― ¡Ding! ¡Dong!- sonó la campana indicando el final de sus clases, aunque para cierto pelirrojo era el sonido de su despertador.
Se levantó de su asiento y se dirigió al gimnasio, aun no sabía que era lo que iba hacer. Por un lado finalmente entendió sus sentimientos pero por otro el prometió ayudar a Haruko con su confesión. Lo pensó detenidamente y lo mas probable era que Rukawa la rechazaría pero... aunque eso sucediera él no podría aceptar los sentimientos del pelinegro tan fácilmente, entonces... ¿Qué sería lo correcto?, confesar lo que ha sucedido entre ellos y esperar que la chica lo comprenda o arrepentirse para evitar ayudarla o quizás simplemente dejar que las cosas fluyan sin intervenir pero ¿y si las cosas no salen bien?, una vez más bufo de fastidio por no saber qué hacer, suspiro otra vez y se marchó a su entrenamiento.
Su estado de ánimo había mejorado y se sentía con más energías que nunca. La práctica y el entrenamiento lo había ayudado a olvidar sus problemas y en esos momentos Hikoichi apareció con algunos miembros del equipo de Shoyo para desearle suerte al equipo de Shohoko en las nacionales pero durante la conversación Sakuragi lo convenció para realizar un partido con los miembros de Ryonan y Shoyo y aunque el capitán no estaba de acuerdo con el partido fue demasiado tarde para oponerse.
El enfrentamiento comenzó y ambos equipos demostraban sus mejores jugadas sin embargo, Sakuragi estaba en la banca esperando su turno para entrar y demostrar su nueva técnica pero por impulsivo termino sin equipo en el momento que Uozumi llego al enfrentamiento.
Los minutos pasaron y finalmente pudo entrar a jugar pero sus jugadas no dieron los resultados que esperaba y a pesar de su decepción de su primer intento al final del partido logro demostrar sus habilidades con el balón.
Rukawa lo miro asombrado por su progreso. En tan solo una semana mejoro sus habilidades y condición física, no cabía duda que cuando él se propone algo logra cumplirlo y superarlo.
El balón reboto hasta una esquina y dos chicos corrieron a recuperarlo, sujetaron el balón al mismo tiempo y peleaban por quedárselo pero ambos eran del mismo equipo. Tanto Rukawa como Sakuragi querían obtener el balón, su rivalidad se mostró desde el primer día que se conocieron y a la vez su relación se fue estrechando hasta convertirse en la relación que habían formado fuera de los ojos de las demás personas.
― Estúpido, suéltalo es mío
― Maldito zorro, ni lo sueñes es mío
No parecían amigos, no parecían pareja pero algo era seguro y eso era que algo los unía a los dos, ya sea para pelear en el mismo escenario o para unir sus vidas durante toda la vida.
El partido termino y Shohoku salió victorioso ante el poderoso enemigo que enfrentaron. Este partido sería un buen augurio para las nacionales pero no todo era felicidad y eso se veía al ver el rostro de una joven castaña que sonrojada observaba a Rukawa con ojos soñadores.
Hoy era su día y este era su momento, cuando todos salían del gimnasio tímidamente se acercó al chico pelinegro y sujeto su camisa, con un par de tirones llamo su atención y este se giró.
―Rukawa ¿puedes venir conmigo un momento?- su voz era suave y se notaba el nerviosismo en su cuerpo
Se dirigieron detrás del gimnasio, Rukawa ya sabía lo que iba a pasar, esta no era la primera vez que una chica se le declaraba. Sin prestar atención a la chica dirigío su mirada hacia una esquina y pudo divisar un pequeño mechón rojo asomarse detrás de la pared.
― "Ese idiota"- pensó y miró con molestia a la joven que no se percató del mal humor del pelinegro.
― Ru- Rukawa- tartamudeo un poco por los nervios― yo... quiero decirte que tu ...- para él era estresante este tipo de situaciones, dio un par de pasos a su costado para visualizar mejor al chico recargado en la pared, su semblante parecía triste pero a pesar de la situación no se movía de su lugar. Esta situación era extenuante tanto física como mentalmente para el pelirrojo.
Rukawa respiro profundo y suspiro- "Este chico siempre es así, da todo de sí para ayudar a los demás sin darle importancia a su persona o a su propia felicidad"- pensó el pelinegro y volvió a suspirar
― Lo siento, es que estoy nerviosa- respondió rápidamente la joven pensando que el gesto había sido por ella― Rukawa tu me gustas- soltó de golpe, su rostro se enrojeció y espero una respuesta.
Rukawa había ignorado por completo las palabras de la chica, su atención se centraba completamente en el pelirrojo. Observo como levanto rápidamente su mano para cubrir su rosto intentado contener sus lágrimas con ella, ese gesto provoco el repudio del chico contra la castaña por poner al pelirrojo en esa situación― No me interesas- dijo secamente y con clara molestia― y no vuelvas a acercarte a mi- completo dejando shokeada a la joven por sus palabras- tu eres el motivo por el cual la persona que amo se ha alejado de mí, él ha estado sufriendo y tu ni siquiera te diste cuenta ¿y así te dices su amiga?, no involucres a más personas en tus estúpidas declaraciones.
― Yo... - intento contestar avergonzada, no esperaba tan rudas palabras del chico y tampoco entendía que era lo que pasaba, lo único que resonó en su mente fue "La persona que amo" pero antes de que pudiera contestar una cabellera rojiza apareció frente a ella.
― ¡Maldito zorro! Como te atreves ha hablarle así a Haruko- la rabia que sentía había segado sus sentidos, por más que el odiara esta situación ella aún seguía siendo su amiga y al escuchar el trato que le estaba dando salto directo contra su rostro.
― Estúpido- escupió un poco de sangre― ¿piensas dar todo por ella?- le regreso el golpe con todas sus fuerzas
― Si, yo hice una promesa y la voy a cumplir
― ¿Eres un estúpido que da todo por los demás sin tomar en cuenta tu propia felicidad?
― No soy estúpido, yo la valoro y hare lo que pueda para ayudar
― ¿Le entregaras a esa chica todo lo que hemos vivido?
― Si, por mis amigos, por aquellos que me han ayudado y me han brindado su apoyo desde que los conocí, por Yohei, por Noma, por Occus , por Takemiya y por Haruko los ayudare y apoyare cuando ellos me necesiten
― ¿Estás dispuesto a sacrificar todo por ellos?
― ¡SI!
― ¿Incluso tu felicidad?- con esa última pregunta la sesión de golpes paro y el pelirrojo se congelo― tú me amas ¿estás dispuesto a entregar a alguien más lo que tenemos?- el lugar quedo en profundo silencio, la joven solo observo mientras procesaba toda la información
― Y-yo- tartamudeo- no te amo
― Deja de mentir y de querer sacrificarte por lo demás, mírame y dime que no me amas si son verdad esas palabras- nuevamente todo quedo en silencio
― Yo... te odio- dijo con la mirada gacha
― Te dije que me miraras y me lo dijeras en mi cara
― Yo... te odio- dijo nuevamente sin levantar la mirada
― Mírame- lo sujeto de la solapa haciendo que levantara el rostro para que lo mirara a los ojos
― Te odio... te odio... te odio... te odio... te odio...¡TE ODIO!- comenzó repetir las mismas palaras una y otra vez, su voz era tenue pero con cada segundo su voz subía de nivel hasta explotar en gritos mientras las lágrimas se derramaban por sus mejillas
― Estúpido- Rukawa lo abrazó y se lamentó por ver el sufrimiento del chico. Era obvio que aquel joven no podría soportar esta situación por más tiempo, aunque esperaba que al ser un chico tenaz y aguerrido seria capaz de romper sus cadenas y luchar por su felicidad pero en lugar de eso solo consiguió que la persona que ama este sufriendo un dolor aguado e interminable en su corazón.
Haruko observo desde su lugar toda la escena, miles de dudas llegaron a su mente y a su vez las respuestas fueron llegando durante la discusión.
Coloco su mano sobre su pecho intentando contener toda la exaltación de lo que estaba viviendo, cuando finalmente su corazón se calmó, también su mente se aclaró, era el momento de hacer algo y dejar de ser aquella chica descuidada que no se daba cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Distraída era la palabra que muchos usaban para describirla pero en estos momentos se dio cuenta que había sido muy egoísta y durante ese tiempo nunca se dio cuenta de lo que estaba frente a sus ojos, para ella también era muy doloroso darse cuenta que la persona que le gusta no la ama pero era mas doloroso ver como su gran amigo se quebraba frente a sus ojos y se aferraba a negar sus sentimientos por proteger los de ella.
Respiro profundo y dio un par de pasos al frente.
― Sakuragi- habló para llamar la atención del chico― lo lamento, no me di cuenta de lo que tu sentías- agacho la cabeza con una reverencia― te cause muchos problemas por mis tontas peticiones
― Haruko tu no...
― Déjame hablar por favor, quiero darte las gracias por considerar primero mis sentimientos pero tengo que decirte una cosa- en ese momento le soltó una cachetada al pelirrojo dejando a ambos jóvenes sorprendidos por su acción― nunca más vuelvas a querer sacrificar tu felicidad para dársela a alguien más- lo miro con enojo, luego, se acercó y sujeto su mano― Se feliz y protege este sentimiento con tu vida y no dejes que nadie se interponga entre ambos ¿sí?- ladeo su cabeza dando una hermosa sonrisa, por un momento dudo pero al final asintió- Rukawa también me disculpo contigo- dijo mientras hacia una reverencia, Rukawa inclino ligeramente la cabeza en forma de aceptación.
Dio media vuelta y se fue de ese lugar, no podía seguir mirando su rostros y cuando estuvo lo suficientemente lejos soltó todo sus sentimientos en un interminable llanto...
Los dos chicos se quedaron solos, ambos se sentaron en el suelo mirando a las estrellas, ahora era el turno de ambos para hablar y aclarar sus sentimientos.