Loki se sentó y tomó su cabeza entre las manos, las cuales recargaba en la mesa, vaya cumpleaños.
-¿Abandonaste el hospital? -preguntó Thor entrando a la habitación. “Genial” pensó el pelinegro, era lo que le faltaba- creí que te habían dado permiso de salir.
-Deberías de conocerme lo suficiente para saber que yo no pido permiso para hacer las cosas -dijo con molestia, tampoco le gustaba dar explicaciones- si piensas reñirme, te recomiendo que sigas a mi padre.
Thor no contestó, simplemente se acercó a él y apoyó una mano en su hombro.
-Entiendo tu molestia, pero no te desquites conmigo, comprende un poco a tu padre.
Loki lo miró enojado, por qué siempre tenía que ser él el que comprendía a todo el mundo, estaba cansado que todos lo tomaran como el malo de la historia, él no tenía la culpa de ser de la manera en la que era.
-¿Y quién me va a comprender a mí, eh, Thor? -estaba perdiendo la compostura y se arrepintió solo un poco de la manera en la que le estaba hablando al rubio.
-Yo -contestó mirándolo con seriedad- yo te comprenderé Loki, pero también tienes que entender que no es fácil para todo el mundo aceptar y olvidar, al igual que tú, que no entiendes a tu familia, para ellos también es difícil entenderte.
El silencio invadió la habitación por unos minutos. Thor se sentó en la silla junto a Loki y le tomó una mano.
-Voy a estar de tu lado Loki, pero también tienes que poner de tu parte -Loki lo miró confundido- ve de nuevo con el médico que te está tratando y vuelve a tomar tu medicamento, no puedes simplemente dejarlo cuando todavía puedes llegar a necesitarlo.
-No quiero tomar ese medicamento de nuevo -explicó el pelinegro un poco mas calmado, apretó la mano de Thor y continuó- tiene efectos secundarios que me causan muchos problemas.
-¿Cómo cuáles? -preguntó el otro con curiosidad, nunca había tomado nada parecido.
-Pues si lo vuelvo a tomar tendré muchas nauseas, eso es al principio, hasta que mi metabolismo se acostumbra, el problema son los otros efectos que duran todo el tiempo -Thor esperó, Loki lo miró un poco sonrojado- bueno, durante mi estancia en el hospital, mientras estaba medicado me di cuenta de que siempre estaba nervioso, también, bueno, no podía tener ya sabes -tartamudeó- una erección -musitó apenado.
-Vaya -expresó Thor, seguía serio- ¿lo hablaste con tu doctor?
-¡No! -negó avergonzado- No es fácil ir y decirle a alguien que no puedo tener erecciones, aún siendo yo.
-Deberías, probablemente existe algo para ayudarte con eso -Thor le besó la frente- ¿podrías intentarlo? No por mí, ni por nadie, solo hazlo por ti mismo.
Loki sonrió cansado, realmente su padre tenía razón, no debería seguir con Thor, no lo merecía.
-Gracias, trataré -aceptó- y siento mucho esto, pero, reamente ahora no me siento muy bien para Las Vegas.
-Tengo una mejor idea, no te preocupes.
Sonriendo se levantó y lo jaló de la mano para llevarlo hasta la habitación.
-Creo que tampoco me siento muy bien para una sesión de sexo y eso ya es decir mucho del cómo me siento.
Thor se rio de sus palabras.
-No pensaba en eso -el rubio se dirigió a la que podía ser la puerta de su ropero y casi se le salen los ojos de la sorpresa.
La puerta era la entrada a un pasillo alfombrado, adornado con enormes espejos que abarcaban las dos paredes, se dirigía a otra habitación que se encontraba tapizada de trajes, camisas, jeans, y toda la ropa que el pelinegro tenía. Una de las paredes era ocupada por repisas repletas de zapatos, botas o tenis.
-Digno de un modelo -susurró Thor con diversión.
-Acabas de entrar a mi cofre del tesoro -comentó Loki con una sonrisa- ¿Qué hacemos aquí?
-Claro -recordó el rubio un poco apenado por la sorpresa que demostró- ¿en dónde están tus pijamas?
El pelinegro lo miró extrañado, sin embargo, señaló una cajonera y el rubio la abrió para tomar el primer pijama que se encontró.
Salieron del armario (N/A: sin albur jajaja) y Thor puso el pijama a los pies de la cama, se volteo y sentó a Loki en ella.
-Hoy solo te mimaré -explicó Thor con una gran sonrisa antes de comenzar a desvestirlo.
El pelinegro se sonrojó ante la acción tan íntima e inocente que el rubio hacía con él, lo desnudó por completo y lo volvió a vestir con el pijama. Le indicó que se metiera a la cama y después él se recostó a su lado abrazándolo con una mano por la cintura.
-Mi padre tiene razón -susurró Loki, Thor esperó a que continuara- no deberías salir conmigo, Thor, y si lo haces, nadie se debe de enterar, o sino podrías arriesgarte a que hablen de ti. Yo no te puedo dar nada más que problemas.
-Por desgracia, Loki, esa no se me hace una buena excusa para rechazarme, si realmente no quieres que esté a tu lado solo tienes que decírmelo, pero primero dame una oportunidad, me siento bien contigo y me preocupo por ti, me gustas y espero que pronto tu sientas lo mismo, por ahora solo disfruta de la compañía que te ofrezco y si con el tiempo realmente no sientes nada por mí, entonces me alejaré, ¿bien?
Loki asintió. Estaba muy dolido por su padre, temía realmente casuar daño al rubio.
Se quedaron el resto de la mañana en la cama charlando, después de un rato, Thor se quedó dormido y Loki sonrió mientras lo miraba. Era un hombre hecho y derecho, todo en él gritaban testosterona, y para agregarle la cereza al pastel; tenía muy buenos sentimientos.
Con cuidado se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, preparó dos sándwiches, pues no habían almorzado y sacó el jugo de naranja, lo sirvió en dos vasos y llevo todo al dormitorio, en donde el rubio seguía durmiendo.
Lo movió un poco hasta que los ojos azules lo miraron somnolientos y con ternura.
Se sentaron a comer y beber, y Loki sintió que jamás había estado así con nadie, sin presumir su ropa o tratar de lucir bien en todo momento, Thor le hacía reír mucho con sus anécdotas, era un viajero constante y le gustaba ayudar a las personas sin darse cuenta.
Por ese momento olvidó completamente todos sus problemas y disfrutó de la charla más simple que había tenido.
-¿Te gusta el baloncesto? -preguntó el rubio cuando terminaron de comer.
-Me parece entretenido -contesto aún sonriendo por el chiste que había hecho el rubio momento atrás.
-Hay un partido esta noche, sino te importa podemos romper tu dieta de modelo, compramos pizza y cerveza y miramos el partido en tu sala o en la mía, tu elige.
-En la tuya, tu casa me encanta.
-Bien, entonces iré a recoger un poco y regreso por ti -se levantó mientras volvía a ponerse los zapatos.
-No te preocupes, sé llegar, no necesitas dar tantas vueltas.
Thor le sonrió en respuesta y se encaminó a la salida junto a él, fue entonces que se dio cuenta del gran cuadro que había colgado en el pasillo.
-Esto no estaba -dijo mirando al hombre semidesnudo en la pintura.
-Es San Sebastián, fue un militar romano que fue castigado por defender su fe, esta pintura demuestra su momento de martirio, y bueno, es encantador, me lo regaló Stark.
-Es una buena pieza, aunque no soy muy conocedor en el tema, pero el rostro se mira algo andrógino -observó con interés.
-Lo es, de hecho, el motivo de darme tal regalo es porque San Sebastián es considerado un símbolo homoerótico -explicó un poco sonrojado- Anthony es muy simbólico al obsequiar cosas.
-Ya veo -murmuró pensativo- es bueno, aunque se mira algo masoquista.
-Tienes buen ojo para no ser conocedor del tema -se burló- muchas interpretaciones dicen que San Sebastián disfrutó el ser asaeteado, disfrutaba el dolor, por eso es por lo que en su mirada no hay expresión de tal, al contrario, se mira con satisfacción.
-Perturbador -susurró Thor.
-El dolor tiene una delgada línea entre el sufrimiento y el placer, Thor, para explorarlo se necesita experiencia y confianza.
Thor lo miró con seriedad, no molesto, más bien curioso.
-Nunca me ha interesado el BDSM -confesó divertido- pero parece que a ti si, soy tu amante, si es algo que quieres hacer solo tienes que decírmelo.
Loki se sonrojó aún más, no había explicado nada con segundas intenciones, solo dijo lo que sabía acerca de la pintura y de sus mismas experiencias. Pero lo pensó mejor, Thor tenía toda la pinta de ser un buen S, pero no se imaginaba al rubio haciéndole daño por placer.
-Ya vete grandulón, antes que te arrepientas de tus propuestas -lo corrió nervioso y empujándolo hacia la puerta.
Thor le tomó las manos que empujaban su pecho, lo acercó más a él y le dio un beso suave, se separó de él un poco y le dio otro beso en la mejilla.
-Nos vemos en la noche -se despidió y salió sin decir nada más.
Loki recargó la frente en la puerta después de cerrarla, suspiró y se tocó la mejilla que el rubio besó con una sonrisa en los labios. Thor le alborotaba las mariposas en el estómago.
Se dirigió de nuevo a su dormitorio y se volvió a acostar, aún era temprano y él no había dormido mucho y probablemente tampoco dormiría temprano esa noche.
-
Thor ponía un cuenco con palomitas en la mesa que estaba entre la pantalla y el sofá cuando escuchó el timbre.
-¡Oye muchacho, cálmate! -pedía con risas a Hammer, quien salió corriendo a la entrada cuando iba a abrir- Hola Loki.
-Hola Thor -saludó el pelinegro con una sonrisa, se había puesto unos jeans ajustados hasta la cintura, una playera blanca algo corta y unos Vans blancos, era la ropa más casual que Thor le había visto- hola Hammer -saludó al perro que le saltaba encima por la emoción.
-Lo siento, le gustan las visitas -se disculpó el rubio con una sonrisa- pasa, acabo de llamar para que nos traigan las pizzas.
-Traje unas rebanadas de pastel -le extendió una bolsa de papel y ambos se dirigieron a la cocina.
-Lo comeremos si aún te queda apetito después de la pizza.
-Me vas a engordar, ¿acaso ese es tu plan? -preguntó mirándolo con los ojos entrecerrados- Si Clint se entera que estoy rompiendo la dieta me matará.
-No se tiene por qué enterar -calmó mientras metía las rebanadas de pastel en el refrigerador y le pasaba una cerveza, él tomó otra.
-Vaya, no soy muy fan de la cerveza, pero hace mucho que no tomaba, me sabe deliciosa -dijo dando un trago muy grande.
-He olvidado por completo que no deberías estar bebiendo alcohol -el rubio lo miró preocupado- mejor iré por refrescos.
-¡Vamos Thor! -exclamó- Este es un buen momento para beber cerveza, y solo será esta noche.
-Eso dijiste en la fiesta de Tony -le acusó.
-Lo siento, solo esta vez, ¿sí?
Loki se sentó en el sofá con una sonrisa al convencer al rubio, quien abría la puerta para recoger la pizza.
Ambos comían y bebían, comentaban el partido de vez en cuando y se reían sobre quién de ellos dos ganaría un uno a uno.
Thor no se dio cuenta en qué momento dejó de ver la pantalla para observar a Loki, se veía mas tranquilo que esa mañana y se emocionaba cuando el equipo encestaba. Sin pensarlo mucho, sacó su celular y tomó una foto de él.
-Te voy a cobrar -amenazó el pelinegro divertido- ¿cómo salgo?
-Tu siempre sales bien -aseguró el rubio mostrándole la foto, Loki sonrió con vanidad- ¿puedo subirla a Instagram?
-No lo sé -dudó con un poco de nervios- ¿tú quieres subirla?
-Obviamente, ¿por qué no querría?
-La gente hablará de eso -dijo cohibido- no quiero que comiencen rumores sobre ti.
-Ya te dije que no me importa lo que digan sobre mí, eres lo que quiero, si a ti no te molesta lo demás no importa.
Loki observó a Thor mientras éste escribía algo en su celular, el hombre le había conmovido con esas sencillas palabras. Sin pedir permiso se acercó a él y le apartó el celular, se sentó en su regazo con las piernas en los costados, lo tomó de las mejillas y le planto un beso inesperado.
Thor, algo sorprendido, colocó sus manos en la cintura del pelinegro y lo apretó más a él, correspondió el beso con más profundidad hasta que a ambos les faltó el aire.
Loki se separó con una sonrisa y le comenzó a quitar la playera, pasó sus manos por el torso denudo subiendo hasta los hombros, cruzo los brazos detrás del cuello del rubio y se volvieron a besar. Thor gruñó cuando el menor se meció causando fricción en sus entrepiernas.
-¿Me estas provocando? -preguntó con una risita.
-Tu comenzaste -acusó el pelinegro.
Thor lanzó una carcajada que cautivo a Loki, le encantaba ver la risa del rubio. El mayor le quitó la playera de igual manera y desabrochó su pantalón, lo levantó de encima y se lo quitó junto con los calzoncillos. Loki quería volver a sentarse encima de él, pero Thor lo detuvo, dejándolo de pie y él sentado comenzó a repartirle besos por los muslos y los lados del hueso de la pelvis. Loki suspiró, la piel se le erizaba con cada toque y las piernas le temblaron cuando Thor le apretó las nalgas con ambas manos, soltó un jadeo cuando el rubio besó su pene semi-erecto.
El rubio sonrió entre sus piernas al ver sus reacciones y siguió besando su zona sensible, sacó la lengua y lamió desde la base hasta la punta, Loki lo tomó del pelo con fuerza, pero sin jalarlo, apartó una de las manos de los glúteos del pelinegro y tomó el pedazo de carne que ya estaba completamente duro, lo metió a su boca lentamente saboreando las saladas gotas de pre-semen que comenzaban a salir. Se movió, sacando y metiendo el miembro de su boca mientras su lengua giraba sobre él, los gemidos de Loki se hacían mas intensos conforme el orgasmo se acercaba y si no hubiera sido porque estaba sujetándose de los hombros de Thor, se abría caído al momento de correrse en la boca de este.
Antes de poder recuperar el aliento, Thor se levantó y se puso detrás de él, lo dobló hasta que sus manos estaban en el respaldo del sofá, la posición era algo incómoda y le dejaba el trasero al aire.
-¿Porqué estas callado? -preguntó un poco nervioso cuando de reojo vio que el rubio se sentaba en la mesita, le puso las manos a cada lado de las caderas y entonces Loki dio un respingo al sentir que su entrada era mojada.
Se sonrojó por completo al entender que se había venido en la boca de Thor y él usaba sus fluidos para lubricarlo.
-No puedo creer que hicieras eso -susurró mientras cerraba los ojos.
-Se me acaba de ocurrir -respondió divertido el otro bajándose los pantalones con la ropa interior, se acarició a sí mismo mientras pasaba la otra mano sobre la espalda del pelinegro.
-Por favor solo hazlo -pidió aún agachado, aún estaba agitado, pero necesitaba sentirlo ya.
-Siempre tan precipitado -dijo con voz ronca- pero tengo que ir por un preservativo a mi habitación.
-¡Por favor, será en otra ocasión, te quiero dentro mío ahora.
Thor rio ante la desesperación del pelinegro para después penetrarlo en una sola estocada.
Un grito se escapo de Loki ante la sorpresa, Thor era muy grande y su cuerpo aún no se acostumbraba a él. El rubio lo comenzó a torturar, sacaba su miembro lentamente y lo volvía a meter de golpe, Loki se sostuvo solo con una mano en el respaldo del sofá mientras que con la otra se masturbaba, pero Thor lo empujó haciendo que su cara estuviera contra el sillón doblándolo completamente, le tomó ambas manos y las doblo en su espalda, de esa manera entró más profundo y el pelinegro sentía dificultad para respirar.
El sonido del golpe de piel contra piel era amortiguado por la televisión, Loki jadeo más fuerte cuando sintió el orgasmo cerca, la mano de Thor si dirigió a su miembro y apretó la uretra.
-¡Ah! -gritó- ¡Por favor!
-Aún no -demandó el rubio y salió de él.
Una lágrima resbaló por las pálidas (ahora sonrojadas) mejillas por el orgasmo interrumpido. Thor se sentó de nuevo en el sillón y lo jaló encima de él.
-Móntame, si te quieres venir lo harás encima de mi -ordenó con los ojos llenos de lujuria.
Loki obedeció enseguida, se levantó un poco y tomó el gran falo con una mano, la otra la utilizaba para sostenerse en los hombros del rubio, se dejó caer poco a poco autopenetrándose, cerró los ojos sintiendo como la gran cosa de Thor lo iba abriendo lentamente, éste gruño y lo sostuvo de la cadera para jalarlo con fuerza contra sí, ambos soltaron un gemido y Loki comenzó a moverse.
Por su parte Thor le besaba el cuello, chupando y dando suaves mordiscos descendió hasta las clavículas y llegó a sus pezones, besó uno y después el otro en el que se dedicó a lamer y mordisquear, con la yema de los dedos de una mano pellizcaba el otro, la otra mano la mantenía en su cintura ayudando a continuar moviéndose. Los embistes se hicieron más violentos y descoordinados cuando Thor sintió el cosquilleo en el vientre, le dio un beso salvaje a Loki y la mano que estimulaba su pezón bajo hacia su miembro y lo masturbó con fuerza. Después de penetrarlo varias veces más, ambos se corrieron a la par.
-Eso... fue… increíble -alagó Loki en el cuello del rubio, entrecortado por la falta de aire, el sudor perlaba su frente- eres un salvaje.
-Me gusta satisfacerte -presumió orgulloso.
-Deberías dejar de tomar viagra -aconsejó con burla.
-Eso me ofende, no sé si lo sepas, pero los 30 son la mejor edad para la vida sexual adulta, además a mi me favorece el entrenamiento.
-Eres un presumido -se separó un poco de él, aún lo abrazaba por el cuello y le miró con una sonrisa cansada- debería de comenzar a hacer ejercicio o sino no podré seguirte el paso, estuve un año sin acción.
-Yo puedo ser tu entrenador personal -sugirió el rubio mientras volvía a besar su cuello. Loki cerró los ojos ante la sensación.
Thor lo levantó del sillón y el pelinegro envolvió las piernas en su cintura, los llevo hasta el dormitorio y acostó a Loki en la cama.
-Algún día te cansaras de cargarme -dijo divertido.
-Me aseguraré de no perder la fuerza para seguir haciéndolo.
Thor se encontraba de rodillas en la cama con las piernas de Loki alrededor de su cintura, con lentitud lo penetró de nuevo, excitándose con los pequeños quejidos del chico, lo tomaba de las caderas con ambas manos y sus pulgares estimulaban sus testículos. El ojinegro apretaba las sabanas disfrutando de las suaves embestidas y su miembro se volvía a endurecer ante las provocaciones del rubio. Acarició los fuertes brazos y se mordió el labio inferior.
Thor entraba y salía con facilidad, tomó ambas piernas de pelinegro y las subió hasta sus hombros penetrándolo más profundamente.
-Thor -susurró Loki entre jadeos- Oh dios, Thor…
El rubio sonrió al escuchar su nombre entre gemidos, se inclinó y besó los labios de Loki con pasión.
Loki se sentía desfallecer, le faltaba el aliento, pero la posición hacía que el rubio entrara más profundo, el musculoso hombre rotó las caderas y Loki tuvo escalofríos cuando sintió la presión en su próstata, cerró los ojos con fuerza y se corrió de nuevo, sin embargo, el orgasmo se prolongó con los imparables embistes de Thor quién salió de él cuando estaba eyaculando, dejando un rastro de semen en sus glúteos.
-Insisto, me vas a matar.
Thor se rio y se acostó en su lado atrayéndolo en un abrazo. Loki disfrutó de la sensación del semen del rubio escurriendo en su trasero.
-Necesitamos un baño -sugirió mirando su esperma en el abdomen de Thor.
-Ve tu primero, ahora te alcanzo -dijo aún agitado.
Loki se sentó en la orilla de la cama mirándolo con burla, pero cuando se quiso levantar las piernas le fallaron y cayó de rodillas. Thor se levantó enseguida y le ayudó a levantarse sentándolo de nuevo en la cama.
-¿Estas bien? -pregunto preocupado.
-Un día me dejarás en silla de ruedas -se quejó mientras se sobaba la espalda baja.
-Te dije que mantendría mi fuerza para levantarte -Thor lo cargó de nuevo y se lo llevó como costal de papás hasta el baño.
“Tendré que acostumbrarme a esto entonces” pensaba Loki con diversión.