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R E D por Shima_Suzuki

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Cuando Akira regreso a casa Kouyou lo recibió con la pequeña sorpresa de que su madre aún no se iba.

No es que no quisiera convivir con su suegra, pero venia demasiado cansado, no había dormido casi nada en esos días y necesitaba relajarse y caer en la inconciencia por al menos 13 horas.

A pesar de eso, dio un suave beso en los labios de su novio, saludo a suegra con educación y fue a la habitación a guardar su equipa que, Kouyou fue con él.

Mientras su suegra estaba en la cocina, preparando algo de comer para los 3, el castaño le ayudo acomodando sus cosas, mientras Akira permanecía recostado en la cama.

—Lo siento, debí de avisarte…

—Mmm…

— ¿Estas bien?

—Mmm…

— ¿Estas escuchando si quiera? —sonrió acercándose.

—Mmm…

— ¿Estas muy cansado bebé? —se recostó a su lado.

—Mmm…—se movió, apegándose al cuerpo de su novio, abrazándolo por la cintura y ocultando en su cuello, tenía demasiado sueño.

Kouyou sonrió y comenzó a acariciar su cabello, cerrando los ojos y relajándose junto con el soltando un suspiro de tranquilidad al tenerlo a su lado. Siempre que Akira salía de viaje de negocios, él se quedaba en casa con un pánico horrible, no siempre fue asi, antes solo era soledad, ahora era verdadero terror pro culpa de los asesinatos.

Moriría si algo le pasaba a Akira, el rubio ya era demasiado importante para él, no quería que nada le pasara y siempre que salía le entraba una ansiedad y miedo que ni él solo se aguanta, que su madre hubiera ido a visitarlo lo había ayudado a calmarse mucho, más porque, en varias ocasiones despertó llorando por la misma pesadilla:

Akira muerto por culpa del asesino.

Al final se quedó dormido, abrazando de una manera demasiado sobreprotectora a su novio, su madre entro a la habitación al no recibir respuesta desde la cocina ni tampoco cuando toco la puerta, sonrió al verlos acurrucados juntos en la cama.

Los dejaría dormir un poco más.

~*~

—Akira, en serio, NECESITO saber a dónde iras esta vez—pidió abrazado a su espalda mientras el mayor acomodaba su maleta.

—Nunca te lo he dicho ¿Por qué tanta insistencia ahora mi amor?

—Porque quiero ir contigo—apretó más su abrazo—no quiero que vayas solo, si es por el dinero sabes que yo puedo pagar mis propios gastos, pero por favor, llevame.

—Amor…—suspiro.

—Akira por favor, me muero de ansiedad cada que te vas y mi madre no se puede quedar más tiempo para que no entre en pánico.

El rubio se giró y lo miro.

— ¿Lo dices enserio?

—Si… puedes preguntarle si no me crees—suspiro un poco apenado de revelar semejante información, pero la verdad es que ya era bastante dependiente a la compañía del rubio.

—Te creo bebé—tomo su rostro y dejo un beso en sus labios, acariciando sus mejillas con los pulgares—pero sabes que si vas conmigo no trabajare, eres un enorme distractor—y se giró de nuevo para terminar su maleta.

—Prometo no interrumpirte, pero por favor—se volvió a abrazar—por favor…—dijo ya casi en un hilo de voz, estaba desesperado por qué no se volviera a ir. Tenía un horrible mal presentimiento sumando a que las pesadillas no pararon toda esa semana, TENIA que ir con el sí o sí.

Akira se detuvo al reconocer esa voz tan lastimosa, estaba a punto de llorar.

Se giro de nuevo y lo abrazo con cariño, dejando un montón de besitos en su cuello, el castaño se aferró al rubio y soltó un suspiro, sentía tanta paz cuando Akira lo abrazaba, no quería que esa sensación se fuera.

— ¿Me dejaras ir?

—Prepara una maleta pequeña, te quedaras con tu madre.

— ¿Qué? —se separó para verlo.

—Mi viaje es a Kanagawa bebé—sonrió y acaricio su rostro.

— ¿Es enserio? ¿no es un truco?

—No—sonrió y saco su teléfono enseñándole el correo de su jefe.

—Oh…bueno—sonrió y le devolvió el teléfono—deja preparo las cosas entonces.

—Bien—un beso más y Kouyou fue al armario por una maleta pequeña, no necesitaba tantas cosas, además, en casa de su madre todavía había ropa suya de cunado iba a quedarse en las vacaciones.

El rubio soltó un suspiro, tener a Kouyou ahí si sería un distractor para su trabajo, pero no solo para eso, sería un obstáculo en su proyecto, tenía que esforzarse al triple para que el castaño no se enterara de nada.

La idea de que se quedara con su madre era el inicio de todo, pero sabía que Kouyou querría verlo de vez en cuando, asi que tenía que empezar a organizarse bien, en las horas de trabajo tendría que ser cuando buscara a su víctima, no podía hacerlo ahora en su tiempo libre.

Tendría mucho trabajo que hacer, pero con tal de que su novio fuera feliz, estaba dispuesto a ello, Kouyou era lo más importante para él, siempre había sido asi.

Cuando terminaron las maletas ambos fueron a comer algo primero para después irse, el viaje sería largo porque primero tendría que dejar a Kouyou con su madre, luego irse el al apartamento que le designaron para trabajar para asi posteriormente comenzar a trabajar e investigar al mismo tiempo.

Puede que en el tren dijeran algo, pero sería más que obvio que Kouyou también lo escucharía, no podía cambiarse de sitio porque eso levantaría sospechas y molestias en su novio además de que usar el baño sería mala excusa pues casi no se podía escuchar nada desde ahí dentro.

Para cuando terminaron de comer, se fueron de ahí en taxi hasta la estación de trenes, compraron dos boletos y se sentaron en sus asientos, Kouyou se apoyó en el hombro de su novio y este lo abrazo, comenzando a acariciar su cabello.

Kouyou sonrió y se acurruco. Akira sonrió y comenzó a mimarlo, si lograba dormirlo podría escuchar libremente si es que alguien decía algo. Asi que ahí se quedó, esperando a que se durmiera.

El viaje empezó, no había tanta gente, la mayoría estaban dispersos en el vagón, Kouyou se durmió después de 20 minutos de viaje, el rubio se mantuvo atento a las conversaciones, pero no escucho nada interesante más que algunas cosas sobre un evento de modas, negocios, lo tranquilo que estaba Kanagawa en esos tiempos y algunos niños jugando.

Al parecer no encontraría nada en el viaje.

Podría aprovechar y dormir un poco, pero él no era mucho de dormir en los trenes por muy cómodo que fuera, además, tenía que cuidar a Kou, su novio era demasiado bonito como para no darse cuenta de todas las miradas que había recibido desde que habían llegado. Lo apego un poquito más a su cuerpo y dejo un beso en su cabeza, miro por la ventana, notando el cambio de paisaje.

Si algo caracterizaba a Kanagawa, eran las praderas tan bellas que tenía, la vista era hermosa, en especial con el atardecer. Sonrió pensando que dentro de unos cuantos días más podrían regresar a su prefectura natal y vivir una vida tranquila en la casa que ya había comprado para ellos, quedaba bastante cerca de la de sus madres pues la zona residencial donde ellas Vivian era bastante bonita y tranquila.

Perfecta para que nadie los molestara.

Cerro los ojos y espero, no tardaron mucho más en llegar asi que despertó a su novio y bajaron del tren, caminaron un par de calles hasta la estación de taxis, se subieron a uno disponible y los llevo hasta la casa de la madre de Kouyou, le pidieron que esperara pues Akira no se quedaría.

La hermana mayor del castaño fue la que los recibió, se llevó la pequeña sorpresa que su otra hermana también estaba ahí y sus sobrinos, su madre había ido a comprar unas cosas asi que se llevaría la sorpresa de que sus 3 hijos estarían en casa con ella unos días.

—Te lo encargo Hanako.

—Descuida Akira, yo lo cuidare y me asegurare de que no te de problemas. —dijo la mayor sonriendo.

— ¡Oye! —la miro con reproche.

—Eres un distractor Shima, asi que despídete y deja que tu hombre se vaya—dijo esto la chica regreso dentro, Kouyou suspiro y se acercó a su novio.

—Prometo que mañana cenamos juntos ¿bien? —lo acerco por la cintura, Kouyou sonrió.

— ¿Hasta la cena? —abrazo el cuello de su novio—No creo esperar tanto.

—Tendrás que hacerlo—dejo un suave beso en sus labios y se separó—tratare de apurarme ¿bien?

—Bien, te amo.

—Y yo a ti—un besito mas y se fue de ahí de regreso al taxi que lo llevo hasta el apartamento que la compañía le asigno.

Apenas llego se instaló, tenia que avisar que ya había llegado y comenzar a contactar a las personas que le pedían, encendió sus dos computadoras, una para el trabajo y la suya.

Mientras que en la de trabajo, mandaba correos y escribía un montón de cosas en la otra estaba abierta la sección de noticias, buscando que cosas pudieron haber pasado o estaban pasando en su prefectura natal.

Se quedo sentado suspiro y tomo su teléfono, encontró varios menajes de Kouyou en Line asi que se apresuró a responderle.

“Amor, amor, amor, amor, amor, amor, AMOR”

“¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿QUÉ PASA?”

“Te amo c:”

“Eres un tonto, pero también te amo <3”

“¿Estas muy ocupado?”

“Estoy en espera ¿pasa algo?”

“Me entere de algo~”

“Oh~ ¿Qué será?”

“Tu sabes que a Yumiko no le para la boca cuando se trata de moda”

“Aja ¿ahora que dijo?”

“Un modelo super famoso que es su favorito va a venir para el evento de moda que se hará en estos días, pero no quiere ir sola y yo no quiero ir solo con ellas, si no estás muy ocupado ¿crees que puedas venir?”

“¿Para cuándo seria?”

“En un par de días, no te presiones si no puedes cielo”

“Yo te aviso ¿sí?”

“Si mi amor c: ya te dejo trabajar”

Dejo el teléfono de lado y se recostó en el sillón, todo estaba a obscuras, solo estaban las pantallas para dar luz, se quedo pensando un rato, probablemente podría escuchar algo en ese festival y Kouyou no sospecharía nada.

Se levanto y se sentó frente a su computadora personal, empezó a buscar sobre el evento y encontró bastante información.

Tanta que no creyó que fuera posible.

Paginas y paginas enteras solo del modelo “Ruki” que era por el que se hacia este evento, “humilde chico” que salió de Kanagawa con un sueño y se volvió mundialmente famoso por la colaboración con marcas internacionales además de tener 3 marcas de ropa a su nombre donde no solo era el diseñador si no que también el principal modelo.

Pero asi como encontró paginas de gente que lo adoraban, había muchísimas mas de odio hacia él.

Miles e quejas de personas que llegaron a trabajar con él, sobre lo soberbio y orgulloso que podía ser, sobre lo antipático y mala persona que era con todo aquel que podía desafiarlo, lo injusto que era y el como eliminaba a quien pudiera ser una amenaza para el con rumores, una palabra suya era casi ley en el mundo de la moda, por lo que si el caías mal a Ruki, era tu fin en la industria.

Entre mas leía, mas fascinado quedaba.

Había encontrado a su pieza final.

~*~

Había muchísima gente en el evento, no era de extrañar, la mayoría de los fans de “Ruki” no solo eran de Kanagawa, venían desde otras prefecturas e incluso algunos de otros países para verlo.

Era evidente que ahí no lo oba a matar, mucho menos con Kouyou y sus hermanas ahí, solo quería ver que tan bien cuidado estaba y a donde se iba.

Kouyou iba aferrado a su brazo, había demasiada gente para él, Akira lo comprendía, Kouyou nunca había sido muy social que digamos y los lugares con mucha gente lo asfixiaban, pero como su hermana había insistido demasiado en ir con ellos, no se pudo negar, menos mal que Akira estaba con él.

—No sé para qué quería que viniera con ella si me iba a abandonar asi—hizo un puchero.

—Dejala, lo atrajo más a su cuerpo—esta emocionada y es mejor que Hanako la cuide, ella sabrá que hacer.

—Bueno—suspiro—no estoy a gusto aquí, pero sé que si me voy contigo me mata.

—Hay mucha gente aquí, mandale un mensaje y avisale que iremos a una cafetería cercana o algo asi, no nos alejaremos mucho.

—Está bien—saco su teléfono y le mando el mensaje a ambas chicas—vámonos de aquí.

Akira rio, pero aun asi se lo llevo lejos del tumulto de gente hasta una cafetería, donde se sentaron en las mesas de afuera para no perder de vista el evento.

—Vaya que es famoso el tipo—dijo el rubio bebiendo de su café.

—A Yumiko le gusta una de sus marcas de ropa—se encogió de hombros—para mi solo es un tipo cualquiera que tuvo suerte.

— ¿No te agrada?

—Me estresa, Yumiko no para de hablar de el entonces me di a la y tarea de investigarlo un poco y es de todo menos buena persona, aun así, ella lo idolatra y me desespera. —dijo con fastidio.

—Mmm ya veo…—se quedó pensando sin dejar de beber su café.

—Mi hermana dijo que iba a dar una sesión de autógrafos y fotos en su hotel, solo espero que no se vuelvan locas…

—Intuyo que quieren que tú vayas también…

—Si—hizo un puchero y bebió de su té helado—Pero… vendrás conmigo ¿verdad?

—Obvio bebé, solo estoy esperando confirmación de los últimos socios y podremos quedarnos el tiempo que queda aquí.

Akira sonrió cuando su novio le dio un beso que correspondió al instante, al parecer llevarse a Kouyou con el había sido mas benéfico de lo que pensó.

Al fina se quedaron casi toda la noche en ese café por el evento, el chico dio unas entrevistas, contestó muchas preguntas y hubo un desfile de sus marcas.

Se fueron de ahí por eso de las 3 de la mañana, Kouyou hizo un verdadero berrinche porque el rubio tenía que regresar al apartamento y no con el a casa, pero todo se soluciono con muchos besos y la promesa de dormir con el mañana.

Akira llego a su apartamento y encontró los correos de confirmación de los socios que faltaban, se los mando a su jefe y le adjunto además la aclaración de que se quedaría los días restantes con su familia, el hombre no tuvo problema, solo le recordó que la siguiente semana tendría que ir y firmar su acuerdo para poder tener el ascenso, aumento del sueldo y al fin podría trabajar desde casa con Kouyou.

Asi pues al día siguiente se levantaron temprano para alistarse y ser los primero en la fila, Yumiko se veía demasiado emocionada, en esta ocasión solo Akira la acompañaron pues Hanako se quedo con su madre y Kouyou a cuidar a los niños; le agradecieron infinitas veces al rubio que la acompañara pues ellos ya no querían ir, pero les daba miedo dejarla sola.

—Gracias por acompañarme Aki—sonrió agradecida.

—No es nada, se nota que te gusta y es bueno ser fan de algo, pero tanto a Kouyou como a tu hermana les fastidio, asi que me ofrecí a venir y cuidarte, si algo te pasa tu familia me mata.

—Que dulce, una vez más gracias—sonrió y siguieron esperando.

Evidentemente la ida de Akira era con dobles intenciones, quería estudiarlo, el modelo había sido tanto imbécil como para ofrecer las firmas en su propio cuarto, asi como una pequeña charla y de obsequio una prenda o accesorio de su colección, todo esto fue por un precio muy alto, pero Yumiko lo pago, Akira solo tendría que esperar fuera del cuarto de hotel en donde se hospedaba.

Pero confiaba en su seguridad, había muchos guardias, incluso policías, era una persona rica e influyente, normal que lo cuidaran tanto.

Esperaron un buen rato hasta que fue su turno, un par de veces el modelo se asomó por la ventana, alocando a sus fans.

Fueron como 2 horas, pero por fin fue el turno de Yumiko, al rubio se le permitió subir con ella, pero la única que entro fue la castaña, Akira se quedo afuera con la seguridad.

Si acaso la chica paso como 4 minutos ahí dentro, salió con una sonrisa radiante, una chaqueta y una foto autografiada, pero no se dirigió a él, si no a los de seguridad.

—R-Ruki dice que…—respiro profundo—que lo dejen pasar... a el—señalo al rubio.

— ¿A mí? —la miro extrañado.

—Eso dijo, solo será un minuto—estaba demasiado feliz y en su ensoñación como para analizar el claro interés del modelo en el NOVIO de su hermano.

Akira no dijo nada, uno de seguridad entro para confirmar, pocos segundos después lo dejaron pasar, el rubio no entendía nada, pero por dentro estaba sonriendo, su plan había funcionado.

Su investigación había sido muy ardua, tanta que llego a ciertos foros donde el modelo se dio a conocer por sus verdaderos colores, mucha información sobre su homosexualidad y el tipo ideal, la vestimenta de Akira y el modo en el que acomodo su cabello hizo que la atención del modelo cayera en el cuando lo vio en la fila con esa chica.

No esperaba que cayera tan rápido.

— ¿Hola?

—No tenemos mucho tiempo asi que seré claro—dijo el modelo saliendo del baño con una tarjeta en la mano, entregándosela al rubio—No eres al primero que invito asi que no te sientas especial, pero me interesas, mi número y la dirección de la fiesta están en ese boleto, te estaré esperando en el segundo piso ¿bien?

—Okey—dijo y se retiró de ahí luego de que le diera un labial para la chica, para “no levantar sospechas” le pidió a él entregárselo por ser “tan linda” pero como las fans solo podían entrar una vez por eso se lo pidió a su acompañante.

Yumiko no pregunto nada, simplemente lo espero demasiado emocionada, recibió el labial ya de regreso a casa, le explico la situación y ella exploto de alegría, Kouyou miro a su hermana sin entender, pero solo se abrazo a su novio y le dio un profundo beso.

— ¿Debería de preocuparme por ella?

—No—sonrió y lo abrazo, apegándolo más—solo está feliz, dejala.

— ¿Qué te parece si tu y yo nos vamos a tu apartamento? —pregunto sugerente dejando besitos en su mejilla.

—No puedo amor—suspiro apegándolo más—todavía tengo trabajo—obviamente era mentira, el negocio ya estaba hecho, pero eso Kouyou no lo sabía— ¿mañana sí?

—A veces creo que odio mucho a tu jefe—se escondió en su cuello y suspiro.

—Este es el ultimo negocio bebé, lo prometo…Después de esta semana tu yo vamos a estar tranquilos y me tendrás en casa todos los días.

—Es lo que mas deseo—sonrió y dejo un besito en su mejilla—te dejo irte entonces—lo soltó.

—Te lo compensare bebé, lo prometo.

—Está bien.

Akira se fue después de un intenso beso, tenia que arreglarse y prepararlo todo, pensar muy bien que iba a hacer, principalmente tendría que cambiar su aspecto, probablemente nadie le pediría identificación al entrar y seguramente el chico lo quería para sexo, ya sabía cómo lo mataría, solo tenía que asegurarse que de entre todos los que había invitado, el fuera el elegido y asegurarse además que nadie lo viera ni entrar ni irse.

Era complicado, pero esa noche, “Ruki” iba a morir.

Apenas llego al departamento preparo una maleta pequeña con su kit quirúrgico, guantes de látex y el ácido que siempre usaba para la nota en el cuerpo, lo dejo ahí y salió a una tienda de productos para el cabello y compro un tinte en spray lavable de color negro, compro también una cajita de fresas.

Sabia bien que el chico era alérgico a las fresas asi que se apresuro a preparar pequeños mochis con trocitos de fresa y chocolate dentro, esperaba que los comiera a voluntad, pero en todo caso si no lo hacía, se los metería hasta la garganta para ahogarlo si era necesario.

Mientras se hacían busco la dirección de la fiesta en su computadora, se sorprendió de ver una residencia bastante lujosa en la zona, al parecer era la casa que tenía en Kanagawa para él.

Entonces comenzó a buscar mas en blogs de fans e incluso de acosadores, este tipo de fiestar eran comunes para el modelo, no era la primera vez que las organizaba, llevaba varias a lo largo de su carrera en diferentes prefecturas y al parecer tenia un patrón. Invitaba a chicos de manera extraoficial, acudían a la casa encontrándose con una fiesta llena de gente, los candidatos eran observados mientras se divertían y el que Ruki eligiera tomándolo de la mano sin previo aviso sería el que lo acompañara hasta su habitación alejada del todo para pasar una noche gloriosa de sexo.

O eso es lo que decía el blog.

Honestamente no sabría que hacer para seducirlo, nunca había llegado a coquetear con alguien, no es que no supiera ser cordial o incluso un poco seductor, pero de ahí a tener a alguien rendido por sus palabras nunca había ocurrido, Shima y el se volvieron pareja porque fueron amigos desde siempre, y un día simplemente quedaron de ver películas juntos y al estar en el sofá muy juntos con las luces pagadas dio pauta para un beso que después se convirtió en muchos más.

Después fueron muchas palabas que terminaron en confesiones muy cursis y de ahí ya llevaban 14 años juntos, era un número muy grande y la mayoría de la gente no les creía cuando lo decían “imposible que lleven tanto tiempo sin aburrirse” era lo que siempre decían, pero ambos seguían enamorándose cada día más simplemente porque habían nacido para estar juntos.

Mas de una vez se planteó casarse con Kouyou, lo habían hablado un montón de veces, acordando que lo harían solo cunado estuvieran ya instalados en una casa en Kanagawa con un buen sueldo y estabilidad.

Para Kouyou aún estaba algo lejana la idea, para Akira ya estaba a la vuelta de la esquina.

Solo necesitaba terminar su proyecto personal y todo podría ser como el sueño que siempre habían querido tener.

Dejo la computadora de lado y suspiro mirando el teléfono del modelo, podía intentar llamar y averiguar un poco, no creía que les diera su número a todos ¿o sí? Llamarlo podría ser muy benéfico para averiguar más, pero evidentemente no podría llamar de su teléfono y hablar desde el del apartamento seria estúpido, tendría que ser uno público.

Nada aseguraba que le contestara, pero si de verdad llegaba a atender el teléfono podría sacar muy buena y valiosa información de él.

Guardo la tarjeta en su cartera y se fue de ahí, camino por un buen rato, paso varios teléfonos públicos, pero tenia que llamar desde uno que estuviera lo mas lejos posible de su localización actual.

Cuando creyó que, y estaba lo suficientemente lejos, saco la tarjeta, introdujo las monedas y llamo.

—Estaba esperando tu llamada, pero no creí que tu número fuera asi.

— ¿La esperabas? —forzó la voz a una más gruesa, incluso cubrió un poco el micrófono del teléfono, solo por si estaba grabando la llamada.

— ¿Crees que a todos les doy mi número? No cielo, tu me interesas y ya hice mi elección, mas te vale que llegues.

—Lo hare, no te preocupes.

—Te espero entonces, cuando entres sube las escaleras y ve directamente al cuarto de la puerta roja, es mi habitación, los guardias no entran y nadie molesta cuando llevo a alguien ahí hasta la mañana siguiente cuando lo ven salir, asi que no te preocupes, nadie nos interrumpirá. Lleva la tarjeta que te di en la mano, asi te dejaran entrar.

—Bien.

—Espero que seas bueno en la cama.

—Lo soy.

—Lo averiguare hoy, chao.

Y colgó.

Akira colgó el teléfono y soltó una risa burlona, ni siquiera tuvo que decir demasiado para que le dijera todo…

Se paseo por el área y compro algunas cosas mas que le serian útiles, después regresó a su apartamento y se dio una ducha primero, comió algo, hablo con Kouyou, se preparo para la fiesta y guardo lo necesario en esa pequeña maleta, era una mariconera muy discreta que al final ni se llegaba a ver por la chaqueta que traía puesta.

Miro la hora asi que se pintó rápido el cabello con ese spray, el cubrebocas no podía faltar.

Le mando un mensaje de buenas noches a su novio y se fue.

Ya era la hora de acabar con esto.

~*~

En el lugar había demasiada gente, era una fiesta muy grande, había muchas chicas, posiblemente modelos también, y claro que detecto a su “competencia”. Lastima que ya lo habían escogido a él. Había enseñado la tarjeta al entrar, cuando estuvo dentro subió las escaleras sin ver a nadie a la casa, camino por el pasillo hasta la puerta roja.

La adrenalina la estaba sintiendo recorrer por su cuerpo, sería la primera y ultima vez que su victima le viera la cara, que interactuara con el… tenia que tener mucho cuidado, todo tenía que ser perfecto, todo como lo había planeado.

Toco la puerta y escucho el “pase”, asi que entro.

—Wow ¿Qué paso con el rubio? No me quejo, te ves mas sexy con el cabello negro—dijo el modelo recostado en su cama.

—Gracias—sonrió y se quitó el cubrebocas.

—Eres mas guapo de lo que recordaba—sonrió— ¿Quieres empezar ya?

— ¿Para eso me invitaste no?

—Si, ven aquí…

Akira se acercó entonces, Takanori lo sentó y se arrodillo frente a él y comenzó a quitarle los pantalones y la ropa interior, saco su miembro y sonrió satisfecho, el tamaño estaba bien, entonces comenzó a acariciarlo y lamerlo para poder despertarlo sin ser consciente que Akira ya se había puesto los guantes de látex.

Tan concentrado estaba en lo que hacia y el los buenos resultados que estaba logrando que no noto que el pelinegro tomo su lampara de noche.

De hecho, después del duro golpe en su cabeza ya no noto nada.

El rubio se acomodó la ropa y soltó un gruñido, no se bien porque, pero tal vez la reciente excitación en su miembro y la adrenalina que causo la necesidad desesperada de seguir golpeándolo, asi que dio otro golpe, pero no era suficiente asi que dio otro más, y otro, y otro…

Cuando se detuvo ya tenía una erección completa y la cabeza del modelo ya con un hoyo demasiado grande revelando parte de su cerebro y cráneo…

—Mierda…—dijo apenas ver que su ropa se había salpicado, solo por el coraje se dedicó a patear el cuerpo, estaba molesto, se había ensuciado y el simple hecho de estar pateando solo estaba empeorándolo todo, la sangre se estaba embarrando en la habitación y en sus botas, pero se sentía tan molesto y eufórico que no pudo parar hasta que respiro hondo más de 7 veces.

Estaba seguro de que le había reventado algún órgano o hueso, pero eso ya no importaba, el cadáver quedaría en un estado deplorable, y no por cortes o desmembramiento, si no por todos los golpes que le había dado, seria el primero en no tener la piel pálida resaltada por la nota roja, sino que tendría colores resaltando el rojo.

De su mariconera saco el pastelito que había traído, se lo metió en la boca ya un poco lastimada por los golpes, tomo su mandíbula algo desencajada y la movió para que lo masticara lo suficiente, después se lo saco de la boca y lo tiro por ahí, fue al baño por el cepillo de dientes y la pasta dental.

Lavo su boca completamente teniendo el cuidado de no derramar nada y dejarla completamente limpia.

Cuando estuvo satisfecho con la limpieza, dejo todo en su lugar y fue a la puerta a colocar todos los seguros, después regreso con el cuerpo y comenzó a trabajar, trataría de no tardarse demasiado, el menor le aseguro que no iba a pasar nada porque nadie los molestaría, pero no podía fiarse de él, siempre había sido precavido, preciso y “rápido”-pues todo el proceso si llevaba un buen tiempo- en lo que hacía.

Alzo la playera que traía y saco su kit quirúrgico de la mariconera, poco a poco y con el cuidado preciso comenzó a cortar la piel mallugada y amoratada por tantos golpes para formar la palabra “Soberbio” en todo su abdomen, tardo bastante pero al final lo logro, limpio todo en su propia ropa y lo guardo para después sacar un cuchillo de cierra, la mariconera era demasiado pequeña como para llevar su serrucho asi que se tuvo que conformar con eso, tardaría más pero con eso cortaría la mano, también saco el asido que siempre usaba para hinchar las heridas y mantenerlas rojas hasta que la policía los encontrara, asi que las esparció con paciencia con un gotero hasta que todo quedo al rojo vivo, guardo su botellita después de cerrarla bien seguir.

Tomo el cuchillo y comenzó a cortar la mano izquierda desde la muñeca.

Estaba habiendo un desastre con la sangre que chorreaba y botaba, pero ya no importaba, era el último, tenía instrumentación imitada asi que ¿Qué mas daba? Se trabo con el hueso asi que volvió a tomar la lampara con al que lo había golpeado y comenzó a golpear el hueso hasta romperlo.

Saco la bolsita plástica y guardo la mano junto con el cuchillo después de limpiarlo, la sello y la guardo en la mariconera acomodando bien todo.

 Se sentó en el piso cansado, aun tenia demasiada adrenalina encima y le estaba doliendo la entrepierna a horrores, si salía por la puerta notarían la sangre y se podría a matar a quien se le interpusiera, tenia que calmarse, tenia que mantenerse sereno o todo se iría al carajo…

Tenia que salir de ahí.

Acomodo la ropa del chico para cubrir la nota y tomo las almohadas de la cama, una sobre su cabeza otra sobre su mano, jalo las cobijas para también cubrirlo, como si se hubiera dormido en el piso, desarreglo la cama y jadeo, aún estaba demasiado ansioso.

Se acerco a la ventana y la abrió, luego se quito los guantes y los guardo, dentro de uno de los demás compartimientos de la mariconera.

Tenia 2 opciones, dejarse caer pues no estaba muy alto, o tratar de bajar por el árbol y dejar huellas...

Sin pensárselo se aventó.

Tenia tanta adrenalina en el cuerpo que ni siquiera le dolió el golpe, se levantó como si nada y limpio un poco la tierra de su ropa notando de nuevo la sangre.

Cerro su chaqueta pues lo que tenia sangre era la camisa que traía y comenzó a correr, no se molestó en ir a buscar un taxi o algo, solo corrió, corrió con tanta energía y efusivitas que incluso se reía mientras seguía.

Corrió tanto que incluso llego a la casa donde guardaba sus premios, era tan impresionante todo lo que se estaba moviendo en su cuerpo que no noto que corrió casi 5 kilómetros sin detenerse, saco las llaves y entro sin notar que alguien lo estaba viendo desde la ventana de la casa de enfrente.

Cerro sin seguro por las prisas, subió rápido al segundo piso a la habitación principal, la casa aun no contaba con luz y no tenía muchos muebles, solo un sillón abajo, algunas cajoneras donde guardaba poca ropa-de vez en cuando, cuando estaba muy cansado como para volver de inmediato se quedaba a dormir ahí, asi que dejaba mudas de ropa-, la lavadora, unas toallas en los baños y en el cuarto principal estaba la cama solo son una sábana delgada.

Abrió el armario y la puerta secreta que daba paso a su pequeño laboratorio donde solo estaba un escritorio con los químicos y la repisa con las 6 manos en sus respectivas urnas de cristal.

Empezó a preparar la séptima y última.

Cuando termino, la coloco en el centro de la última repisa, admiro su trabajo con una sonrisa en la cara, incluso tenia ganas de llorar, pero no había tiempo para eso, mañana en la mañana seguro descubrirían el cuerpo asi que salió del laboratorio y se quito la ropa dejándola hecha bola y ensangrentada dentro del armario vacío junto con la mariconera y las botas, mañana lavaría todo, tenía que quitarse la sangre que pudo caer en su cuerpo, el sudor de haber corrido tanto y el estúpido tinte en spray que ya le estaba picando la cabeza.

Cerro el armario, pero por la ropa tirada este se quedó entre abierto, solo que no lo noto, demasiado apurado, el agua funcionaba correctamente por ley asi que esa si la tenia que pagar y por ende la tenía.

Lavo lo mejor que pudo su cabello para quitar el estúpido tinte, no tenía ningún producto de limpieza asi que se limpio lo mejor que podía con el agua, cuando ya no sintió el cabello tieso supo que había terminado de lavarlo, asi que se centro en su cuerpo, aunque estaba seguro de que nada más que la ropa tenia la sangre lo mejor era prevenir.

Se limpio casi desesperado, tallaba su cuerpo con sus propias manos con demasiada fuerza debido a la adrenalina del reciente asesinato que acaba de cometer, limpio también su pene, tal vez demasiado rápido pues solo logro estimular la erección que aún no se iba, se sentía eufórico y no sabía cómo calmarse.

Cuando termino la ducha con una toalla enrollada en la cintura, el corazón casi se le sale al ver a Kouyou en la habitación en el teléfono en la oreja tratando de ubicar la vibración del teléfono de su novio.

—Kouyou.

— ¡Ay Buda! —colgó el teléfono del susto y miro a su novio, sonrojándose levemente al verlo-o al menso lo que alcanzaba a ver de el por la poca luz de la luna- ahí. —Aki… ¿Qué haces en esta casa? ¿Por qué estas desnudo? ¿no tenías trabajo?

— ¿Qué haces tú aquí?

—No podía dormir asi que me quedé mirando por la ventana por que la luna esta bonita hoy y te vi entrar corriendo a esta casa—dijo rápido—ahora respondeme tu a mí.

—No quería que te enteraras asi…—suspiro con fuerza sobando el tabique de su nariz.

— ¿De qué hablas?

—Esta casa la compre para nosotros Shima…—hablo despacio, se sentía extrañamente mas calmado, como si la presencia de Kouyou encerrara su euforia dentro de él, podía sentirla, podía sentir como quería salir de nuevo, pero con Kouyou ahí, se mantenía encapsulada.

— ¿Qué? —empezó a respirar con dificultad ¿Qué estaba diciendo?

— ¿Recuerdas? Cuando estuviéramos listos… compraríamos una casa aquí en Kanagawa y podríamos casarnos…—se acero y tomo sus manos—Es esta casa, la estuve ocupando de vez en cuando por el trabajo por eso no tiene muchas cosas todavía, quería darte la sorpresa, pero no asi…

—Ay Akira…—se abrazo a su novio sin importarle que estuviera mojado. No podía creer que el rubio de verdad estuviera ya cumpliendo su proyecto de vida, estaba demasiado emocionado y conmovido como para preguntar mas cosas, la felicidad de tener a Akira con el y de semejante noticia le había nublado el juicio por completo.

 Se separo un poquito para poder besarlo, el rubio correspondió con la misma alegría que él, tal vez era un asesino a sangre fría, pero con Shima todo se volvía demasiado bonito, demasiado perfecto como el, la euforia encapsulada volvió a salir cunado los labios de Kouyou comenzaron a moverse más ansiosos, Akira le siguió el juego y ahora el beso paso a ser tierno a uno con hambre y lujuria, casi desesperado.

Kouyou fue consciente de su erección desde que lo abrazo, pero no dijo nada debido a la felicidad que le provoco la noticia. Ahora tanto el cómo Akira había movió las cosas a un nivel mas “caliente” asi que se permitió concentrarse en ello, le quito la toalla de un tirón.

Esto fue suficiente para que Akira lo dejara contra el colchón de la cama en un rápido movimiento, sus manos se movieron rápidas para comenzar a quitarle la ropa que le estorbaba mientras que sus labios bajaban a dejar marcas en ese blanco y sensible cuello.

El castaño gimió ante las atenciones, no quería quedarse tras asi que una de sus manos llego hasta la erección de Akira para comenzar a estimularla, el jadeo-o casi gruñido- que soltó el rubio cerca de su oreja le erizo la piel de lo excitante que había sido.

No supo bien en qué momento sus pantalones y ropa interior terminaron en el suelo, pero tampoco le importo asi que atrajo de nuevo al rubio para poder besarlo, solo fueron cortos besos pues Akira lo separo para meter 3 de sus dedos a la boca de su novio, no había lubricante asi que tendrían que hacerlo como normalmente lo hacían cuando iban a la universidad y les ganaba la urgencia de amarse en los baños de la escuela.

Cuando los sintió lo suficientemente húmedos comenzó a dilatarlo, llevaban unos cuantos días sin hacerlo solamente asi que no fue muy difícil, el castaño no se quejó mucho porque prefirió entretenerse con besarlo.

—Te amo bebé—dijo sobre sus labios sacando sus dedos para remplazarlos por su miembro y adentrarse en él, Kouyou gimió apretando la sabana y jadeo suave cuando lo sintió completamente dentro.

—También te amo, te amo mucho—abrió los ojos dejando ver sus lágrimas, Akira sonrió y comenzó a moverse suave, aunque quisiera hacerlo casi desesperado.

En esos momentos había toda una mezcla de emociones y sensaciones, estar con Kouyou le traía calma, pero al mismo tiempo ansiedad, quería moverse duro, fuerte, quería hacerlo desesperado, quería romperlo, pero al mismo tiempo quería llenarlo de carisias y besos, moverse suave y mimarlo mientras le decía cuanto lo amaba al oído.

Cuando Kouyou lo beso de nuevo todo se aclaró, su corazón poco a poco se fue calmando y el ritmo se regulo a uno contaste y fuerte sin llegar a lastimarlo, las piernas de su novio se abrazaron a su cadera, sus manos se pasearon por su espalda, enterrando sus uñas en piel para tratar de externar todo el placer que estaba sintiendo.

Los gemidos de ambos morían en la boca ajena, pero se podían distinguir balbuceos de palabras llenas de amor y deseo.

Se amaban, de eso no había dudas, el lugar de Akira era estando con Kouyou y viceversa. Con el castaño encontraba equilibrio y calma incluso en el momento más obscuro y desesperado.

Kouyou era su paz.

Los gemidos se volvieron más intensos cuando ambos se acercaron al orgasmo, los movimientos de ambos se volvieron mas acelerados y sus respiraciones se tramaron trabajosas.

El orgasmo les llego de golpe, tan intenso, tan delicioso que ambos siguieron moviéndose un poco más para prolongarlo lo mas que se pudiera; apenas la sensación paso, Akira se dejo caer agotado sobre Kouyou, toda esa energía extra por la adrenalina se había esfumado y ahora se sentía demasiado agotado y adolorido, sus piernas punzaban, el costado le dolía y sentía que los pulmones le quemaban.

Pero todo ese dolor paso a segundo plano cuando la suave mano de su novio acaricio su cabello húmedo con mucho amor. Los jadeos de ambos poco a poco se fueron normalizando hasta que la respiración solo se volvió pesada, salió de su novio con cuidado para después recostarse a su lado, un poco más abajo para poder abrazarlo y apoyarse en su pecho, Kouyou se acomodó también para seguirlo acariciando. Cerro los ojos y se relajó.

—Akira…—hablo suave sin dejar de peinar su cabello con los dedos.

— ¿Dime mi amor? —pregunto ya algo soñoliento, esas acaricias lo estaba arrullando.

— ¿De verdad quieres casarte conmigo? —no es que estuviera inseguro, o bueno, solo poquito, quería escucharlo de nuevo.

—Es lo que mas deseo en el mundo amor. —dijo sincero a pesar del sueño.

—Pero sabes que aquí aun no es válido ¿verdad? —dejo un beso en su cabeza, cuando tenia sueño hablaba muy tierno.

—Podemos hacerlo simbólico hasta poder viajar a algún país donde sea legal.

— ¿Estarías dispuesto a tanto por mí? —pregunto conmovido.

—Mataría por ti Kouyou…—dejo un beso en su mejilla y se acurruco con el a su lado—no hay nada que no pueda hacer por ti.

—Te amo Akira…

—Y yo a ti Kou—dejo un besito en su pecho y se entrego al sueño, estaba terriblemente cansado.

El castaño se quedó despierto un poco más, tenía algo de fio y la sabana no era suficiente, asi que se levanto con mucho cuidado de no despertar al rubio y busco en las cajoneras, pero solo encontró poca ropa, asi que después de tomar su teléfono y poner la linterna se dirigió al armario.

Abrió la puerta entre abierta y encontró ropa tirada en piso con manchas que al principio no distinguió, el armario estaba vacío, pero eso no era lo preocupante, había un agujero en el fondo de la pared del armario, asi que se adentro y lo examino, parecía una abertura para poder jalas asi que lo hizo.

Lo que sus ojos vieron no se lo espero, ahí, frente a él estaba la estantería con tenues luces que alumbraban las 7 urnas de cristal con las manos izquierdas de las victimas que había visto en la televisión.

—Ay mi amor… no debiste de ver eso.

Un golpe en la cabeza y lo único que vio fue la silueta borrosa de su novio acercándose, después de eso…

…Todo se volvió negro.

Fin.

Notas finales:

No se asusten, habra epilogo xd


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