Dos años después.
-Haaaaaaa-bostece levantándome de la cama-que flojera tengo-tome el reloj y vi que las manecillas marcaban las 7 de la mañana. No es nada usual de mí que me levante tan temprano los domingos, pero tenía que preparan un pastel que cada año le hago a Axel por su cumpleaños.
Pase por su cuarto y abrí un poco la puerta, él aún estaba durmiendo, parecía un bebé, uno que ya tenía 14 años apenas cumplidos hoy.
Baje a la cocina y como siempre, no había nadie, era el primero en levantarme para hacer la comida y el pastel de mi Axel. Cocine lo más detallado posible para que todo saliera bien.
-Buenos días-me dijo Axel tallándose los ojos del sueño.
-¿Axel? te despertaste muy temprano-vi el reloj que estaba colocado en la cocina y apenas eran las ocho.
-No es tan temprano-lo besé y lo abracé.
-Feliz cumpleaños, hoy te tengo una gran sorpresa-le dije acariciando su linda cara, como siempre, él no se notaba sorprendido-¿Estás bien?
-Sí, sólo quiero que terminé este día, me iré a bañar-se retiró.
Vaya… Parecía de mal humor y no sabía que era lo que tenía, lo malo entre él y yo es que no teníamos toda la comunicación que yo quisiera y por esa razón no se muchas de las cosas que pasan por su mente, realmente me gustaría saberlas.
Terminé de hacer el desayuno y el pastel, esta vez mis padres ya estaban sentados en la mesa como se los ordene para poder festejar como es debido el cumpleaños de mi hermanito, yo estaba muy feliz porque estábamos lo estábamos festejando, pero en cambio él no parecía estarlo y eso comenzó a preocuparme.
-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti-entre los tres dimos un medio canto a Axel, aun no se veía contento con lo que le cantásemos.
-Muerde el pastel Axel-le dije emocionado a lo cual hizo caso y dio un mordisco, empuje muy levemente su cabeza y se embarro de betún la boca y parte de su barbilla, sujete su mentón con una de mis manos y estuve a punto de besar sus labios para comer el betún, pero entonces reaccione que estaban mis padres presentes. Afortunadamente ellos no habían notado lo que estuve a punto de hacer.
Le entregué mi regalo el cual era un cambio de ropa nuevo. Aunque obviamente la sorpresa vendría en la noche, decidí darle por ahora solo eso. Mis padres le regalaron una tv. Nueva y aparte un celular. Aun con aquellos regalos él no se veía nada feliz, lo único que se me vino a la mente es que él esperaba algo más de mí, de la persona que ama tanto.
-Después te daré otra cosa Axel-le dije muy suave a su oído sin que mis padres nos vieran. Ni siquiera eso le fue agradable.
-¿A dónde quieres ir Axel?-preguntó mi madre-¿A ver una película, al parque, al teatro?
-No tengo ganas de nada-se levantó del sofá y aquellos papeles de regalo se esparcieron por todo el piso-Si ya terminó todo esto, quiero irme a mi cuarto-lo dijo, se veía fastidiado.
-Axel, debemos de salir para festejarlo, como cada año-insistió mi madre.
-Sólo quiero que este día pasé lo más rápido posible-me volteo a ver con una mirada muy enojada, me sorprendí porque él jamás se había portado de esa manera, ni conmigo ni con mis padres, no era el mismo niño tierno que hace un año, él había cambiado demasiado y comenzaba a preocuparme, porque nuestra relación ya no iba nada bien. Yo siempre le he tomado la mayor atención posible, él es mi prioridad sobre todas las cosas.
Y como él lo ordeno, no salimos a ningún lado, todo el día estuvimos en casa, excepto por mis padres que ellos salieron a hacer las compras más tarde.
-Oye, ¿Qué es lo que te traes Axel?-me senté en su cama, ni si quiera se movió un cm cuando escuchó mi voz. Él estaba acostado boca abajo bien cubierto por una sabana-¡Axel, respóndeme!-toque su cuerpo para que me hiciera caso.
-Déjame sólo.
-¿Por qué te comportas de esa manera?
-Ya deberías de saberlo-sólo descubrió su rostro.
-Dímelo-me comencé a molestar, odiaba enojarme con él. No entendía que es lo que pasaba con él.
Le quiete la sabana y voltee su cuerpo de manera que estuviera baca arriba.
-¡Vete de aquí!-pataleo molesto, se veía como todo un niño berrinchudo. Sujete sus muñecas y me puse sobre él.
-¡Deja de comportarte así Axel! Si estás molesto porque no hemos tenido sexo, pues ese será mi gran regalo para ti-vi como aquellos ojos suyos se quedaron bien abiertos, cuando escuchó eso.
-Ese es el problema, no quiero-lo interrumpí besando sus suaves labios.
-Te haré sentir bien hoy, lo haremos antes de que lleguen mis padres-le dije en susurro, él estaba completamente rojo.
-No quiero-forcejeó queriendo soltarse-Daniel, esto es lo que no quiero-lo calle con otro beso en sus pequeños labios. Sujete con bastante fuerza sus muñecas para que no se moviera tanto, pude imaginarme que estaba asustado por ser su primera vez pero iba a ser realmente buena. Haría que le gustará.