-Te amo-se lo dije luego de besar aquellos labios-Axel-lo detuve de la muñeca para que no se bajara del carro, por fin tuve su atención-dime que me amas-esperaba que algún día me dijera eso.
De inmediato negó con la cabeza apretando sus labios, parecía que pensaba en algo más y por eso estaba tan callado, no me había dicho una sola palabra en todo el camino de casa a su escuela, me estiré lo más que pude para de nuevo besar sus labios.
-Nos vemos amor-cerro la puerta azotándola con algo de enojo. A veces me deprimía el que él se portara de esa manera conmigo, pero debía tener paciencia, ya que seguro aún estaba confundido.
Me dirigí a mi escuela, sin importarme lo que había pasado el día de ayer, así que no hice caso a las miradas de sorpresa que aún tenía sobre mí después de lo que había pasado con Amanda.
-¿Otra vez no dormiste?-ya tenía a Mérida de preguntona esa mañana.
-Tenía que terminar los trabajos-respondí fatigado tallando mi hombro, tenía un fuerte dolor de espalda, dormir pocas horas estaba terminando conmigo.
Di un leve vistazo y esta vez Amanda se había sentado muy retirada de mí, me alegré al ver que ya no me molestaría con más charlas sin sentido.
-¿Qué paso ayer contigo?-preguntó Mérida cuando vio que vi a aquella chica asustadiza.
-Nada, ¿qué debía de pasar?-claro que sabía de qué hablaba pero no me iba a poner a darle una enorme explicación sobre lo que sentía así que ignoré el hecho de saber algo de lo que ella hablaba.
Terminando las clases de nuevo me dirigí a la escuela de Axel, esta vez llegué más temprano que lo usual, aunque tal vez hubiera preferido llegar un poco tarde, ya que de nueva cuenta Axel estaba al lado de esa chica con la que lo había visto hace unos días y lo peor es que él parecía estar feliz al lado de ella. Cuando me vio de inmediato se despidió de ella y subió al carro. Yo estaba bastante enojado en ese momento y no sabía cómo comenzar a regañarlo otra vez. No eran solo regaños, sino más bien consejos que le evitarían malos momentos.
-Axel…-suspiré un poco tratando de tranquilizarme.
-¿Sí?
-¡Te he dicho que no estés con esa chica!
-¡Deja de prohibirme cosas hermano!-cruzo sus brazos molesto.
-Sabes que te amo y lo único que quiero es protegerte de personas como ella, sé que solo te habla por un beneficio para ella y no para ti.
-¡Deja de cuidarme siempre!-se puso el cinturón y vio hacía delante esperando que condujera el auto.
-¡Es mi última advertencia, Axel!-sin una palabra más de ambos y con él sin hacerme caso nos fuimos a casa y como siempre sin una sola palabra en todo el camino.
-¿Cómo les fue mis amores?-preguntó la mujer amorosa que es nuestra madre.
-Pregúntaselo a él-dijo mi pequeño Axel molesto, sin una palabra más se fue a su cuarto.
-¿Qué tiene ahora tu hermano?-levantó la ceja algo molesta.
-Haaaa…-suspiro-No lo sé, ya no sé qué le pasa-me sentía muy cansado por alguna extraña razón, mi cabeza me dolía-me iré a acostar un momento-le dije yendo directo a mi cuarto, me recosté y de inmediato me quedé dormido no supe ni en qué momento fue.
No supe cuanto tiempo llevaba dormido pero desperté de un salto cuando escuché la voz de Axel retumbar por mi cabeza.
-¡AXEL!-Grite algo exaltado. Salí de mi cuarto y lo más rápido posible me dirigí al de él pero mi sorpresa fue que no estaba allí-seguro debe de estarse bañando o comiendo, ¿qué hora es?-mire la pantalla de mi celular y ya eran las seis de la tarde, había dormido por lo menos 4 horas, realmente ni siquiera vi la hora cuando me quedé dormido-¡MAMÁ!-baje rápido las escaleras.
-¿Qué pasa Dani?-salió de la cocina, parecía que apenas estaba cocinando la cena.
-¡¿Dónde está Axel?!
-¿Axel?
-¡Si!
-Bueno, él se fue a hacer una tarea, me insistió que no te despertará para que lo llevarás.
-¡¿Por qué lo dejaste ir?! ¡Bien sabes que yo siempre soy quien lo lleva y lo espera hasta que termine!
-Tranquilo Daniel, él estará…-ni siquiera la deje terminar cuando bruscamente la interrumpí.
-¡Es que tu no entiendes, que vas a entender si no sabes lo que pasa con él!
-¿A qué te refieres con eso?-ni cuenta me había dado de lo que había dicho estaba tan molesto que dije lo que pensaba.
-¡¿A dónde se fue a hacer la tarea?!
-Cerca de aquí, dijo que iría a un jardín, pero ya debe de estar por llegar, hace rato que se fue. Escucha Dani, sé que te preocupas mucho por tu hermano, pero él ya está grande.
-¡No me vengas con estupideces!-no podía controlar mi boca, lo único que me importaba es que Axel estuviera bien. Agarré las lleves del carro y salí sin importarme que deje a mi madre con la boca abierta por decirle aquello.
No tenía idea de cómo lo comenzaría a buscar pero tenía que comenzar por algún jardín, así que fui a los más cercanos que había de la casa, ya llevaba casi 20 minutos buscando cuando a lo lejos pude ver a un chico de cabello muy lacio y castaño, pude ver que era Axel, se notaba a lo lejos, pero lo que me sorprendió aún más o tal vez ya no es que se encontraba con esa chica de nuevo.
-¡Maldita, te voy a matar!-me comencé a dirigir hacía ellos pero mientras me acercaba vi aquella escena que jamás me hubiera imaginado. Ella robo un beso de los lindos labios de mi Axel. Me paré y deje de caminar, no podía creer lo que había visto, en ese momento quede atónito, no podía creer lo que había visto y Axel sonreía lo cual me destrozo más el corazón, jamás creí que él fuera a engañarme, pude sentir por primera vez lo que se siente llorar por amor, mis ojos se llenaron de lágrimas cuando los vi tomados de las manos-A-A…xe……..l-apenas podía pronunciar su nombre.
Mi ánimo paso de estar triste ha enfurecido, enojado y fastidiado. Di marcha a mis pies y me dirigí a donde estaban ellos.