casa, aunque era extraño pues lo citó un cuarto de hora antes de las 12 de la noche.
Al abrirse las puertas del elevador levantó una ceja curioso, las luces del departamento se encontraban apagadas y solo se podían ver las luces de la ciudad a través de los grandes ventanales del lugar.
-¿Tony? -preguntó en voz alta mientras se quitaba el abrigo y lo ponía en el respaldo de un sofá.
De repente algunas luces de bengala fueron encendidas mientras un grupo de personas cantaban “Happy Birthday to you” y las luces de la habitación se encendieron, aunque no por completo, era una luz tenue.
De la cocina salió Tony con un pastel con velas de chispas y se acercó cantando también.
Loki pudo distinguir a Steve, Thor, T’Challa y su esposa Ramonda, Shuri, su representante Clinton y para su sorpresa; sus hermanos.
-Muchas felicidades Loki, estoy feliz de tenerte de vuelta, con tanto ajetreo no hemos tenido tiempo de salir a charlar -le dijo Ramonda- extraño nuestras platicas.
-Gracias Ramonda, en cuanto estés libre dímelo y te invito a tomar el té.
-¿Qué se siente estar cada vez mas cerca de los treinta? -preguntó su hermano mayor con burla mientras lo abrazaba- no creas que por ser modelo jamás tendrás arrugas.
-Cierto -continuó el otro en un abrazo sobre los hombros- la belleza se te tiene que acabar un día.
Loki los golpeo a ambos y se sintió un poco confundido cuando todos los demás lo felicitaban a excepción de Thor, quien solo le sonreía un poco alejado del grupo.
-Realmente fue una gran sorpresa, muchas gracias -dijo conmovido mirando a Tony- eres el mejor amigo.
-Lo se -respondió con obviedad el castaño- ¿qué tal si pasamos a partir el pastel y abres tus regalos?
Todos se dirigieron al gran comedor, antes de partir el pastel le pidieron que le diera una mordida para la foto y tras una mala jugada de sus hermanos, Loki terminó con pastel hasta por la nariz. Se rieron a montones, el menor de los Jotunheim les lanzó betún y los tres hermanos terminaron igual de sucios, partieron el pastel y mientras lo comían iban dando sus regalos.
T’Challa y Ramonda le habían dado un elegantísimo abrigo negro, tenía tres botones grandes y le llegaba casi por la pantorrilla, era hermoso y le quedaba perfecto.
Shuri le regaló un traje tornasol verde oliva, el saco tenía el forro negro y el pantalón era entubado, la tela estaba muy suave y calentita.
-Siempre saben cómo vestirme bien -dijo agradecido, ese era un buen conjunto.
Clinton le dio una sonrisa antes de pasarle su regalo, era un Jaeger LeCoultre Reverso, un reloj super elegante y sencillo pero que encajaba perfectamente con su forma de vestir, tal vez él y Clint no se llevaban bien siempre, pero todos esos años de conocerlo, el hombre sabía lo que le gustaba.
Sus hermanos se sonrieron entre ellos cuando le pasaron una gran caja, los miró con desconfianza, eran capaces de todo para hacerle bromas, una vez viendo que probablemente no tenían segundas intenciones, tomó la algo pesada caja y la abrió. Dentro se encontraba una caja grande de madera, la tapa se abría de un solo lado y al levantarla se dio cuenta que era un tocadiscos. Sus hermanos sabían que amaba la música.
Fue un poco extraño que Tony diera por terminada la repartición de regalos, y sin querer aceptarlo, se sintió un poco decepcionado al no recibir nada de parte de Thor.
Habían bebido un poco de vino y después todos se retiraron a excepción de Tony y Steve.
-Esperaba a que todos se fueran para darte tu obsequio -dijo Tony con una sonrisa- Steve, ¿Podrías?
Steve solo asintió y se fue rumbo a la habitación de ambos.
-¿Entonces ya rompieron la ley de hielo? -preguntó Loki con diversión.
-Así es -dijo con un suspiro- Aunque mas que romperla, creo que lo adecuado sería decir que la derretimos -guiñó un ojo divertido y volvió a sonreír cuando el rubio regresó con un gran cuadro envuelto en papel estraza y adornado con un enorme moño rojo- Estoy seguro de que este regalo te va a encantar, porque te lo di yo, obvio.
-¿Puedo abrirlo ahora?
-Claro que sí, hasta me ofende tu pregunta -respondió el castaño volteando los ojos.
Steve había puesto el cuadro encima de la mesa, Loki se acercó y quitó el moño, después comenzó a rasgar el papel con cuidado, en cuanto tuvo la pintura a la vista, comprendió completamente el por qué había esperado a que todos se fueran, era una pintura de Guido Reni.
San Sebastián se encontraba completamente desnudo del torso hasta la cintura, una tela envolvía sus caderas, pero dejaba a la vista sus largas piernas, las manos se encontraban atadas sobre su cabeza en la punta del tronco en el que estaba recargado, tenía una flecha incrustada en su pecho y otra en su costado, a pesar de las heridas, no demostraba dolor alguno en su mirada, más que nada parecía aceptar la muerte con tranquilidad.
Para cualquiera hubiese sido una simple y bella pintura, sin embargo, para alguien del medio artístico, sabía que San Sebastián era tomado como una figura homoerótica, de hecho, se rumoreaba que probablemente su creador fuese homosexual, aunque en esos tiempos era imposible que alguien confesara tal preferencia.
Loki admiraba la pintura con emoción mientras tapaba su boca con una mano, era el presente más bello que alguien le había dado jamás.
-Loki, eres la persona más libre que conozco, nunca te importó declarar tu orientación desde joven -dijo Tony con orgullo mientras lo abrazaba sobre los hombros con una mano- y has hecho lo que quisieses hacer sin titubear, te hayas equivocado o no, estoy feliz de que seas quién eres y te agradezco los momentos en los que me apoyaste y ayudaste a comprenderme cuando yo mismo dudé de mí, espero poder pasar muchos cumpleaños más como tu amigo, compañero de compras y chismes, y quiero que pronto superes todo lo malo que te pasó, aún eres joven y es mi deber al ser mayor que tú, que disfrutes esa juventud.
-De verdad que eres el mejor amigo, Tony -murmuró el pelinegro con los ojos cristalinos y se volteó a abrazar a su amigo mientras las lágrimas comenzaban a salir.
Stark miró a Steve con una sonrisa mientras abrazaba más fuerte al chico, el rubio le sonrió de regresó y salió de la cocina para darles espacio.
-Quisiera pensar que tu llanto es por la emoción de mi regalo y mis palabras, pero pienso que tal vez sea por otra cosa -el pelinegro lloró mas fuerte confirmando su suposición.
Una vez que el pelinegro se calmó, Tony lo llevó a la sala y se sentaron en el gran sofá.
-He llorado más en los últimos meses que en toda mi vida -confesó Loki algo avergonzado- Lo siento Anthony, realmente estoy muy feliz con tu regalo.
-Me alegro -Tony dobló una pierna sobre la otra y estiro un brazo detrás del respaldo de Loki- ahora, mira Loki, siempre he respetado tu silencio acerca de lo que sucedió hace un año, pero siento que aun tienes esa carga contigo, ¿acaso no es buen momento para que te abras a alguien?
-Pero si ya te dije todo lo que sucedió -dijo a la defensiva- ¿qué más necesitas saber?
-Yo no necesito saberlo, pero tú necesitas desahogarte -el mayor lo miró con seriedad- sé todo lo que sucedió, pero aún no sé cuales son tus sentimientos ahora, no es nada fácil lo que pasaste, entiendo completamente que no lo vayas a superar pronto, pero si te encierras a ti mismo nada bueno resultará, ¿qué tal van las cosas con Beach Boy? -preguntó tratando de aligerar el tema.
-¿Qué cosas? -contraatacó con el rostro sonrojado- Realmente van bien, Thor es un buen compañero en todos los aspectos, pero estoy algo preocupado por los sentimientos que tiene hacia mí.
-Así que Borson ya se ha declarado -dijo sorprendido- ¿Desde cuándo son novios entonces? No me habías comentado nada de eso.
-No es tan fácil -replicó el pelinegro- yo no creo poder corresponder sus sentimientos, no me siento preparado para abrirle mi corazón a alguien más, ni siquiera a Thor, en quien confío que se preocupa por mí.
-¿Y él lo sabe?
-Lo hablamos hace poco, me dijo que comprendía completamente la decisión que yo tomara, si solo quería sexo, sería solo sexo, es por eso por lo que me siento muy mal con él, quisiera poder corresponderlo, pero no puedo.
-No tienes que preocuparte por eso, Loki, Thor es un adulto, ha tenido las suficientes experiencias amorosas para entender tu situación, no creo que te quiera presionar.
-No lo hace -confirmó Loki- es solo que temo que un día vea la persona que realmente soy y no le agrade, sabes que mi fachada de chico frío y divertido no durará para siempre con una persona como Thor.
-Entonces muéstrale quién eres en realidad, cuando estés preparado para eso, pero ahora solo disfruta esos músculos -rio con complicidad- por otro lado, ¿sigues tomando antidepresivos?
-Si -mintió, sin saber bien el por qué- todas las noches antes de dormir.
-Muy bien, no las dejes por ahora, ¿sabes? Sé que no es de tu agrado ir con médicos, pero tengo un conocido psicólogo que podrías ir a ver, es muy cómodo hablar con él y no te ayudará a menos que tú lo quieras.
-Gracias Anthony, lo pensaré.
El mayor lo miró con una sonrisa paternal y continuaron charlando hasta muy tarde, Loki se despidió cerca de las 3 de la mañana y Tony le ayudó con sus regalos, Steve llevaba el cuadro y lo metieron todo en el coche del pelinegro.
Cuando entró a su departamento se extraño de mirar las luces encendidas. Dejó el cuadro y los otros regalos en la entrada.
En la mesa de su comedor había un gran ramo de hortensias azules, estaba envuelto en papel blanco y un moño azul rey, era realmente bonito y olía muy bien. Cuando lo levantó, se encontró una nota y un sobre.
“Feliz cumpleaños Loki, no sabía si ibas a llegar así que, si aceptas mis regalos y no tienes ningún plan, mañana pasaré a recogerte a las 9 en punto.
Con amor:
Thor Borson.”
-Pudiste enviar un mensaje diciendo que vendrías Thorpe -susurró con una sonrisa. Miró el sobre en donde decía “Cumpliendo mi apuesta”, con emoción lo abrió y dentro había un folleto de “Las Vegas”, sonrió con emoción.
Buscó un jarrón y lo llenó a la mitad con agua, quitó el moño y papel de las flores y las colocó en el jarrón, dejó el sobre en la mesa y se llevó la nota a la habitación, la colocó en su mesita de noche y se puso el pijama, dudando un poco por la hora, le mandó un mensaje al rubio.
L: Siento no haber llegado temprano, Anthony y yo charlamos hasta muy tarde, me encantaron las flores, te veo mañana a las 9.
Sonrió y poniendo la alarma se dispuso a dormir.
Por la mañana, Thor se despertó temprano y se llevó una pequeña maleta con un cambio de ropa, tomó las llaves de su coche y salió de su departamento dirigiéndose a la casa del pelinegro.
Justo cuando iba entrando al elevador, se topó de frente con un hombre alto y esbelto, estuvo a punto de regresar por donde vino al reconocerlo.
-Señor Jotunheim, que gusto verlo -saludó el rubio entrando al elevador y estrechando la mano del otro.
-Borson -saludó de regreso- ¿qué te trae por aquí?
-Tengo asuntos con su hijo -dijo dudoso, no sabía hasta dónde podía hablar.
-No sabía que tu y Loki eran cercanos -lo miró con seriedad y pudo sentir la sospecha en sus palabras.
-Tuve un problema con el control que tengo hacia el alcohol en la fiesta de Caridad del señor Stark, me embriagué un poco y su hijo se ofreció a llevarme a casa -explicó con tranquilidad- estoy muy agradecido por eso.
-Ya veo -murmuró el mayor sin decir más.
Las puertas del elevador se abrieron y caminaron por el pasillo hacia el departamento de Loki, Thor rápidamente sacó su celular y mensajeo al chico para advertirle sobre la presencia de su padre.
Cuando Loki escuchó el timbre sonrió emocionado, se arregló el cabello que llevaba agarrado en media coleta y tras tomar una bocanada de aire abrió la puerta con la mejor sonrisa que pudo tener. Grande fue su sorpresa al ver no solo a Thor en el pasillo, también estaba su padre. Se quedó de piedra unos minutos hasta que el rubio hizo sonar su garganta.
-Buenos días, Loki -saludó un poco incómodo- me encontré con tu padre en la entrada.
-Que sorpresa -dijo compartiendo la incomodidad del rubio- ¿qué te trae por aquí, padre?
-No te parece descortés no invitarnos a pasar, Borson se ha tomado la molestia de venir a felicitarte por tu cumpleaños y nos dejas aquí afuera como si fuéramos vendedores ambulantes -regañó indignado.
Loki torció los ojos y se hizo a un lado indicando con una mano que pasaran.
Eso no podía estar pasándole, no veía a su padre desde hace más de un año (a excepción del día de la fiesta), y tenía que ir a visitarlo justo cuando planeaba pasar una gran tarde con Thor.
-Por favor, siéntense -pidió el pelinegro mientras se dirigía a la cocina- ¿Café o té? -preguntó en voz alta.
-Café -contestaron los más altos a la vez, Thor se sintió aún más incómodo y Loki quería carcajearse por la ridícula escena que tenía en su cocina.
-Entonces padre, ¿qué haces aquí? -repitió con vehemencia, no le hacía gracia estar tomando el café con su progenitor como si nada hubiese sucedido.
-Tu madre quiere que vayas a casa esta noche, hará algo de cenar por tu cumpleaños -explicó con simplicidad- también estas invitado Borson.
-No padre, agradece a madre de mi parte, pero no iré.
El ambiente se volvió muy pesado e incómodo, Thor miraba a padre e hijo preocupado, notó que Laufey enrojeció y decidió que lo mejor sería darles el especio suficiente para que hablaran.
-Loki, pasaré a tu baño -avisó levantándose y dirigiéndose a la habitación del pelinegro, desde ahí podría escuchar si la discusión se agravaba.
-¿A qué estas jugando ahora con el hijo de Odín Borson? -preguntó su padre molesto, Loki rodó los ojos- Deberías terminar de una buena vez con tus tonterías, Loki, Thor a diferencia de ti, se toma las cosas en serio, terminó muy devastado tras su divorcio y el estar cerca de ti en lugar de ayudarlo, lo terminará hundiendo aún más, y no quiero problemas a nivel profesional con esa familia.
-Siento tanto arriesgar tus negocios por salir con Thor Borson, pero solo para aclarar -Loki lo miró desafiante- él fue quien estuvo detrás de mí, y yo le deje en claro el tipo de persona que soy, lo cual no es realmente necesario, basta con mirar cualquier articulo sobre mi -sonrió divertido.
-¿Crees que me chupo el dedo? -preguntó retóricamente, molesto- por favor Loki, has estado enamorado de él desde que eras un niño, ahora, yo venía a pedirte amablemente que vinieras a casa y habláramos las cosas, pero no soporto que tu actitud siga siendo la misma, a mi ya me da igual lo que hagas con tu vida, desde que te escapaste del hospital entendí que no tienes remedio, incluso dejaste de tomarte el medicamento -su hijo lo miró confundido- sí, lo sé, hablé con tu doctor y me dijo que dejaste de actualizar tu receta.
-¿En dónde quedó el juramento hipocrático? -se burló con ironía- si ya perdiste las esperanzas en mí, ¿qué haces aquí?
-Vine por que tu madre me lo pidió, y también tus hermanos, pero sabía que ya terminaría así -el hombre se levanto indignado- eres mi hijo, eso jamás lo voy a negar, pero tampoco negare que fui un mal padre al no haberte corregido desde que comenzaste a arruinarte la vida con tu libertinaje -respiró profundo- si quieres un poco a ese muchacho, lo dejarás, nada bueno saldrá de salir contigo, solo harás que también arruine su vida.
Loki lo miró herido.
-Largo papá -pidió con amargura- y otra cosa, si odiabas tanto mi orientación sexual, ¿por qué cuando se los confesé nunca demostraron molestia alguna ante eso hasta ahora?
-Nunca me han importado tus preferencias Loki -miró al nombrado un poco asombrado y serio- lo que me molestó fue que nunca pensaste en nosotros, en tu familia o amigos, en los reales, te encerraste en tu estúpida cápsula de placer y diversión y nos dejaste de lado, eso fue lo que no pude soportar.
Laufey salió del departamento dejando a su hijo en medio de la habitación, pensando en que su dolor no eran exactamente las palabras de su padre, su dolor provenía de lo verdaderas que eran.