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Un amor que va más allá de la sangre. por Niche

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~Narra Axel~

-Haaaaaa-bostecé mientras veía el pizarrón donde la maestra de matemáticas anotaba la tarea.

El timbre sonó, lo cual significaba un pasillo lleno de chicos gritando y compitiendo por quien es el que sale más rápido. Yo siempre trataba de esperarme a que se despejara todo, ya que no quería terminar tumbado por esos chicos enormes que no veían a su lado cuando corrían o pateaban cosas.

Soy muy bajo, así que es fácil tumbarme, ya ha ocurrido algunas veces y cuando me ven tendido en el piso me voltean a ver con una cara de lastima por mi baja estatura. A veces me gustaría ser alto como Dani, pero parece ser que mi pubertad no me ha ayudado en nada, estoy por cumplir los 15 y soy el chico más bajo del salón, eso es horrible. En fin, me encontraba en la salida de la escuela, como siempre, esperando a Dani.

Desde que tengo memoria no ha habido día que no venga por mi o me traiga, si tiene algo que hacer de inmediato lo cancela. A veces es muy sobreprotector y me gustaría poder hacer cosas por mí mismo, pero con tal de que no se molestara conmigo siempre hice lo que me pedía.

A diario esperaba en esta entrada para ver ese carro gris estacionarse enfrente y ver esos ojos que no dejaban de buscarme.

Esta vez fue lo mismo de siempre, ahí estaba él, puntual como siempre, me buscaba con aquella sonrisa al verme acercar.

-Hola amor-me lo dijo en cuanto subí al carro.

-Hola-le respondí acomodando mi cinturón.

-¿Cómo te fue?

-Estuvo bien-respondí de inmediato.

-Bien-sonrió y prendió el auto.

Esta vez ni si quiera me agarro de la mano o intento besarme como de costumbre, era extraño, aunque no era fan de que me besara, en cierta parte ya me había acostumbrado, inclusive estaba listo para poner mi semblante de negación.

Se veía algo raro, ni si quiera me volteaba a ver mucho, solo seguía conduciendo.

Llegamos a casa y ambos bajamos del auto. Mi madre estaba lista para saludarnos en cuanto abrimos la puerta.

-¿Cómo estás cariño?-se dirigió a mí con esa enorme sonrisa.

-Bien-le di un leve vistazo a Dani para ver si el respondería otra cosa que alargara la plática.

Pero se veía distraído, parecía buscar a alguien. Y no lo culpo, ya que como sabrán estos días hemos tenido problemas con esa chica extraña que es familiar de mi padre, ni si quiera sé cómo reaccionar a eso. Ya que desde lo que pasó con la compañera de mi hermano me siento extraño, siento que todos saben de las cosas que hacemos él y yo, es difícil estar cómodo cuando estoy cerca de Dani.

-En cuanto estén listos bajen a comer-lo dijo mi madre en cuanto vio a mi hermano subir las escaleras, parecía ir al cuarto.

Por el momento él tenía la mayoría de su ropa en mi habitación, porque no quería tener que estar yendo a su cuarto por ropa, ya que estaba habitado por la visita.

Subí al cuarto justo después de Dani y me quité la mochila dejándola a un lado de la puerta.

Vi su cuerpo completamente desnudo, pues se estaba cambiando de ropa. Ni si quiera me di cuenta de que me le quedé viendo, en cuanto vi esa sonrisa y esos ojos verdes plasmados en mí, pude darme cuenta.

-¿Qué vez?-Dani me preguntó con una sonrisa coqueta.

-N-Nada-bajé la mirada tratando de buscar en el piso algo que ver.

No tenía idea de cuándo es que me había comenzado a gustar su cuerpo, se veía muy bien sin ropa, inclusive lo envidiaba un poco ya que él tenía bien definida la forma de su abdomen y su pecho, se veía como todo un hombre bien desarrollado, mientras que yo conservaba el cuerpo de un niño, inclusive luego de cumplir los 14 no me desarrollé mucho, solo mi voz se engroso muy poco, pero Dani decía que era muy tierna, no me gustaba justo por eso.

Me sujeto de la cintura rodeándola con su brazo y me apegó hacía él, mis mejillas se enrojecieron al estar mi cuerpo a 0 cm del de él.

-Dani…-voltee a ver el piso nuevamente-¿qué haces?

Últimamente había dejado de tocarme, se me hacía extraño que comenzara de nuevo, porque desde que estaba la chica enfadosa él evitaba que hiciéramos cosas para no alterar más la situación, pero está vez se veía distinto, no era serio como de costumbre.

-Quiero hacértelo ahora mismo-me lo dijo cuándo se encorvó y paso su boca cerca de mi oreja.

Quizá el hecho de estar desnudo le hacía calentar y más si yo lo veía.

-Creí que ya no lo haríamos…-Seguí el mismo tono de su voz y lo dije bajo, para que no se escucharan nada de lo que hablábamos.

-Me estoy muriendo de ganas-nuevamente insistió-ya no me importa si mi madre nos escucha.

-¿Te volviste loco?-en cuanto lo dije él se despegó de mí y me vio fijo.

-Quizá lo esté.

Se dio media vuelta dirigiéndose al armario donde tenía su ropa guardada y sacó una camisa simple y un pantalón. Pude ver su miembro un poco erecto, ya que le costó trabajo acomodarlo en el pantalón. Al ver eso no pude aguantar las ganas de ser tocado por él, me hacía recordar a las veces que lo habíamos hecho y las veces que lo había tocado. Era extraño excitarme por tan solo verlo, pero me había acostumbrado tanto a estarlo haciendo con él que no sentía ganas cuando pasaba uno o dos días luego de eso, porque lo hacíamos cada dos o tres días y eso me dejaba “satisfecho” por así decirlo.

Pero estar más de una semana sin hacerlo es extraño, me siento con algo de ansiedad y al verlo tengo ganas de tocarlo. No quería decirle nada porque significaba necesitar de él y ya no quería ser tan dependiente. Además muchas veces le rogué que se detuviera y decirle que me gustaba era ser hipócrita.

-Iré a hacer unas cosas-me lo dijo en cuanto terminó de cambiarse.

-S-sí, ¿saldrás?-de inmediato pregunté, ya que nunca salía a menos que yo estuviera en la escuela, él jamás me dejaba solo, incluso durmiendo en diferentes cuartos él venía a ver que estuviera aquí. No me dejaba si quiera salir con amigos a excepción de que fuera por tareas, pero él me acompañaba a hacerlas, nunca me dejaba solo.

-Tengo que ver unas cosas de la escuela, volveré en seguida-beso mi frente y se fue como si llevara prisa.

-E-está bien…-lo dije algo bajo aun sabiendo que él no me escucharía.

Tallé un poco mi entrepierna sintiendo como mi miembro se había excitado con ese simple beso.


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