― Sssssh- sonaba la regadera, el agua caliente mojaba su cabello y se deslizaba sobre su piel.
Respiro profundo y llevándose las manos a su rostro agito con fuerza su cabeza, quería deshacer de todos esos pensamientos negativos que lo estaban invadiendo.
/*Flash Back*/
― Quédate, quiero que pases la noche conmigo- su mirada era fría, tanto que parecía que no iba aceptar un no por respuesta
― ¿De... de qué diablos estás hablando? – como pudo, pronuncio unas palabras, aunque tartamudeo al principio pronto se repuso para enfrentar a su compañero
― Que te quedes a dormir- dijo implacable y Sakuragi retrocedió un paso pero antes de que saliera huyendo, completo su frase― descuida, no haré nada, solo quiero que te quedes hoy conmigo- trago saliva al sentir la profunda mirada de su acompañante pero algo en su interior le hacía entender que parecía sincero, respiro profundo y a pesar de todo le rehuyó la mira.
― Esta bien pero tendrás que prestarme ropa para cambiarme y lavar mi uniforme para mañana- dijo sonrojado, su corazón latía tan fuerte que sentía que en cualquier momento saldría de su pecho pero decidió enfrentar aquella situación.
/*Fin del Flash Back*/
― Olvida... olvida... todo lo que paso en ese día- trataba de sacar de su mente aquellos recuerdos donde Rukawa lo tomo sin su consentimiento, aunque ahora sabia porque lo había hecho en ese momento solo pensaba que quería herirlo.
Tomo aire nuevamente, sabía que tenía que dejar atrás todos esos recuerdos pero dentro de su corazón aun sentía una profunda herida que no podía sanar solo con pensamientos positivos.
Salió del cuarto de baño y se dirigió a la sala.
― Si estoy comiendo bien- escucho la voz de Rukawa y entro silenciosamente a la habitación― no te preocupes, mañana...... si, es verdad tengo práctica...... si, dentro de poco serán las nacionales.......- se sentó n el sillón mientras secaba su cabello― entonces ¿vendrán?...., si... ustedes también cuídense, si esperare su llamada mañana..... Adiós- colgó el teléfono y giro a su costado para ver a su acompañante
― ¿Eran tus padres?
― Si, te dije que ellos me hablan todas las noches
― MMMMMM
― Ven- llamo su atención― te llevare a mi habitación en lo que yo tomo un baño.
Se levantó de su asiento y tomo sus cosas, con cierto pesar subió por las escaleras mientras sujetaba fuertemente las cintas de su mochila para intentar darse valor.
La puerta se abrió, la habitación estaba a oscuras, trago saliva y mordió sus labios, un lugar cerrado y a oscuras le hacía recordar aquel mal trago del pasado.
Cuando Rukawa prendió la luz todo a su alrededor se ilumino, su cuarto era bastante amplio, tenía un escritorio, una cama, un closet, y un espacio amplio donde estaban algunas pesas― Pasa- dijo Rukawa.
Sakuragi respiro profundo y tomo valor dando un paso al frente, dejo su mochila en una esquina, se paró en medio y comenzó a recorrerlo con la mirada para observar a detalle aquel lugar― Siéntate- sin expresión alguna obedeció sentándose en medio de la cama, observaba como su acompañante sacaba sus prendas del closet y los cajones― espérame, no tardare mucho en ducharme- asintió con la cabeza pero cuando salió, la pesada carga sobre sus hombros se desplomo.
― Maldición- se dejó caer de espaldas sobre la cama mientras cubría sus ojos con su mano intentando contener las lágrimas que querían salir― ¿por qué te pones así?, él dijo que no haría nada y aun así- apretó los puños― aun así― mordió sus labios intentando contener todo su sufrimiento― tengo miedo- dio media vuelta y se abrazó a si mismo intentando contener los temblores que recorrían todo su cuerpo.
Los minutos pasaron y su corazón se calmaba poco a poco― ¡clac!- sonó el seguro de la puerta y Rukawa apareció tras de ella.
El ambiente era abrumador y sofocante, ninguno se miraba a los ojos y el latir de su corazón parecía que estallaría sus oídos.
― Yo...- rompió el silencio Rukawa ― sé que aún no puedes confiar en mi pero ten por seguro que esta noche no te tocare- un fuerte palpitar acelero el corazón del pelirrojo―solo quiero estar contigo- desvió la mirada y un tenue sonrojo invadió la cara del pelinegro.
Sakuragi lo miro sorprendido, Rukawa parecía tan nervioso como él. El silencio volvió a invadir el lugar, últimamente sus encuentros eran así, callados, sofocantes, nerviosos pero de alguna manera Rukawa lograba cambiar ese tipo de ambiente por uno mas a meno aunque para muchos no les pareciera correcto para ellos pelear e insultarse era su estado normal y en esa ocasión Sakuragi quería cambiar este escenario― Maldito zorro, estoy cansado vayamos a dormir- sonrió de lado y se acomodó dentro de las sabanas.
Rukawa lo miro sorprendido y luego sonrió también, esa hermosa sonrisa había despejado la densa niebla que se formaba a su alrededor y que le impedía ver ese brillante sol frente de él... un hermoso sol rojizo que alumbraba todo el paisaje alrededor.
Se levantó de la silla en la que estaba, apagó la luz, lentamente se acercó hacia la cama metiéndose bajo las sabanas, se acercó a su compañero y deslizó su brazo sobre su cuello para que lo usara como su almohada y con el otro lo acerco a su pecho y olio su cabello, la fragancia que emitía en esos momentos era diferente pero... era el, era aquel loco y peleonero pelirrojo el que estaba en su cama, era aquel molesto y revoltoso pelirrojo al que abrazaba en esos momento, era el chico más alegre y fuerte que había conocido del que se había enamorado.
Una vez más se hundió en su cabello, aun no podía creer que ese momento era verdad pero de la nada se separó de sus brazos, por un momento temió que lo rechazara pero se dio media vuelta quedando frente a frente.
No había mucho espacio para mover se en esa pequeña cama, sus miradas se cruzaron y el brillo de sus ojos parecía hablar por si solo, se acercaban lentamente hasta que sus labios se tocaron, fue un pequeño roce de apenas un par de segundos pero tan cálido y emocionante que sus corazones comenzaron a acelerarse.
Sakuragi agacho la mirada pero Rukawa lo sostuvo de la barbilla haciendo que lo mirara a los ojos, sus mejillas estaban sonrojadas; esos profundos ojos azules no dejaban de observarlo, como esperando algo mas.
Sakuragi cerro los ojos y respiro profundo, abrió los ojos nuevamente y su mirada era desafiante, luego sonrió como aceptando el reto, lentamente deslizo sus manos sobre su cuerpo hasta llegar hasta su pecho, dejando al pelinegro impactado por su atrevimiento, se acercó un poco dejando impaciente a su acompañante que no perdía detalle de cada movimiento y cuando sus labios estaban a punto de tocarse nuevamente
― ¡HA HA HA HA!- se reía después de empujar hacia el suelo a su acompañante― Estúpido Rukawa... deberías ver tu cara- se revolcaba sobre la cama mientras se moría de risa
― Maldito- se levantó ― ¿Cómo te atreves?- con el rostro sombrío se acercó a la cama dejando al pelirrojo un poco asustado por su expresión― estas acabado- y con almohada en mano comenzó a golpearlo
― Espera Rukawa eso es jugar sucio- tomo la otra almohada de la cabecera y comenzó a arremetir contra él
― Ni pienses que saldrás vivo de esto
― Y tú ni creas que te dejare matarme
La pelea continúo durante varios minutos hasta que las dos almohadas se desinflaron y los dos chicos quedaron agotados
Ambos respiraban agitados y se desplomaron en la cama mientras la lluvia de plumas seguía a su alrededor.
― Gane- dijo Sakuragi victorioso
―No, yo gané- dijo Rukawa posándose sobre de el depositando un beso en su frente y abrazándose a su pecho para dormir.