La comunicación entre Axel y yo no iba nada bien estos últimos días, desde aquella noche en la que tuvimos sexo se portó muy distante conmigo y eso me hizo entristecer mucho. Hasta le rogo a mi madre para que me convenciera de que ya no lo llevará más a la escuela, no sé qué se traía entre manos, odiaba que no me hablara de lo que sentía, admito que me pase un poco en grabarlo, pero es muy normal en una pareja que tengan sus vídeos íntimos, ¿no es así?
-Axel-ni me volteo a ver y siguió atento a la televisión de la sala. Mis padres estaban en la cocina, así que cualquier conversación que tuviera con él sería casi en susurro para que ellos no nos escucharan-oye hazme caso-lo agarré del brazo algo molesto.
-Suéltame-me volteo a ver con aquella cara de enojado que ya se cargaba desde hace unos días.
-¿Por qué estás tan distante conmigo?
-No quiero hablar contigo.
-¿Qué es lo que te pasa? Si algo eh hecho mal quiero que me disculpes, jamás ha sido mi intención que lo nuestro se arruine.
-¿Lo nuestro? ¿A qué te refieres con eso?
-La relación que llevamos como pareja, quiero que estemos bien, como antes de la última vez que lo hicimos.
-Ni soy tu pareja y nunca nada ha estado bien…-Se levantó del sofá donde ambos estábamos sentados y se fue a otra parte, parecía evadirme aun, ¿acaso tenía que pedirle perdón de rodillas por algo que no se ni porque está enojado? Lo seguí, subí las escaleras justo detrás de él-¡Daniel, déjame sólo! ¡¿Quieres?!-No le hice caso y continúe detrás de él hasta que entramos a su cuarto.
Se recostó en la cama cubriendo su rostro con uno de sus brazos, pude escuchar un leve murmuro que provenía de su boca, no le dije nada, yo estaba parado justo en la puerta, desde ahí me quede viendo lo que él hacía, parecía dormido, sin embargo escuchaba un leve sollozo que provenía de él.
Me acerque y toque su pecho.
-¿Qué tienes?-me comenzó a preocupar si le dolía algo o estaba triste por nuestra relación. Trate de quitar su brazo de en sima de sus ojos y cuando lo hice vi sus ojos cubiertos en lágrimas, tenía un gran puchero en su rostro.
-¡Que te vayas!-volteo su cuerpo hacía la dirección de la pared, cubrió su rostro con ambas manos y se echó a llorar, cuando escuché aquellos llantos de tristeza no pude hacer más que abrasarlo como pudiese.
-¿Qué es lo que te pasa?-no me decía absolutamente nada y no dejaba de hacer sus pucheros como niño mimado.
-N-no q-quiero que…me toques más-dijo entre llantos. Aquello que me había dicho no lo podía creer, ¿Qué era lo que yo estaba haciendo mal, le molesto que lo masturbará acaso?
-Axel, ¿A qué te refieres con eso?
-¡No quiero tener más relaciones contigo!-lo grito con su rostro cubierto por sus manos.
-¿A caso hice algo malo?-no lo comprendía, creía que le gustaba estar conmigo, tocarnos, jamás se opuso a nada de lo que yo le dijera hasta este momento.
-Me lastimas mucho Dani, además… A mí no me gustan los hombres, no soy gay-cuando me dijo aquello, todos los años que estuve formando mi futuro con él, todo el tiempo que estuve pensando en que siempre estaríamos juntos, todo eso se fue a un hoyo negro, un hoyo vacío, era como si él hubiera tumbado todos mis sueños que forme con él desde que lo tuve en mis brazos cuando nació. Había jurado protegerlo de quien fuese, juré que estaríamos juntos para siempre amándonos, todas esas promesas ya no significaron nada… Quizá sólo estaba confundido y no sabía lo que decía.
-Axel, claro que eres gay, si tú y yo somos pareja desde hace mucho-me sentía más confundido que él, pareció afectarme el que él pensará de esa manera, que no era gay, después de todo lo que hemos hecho-¡Nos amamos, claro que somos gays, una pareja homosexual! Pero eso nadie lo sabe más que tú y yo.