La Travesura de la Justicia
Al tratarse únicamente de dos niños rozando su adolescencia, su mente fresca y aun rodeada de la inocencia de sus tiernas edades de 12 y 13 años les abrirían la puerta a un sin fin de atrocidades que justificarian su justicia plena. Su plan no muy elaborado se caracterizaba por la espontaneidad del momento y las circunstancias plenas, no solamente debían proteger a Vegeta de una posible violación consentida bajo la influencia del alcohol, debían espantar al ladrón de todas las maneras posibles. Si eso incluía destruir su psicología, lo harían…
Con un plan organizado e improvisado, comenzaron su divertida como picaresca trama. En un rápido reaccionar, Tarble entregó las llaves de cada habitación a las manos de Kyabe, cuatro llaves, cuatro habitaciones.
Con suma cautela y agilidad logró escabullirse hacia la segunda planta de la propiedad con la intención de cerrar cada habitación y así impedir que Black ingresará junto a Vegeta en alguna de ellas.
Kyabe- Puertas cerradas, nalgas cerradas- Cantó victoria.
Sin embargo al cabo de escasos segundos se percató de la presencia de la cuarta llave que Tarble le había entregado pues su labor era cerrar todas las puertas, detalló el menor.
Kyabe- Una, dos, tres, ¿Cuatro?- Contó las llaves- Una, dos, tres…- Contó las habitaciones- ¿Acaso debo cerrar el baño también?- Cuestiono- Pues valga la redundancia- Volteó rápidamente para así cerrar la puerta del baño impidiendo el ingreso de quien sea.
Con una sonrisa victoriosa continuó con su travesura planificada.
Paralelamente a la situación premeditada de ambos preadolescentes, Black se sentía en la mismísima gloria, llegó a aquella casa con la intención de obtener materiales ajenos sin preguntarle a su propietario si podía entregarselos, no existía la educación en su labor, sin embargo jamás se imaginó que obtendría en cuestión de minutos a una joven de excelentes proporciones.
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Black- "Estoy a minutos de pasar la mejor noche de mi vida y lo mejor es que no seré denunciado. Esto es totalmente legal ONU…"- Chasqueo sus labios mientras sonreía maliciosamente- "Pero… No me vendría mal un pequeño shopping entre los chicos dormidos, osea ¡Tengo todo servido! Están hasta las copas de borrachos, no se van a oponer. Al menos… Con lo que robe, invertire una parte en una silla de ruedas para la chica"
Automáticamente tomo una mochila que trajo consigo mismo, la cual había depositado en el living de la propiedad. Sin siquiera preocuparse por si los jóvenes despertaban fue retirando celulares, dinero, alguna que otra joya de importancia como anillos, colgantes o relojes ya que desde su perspectiva criminal, todo lo que poseía valor sería recompensado en billetes.
Una ves concluyó con su labor de préstamo sin devolución, se acercó a la posición de Vegeta quien lo esperaba ansioso y goloso en una posición provocativa para quien le echara un ojo.
Black- ¿Estas ansiosa?- Pregunto al mismo tiempo que repasaba sus manos por la cintura del peliflama.
Vegeta- Te dije que no demores…- Sin dudarlo y con gran brusquedad, tomo de la ropa al más grande rompiendo con todos los parámetros conocidos sobre el espacio personal- Claro que lo estoy- Agregó desafiante.
Black- Me gusta que sean rudas… Vos si que sabes lo que queres…- Sus respiraciones se compartían las unas con las otras.
Vegeta- Entonces vamos a arriba…- Guiño su ojo para así amagar un inexistente beso. Retomó su posición para así encaminarse a las escaleras, solamente que el efecto de la bebida aún repercutia en su caminar.
Black- ¿Bebiste?
Vegeta- Sólo una copita…
Una ves ambos jóvenes se hallaban frente a la puerta de la habitación del peliflama, Black no podía contener sus impulsos por tener a su muchacha en su total dominio, a pesar de sus inmenso apetito por deleitar su cuerpo, un minúsculo pero importante impedimento le impedía acatar su ansia.
La puerta estaba cerrada con llave.
Vegeta- Probá en otra habitación…- Tal cual mencionó intentaron ingresar al resto de las habitaciones, obteniendo como resultado sus respectivas trabas en funcionamiento.
Aquella situación los dejó completamente perplejos, no podían creer que exactamente todas las habitaciones presentes se veían obstruidas por el paso de sus llaves.
Black- "No puede ser posible…"- La frustración no tardó mucho tiempo en aparecer.
Mientras Black ahogaba la impotencia generada por unas simples puertas trabadas, en la primer planta Tarble se encargaba de reemplazar la mochila que contenían todas las pertenencias de los amigos de Vegeta por una completamente idéntica, solamente que dentro de la misma se encontraban todas sus tareas escolares sin realizar.
Tarble- Esto le da otro sentido al me robaron la tarea- Expresó con cierta gracia mientras escondía la verdadera mochila detrás de una estantería, de esa forma no correría ninguna clase de riesgo- Lo que si me cuesta creer que el ladrón no se dio cuenta que Vegeta es un varón, osea… Vegeta tiene la voz más gruesa que un boxeador, no tiene dos paquetes, tiene uno… Y no exactamente en los pectorales…
Optó por abandonar sus cuestionamientos dictaminando que el ladrón no era de los tipos más listos, se trataba de un simple imbécil, calenturiento, que posiblemente padecía de miopía o miopía eréctil. Tal vez debía robar unos anteojos para así distinguir un hombre de una mujer.
Tarble- ¿Qué haces acá?- Al entrar en la cocina logró distinguir como su compañero degustaba una deliciosa picada.
Kyabe- Me dio hambre- Respondió mientras insertaba en su boca varios cubitos de jamón, paleta, queso, matambre y demás delicias.
Tarble- ¿Desde cuando había una picada y yo no sabía?
Kyabe- Siempre hay que buscar en las verduras.
Tarble- Me dio una idea… Aguantame un cachito.
Al cabo de un breve instante el menor reapareció en la cocina con una botella de laxante y una etiqueta de whisky. Procedió a intercambiar cuidadosamente la etiqueta del purgante por el de la apetitosa bebida alcohólica, disfrazando su apariencia. Aquella decisión provocó un fuerte deseo por reír en Kyabe, deseo que debía controlar a toda costa…
Tarble- Vamos, aun no terminamos- Rápidamente se escabulló de la cocina no sin antes depositar el laxante junto a la picadita.
Kyabe- Carajo… Aun tengo hambre…- Optó por degustar unos pedacitos más de la picada con gran deleite, deleite que terminó por durar un limitado y apretado tiempo, pues el inquietante sonido de las pisadas del intruso terminaron por desconcertarlo sin darle el suficiente tiempo de huir.
Kyabe- "¡¿Qué hago, qué hago, qué hago!?- Amago torpemente en su posición para así, rápidamente, esconderse debajo de la mesa esperando no ser descubierto.
Al observar como Black tomaba asiento frente a la apetitosa picadita y provocativa botella de whisky, sus piernas terminaron rozando con el cuerpo del preadolescente, haciendo que este terminará por tragar duro al mismo tiempo que observaba atónito las inmensas proporciones del adulto.
Kyabe- "La puta madre… ¡¡¡Es un mastodonte!!!"- Gritó para sus adentros ignorando tanto las piernas como aquella notoria erección. No tardó suficiente tiempo en cubrir sus oídos mientras cerraba fuertemente sus ojos ignorando el maravilloso paisaje- "Piensa en la Biblia Kyabe, piensa en la Biblia Kyabe"
No podía negarlo… La picada era majestuosa, sabrosa, tenía su variedad de fiambres ¡Y lo mejor de todo! Una botella de whisky única y exclusivamente para el.
Whisky…
A un paso inmensamente torpe, Vegeta divisaba a su amante degustar aquella picadita desde el marco de la cocina, también tenía derecho a degustar algo de su amado novio, degustar lo que las puertas le impidieron.
Pícaro y pervertido, encargándose de que Black no se percatara de su presencia, gateo hasta por debajo de la mesa sin siquiera notar la presencia del indignado Kyabe.
Vegeta- Vos disfruta tu picadita… Yo disfrutare mi salchichón- Procedió a abrir la bragueta del pantalón del de cabellos alborotados para así toparse con su salchichón.
Black al sentir cómo de repente su pantalón era invadido por unas manos traviesas, por poco se ahogaba con aquel matambre, jamás se imaginó que en una situación completamente cotidiana como comer, le podría ocurrir semejante situación, no obstante, optó por disfrutar plenamente la atención que aquellas manos le brindaban.
Black- "¡Dios mío! ¿Me metí en una casa o en un hotel cinco estrellas?"- El placer que recibía lo dejaba más que extasiado.
La forma en la cual Vegeta recorría su erección lo dejaba sin aliento, la atención de sus manos, el recorrido que proyectaba con su lengua, la calidez de su boca, aquella combinación hacía latir su corazón fuertemente ante la excitación del momento.
Kyabe- "¡¡¡Piensa en la Biblia Kyabe, piensa en la Biblia Kyabe!!!"- Seguía en su mundo.
Al cabo de unos minutos de placentera atención, Black terminó por acabar dentro de la boca del peliflama, quien gustoso trago su esencia como si se tratara de un manjar de los dioses. Automáticamente un poderoso ataque de sueño se implantó como si nada en el peliflama haciendo de sus energías completamente inexistentes. Sorprendentemente terminó dormido debajo de la mesa…
Black- Más satisfecho no puedo estar…- Reacomodo su vestimenta para asi retomar su posición de pie- Pero vos…- Refiriéndose al laxante- Vas a quedar vacía…
Con aquel mismo deleite y desesperación por sentir el picor de aquella bebida, comenzó a beber su contenido tal como si fuera un bebé junto a su biberón.
Black- Esta buenísimo… Jamás lo probé…- Continuó con su desesperado fondo blanco.
Kyabe- "Mejor me levanto… Se me durmieron las pompis…"- En el peor momento del mundo eligió levantarse, además, colmo de los colmos, como si fuera la cerecita del pastel, desconocía en su totalidad los hechos ocurridos mientras obviaba su sentido auditivo y de visión.
Al salir debajo de la mesa y comenzar a reacomodar su vestimenta desalineada, la mirada indignante y asqueada que presentaba Black en esos instantes denotaban suficiente información. Al parecer el menor obvio el absurdo detalle de su presencia.
Black- ¡¿Y tu que haces acá?!- La indignación con la cual se expresaba confundía al pequeño pelinegro.
Kyabe- ¿Qué yo que?- Abrió sus párpados confundido. Además… Había sido descubierto estúpidamente.
Black- Acabas de hacer algo asqueroso pendejo de mierda…- Aun con la botella en manos, bajo su mirada hacia su propia hombría- Eres un asco…
Kyabe- ¿Pero que hice…?
Black- ¡Sabes perfectamente lo que hiciste! Asqueroso… Pervertido… Depravado…
Kyabe- ¿Eh…?
Black- ¿¡Que acaso tu mamá no te amamanta!? ¡¿No te alimentan en tu casa?!
Kyabe- ¡Sólo fue una probadita!- Refiriéndose a la picadita.
Black- Vas a pagar caro lo que hiciste…
Kyabe- Relativamente deberías pagarme a mi… Yo ofrecí mi servicio… Y si no hubiera sido por mi, vos no tendrías lo que tendrías.
Black- ¿¡Acaso no sabes usar tu boca para otra cosa!?
Kyabe- Aam… No. Me gusta comer… Y mucho… Como, tragó, como trago, no te imaginas todo lo que puede entrar en mi boca.
Black no podía formular palabra alguna, la repulsión que sentía en aquellos instantes era indescriptible, lo único que no pasaba por su mente era que el menor estaba hablando de la picadita.
Ambos no congeniaban del todo…
Black- ¡¡¡Te voy a matar mocoso!!!
Sin dudarlo suficiente tiempo Kyabe optó por cerrar su imparable boquita, en ningún momento dejó de referirse a la ya tan famosa picadita. Debido a que en ningún momento había prestado la mas mínima pizca de atención, no comprendía en lo absoluto la terrible reacción del pelinegro.
Al parecer la mente de Black asociaba aquella maravillosa escena de placer con el inocente Kyabe. Sin duda un terrible malentendido.
Kyabe- ¿Debo correr, verdad?- Preguntó ingenuamente.
Black- ¿Qué te parece?- Su paciencia había llegado a sus límites.
Sin darse mucho lujo de espera, una alocada persecución se desataba en el interior de la propiedad, en donde Kyabe no comprendía el motivo de la misma.
Tarble- ¿Dónde se metió? Sólo espero que no esté comiendo la picada, ya se comió todas mis reservas, el colmo sería que me vacie toda heladera- Parado junto al barandal que conectaba la escalera, esperaba la llegada del más grande hace varios minutos atrás.
Al cabo de unos miserables segundos la presencia de unos escandalosos ruidos cautivaron su atención, desde su posición observaba atónito como su amigo era perseguido por aquel intruso, lo cual en cierta parte le causaba cierta gracia desde su perspectiva.
Su única salvación no tardaría en debutar… El laxante.
Aquel potente efecto provocado por el laxante no tardó suficiente tiempo en aparecer, efecto que terminó por dejar inmóvil a Black sin siquiera poder inmutarse, perdiendo de vista al pequeño pelinegro.
Una dudosa gotita de sus corrió por su cien. Una duda existencial se plantó dentro de sí, ¿Qué mierda estaba ocurriendo?
Tarble- ¿Qué te pasó boludo?- Desde el segundo piso entabló aquella minúscula conversación con tal de obtener respuestas.
Kyabe- La verdad que ni se- Desde el primer piso, respondió.
Tarble- ¿Por que?
Kyabe- Ni idea te estoy diciendo, me pregunto si mi mamá me alimenta y obviamente me alimenta.
Tarble- A vos te alimentan dos casas, la tuya y la mía, pensé que me estabas desvalijando la heladera- Confesó.
Kyabe- Naaah… Yo creo que el ladrón se dio cuenta que me comí parte de la picadita y eso le molestó- Aún desconociendo el verdadero motivo por el cual fue perseguido por el asaltante, asocio todo lo vivido con la bendita picadita.
Tarble- Lo que sí… Me pregunto cuánto tiempo tardará en hacer efecto el laxante- Sus dudas fueron confirmadas en cuestión de segundos pues el apresurado correr del desesperado infiltrado en dirección a las escaleras para así llegar hacia el baño, desconcertó a ambos jóvenes.
Black- ¡¡¡Necesito el baño!!!- Al llegar al pasillo de la segunda planta y toparse con las cuatro únicas puertas cerradas con llave, la desesperación no tardó en aparecer- ¡¡¡¿¿¿Cual mierda es el baño???!!!
Aquella escena cómica tentaba a ambos jóvenes, nunca imaginaron que aquel horrendo efecto aparecería con gran velocidad. En cierta parte Tarble deseaba ayudarlo, una descarada ayuda con un plan en manos.
Tarble- Lanzame las llaves…- Susurro desde su absurdo pero visible escondite.
Kyabe- Esta bien, pero agarralas- Con una leve desnivelación en su lanzamiento, las llaves lograron llegar con cierto éxito al segundo piso, solamente que su destino no fueron las manos del menor. Cayeron en el piso…
Black- ¿Eeh?- El irreconocible caer de las llaves chocando contra el suelo cautivaron su atención. Tan sólo volteó para así encontrar el motivo de tal sonido pudo observar con detenimiento la posición del pelinegro menor- ¿Y vos quien sos…?
Tarble- Aah… Yo… Yo… Soy…- Observó la posición de las llaves, en conjunto la puerta del baño- Yo soy… ¡El hado mágico del baño!
Kyabe- "¡¿El hado magico del baño, enserio?!- Jamás se imaginó semejante pelotudez.
Black- ¿El hado mágico del baño…?- Arqueo una de sus cejas extrañado.
Tarble- ¡Así es! Soy el hado mágico del baño y vine aquí para ayudarte con tu estresante estreñimiento- Ni él mismo creía sus palabras- Oí tus desesperantes gritos por querer entrar al baño, entonces vine a ayudarte para así hagas lo que la naturaleza demanda- Tomo las llaves que resbalaron sus dedos al momento de caer, con la intención de abrir la puerta que el adulto necesitaba con urgencia.
Black no tenía palabras ante la situación que estaba viviendo en ese preciso momento, la extrañeza acompañada por la casualidad no le daban muy buena espina en lo absoluto, sin embargo la desesperante necesidad por acudir al trono era su principal prioridad.
Tarble- Bueno… No recuerdo que llave era…- La malicia de su mentira denotaba su picardía- Llave uno- Tomó una llave al azar, obviando la correcta- No es. Llave dos- Nuevamente tomó otra llave incorrecta.
Black- ¿Podes apurarte? El culo me hace emoticones- Exigió con nerviosismo.
Tarble- La paciencia es virtud de Dios. ¡Llave tres!- Por tercera ves fallaba con su elección de llaves- ¿Y esto que es?- En acompañamiento a todas las llaves se encontraba un control de características pequeñas- A ver...
Tan sólo presionó uno de los botones del control la puerta del garage comenzó a abrirse repentinamente.
Tarble- Creo que no era nada importante. ¡Prosigamos!- Esa ves tomaría la llave correcta- Todo tuyo campeón, desahógate- Una ves la obstrucción de la puerta se hallaba desbloqueado, Black se encaminó violentamente al interior de aquella privada habitación para así desahogarse.
Black- ¡¡¡Mamá!!!
Kyabe- Tarble…- El mencionado logro sentir que era llamado desde la primer planta, debía averiguar el motivo por el cual se lo requería.
Tarble- Qué pas…- No logró concluir sus palabras pues tan sólo se asomó a las escaleras, esas mismas se encontraban bañadas en aceite mientras que al final de su descenso, diminutas tachitas reposaban al final de la misma- ¿Qué es todo esto…?
Kyabe- Primero, ¿Qué fue esa pelotudez del hado mágico del baño? Segundo, quiero que le robes los pantalones, tenes que provocarlo de alguna forma así lo traes hasta las escaleras, se patina con el aceite y cae de culo en las tachuelas.
Tarble- Kyabe… Sos… Un… Maldito… Genio…
Kyabe- Pero no te patines vos, baja por el barandal- Advirtió, era un detalle de suma importancia que el menor no caiga en aquel plan y acabe siendo la víctima- Te espero acá…
Aquel plan descabellado careciente de moral era perfecto, tal ves ese acto sería el culminante de sus impensables atrocidades que salvaron el cuerpo del Saiyan mayor. Debían espantarlo a toda costa, que el ladrón jamás en su vida desee pisar aunque sea la vereda de su hogar, si debían traumarlo eternamente, lo harían...
Rápidamente Tarble dirigió su total atención nuevamente al baño, lugar del cual provenían los incesables quejidos del asaltante producto del potente efecto del laxante. Cuidadosamente y con el mayor sigilo que poseía, lentamente fue abriendo la puerta del baño con la traviesa intención de robar los pantalones de Black. Para su fortuna, los pantalones estaban a su total disposición ya que al parecer, la desesperación por llegar al trono lo hizo despojarse de sus pantalones.
Tarble- "Hubiera sido peor si le daba la pastilla de carbón o peor aún, la cáscara sagrada"
Con cuidado de no ser descubierto por la desesperada mirada del ladrón, insertó su brazo al interior del cuarto cual ratón para así hurtar aquellos pantalones, solamente que la presencia de un objeto de sólida consistencia erizo hasta sus más diminutos pelos.
Tarble- "Trajo un arma…"- En ese mismo momento se percató de que si el delincuente los descubría desde un inicio, jamás habrían vivido para contar sus infinitas atrocidades de justicia- "Así que así querías jugar… Bueno, dos pueden jugar al mismo juego"- Con un semblante que expresaba seriedad tomó aquella arma para así proceder a retirarle las balas- "Y mi mamá decía que no aprendería nada de los videojuegos"- Una ves se aseguró que aquel peligroso objeto no sea una potencial amenaza para su vida y la de todos los presentes , optó por dejarla en el suelo del cuarto para luego tomar prestada la prenda indicada.
Con el pasar de un cuarto de hora y casi perder hasta el último de sus órganos, logró purgar aquel malestar ocasionado por aquel misterioso whisky. Al desviar su mirada al sitio en el cual juraba haber arrojado su pantalón, este mismo había desaparecido como por arte de magia.
Black- ¿¡Y mis pantalones!?- Gritó desenfrenadamente al límite del desquicio.
Tarble- ¡¡¡Si ya terminaste de vaciarte, ven y busca tus pantalones tarado!!!
Repleto de ira y gran enojo tomó bruscamente su 9mm con el propósito de atrapar al responsable de la desaparición de su pantalón, casualmente se trataba de su hado mágico del baño, en otras palabras, un niño con bastante tiempo libre.
Al haber reaccionado velozmente, Tarble logró descender hacia la primer planta de su hogar sentado en el barandal de la escalera, evitando exitosamente aquella trampa mortal preparada por el pelinegro más grande, muy por el contrario a la fortuna de su agresor, terminó por resbalar con aquel inmenso charco de aceite ocurriendo todo planeado por Kyabe.
Black termine cayendo por las escaleras, en ropa interior hacia aquellas puntiagudas tachitas…
Kyabe- Uuh… Eso si que duele…
Tarble- ¡Le quiso romper el culo a mi hermano, nosotros te rompimos el culo!
Ambos no dudaron en cantar victoria ante tal suceso, la expresión dolorosa que marcaba el rostro del mayor no tenía precio en lo absoluto, por el contrario tal y como dice el dicho…
Nunca cantes victoria antes de tiempo.
Black- ¡¡¡Me cansaron los dos!!!- A duras penas soportaba aquellas dolorosas puntadas en sus nalgas, no iba a soportar ser humillado por dos niños.
Repentinamente tomo a Kyabe fuertemente con sus brazos para así buscar la forma de detenerlo temporalmente, su resultado, un baúl ubicado en el living. Entre pataleos y forcejeos, acompañado de los fallidos intentos de Tarble por liberar a su amigo de aquel violento agarre, Kyabe terminó encerrado dentro de aquel baúl.
Kyabe- ¡¡¡Por favor sáquenme de acá, no tolero los sitios así así pequeños!!!- Aterrorizado por aquel reducido compartimento, golpeaba la tapa de aquel baúl deseando que esa misma rebotara y se abriera- ¡¡¡Por favor soy claustrofóbico!!!
Tarble- ¡Más te vale tengas plata para pagarle un psicólogo!- Debía actuar lo más pronto posible, desconocía el estado psicológico de su compañero como para temerle a los sitios de escasas proporciones- ¡Kyabe aguanta un poco, veré la forma de sacarte!
Kyabe- ¡¡¡Por favor que siento que las paredes se comprimen!!!
Tarble y Black terminaron quedando a solas, algo tenían en común ¿Como era posible que ante semejante escándalo, ninguno de los presentes lograba inmutarse? Aunque sea un poco. Aquella interrogante pisaba las mentes de ambos.
Black- Así que ustedes dos están detrás de toda la desgracia que me ocurrió desde que llegué acá…- A paso lento fue acercándose a la posición del menor-Son astutos…
Tarble- No íbamos a dejar que te salgas con la tuya… Ni que robes… Mucho menos que le tocaras un pelo a mi hermano…
Black- ¿Perdón?
Tarble- Aah cierto… Olvide ese pequeñito detalle… La chica que querías poncharte, no es una chica, es un varón, mi hermano mayor para ser más precisos.
Aquella información dada por el pelinegro menor terminó por romper su poca cordura.
Black- Un varón…
Tarble- Si.
Black- ¿Acaso es travesti, trabaja por las noches?
Tarble- Que yo sepa no…
Black- Sabes que, ya no me importa… Ustedes van a pagar por todo lo que me hicieron, no crean que van a zafar de todas sus malditas travesuras...
Tarble- No me asustas, no me das miedo para nada- Ambos terminaron cara a cara, la determinación, la tensión, ambos estaban seguros de si mismos- "Todo está bajo mis manos…"
Continuará 7w7